Bienvenidos. Nos alegra compartir con ustedes muy buenas noticias. Desde el último informe, hemos tenido otras dos asambleas especiales, una en Harare, Zimbabue, y otra en Colombo, Sri Lanka.
En total, asistieron a estas asambleas más de 64,600 personas, y 1,330 se bautizaron. Hubo más de 7,000 delegados que viajaron desde más de 20 países y territorios. A partir del 2026, la expresión asambleas especiales ya no se usará.
Ahora las llamaremos siempre asambleas internacionales. Tendremos asambleas internacionales más grandes o más pequeñas todos los años. Como se anunció en el último informe, el año que viene, en el 2026, habrá 19 asambleas internacionales por todo el mundo.
Los delegados podrán predicar con las congregaciones locales, pasar tiempo con hermanos y hermanas de allí, y disfrutar de muchas otras actividades. En agosto de 2025, abrió sus puertas un nuevo museo en la sucursal de Europa Central, que está en Alemania, en la localidad de Zelters. Vamos a verlo.
Una sección importante de este centro es un nuevo museo sobre la Biblia. Esta exposición se titula Y hubo luz, la historia de la Biblia en alemán. Este museo tan especial nos cuenta la historia de la traducción de la Biblia en alemán y el impacto que ha tenido en otros traductores.
Los visitantes podrán ver Biblias poco comunes y fascinantes, que fueron de los primeros ejemplares de la Biblia que se imprimieron en el mundo. Verán cómo la Biblia comenzó a imprimirse primero en latín y posteriormente en alemán. El museo también explica cómo la impresión y la distribución de la Biblia en alemán contribuyó a la producción de Biblias en otros idiomas europeos.
Los medios informativos locales hablaron de la apertura de este museo y destacaron su valor educativo. Los invitamos a visitar este nuevo museo en la sucursal de Europa Central. Pueden reservar una visita en www.jw.org. Para el pueblo de Jehová, la Biblia no es simplemente un libro con un gran valor histórico.
Es mucho más que un buen libro. Necesitamos que Jehová nos guíe, como necesitamos comida, ropa y también cobijo. Fue Jehová quien nos puso esta necesidad.
Jesús destacó esta verdad de una forma sencilla, pero inolvidable. Veámoslo en Mateo 5.3. Felices los que reconocen sus necesidades espirituales, porque el reino de los cielos es de ellos. Para ser felices de verdad, debemos reconocer que tenemos necesidades espirituales y dar pasos para cubrirlas.
¿Pero qué significa reconocer nuestras necesidades espirituales? En el griego original, esa expresión transmite literalmente la idea de ser un mendigo del espíritu. Imagínese un hombre vestido de harapos, sentado en cualquier esquina. Está muerto de hambre, pasando frío o calor.
Suplica que alguien lo ayude a mejorar su situación en la vida. ¿Cuál es la lección? La persona que reconoce sus necesidades espirituales sabe que necesita la ayuda de nuestro Dios Jehová y está deseando recibirla. ¿Qué cualidades hacen falta para reconocer nuestras necesidades espirituales? Veamos lo que aprendemos del relato de la mujer fenicia.
Se encuentra en Mateo capítulo 15, versículos 22 a 28. Fijémonos en cómo se acercó a Jesús y cómo habló con Él. Dice, Resulta que llegó una mujer fenicia de esa región y gritó, ¡Ten compasión de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está cruelmente poseída por un demonio.
Pero Él no le contestó ni una sola palabra. Así que Sus discípulos se le acercaron y se pusieron a rogarle, ¡Dile que se vaya, porque no deja de gritar detrás de nosotros! Él respondió, Sólo se me envió a las ovejas perdidas de la nación de Israel. Pero la mujer vino, se inclinó ante Él y le suplicó, ¡Señor, ayúdame! Él le contestó, No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos.
¡Cierto, Señor!, admitió ella, pero la verdad es que los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños. Entonces Jesús le respondió, ¡Mujer, qué fe tan grande tienes! ¡Que se te cumpla lo que deseas! Y en ese momento su hija quedó sana. Esta mujer no era israelita, era fenicia.
Aún así se le acercó a Jesús y le suplicó desesperada, ¡Ten compasión de mí! Primero Jesús no le dijo nada. Luego respondió, Sólo se me envió a las ovejas perdidas de Israel. Y al final le contestó poniéndole un ejemplo y comparándola con un perrito.
¿Cómo habría reaccionado usted? ¿Se habría sentido insultado? ¿O habría tirado la toalla? Ella no. Demostró tres preciosas cualidades que nosotros también necesitamos para cubrir nuestras necesidades espirituales. Son estas, humildad, persistencia y fe.
Como era humilde, ni se ofendió ni se puso a discutir con Jesús. Y es que ella entendía muy bien cuál era su situación. Pero aún así suplicó la compasión de Cristo.
Esta mujer fenicia no tiró la toalla. Fue persistente. Siguió rogándole a Jesús incluso cuando los discípulos le pidieron que la echara.
Y tenía una fe fuerte. Estaba convencida de que Jesús podía ayudarla, aunque lo único que recibiera de él fueran migajas. Su fe conmovió tanto a Jesús que él hizo algo sorprendente.
