Anthony Morris III: Los siervos de Jehová serán perseguidos (2 Tim. 3:12)

El cuerpo gobernante ha decidido que les dirija unas palabras sobre algo de lo que Jesús habló en varias ocasiones. Y antes que nada, deseo dejar claro que este no es un discurso pesimista ni pretende desanimar a nadie. Se trata de una exposición realista que nos ayudará a estar preparados para el futuro. 

El tema es la persecución. Esta puede ser de distintos tipos. Algunas veces consiste en maneras sutiles de desanimar a un siervo de Dios. 

En otras, ocasiones es una oposición más directa, aunque no inesperada. Cuando el apóstol Pablo habló de ciertos hombres que se opusieron a la congregación cristiana en el siglo primero, recordó a los seguidores fieles de Jesús la persecución que Él mismo había sufrido en varias ciudades. Lo que dijo después, según leemos en la segunda carta a Timoteo 3:12, es el tema de este discurso. 

En este versículo, Pablo explica que la persecución no es algo que sólo sufrirán unos cuantos. Según Timoteo 3:12, dice lo siguiente. De hecho, todos, noten, todos, los que desean vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús, también serán perseguidos. 

Es cierto que no debemos preocuparnos demasiado por lo que pudiéramos vivir en el futuro, pero cuando se nos presente de repente la oposición, queremos estar preparados. Jesús habló abiertamente a Sus discípulos sobre la posibilidad de que sufrieran persecución. Un ejemplo conocido se encuentra en Juan 15: 20, 21. 

Si tienen la Biblia a la mano, diríjanse, por favor, a Juan 15: 20, 21. Jesús dijo, Es difícil interpretar estas palabras de otra manera, ¿verdad? Jesús dijo que habrá persecución. Por lo tanto, tenemos que prepararnos. 

¿Qué tipos de persecución podríamos sufrir? Ya hemos mencionado que algunos son muy sutiles. Por ejemplo, que ciertas personas hablen mal sobre nuestras creencias, o que compañeros de clase o de trabajo hagan comentarios sarcásticos. Sin embargo, Jesús mencionó formas de persecución más directas, según Lucas 21, del 12 al 19.

Vayamos a Lucas 21, versículos 12 a 19. Jesús no estaba hablando aquí de lo que iba a pasar entonces, en el primer siglo. Él pronunció una profecía sobre el futuro. 

Describió lo que ocurriría ahora, antes del fin del sistema que controla Satanás. Así que es de esperar que la oposición cruel se intensifique. Pues bien, en este contexto, Jesús nos advierte de cuatro tipos de persecución que vendrían de varias fuentes. 

Lucas 21, a partir del versículo 12, dice, Pero antes de todas estas cosas les echarán mano a ustedes y los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y prisiones, y serán llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. Y en los versículos 16 y 17 leemos, Además, serán entregados hasta por padres y hermanos y parientes y amigos, y a algunos de ustedes los harán morir, y serán objeto de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre. A veces, la persecución por parte de parientes es la más dolorosa debido a los lazos que existen en la familia. 

¿Y se han fijado en que, según el versículo 12, Jesús dijo que algunos serían encarcelados? Esto es lo que les ha ocurrido a muchos hermanos tanto de la antigüedad como de nuestros tiempos. Por ejemplo, en el programa de abril de Broadcasting, el hermano Sanderson habló de los hermanos jóvenes de Corea del Sur que cumplen condenas de prisión por su postura neutral. Ellos dan un magnífico ejemplo a todos los que se enfrentan a lo mismo cuando un movimiento político o religioso es hostil.

De nuestros archivos hemos rescatado la grabación de una entrevista que se hizo hace tiempo a un hermano que estuvo cuatro años y medio en una cárcel de China y aguantó fielmente. Estamos hablando del hermano Harold King. Vi unos policías acercarse al camino y estaban como si se enfrentaran a un ataque de ametralladoras o algo parecido. 

Se arrastraban junto a la pared. Entonces dije, Stanley, se van a llevar a alguien esta mañana. La policía está en el camino. 

Habíamos visto esto muy a menudo, pues se llevaban a la gente por toda la ciudad. Lo que hicimos fue continuar con nuestro desayuno. Cuando escuchamos golpes en la puerta trasera, dije, Stanley, es a nosotros. 

