Hemos invitado a nuestro estudio a dos jovencitos.
Ellos son Logan y Aiden.
Gracias por venir, muchachos.
Gracias por invitarnos.
¿Qué les pareció el video?
Me gustó que aparecieran tantas familias haciendo cosas que le gustan a Jehová.
¡Qué bueno!
Me llamó la atención que todos estuvieran en un ambiente relajado, no en un lugar con mucha gente.
Estaban en la playa, donde podían hablar de la Biblia y pasarla bien con su familia.
¡Muy buenas observaciones!
Quizás hayan notado que en el coro, que se repite tres veces, se dice que hay que dedicar tiempo a lo más importante.
Y luego se mencionan al menos tres cosas importantes.
¿Las recuerdan?
—Orar.
—Predicar.
—Y asistir...
—... a las reuniones.
Muy bien, excelente.
Tenemos que recordar esas cosas, ¿verdad?
Mi esposa y yo asistimos a la misma congregación que Logan, Aiden y sus familias.
Así que me consta que ellos no faltan a las reuniones.
Algo que valoro mucho es que siempre participan, y lo hacen en sus propias palabras.
Dan un buen ejemplo.
Sigan así.
Ahora bien, ¿qué opinan de que haya videos en la reunión de entre semana?
A mí me gusta.
Le dan variedad a la reunión.
Así, no solo hay discursos.
Correcto.
Todos los videos son muy buenos.
Cuando los vemos, podemos entender mejor los discursos.
Y a veces hay videos de la serie Hazte amigo de Jehová, donde aparecen Sofía y Caleb.
Por cierto, déjenme preguntarles, ¿tienen alguna idea para un nuevo video de Caleb?
Creo que yo tengo una.
Caleb está en la escuela y lo invitan a un cumpleaños en casa de un compañero.
Él regresa a su casa, les enseña la invitación a sus padres y hablan de lo que él debería hacer.
Sofía le da unos consejitos para que tenga el valor de predicar en la escuela, y entonces Caleb lo hace.
¡Interesante! Y tú, Aiden, ¿tienes alguna sugerencia?
Sí.
Un nuevo estudiante llega a la clase de Caleb y trae dulces y pastelillos para todos porque es el día de su cumpleaños.
Pero cuando viene adonde Caleb, él le dice: “No, gracias”.
Entonces el niño se burla de él porque, según él, Caleb nunca se divierte y no lo dejan comer dulces.
Luego Caleb le cuenta a su familia lo que pasó y, al final, le explica al niño por qué no celebra los cumpleaños.
Muy bien.
Seguro que el Comité de Enseñanza del Cuerpo Gobernante tomará nota de sus recomendaciones.
Bueno, los hemos invitado al estudio porque nos gustaría que nos ayuden a hacer un experimento.
Tal vez algunos de los que están en casa lo hayan visto antes.
Y puede que ustedes también, pues se habló de esto en el volumen 2 del libro Lo que los jóvenes preguntan.
Respuestas prácticas.
Queremos ver cómo podemos apartar tiempo para “las cosas más importantes”.
Les explico lo que tenemos aquí.
Estos dos recipientes representan una semana en la vida de los siervos de Jehová.
Las piedras grandes son las cosas importantes que todos tenemos que hacer durante la semana.
Y digamos que las pequeñas son las cosas de poca importancia: el entretenimiento, los deportes, las redes sociales, navegar por Internet, los pasatiempos, las clases de música, etc.
Todo eso es muy divertido pero no es esencial.
Lo que queremos lograr es que todas las piedras, las grandes y las pequeñas, quepan en el mismo recipiente.
Ok, Logan, te voy a ir pasando las piedras para que las acomodes en el recipiente.
La primera representa el trabajo que tiene que hacer un padre para mantener a su familia, o el trabajo de una mamá que es precursora, que trabaja fuera de la casa o que, como las de ustedes, tiene mucho que hacer para atender su casa y a su familia.
También puede ser el tiempo que ustedes pasan en la escuela y haciendo las tareas.
Es mucho, ¿verdad?
Esta otra representa todo lo que tenemos que hacer en la casa, como limpiar, lavar la ropa, cocinar, cuidar del jardín y del automóvil, y cosas como esas, que tanto tiempo consumen.
Esta piedra nos recuerda que también necesitamos dormir.
Y ahora vienen las cosas más importantes: las actividades espirituales.
Por ejemplo, leer la Biblia y pensar en lo que leemos, así como estudiar solos y en familia.
Esta otra tiene que ver con las reuniones, e incluye prepararse, arreglarse, ir hasta el Salón del Reino y estar presente en ellas.
Y esta es el tiempo que pasamos en la predicación durante los fines de semana.
Claro, la idea no es que las piedras se salgan.
—Pero no cupieron, ¿verdad?
—No.
Pues bien, cuando esto sucede, algunos hermanos pudieran sentirse tentados a decir algo como: “Quizás esta semana no pueda salir a predicar” o “Voy a tener que faltar a la reunión” o “No tendré tiempo para leer la Biblia ni para la adoración en familia”.
Pero ese es un grave error, ¿no creen?
Estas son las cosas más importantes, las espirituales.
Entonces, ¿qué podemos hacer para que todo esto quepa en nuestro horario semanal?
Intentemos algo distinto.
Primero vamos a poner las piedras grandes en el recipiente vacío.
A ver si te caben todas, Logan.
¡Perfecto!
Cupieron todas sin problema.
De modo que sí podemos cumplir con lo más importante.
Pero también necesitamos un poco de tiempo para divertirnos, ¿no?
Aiden, ahora trata de meter todas las piedritas que puedas en el recipiente.
A ver cuántas te caben.
Todavía te caben más.
Bien hecho.
¡Mira cuánto te cupo!
Claro, no pudiste meter todo.
Pero está bien, porque la Biblia dice que para hacer lo más importante hay que sacrificar otras cosas.
Si queremos cumplir con lo más importante, no quedará tiempo para todo el entretenimiento que quisiéramos.
Entonces, ¿qué aprendemos de este experimento?
¿Por qué no pudimos meter todas las piedras grandes en el recipiente la primera vez?
Aiden.
Porque había demasiada diversión.
Correcto.
Y, Logan, ¿por qué sí pudimos meter todas las piedras grandes la segunda vez?
Porque dejamos para después las cosas menos importantes, como la televisión y los videojuegos.
Sí, las dejamos para el final.
Muy bien.
Ahora sabemos que hay que poner las cosas más importantes en primer lugar.
El éxito depende de qué pongamos primero en la vida.
Agradecemos mucho su ayuda, muchachos.
Sigan trabajando duro en la predicación.
Nos vemos en la próxima reunión en el Salón del Reino.