Menos mal que te alcancé. Me gustaría tener tu número de teléfono por si surge algo del trabajo fuera de horas, ¿sabes? ¿Está bien? Ah... Bueno, ok. 646-480-6649.
Muy bien, lo tengo. Si surge cualquier cosa, te mando un mensaje, ¿ok? Ah, chévere, nos vemos. Ok, chao.
Adiós. Oye, espera. ¿Sabes? Voy a ir a comer algo ahora y no sé, ¿te gustaría acompañarme? Ah... no, gracias.
Tenemos que irnos. Entonces, para la próxima. Nos vemos mañana.
Adiós. ¿Qué fue lo que pasó ahí? No es nada. Espero que no.
Créeme, no es nada. Imagino quién es. ¿Quién es? Es un doctor del trabajo.
Y es persistente. ¿Es persistente? Espera, ¿está interesado en ti? Creo que sí. ¿Y cuándo me lo ibas a decir? No hay nada que decir.
Le dijiste que no, ¿verdad? Ah, todavía no. ¿Que no le has dicho que no? No, aún no. Eso no es lo que yo te he enseñado.
Tienes que ser firme desde el principio. No es tan fácil. Sí que es fácil, y tienes que hacerlo ya.
Oye, lo siento. Reaccioné mal. Quiero que sepas que confío en ti.
Nunca me has dado razones para no hacerlo. Lo sé. Pero ya no soy una niña.
No, pero yo siempre seré tu padre. Siempre me preocuparé por ti. Así somos los padres.
Necesito el trabajo para el precursorado. ¿Y si no se lo toma bien? Eso podría pasar. Pero entonces verás cómo Jehová te ayuda.
Hablo con él mañana. ¿Hay algo que yo pueda hacer? ¿Podrías orar por mí? Me encantaría. Jehová...