Hizo un milagro para curar a su hija, aunque ella no era israelita. Este relato nos enseña que Jehová y Jesús de verdad desean ayudar a los que reconocen sus necesidades espirituales. Y como la mujer fenicia, nosotros debemos cultivar humildad, persistencia y fe.
Hace un rato comparamos las necesidades espirituales con las necesidades físicas. Cosas como comida, ropa o cobijo. Pero ¿cómo conseguimos alimento, ropa y cobijo en sentido espiritual? Jehová nos da estas cosas.
Veamos cómo lo hace. Primero, vamos a hablar del alimento espiritual. Poco antes de que subiera al cielo, Jesús le dijo al apóstol Pedro, «Alimenta a mis ovejitas», y Pedro hizo justo eso.
Jehová incluso lo usó para escribir dos cartas que llegaron a formar parte de la Biblia. Pero Pedro también necesitaba alimentarse espiritualmente. Por ejemplo, estudió las cartas que el apóstol Pablo había escrito por inspiración.
Pedro admitió que en esas cartas había cosas difíciles de entender, y estoy de acuerdo. Pero no se rindió. Él tuvo fe en que Jehová lo ayudaría a entender y aplicar el alimento sólido que Pablo había escrito en sus cartas.
Al igual que Pedro, debemos alimentarnos de las enseñanzas de la Palabra de Dios. También es importante desarrollar un fuerte deseo por el alimento espiritual sólido, o sea, verdades que a lo mejor son más difíciles de entender. Claro, se necesita tiempo y esfuerzo, pero vale la pena, porque eso fortalece nuestro amor por Jehová y nos motiva a hablar de él a otros.
¿Y qué hay de nuestra ropa espiritual? En Colosenses 3, 9 y 10, el apóstol Pablo escribió, «Quítense la vieja personalidad y sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad». Pablo tuvo que hacer eso. Antes de ser cristiano, tenía muy mal genio.
Hechos 9, 1 dice que estaba tan furioso con los discípulos de Jesús que seguía amenazándolos y deseaba asesinarlos. Después de ver a Jesús en una visión, Pablo se arrepintió y se hizo cristiano. Pero ahí no acabó todo.
Tuvo que seguir luchando con todas sus fuerzas contra sus imperfecciones. Con la ayuda de Jehová pudo quitarse su personalidad anterior y se vistió con la nueva personalidad. Queremos hacer lo mismo.
Llevemos mucho o poco tiempo sirviendo a Jehová, debemos seguir esforzándonos. Y si nos desanimamos porque pensábamos que ya nos habíamos quitado toda la vieja personalidad, pero nos damos cuenta de que una parte de nuestra personalidad anterior vuelve a aparecer, ¿qué haremos? Nos la seguimos quitando y nos seguimos vistiendo con la nueva. Esa es la hermosa ropa espiritual que Jehová nos da.
Para ser felices de verdad, no basta con el alimento y la ropa espirituales. ¿Qué necesitamos? También hace falta cobijo espiritual. El rey David habló de esto en Salmo 27.5. Él escribió lo siguiente sobre Jehová.
Porque en el día de la calamidad, él me esconderá en su refugio, me ocultará en el lugar secreto de su tienda, me colocará en alto, sobre una roca. Cuando David obedeció a Jehová, él lo protegió de las consecuencias que sufren quienes no respetan las normas de Dios. Claro, cuando David fue desobediente, Jehová no lo protegió de las consecuencias de sus acciones.
Imitamos a David recurriendo a Jehová cuando tenemos que tomar decisiones. A veces sufriremos dificultades, no porque Jehová haya dejado de protegernos, sino porque hemos tomado malas decisiones. Y en otras ocasiones, tal vez suframos por culpa de otros.
¿Qué haremos entonces? Nos refugiamos en la oración, con la confianza de que Jehová protegerá nuestros corazones y nuestras mentes. Él va a protegernos de cualquier cosa que pueda acabar con nuestra fe. ¡Qué bueno que Jehová nos da alimento, ropa y cobijo espirituales! Gracias a Jehová tenemos todo lo que necesitamos para sobrevivir y para ser felices.
¿Recuerdan lo que dijo Jesús en Mateo 5.3? Felices los que reconocen sus necesidades espirituales. Para ayudarnos a recordar lo que de verdad nos hace felices, Mateo 5.3 ha sido elegido como el texto del año 2026. Nunca olvidemos estas importantes palabras.
Felices los que reconocen sus necesidades espirituales. También nos alegra anunciarles que hay una nueva canción original basada en Mateo 5.3. Se titula Mi necesidad espiritual. Esta preciosa canción expresa nuestro fuerte deseo de alimentar nuestra fe y acercarnos a Jehová.
Tenemos ganas de cantar juntos esta canción en la próxima reunión anual. Será la canción 162 de nuestro cancionero. Desde ya es posible descargarla en inglés y en varios idiomas.
También estará disponible en más idiomas en el futuro. Recuerden hermanos, para reconocer nuestras necesidades espirituales tenemos que ser humildes, persistentes y tener una fe fuerte en nuestro Dios Jehová. Si desarrollamos esas cualidades, no dejaremos de satisfacer nuestras necesidades espirituales y además seremos felices de verdad.
Queridos hermanos, los queremos a todos muchísimo. Desde la Central Mundial de los Testigos de Jehová, esto es JW Broadcasting.
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