Este mes, el tema de nuestro programa es El encomio sincero siempre es bueno. Una definición de encomio es acto de alabar o aprobar a alguien. Si el encomio brota genuinamente del corazón, puede animar muchísimo a quien lo recibe.
Esto nos recuerda a lo que dice Proverbios 15:23. Una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es! De forma parecida, Proverbios 12-25 habla de que la ansiedad puede agobiar el corazón de una persona. Pero agrega, la buena palabra es lo que lo regocija.
Un escritor del siglo XIX dijo en broma, «Puedo vivir dos meses de un buen halago». Ahora, con esta idea en mente, hablemos sobre Jehová y Jesús. ¿Se imaginan cuánto aprecio sentía Jehová por su Hijo Unigénito, a quien más tarde conocimos como Jesús? Este Hijo ya había apoyado fielmente a su Padre desde tiempos inmemoriales.
Pero, ¿Cómo reaccionó al enterarse del propósito de Jehová de recobrar la esperanza de vida eterna para los humanos imperfectos? ¿Qué hizo? ¿Inventó algún pretexto para no dejar el cielo y venir a la tierra? «Padre, tengo muchos proyectos en marcha y mis amigos están aquí, en el cielo. Y, además, echaré de menos tu compañía. Simplemente no tengo las mejores circunstancias.
Lo que es más, esta será una asignación muy difícil, dolorosa y humillante. Ya sé a quién podrías enviar, a Gabriel». No, Jesús no pensó así ni por un instante.
Por el contrario, de buena gana hizo sacrificios que le causaron mucho dolor. Incluso renunció a su naturaleza. Dejó de ser una criatura espiritual majestuosa para convertirse en un bebé al amparo de sus padres.
Luego, como niño perfecto, siempre fue obediente a sus padres, que no eran perfectos. De adulto, trabajó de sol a sol para comenzar una campaña de predicación que continúa hasta el día de hoy. ¡Cuántos pares de sandalias debió desgastar durante los tres años y medio que duró su ministerio! Finalmente, sufrió una muerte agónica en un madero de tormento para ofrecer un rescate correspondiente, en armonía con el propósito de Jehová.
Entregó su propia vida para cumplir con la asignación que Jehová le había encomendado hasta ese momento. De seguro recuerdan el video que se presentó en el último discurso de la Asamblea Regional del año pasado. Este nos ayudó a apreciar aún más lo que Jesús hizo por nosotros.
Gracias a aquel acto abnegado, Jesús abrió el camino a la vida eterna, ya sea en el cielo o en la tierra. Ahora bien, ¿apreciaba Jehová todo lo que Su Hijo hacía para apoyarlo a fin de santificar Su nombre y vindicar Su soberanía? ¡Claro que sí! ¡No nos cabe la menor duda! Imagínense a Jesús con el agua a la cintura en el río Jordán. Acaba de bautizarse y de su cabello todavía escurre agua.
Entonces mira hacia arriba y de alguna forma ve que los cielos se abren y que viene bajando sobre Él en forma de paloma el Espíritu de Dios. A continuación, oye la voz de Jehová desde el cielo decir, Este es mi Hijo, el Amado, a quien he aprobado. Si lo pensamos bien, Jehová escogió palabras que realmente animaran.
Con la declaración, Este es mi Hijo, le quiso decir, Hijo, estoy orgulloso de ser tu padre. Y con la expresión, El Amado, le aseguró, Te amo, Hijo. Y al declarar, a quien he aprobado, le garantizó, Hijo, estoy muy feliz por lo que has hecho hasta ahora, y me sentiré muy feliz por lo que vas a hacer.
¿Se imaginan cuánto debieron animar a Jesús aquellas palabras de encomio? Sin duda, Jehová valoró mucho todos los sacrificios que hizo Jesús en favor de su propósito y le expresó su aprecio. En vista de que Jesús fue un reflejo exacto de su Padre, también nos puso un ejemplo perfecto sobre cómo animar a los demás. Con base en Lucas 22, 28 y 29, ¿recuerdan lo que les dijo a sus once apóstoles fieles la última noche que vivió como ser humano? Dijo, Ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas, y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo para un reino.
¡Qué forma más afectuosa de dar encomio! Pensemos en otro caso. Aunque Jesús dio consejos a varias congregaciones de forma constructiva, también les dio encomio sincero. Veamos lo que le dijo a la congregación de Teatira en Revelación capítulo 2, versículo 19.
Aquí en el versículo 19, Jesús les dijo... Conozco tus hechos, y tu amor, y fe, y ministerio, y aguante, y que tus hechos recientes son más que los de antes. Sus palabras tan concretas y bien pensadas debieron motivar a la congregación a seguir progresando. Hasta aquí, hemos hablado de los dos mejores ejemplos del universo en lo que se refiere a dar encomio con generosidad, Jehová y Jesús.
¿Qué hay de nosotros? Efesios 5.1 nos invita a ser imitadores de Dios. Y el tema de la Asamblea Regional del año 2015 fue... ¡Imitemos a Cristo! Y este consejo también va dirigido al Cuerpo Gobernante. El Cuerpo Gobernante quiere imitar a Jehová y a Jesús, dándoles encomio sincero a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas.
Muchos de ustedes han respondido favorablemente a las sugerencias y directrices del esclavo fiel y discreto. En el programa de mayo de 2015, les informamos acerca del objetivo de acelerar la construcción de salones del reino y oficinas remotas de traducción. Además, les explicamos cuáles eran algunos de los retos en sentido económico que debíamos superar para alcanzar dicha meta.