Están buscándonos esta mañana. Pero no pudimos. No encontraron nada. 

Si se llevaron los archivos, pues no habíamos escondido nada. No teníamos mucho de qué preocuparnos porque tenían a un espía en la congregación que les informó todo lo que querían antes de que vinieran y nos detuvieran. Originalmente, esa persona era mi estudio bíblico. 

Cuando estudiaba en la universidad, pensé que sinvergüenza resultó ser ese individuo. Lo miré directamente a la cara. Él no quiso mirarme y bajó su cabeza. 

El juez dijo, ¿qué? ¿Conoces a este hombre? Y él dijo, sí, era mi maestro. ¿Qué te enseñó? Me enseñó que el gobierno del pueblo chino era del diablo y que iba a ser destruido y todos los que lo apoyan serían destruidos junto con él. Y me dijo, ¿fue eso lo que le enseñaste? Le dije, bueno, me gustaría modificar eso. 

Me senté allí en el suelo. No tenía cama ni silla. Solo tenía un piso de concreto. 

Tenía una celda de cuatro pies y medio por nueve y lo único que había en la esquina era un cubo, un cubo de madera con bandas alrededor. Ese era mi baño y la celda estaba infectada de sabandijas. Tenía chinches. 

Los chinches en la cama me picaron por todas partes. No había comido nada desde el desayuno y ahora aquí no iba a recibir nada esa noche. Utilicé mi tiempo en la celda. 

No iba a sentarme en el suelo y empezar a sentir lástima por mí mismo. Iba a empezar a predicar. Si no me dejaban hacer nada, podía hacer algo. 

Podía practicar mis presentaciones. De modo que cada esquina de la celda llegó a ser una puerta. Empezaba por ir a esta puerta y predicar. 

Lo hacía bastante realista de las experiencias que había tenido. No todas las esquinas tenían interés. Esta estaba muy interesada y esta otra resultó ser una revisita y un estudio. 

Sí, comencé un estudio bíblico. No entregué un informe de servicio, pero me mantuve la mente en las escrituras y no tenía otra manera de hacerlo. Pudiste haber transigido. 

Me decían, cómo ven, no me dejaban cortarme el cabello ni afeitarme. No me dejaban cortarme las uñas y no podía hacer ejercicios apropiados. Me seguían diciendo, si solo confiesas que eres un espía. 

No, no podía. Eso sería traición y sería lo último que quería hacer. Tenía una linda relación con Jehová Dios. 

Verdaderamente lo amaba mucho. Él era real, no era ficticio. Toda la organización Los Ángeles y todo el buen trabajo de Pablo, Santiago, Pedro, Juan. 

El fervor que demostraron al mantener la obra en curso. Ahora era mi privilegio de hacer eso y ellos fueron mi ejemplo y los imité. En ningún momento pensé salirme de la situación de la manera más fácil. 

Bueno, oré a Jehová y dije, Jehová deseo poder celebrar la conmemoración igual que mis hermanos afuera. Por lo tanto, pudiera ver la luna esa noche y si no es luna llena, no me dejes verla. Bueno, hubo noches nubladas y noches claras. 

Pero esa noche en particular, en ese primer 14 de Nizán, no había duda. Casi parecía que Jehová había pulido la luna. Y luego di el discurso de la conmemoración a un salón del reino imaginario lleno de hermanos. 

Cuando llegué al momento de pasar los emblemas, le pedía a Jehová su bendición sobre el pan, levantaba el platillo y pretendía pasarlo a los demás. De regreso a mí, pretendía tomar un pedazo para mí y luego lo ponía donde iba. Y pedía la bendición de Jehová sobre la copa y hacía lo mismo con mi taza esmaltada. 

La pasaba y cuando regresaba, pretendía beber de ella y oraba que Jehová lo aceptara. No me gusta la palabra deprimido porque nunca me deprimí. Hubo días en que sentí que las cosas podían ir un poco mejor de lo que iban. 

Así que pensé algo como esto. Esclavos al campo sirvamos a Dios, pues le dimos el corazón. Hagamos la obra que nos encargó, siguiendo al dechado Jesús. 

Y me venía a la mente esa canción y me sentía mejor. El solo hecho de cantar esa canción me levantaba el ánimo. Estaba exaltado. 

