Bienvenidos, queridos hermanos.
Desde nuestro último informe se han celebrado dos asambleas especiales más, ambas en Chile.
Más de 4.700 delegados de 21 países asistieron a estas dos asambleas.
En total hubo una asistencia de más de 17.000 personas y 123 se bautizaron.
La asamblea especial les ha llegado al corazón a muchos, entre ellos, un delegado llamado Jonathan.
Él dijo: “El amor que nos mostraron en cada etapa de este viaje, desde la bienvenida en el aeropuerto hasta las diferentes actividades, los preciosos regalos que nos dieron, estar con los hermanos en la asamblea, el cariño de los voluntarios en el hotel… ¡Todo fue increíble!
Le damos gracias a Jehová por permitirnos vivir esta experiencia maravillosa e inolvidable”.
Una delegada llamada Jésica dijo: “Gracias por mostrarnos cómo será el nuevo mundo”.
Recientemente, ha habido un buen número de desastres naturales.
A mediados de septiembre, la tormenta Boris provocó lluvias intensas y vientos fuertes en Europa central.
Cientos de nuestros hermanos tuvieron que dejar sus hogares y recibir ayuda.
Mientras tanto, la zona sur de África sigue sufriendo los efectos de una sequía histórica.
Varias sucursales, entre ellas las de Malaui, Mozambique y Zimbabue, han ayudado a decenas de miles de hermanos y les han suministrado el alimento que necesitan.
A finales de septiembre y principios de octubre, los huracanes Helene y Milton azotaron el sureste de Estados Unidos.
Las dos tormentas provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra.
Tristemente, tres publicadores murieron.
Más de 11.000 hermanos tuvieron que dejar sus casas.
Los huracanes dañaron o destruyeron 17 Salones del Reino y más de 2.500 casas de hermanos.
Seguimos orando por todos los hermanos que han sido afectados por estos desastres.
Y les damos las gracias a los muchos voluntarios que están ayudando con las labores de socorro.
También agradecemos mucho las generosas donaciones que nos permiten cubrir las necesidades de los hermanos que están pasando por estas situaciones.
El 27 de septiembre de 2024, las autoridades de Eritrea entraron por la fuerza en una casa en la que se estaba llevando a cabo una reunión de los testigos de Jehová.
Al principio, la policía arrestó a 24 hermanos y hermanas, entre ellos, dos menores.
Después dejaron libres a los niños.
Esta redada ocurre casi 30 años después de que el presidente de Eritrea les retirara la ciudadanía a los testigos de Jehová en 1994.
Ese decreto sigue en vigor y no les permite a la mayoría de los Testigos llevar una vida normal, tener propiedades, llevar un negocio o incluso encontrar un trabajo.
Días después de la redada, la policía arrestó y metió en la cárcel a la hermana Letebrhan Tesfay, que tiene 85 años.
La hermana Letebrhan fue de las primeras en Eritrea en estudiar la Biblia con los testigos de Jehová.
Se bautizó en el año 1957.
Ocho de sus hijos y ocho de sus nietos sirven a Jehová.
Su hija, Hadassa Zerisenay, también está en la cárcel con ella.
La hermana Saron Ghebru y su esposo también fueron arrestados.
¡Saron está embarazada de seis meses!
El hermano de Saron, Henok, es el Testigo que más tiempo lleva en prisión actualmente en Eritrea.
Lo arrestaron en enero de 2005.
A día 1 de noviembre, 64 de nuestros hermanos de Eritrea están en prisión.
Seguimos orando por los 223 hermanos y hermanas de todo el mundo que están actualmente en la cárcel por su fe.
En la reunión anual del 5 de octubre de 2024, se hizo un anuncio muy emocionante.
Los hermanos Jody Jedele y Jacob Rumph fueron nombrados miembros del Cuerpo Gobernante.
Nos alegra tenerlos aquí, en el estudio.
Vamos a dedicar unos minutos a conocerlos mejor.
Bienvenidos, hermanos.
Nos gustaría hacerles muchísimas preguntas, pero ¿qué les parece si comienzan contándonos cómo llegaron a amar a Jehová?
Primero, ¿cómo conocieron a Jehová y qué hizo que quisieran servirle?
Hermano Jedele.
Me crie en la verdad.
Mi papá se bautizó en los años 40 y fue un siervo fiel hasta su muerte.
Mi mamá se bautizó en los años 50.
Los dos amaban a Jehová y a su organización.
Ese amor nos ayudó, a mi hermana y a mí, a ser también amigos de Jehová.
Al ir aprendiendo de la Biblia, me daba cuenta de que era la verdad.
