Bienvenidos a JW Broadcasting®.
Veamos un avance del programa de este mes.
¿Qué debemos hacer ante una situación relacionada con el espiritismo u otra clase de ocultismo?
¿Y cómo podemos ayudar a otros a librarse de ello?
Este video nos mostrará algunos principios útiles.
Todos hemos observado las maravillas de la creación.
El precioso video musical de este mes nos motivará a pausar, meditar y darle gracias a Jehová por sus maravillosas obras.
También iremos a la central mundial para visitar otro museo, y veremos cómo hoy día Jehová bendice a su pueblo, “un pueblo para su nombre”.
Este es el programa de agosto de 2019 de JW Broadcasting.
En el programa de este mes, hablaremos de valorar el privilegio de orarle a Dios.
¿Creen que la oración se puede considerar un milagro?
En el “Glosario” de la “Traducción del Nuevo Mundo”, los milagros se definen como “acciones o fenómenos que superan cualquier poder conocido por los seres humanos y que se le atribuyen a una fuerza sobrenatural”.
¿Encaja la oración en esa definición?
Cuando usted está haciendo una oración, sus pensamientos y sentimientos más profundos le llegan instantáneamente al Creador, sin importar dónde se encuentre o si está orando en silencio.
Eso es algo que de verdad supera cualquier poder conocido por los humanos.
Por eso, el hecho de que alguien pueda orarle a Dios y que Dios lo escuche es un verdadero milagro.
Solo podemos acercarnos en oración al trono celestial de Jehová gracias a su bondad inmerecida.
Hoy día tenemos vidas muy complicadas y, en algunos casos, con muchas preocupaciones.
Seamos jóvenes o mayores, puede que nos sintamos abrumados por nuestros problemas.
A veces, simplemente nos sentimos solos e indefensos.
¿Qué podemos hacer?
El apóstol Pablo dice que la oración nos ayudará.
Por favor, vayamos a Filipenses 4:6 y escuchemos este consejo de Pablo inspirado por Jehová: Pablo está diciendo que, en todos los campos de nuestra vida, la oración es esencial.
Aunque nadie vea las dificultades por las que estemos pasando, Jehová sí las ve.
¿Y qué hace cuando le oramos?
Leamos el versículo 7: Esta incomparable “paz de Dios” es una tranquilidad poco común que disfrutan los siervos dedicados de Jehová, aunque estén atravesando circunstancias muy difíciles.
¿Ha sentido usted esa paz interior que resulta de abrir nuestro corazón a Jehová en oración?
Y, cuando tenemos una amistad estrecha con Jehová, nos beneficiamos aún más de la oración.
Un factor clave en nuestra amistad con Jehová se encuentra en Salmo 37:3: Estará de acuerdo en que, cuando necesitamos hablar con alguien de lo que nos preocupa, acudimos a un amigo de confianza.
¿Por qué?
Porque hemos desarrollado una relación estrecha con esa persona.
Él nos conoce y entiende nuestra situación, y sabemos que podemos contar con él.
Ahora, más que nunca, necesitamos tener una relación estrecha con Jehová.
Para que eso sea posible, debemos estar convencidos de que Jehová sabe quiénes somos y de que nos comprende.
Comprende nuestra situación, nuestras preocupaciones y nuestras necesidades.
Notemos lo que Jehová nos promete en los versículos 4 y 5: Jehová sabe quiénes somos.
Él nos entiende mejor que nadie, mejor incluso que nosotros mismos.
Quiere que confiemos en él y promete que nos va a ayudar.
El milagro de la oración nos permite sentir el amor de Jehová muy de cerca.
Nuestro Padre se toma tiempo para escucharnos él mismo; no ha delegado esta tarea en nadie más.
Pero, puede que se pregunte: “¿Por qué el Creador del universo querría escucharme a mí?”.
La respuesta está en 1 Pedro 5:7: “Porque él se preocupa por ustedes”.
A Jehová le hace muy feliz y le complace mucho ver que, a pesar de todos los problemas, usted se esfuerza al máximo por servirle.
Él sufre cuando usted sufre y desea ayudarlo.
¿Cómo le hace sentir eso a usted?
Salmo 116:1 dice: Cuando oramos a Jehová, no lo podemos ver escuchándonos, pero es como si sintiéramos que nos está abrazando.
Como resultado, cuanto más le oramos, más crece nuestro amor por él y nuestra confianza.
¿Qué más nos ayudará a fortalecer nuestro amor por Jehová y nuestra confianza en él?
No se trata solo de reconocer que él escucha nuestras oraciones.
Debemos estar convencidos de que él las contesta.
¿Qué pruebas hay de que Jehová contesta las oraciones?
Veamos algunos ejemplos concretos, tanto del pasado como del presente.
Abran sus Biblias en 2 Crónicas, capítulo 20.
Cuando Judá se vio amenazada por los ejércitos de Ammón, de Moab y de la región montañosa de Seír, el rey Jehosafat fue humilde y le pidió ayuda a Jehová.