Estaba lleno de júbilo al pensar que al otro lado del puente estaba el general del consulado británico con mi pasaporte. Emocionalmente estaba casi llorando del gozo de estar con ellos otra vez. Nos estrecharon fuertemente entre sus brazos y estaban tan felices. 

Durante el trayecto a casa, hacían preguntas. ¿Cómo fue? ¿Cómo les pude hablar? Para el tiempo que llegamos, me estaba quedando ronco, pues hablaba constantemente y estaba un poco nervioso de estar en libertad. Observaba todo mientras viajábamos. 

Me di cuenta de la belleza de Hong Kong en ese momento y de la obra que se estaba efectuando allí. La fe se basa en el conocimiento exacto y el único conocimiento exacto disponible acerca del propósito de la creación es el que se encuentra en la Biblia. Así es el caso, diría a uno nuevo.

Ahora le digo a los hermanos en todo lugar, tomen la información que se encuentra impresa en la Biblia y póngala en su corazón y así la tendrán. La palabra es viva y nos mantendrá fuerte en la fe. ¿A qué otro lugar pudiéramos ir? Miren al mundo, el estado en que se encuentra hoy. 

No hay un refugio en este mundo, pero hay un refugio maravilloso entre el pueblo de Jehová. El hermano King aguantó la persecución. Después fue liberado y en enero de 1993 falleció. 

Estamos convencidos de que, desde entonces, está reinando con Jesús en el cielo. ¿Le valió la pena aguantar? Sin duda alguna. ¿Qué otro tipo de persecución mencionó Jesús? Según Mateo 5.11, Él dijo que nos perseguirían y con mentiras dirían toda suerte de cosa inigua contra nosotros por su causa. 

Las mentiras duelen de forma especial porque presentan a una persona o una organización de una forma que no corresponde con la realidad. Normalmente todo empieza con la intención de hacer daño. Entonces puede que un medio de comunicación lo publique como si fuera algo probado y la gente se quede sin saber qué es lo que realmente ocurrió. 

Jesús dejó claro que, sin importar lo que hicieran sus seguidores, habría personas que los criticarían y dirían mentiras sobre ellos. Veamos por ejemplo lo que Jesús dijo sobre Juan el Bautista en Mateo 11.18. En Mateo 11:19 leemos que Jesús actuó de forma diferente con respecto a la comida. Él no siguió la estricta dieta de Juan el Bautista a quien tanto criticaron. 

Además, a diferencia de Juan, Jesús sí bebía vino, aunque con moderación. ¿Pero qué dijeron de Jesús? Mateo 11:19 responde. El Hijo del Hombre sí vino comiendo y bebiendo.

Y no obstante, dicen, miren, un hombre glotón y dado a beber vino, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores. Como ocurrió en el primer siglo, a nosotros también se nos critica sin importar qué hagamos. Pero fíjense en la significativa declaración de Jesús que aparece al final de este versículo. 

De todos modos, la sabiduría queda probada justa por sus obras. En otras palabras, muchas veces las personas son capaces de identificar la verdad aunque les cuenten historias exageradas o mentiras descaradas. Ellas saben que tenemos buenos motivos y que realizamos buenas obras, así que nuestra reputación se mantiene intacta. 

Aunque en ocasiones pudiéramos recurrir a los medios legales disponibles para exigir una rectificación, actuamos en armonía con las palabras de Jesús y no intentamos defendernos verbalmente o por escrito de cada cosa que se dice de nosotros ni respondemos con acusaciones. En vez de eso, nos concentramos en efectuar una obra pacífica que beneficie a la humanidad. Llevamos el mensaje de la Biblia a toda clase de personas y eso las ayuda a ser más espirituales y a tener mejores valores morales.

Traducimos ese mensaje a unos 700 idiomas, algunos de los cuales ni siquiera sabíamos que existían. Hacemos grandes esfuerzos por suministrar a los ciegos y los sordos publicaciones que puedan comprender, aunque sea muy caro producirlas. De hecho, preparamos videos en unos 80 lenguajes de señas. 

Jesús tenía razón. La sabiduría queda probada justa por sus obras. Pero ¿a qué ideas erróneas se aferran algunas personas si a veces se da publicidad en los medios? Algunos municipios cuestionan nuestras intenciones y esparcen mentiras sobre la naturaleza de nuestra predicación. 