Pero lo que me convenció de que este era el mejor modo de vivir fue el amor entre los Testigos.
Recuerdo que en las vacaciones de verano venían hermanos de todo el país a predicar en territorio no asignado de nuestra zona.
Y, aunque no conocíamos de nada a esos hermanos, cuando llegaban, nos convertíamos en familia.
Y tan solo porque servíamos a Jehová.
Eso a mí me dejó huella.
Aunque mis padres se criaron en la verdad, cuando yo era niño, mi mamá estaba inactiva y mi papá aún no se había hecho Testigo.
No teníamos trato con la congregación, pero mi mamá nos enseó verdades básicas de la Biblia.
Yo sabía que el nombre de Dios era Jehová, que solo debía orarle a él y que la Tierra llegaría a ser un paraíso.
Además, una o dos veces al año íbamos a visitar a mi abuelita, que era una Testigo muy fiel.
Con su manera de hablar y sus bonitas cualidades, hacía que sintiera curiosidad por Jehová, quería saber quién era realmente.
Cuando tenía unos 13 años, le pregunté a mi mamá si podía estudiar la Biblia.
Yo pensaba: “Si esta es la verdad, quiero ser testigo de Jehová.
Y, si no lo es, de todas formas quiero ser una buena persona”.
Resulta que mi mamá ya había estado pensando en volver a Jehová.
Así que empezamos juntos.
En cuanto empecé a estudiar, me di cuenta de que esta era la verdad que yo buscaba.
Mi mamá comenzó a predicar de nuevo y, un mes después, me nombraron publicador no bautizado.
Ahora me alegra decir que toda mi familia sirve a Jehová.
Y son para mí un excelente ejemplo de fe.
Hermano Rumph, ¿qué te motivó a servir a Jehová a tiempo completo?
Diría que el ejemplo de otros precursores que hicieron del precursorado su modo de vida y, también, el interés que me mostraron superintendentes de circuito.
Eso me marcó cuando era adolescente.
Ver lo felices que eran, escuchar lo que contaban de la predicación en otros lugares...
—algunos de ellos habían ido a predicar a países lejanos—.
Todo eso hizo que yo quisiera ser misionero.
Y al terminar la escuela me hice precursor regular.
Mi historia es muy parecida a la que contó Jake.
Me ayudó juntarme con personas que amaban el servicio de tiempo completo.
Por ejemplo, mis padres amaban el precursorado.
Los dos fueron precursores hasta que llegaron los hijos.
Y, después, mi mamá volvió a ser precursora y lo es hasta ahora.
En las vacaciones, hacíamos el precursorado auxiliar.
Predicábamos con el superintendente de circuito y casi todos los veranos íbamos a Betel.
Todo eso nos ayudó a ver con nuestros propios ojos que el servicio de tiempo completo era la mejor forma de vivir.
Así que, cuando terminé la escuela, me hice precursor y me invitaron a Betel a los 19 años.
Mi hermana y mi cuñado también sirvieron en Betel.
¿Qué responsabilidades han tenido en la organización y cómo les han ayudado?
Empecé en el Departamento de Limpieza cuando llegué al Betel de Wallkill.
Era un equipazo…, nos encantaba trabajar juntos.
Estar en diferentes equipos y en horarios diferentes me ayudó a ver que es necesario ser adaptable para cumplir con tu trabajo.
Unos dos años y medio más tarde, empecé a trabajar con cosas relacionadas con el área médica.
Allí pude ayudar a algunos misioneros a que recibieran la atención que necesitaban.
Más tarde, Dámaris y yo nos casamos y nos enviaron al Betel de Brooklyn.
Allí seguí trabajando en el área médica.
Estuvimos en Brooklyn hasta el 2005, pero luego tuvimos que salir para cuidar a nuestros padres.
Nos hicimos precursores, y colaboré con el Comité de Enlace y con el Comité Regional de Construcción.
Regresamos a Betel ocho años más tarde para ayudar en la construcción de Warwick por dos semanas.
Pero las dos semanas se alargaron un poco, porque aquí seguimos.
En el 2015, nos enviaron a Patterson para trabajar con el nuevo Departamento Local de Diseño y Construcción o LDC.
En el 2018, el LDC se trasladó a Wallkill.
Así que dimos la vuelta completa y regresamos al mismo lugar.
En el 2021, fui al Departamento de Información sobre Hospitales.
Y, en el 2022, nos enviaron a Warwick a Servicios de Información sobre Hospitales.
La verdad es que a lo largo de todo el camino ha sido un privilegio aprender de hermanos y hermanas que aman a Jehová.
He visto a hermanos con grandes responsabilidades que ponen el ejemplo y son humildes y amables.
