Hay alguien entre ustedes al que no conocen. Es el que viene detrás de mí. Y yo ni siquiera merezco desatarle las correas de las sandalias.
Hemos encontrado al Mesías¨!. Porque Dios amó tanto al mundo que entregó a su hijo unigénito para que nadie que demuestre tener fe en él sea destruido, sino que tenga vida eterna. Rabí.
Este es mi hijo!.