Notamos que, inmediatamente, las contribuciones se elevaron más de 15% en los meses de junio y julio. Así que queremos decirles muchas gracias. Y no sólo los adultos que sirven a Jehová están respondiendo con generosidad.
Al Cuerpo Gobernante le ha conmovido profundamente la respuesta de muchos jovencitos. Por ejemplo, yo personalmente recibí una linda carta. Dice, Querido hermano Led, Hola, tengo 13 años.
Le escribo esta carta por lo que escuché en el programa de mayo de JW Broadcasting. Me dieron ganas de donar algo para la obra mundial. He estado ahorrando, y mi familia me dio algo de dinero.
Espero que sirva de algo. También quiero agradecerle a usted y a los demás miembros del Cuerpo Gobernante el programa de JW Broadcasting en coreano. Ahora mi familia entera lo entiende mucho mejor y nos está ayudando mucho.
Como familia, queremos expresar nuestro aprecio por todo esto. Por favor, dígaselo a los demás hermanos del Cuerpo Gobernante. Aquí ella dibujó una carita feliz.
El programa nos invitó a dar en sentido material, pero también me sentí muy animada a dar más en sentido espiritual. Estoy sirviendo de precursora auxiliar durante mis vacaciones de verano. Una vez más, mi familia y yo queremos decirles gracias.
Y dibujó un gran corazón rojo al final de su carta. Bueno, envié su cheque a la tesorería, pero yo me quedaré con su conmovedora carta y su linda fotografía. Comentarios como estos nos impulsaron a aprovechar este programa de enero de 2016 para agradecer desde lo más profundo de nuestro corazón todo su apoyo y también informarles de lo ocurrido desde mayo del año 2015.
Han pasado muchas cosas buenas en los últimos ocho meses. Hablemos de algunas de ellas. Continuamos destinando fondos cada semana a la alimentación y alojamiento de los más de 25,000 miembros de la familia Bethel por todo el mundo y dando apoyo material a más de 55,000 hermanos que también están en el servicio especial de tiempo completo.
Y seguimos cubriendo los gastos del enorme proyecto de construcción de la nueva sede mundial en Warwick, Nueva York. Además, todavía se siguen financiando las obras mayores de construcción y renovación de sucursales que ya estaban en progreso. Y alrededor del mundo, se adquirió una cantidad considerable de equipo de audio y video para presentar el programa entero de la Asamblea que se llama Imitemos a Cristo en Grandes Pantallas o Monitores.
Ver a los participantes de cerca capta nuestra atención y facilita el aprendizaje. Quizá no lo notamos, pero se proyectaron 52 videos y otras 30 ayudas en audio o video en la Asamblea. Más de 80 presentaciones de este tipo para nuestro deleite.
También se han construido, o están por completarse, más de 2,000 salones del reino. Y todo esto en tan solo ocho meses. En promedio, hay ocho nuevos salones cada día.
Algo de verdad impresionante. Adicionalmente, se han terminado de construir, o se van a construir pronto, más de 50 oficinas remotas de traducción. Pero, ¿significa todo esto que ya alcanzamos nuestros objetivos? Recordarán que en nuestro programa de mayo hablamos sobre el espíritu generoso que desplegaron los israelitas en el desierto cuando se les pidió que contribuyeran para la construcción del Tabernáculo, un lugar para la adoración verdadera.
También recordarán que el capítulo 35 de Éxodo dice que vinieron todo aquel cuyo corazón lo impelió y trajeron todo aquel cuyo espíritu lo incitó, la contribución de Jehová. Y el capítulo 36, versículo 7, dice y el material resultó suficiente para toda la obra que había de hacerse, y más que suficiente. Entonces nos preguntamos, ¿mostraron los israelitas más a precio y mejor disposición que nosotros? No.
Como ya hemos dicho, ustedes merecen encomio por su respuesta rápida y generosa al programa de mayo. Respondieron como los israelitas del tiempo de Moisés. Sin embargo, la diferencia entre la contribución de los israelitas y la nuestra es que ellos sólo tenían ante sí una obra de construcción.
Cuando ésta finalizó, ya no se necesitó nada más. Pero como ustedes saben, hoy tenemos miles de proyectos que requieren de nuestro apoyo continuo. No se trata de un esfuerzo de sólo dos meses.
De hecho, como se anunció en la reunión anual de octubre pasado, el cuerpo gobernante se toma tan en serio el adelantamiento de los intereses del reino en el campo que ha vuelto a analizar algunas maneras de reducir el trabajo en las sucursales para destinar más fondos a la predicación. Por ejemplo, se han reducido o eliminado muchas labores de rutina que se efectuaron durante largo tiempo, así como otros servicios. Esto permitirá reducir la cantidad de miembros de la familia Bethel.
El cuerpo gobernante confía por completo, totalmente, en que al implementar estas y otras medidas para bajar costos, junto con el apoyo constante de ustedes, será posible atender todas las necesidades del campo. En nombre del cuerpo gobernante, me gustaría tomar prestadas las palabras de II Tesalonicenses capítulo 1, versículos 3 y 4, y expresárselas a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas. Estamos obligados a dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos, como es apropiado, porque su fe está creciendo en gran manera y el amor de cada uno de ustedes y todos está aumentando, el uno para con el otro.
Como resultado, nosotros mismos nos gloriamos de ustedes entre las congregaciones de Dios, a causa del aguante y la fe de ustedes. Una vez más, gracias de todo corazón por su generoso apoyo a la gran obra de Jehová en estos emocionantes últimos días.