Les gustaba compartir lo que sabían con nosotros.
El ejemplo de ellos ha fortalecido mucho mi fe.
Fuera de Betel, vimos todo lo que hacían los padres para criar a sus hijos en la verdad, y que a los hermanos les encanta estar ocupados sirviendo a Jehová.
El pueblo de Jehová es maravilloso y hay muchos ejemplos de eso.
Bueno, y yo recuerdo un discurso en la asamblea de 1998 donde hablaron de países en los que hacían falta precursores, entre ellos estaba Ecuador.
Así que empecé a orar al respecto, analicé mis circunstancias, investigué un poco y, después de la asamblea, decidí escribir a la sucursal de Ecuador para pedir información.
Visité el país para echarle un ojo y luego, con la ayuda de Jehová, logré mudarme para allá.
El territorio era increíble y había muchas personas que querían aprender de la Biblia.
Mi sueño de servir como misionero se estaba haciendo realidad.
Pero la bendición más grande para mí de servir en Ecuador fue conocer a Inga, mi esposa.
Después de casarnos, pensando en la necesidad que había, nos quedamos allí en Ecuador.
Varios años después, fuimos precursores especiales y luego me nombraron superintendente de circuito.
Tuvimos que visitar congregaciones que estaban en plena selva del Amazonas… Eso fue superdivertido.
Luego, en el 2011, tuvimos la sorpresa de que nos invitaran a la clase 132 de Galaad.
Esto fue una bendición muy grande para nosotros.
Después de Galaad, hemos vivido muchos cambios.
Hemos servido en diferentes partes del mundo y hemos tenido distintas asignaciones.
Todos estos años hemos aprendido a sentirnos felices dando lo mejor de nosotros mismos cada día en lo que Jehová nos diga y a no preocuparnos por las cosas que no podemos controlar.
También hemos aprendido que lo más importante no es dónde le servimos a Jehová, sino con quién le servimos: con los hermanos.
Y la verdad…, uno llega a amar muchísimo a esos hermanos.
¿Hay algún texto de la Biblia que los haya animado al recibir esta nueva responsabilidad?
Pues a mí me ayuda el ejemplo de Josué y lo que Jehová le dijo cuando le dio más responsabilidades.
Josué había sido un valiente siervo de Dios por muchos años.
Caminó por el mar Rojo, lideró la batalla contra los amalequitas, fue un espía y ayudó a Moisés durante muchos años en situaciones muy difíciles.
Con todo, llama la atención lo que Jehová le dijo.
Josué 1:9 dice: Y entonces Jehová le recuerda a Josué por qué tendrá éxito en su nueva asignación, le dice: Y esa es la clave: Jehová nos ayudará con cualquier tarea que nos encarguen.
En el pasado, yo he visto cómo me ha ayudado Jehová en mis asignaciones.
Y estoy seguro de que esta vez también lo hará.
Me llama la atención que Jehová le dice a Josué: “Estoy contigo”.
Jehová quería ayudarlo y él no ha cambiado.
Lo que importa no es lo que yo puedo hacer, sino lo que él puede hacer.
Y él puede hacer cualquier cosa.
Jehová apoya a sus siervos personalmente, así que puedo confiar en que él me ayudará a mí también.
Pensar que él hará eso por mí me tranquiliza mucho.
En mi caso, yo me identifico mucho con lo que sintió Gedeón.
Él no venía de una familia prominente y nunca se imaginó que Jehová le encargaría algo tan importante.
Pero Jehová usó un ángel para recordarle algo clave.
En Jueces 6:14 le dijo: Bueno, la verdad es que Gedeón no podía hacer mucho con sus propias fuerzas.
Así que Jehová le está diciendo a Gedeón: “Tú haz todo lo que puedas, de lo demás me encargo yo”.
Para ser sincero, cuando me llegó este nombramiento, mi esposa y yo nos asustamos.
Pero queremos imitar el ejemplo de Gedeón: hacer todo lo que podamos y que Jehová se encargue del resto.
Esta es su obra, y él se asegurará de que se haga bien.
Muchas gracias, hermanos.
Recuerdo que hace 30 años, cuando empecé a servir en el Cuerpo Gobernante, llegué a sentirme así como se sienten ustedes.
Estoy seguro de que Jehová los ayudará.
¡Es un placer tenerlos en el Cuerpo Gobernante!
Y deseamos que Jehová los bendiga en esta nueva asignación que recibieron.
Y recuerden que seguimos orando por todos ustedes.
Los amamos muchísimo, hermanos.
Desde la central mundial de los testigos de Jehová, esto es JW Broadcasting®.