Sin embargo, es de agradecer que en muchos países la ley defienda nuestra libertad de expresión y de religión. De hecho, nuestra perseverancia ha sentado un precedente que ha permitido a otros grupos gozar de las mismas libertades. A veces también se cuentan mentiras sobre nuestra postura respecto a la atención médica. 

Por ejemplo, algunos reportajes dicen que dejamos morir a nuestros hijos porque no queremos que se les dé atención médica. Pero nada está más lejos de la realidad. Todo empieza porque se exagera un incidente aislado. 

Después se le añade dramatismo y emotividad, lo que enciende el caso como si de gasolina se tratara. Entonces se informa a la prensa y lo que se acaba difundiendo es tan inexacto que solo puede calificarse de mentira descarada. Nosotros queremos el mejor tratamiento médico posible para nuestros hijos, pero claro, son los padres quienes tienen que decidir qué tratamiento es el más conveniente para la salud de sus hijos. 

Como hemos visto, existen distintos tipos de persecución. No hace falta que intentemos imaginar todas las formas de persecución que pudiéramos sufrir en el futuro. Sin embargo, para lograr resistir, tenemos que estar al tanto de que puede presentarse en cualquier momento.

Esto es lo que queremos dejar claro en este programa. Estamos agradecidos de que Jehová nos haya avisado de esto en Su Palabra y de que Jesús haya hablado de forma tan clara sobre este asunto. Por favor busquen en sus Biblias Isaías 28, versículo 16. 

El apóstol Pedro, en primera de Pedro 2.6, dejó claro bajo inspiración que esta antigua profecía de Isaías señalaba a Jesús, quien llegaría a ser la piedra angular y el fundamento de la congregación cristiana. Si tenemos verdadera fe en Jesús, ¿Cómo nos enfrentaremos a la futura oposición? Leamos Isaías 28.16. Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová. Aquí voy a colocar como fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, el precioso ángulo de un fundamento seguro.

Nadie que ejerza fe será sobrecogido de pánico. ¿Cómo nos animan estas palabras? Jesús es un fundamento sólido que nos da estabilidad, pase lo que pase ahora o en el futuro. No hay que tener miedo. 

De hecho, con relación a Cristo, ese fundamento seguro y sólido, Efesios 3, del 16 al 21, indica que Su ejemplo puede darnos fuerzas. Aunque seamos personas tímidas, estos versículos dejan claro que podemos ser poderosos en nuestro interior. ¿Cómo? Permitiendo que Cristo more en nuestros corazones. 

Noten de qué manera más bonita se expresa esta idea en Efesios 3, a partir del versículo 16. Oro a fin de que les conceda, según las riquezas de su gloria, que sean hechos poderosos en el hombre que son en el interior, con poder mediante el espíritu de él, que mediante la fe de ustedes el Cristo more en sus corazones con amor. Si tenemos la personalidad de Jesús grabada en el corazón, ¿Cuál será el resultado? El versículo sigue diciendo, para que estén arraigados y establecidos sobre el fundamento, a fin de que sean enteramente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y longitud y altura y profundidad. 

Aumentará nuestra comprensión espiritual. Entenderemos mucho mejor nuestras circunstancias. Mejor que si sólo nos apoyamos en nuestra visión imperfecta de las cosas. 

¿Y podremos aguantar cualquier persecución que suframos? Desde luego que sí, pero no por nuestras propias fuerzas. Leamos juntos los versículos 20 y 21. Ahora, a aquel que, según su poder que está operando en nosotros, puede hacer más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos, a él sea la gloria por medio de la congregación y por medio de Cristo Jesús por todas las generaciones para siempre y jamás. 

Amén. Nosotros también decimos amén a estas sabias palabras de Dios que tanto nos animan. El hecho de que Jehová esté dispuesto a hacer sobreabundantemente en exceso lo que necesitamos ya es maravilloso. 

¿Pero se han fijado que en realidad Él hará más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pidamos? Esa es la razón por la que personas normales como tú y como yo han podido aguantar una oposición brutal y han apoyado la soberanía de Jehová. Por eso, todos los que nos mantenemos fieles decimos, a Jehová sea la gloria por medio de Cristo Jesús por todas las generaciones para siempre y jamás. Amén.