Según el versículo 12, le dijo: ¿Cuál fue la respuesta de Jehová?
No se escuchó ninguna voz desde el cielo, sino que Jehová habló mediante un profeta.
El versículo 15 dice: El versículo 17 sigue diciendo: ¿Notaron lo que hay que hacer?
Cuando un siervo dedicado de Jehová se enfrente a un problema grave, debe orarle a Jehová de manera específica y luego permanecer atento a la respuesta.
La respuesta que recibió Jehosafat quizás le pareció extraña porque Jehová no le dio ninguna estrategia de batalla.
Ir caminando a encontrarse con el enemigo no parecía un buen plan.
Pero Jehosafat se dio cuenta de que aquella era la respuesta de Jehová y fue obediente.
¿Qué ocurrió?
Jehová peleó por Judá al confundir a los ejércitos enemigos, que acabaron matándose unos a otros.
Jehosafat recibió una respuesta impresionante a su oración.
También tenemos ejemplos de oraciones colectivas del primer siglo que fueron contestadas.
Una ocasión fue cuando el rey Herodes estaba tratando de complacer a los judíos e hizo que encarcelaran al apóstol Pedro bajo estricta vigilancia.
¿Qué hizo la congregación?
Leámoslo en Hechos 12:5: ¿Contestó Jehová sus oraciones a favor de Pedro?
El relato de los versículos 7 al 11 nos dice que un ángel de Jehová sacó a Pedro de la prisión y lo llevó a un lugar seguro.
Imagínense cuánto debieron acercarse a Jehová los cristianos de Jerusalén al ver que había respondido sus oraciones.
¿Y en la actualidad?
Piense en el ejemplo de nuestros hermanos de Corea del Sur.
A lo largo de los años, más de diecinueve mil hermanos han sido encarcelados por negarse a realizar el servicio militar por razones de conciencia.
¿Oró usted personalmente para que estos hermanos tuvieran una fe fuerte para aguantar o para que fueran liberados si era la voluntad de Jehová?
Seguro que sí.
De hecho, muchos de ustedes mencionaron los nombres de estos hermanos en sus oraciones, al igual que la congregación del siglo primero oró por Pedro.
¿Cuál fue el resultado?
En el 2018, finalmente, varios fallos de tribunales de Corea del Sur reconocieron que la objeción de conciencia al servicio militar por motivos religiosos es un derecho humano fundamental; así que nuestros hermanos fueron liberados gradualmente de la prisión.
¿Qué piensan?
¿Creen que Jehová escuchó nuestras oraciones a favor de estos queridos hermanos?
Como hermandad mundial, no nos queda ninguna duda de que nuestras oraciones constantes a Jehová fueron un factor decisivo para estos acontecimientos tan maravillosos.
Alabamos a Jehová y le damos gracias por escuchar nuestras oraciones.
¿Qué aprendemos al ver cómo ha respondido Jehová las oraciones de sus siervos en el pasado y en el presente?
¿No fortalece nuestra confianza en que Jehová escucha y responde las oraciones de sus siervos?
El apóstol Juan tenía esa confianza.
Leamos lo que escribió en 1 Juan 5:14: Ahora surge esta pregunta: ¿cuándo fue la última vez que Jehová respondió a una de sus oraciones personales?
Pasamos mucho tiempo aprendiendo cómo orar y qué cosas pedir.
Pero ¿nos esforzamos por identificar cómo responde Jehová a nuestras oraciones?
Para estar cerca de Jehová, debemos estar seguros de que escucha y contesta nuestras oraciones personales.
Pero puede que no siempre sea fácil ver la respuesta.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Dediquemos tiempo a meditar en cómo ha respondido Jehová a lo que le pedimos.
Si está casado, hable abiertamente con su cónyuge sobre cómo Jehová puede haber respondido a peticiones que ambos le hayan hecho.
Sea observador y esté atento a lo que pasa a su alrededor, y aprenda a relacionar lo que vea con la respuesta a sus oraciones.
Sea específico al orar, y así podrá darse cuenta de la respuesta de Jehová, aunque sea sutil.
Jehová será más real para usted a medida que vaya viendo cómo responde sus oraciones.
Tenemos que aprender a identificar las respuestas a nuestras oraciones desde el comienzo de nuestro desarrollo espiritual.
No podemos dar por sentado que nuestros hijos o nuestros estudiantes de la Biblia podrán relacionar las respuestas de Jehová con las oraciones que hayan hecho.
Una hermana dijo: “Los estudiantes se sienten más cerca de Dios cuando les ayudo a ver cómo contesta él sus oraciones”.
Pero ¿qué pasa si no vemos la respuesta a una oración?
¿Significa eso que no estaba de acuerdo con la voluntad de Dios?
No necesariamente.
Hay dos factores importantes que debemos tomar en cuenta.
El primero es que Jehová sabe cuál es el mejor momento y la mejor manera de contestar nuestras oraciones.
Él toma en cuenta todos los detalles.
Quizás la respuesta no llegue cuando nosotros queramos, pero llegará.
Por eso, debemos ser pacientes y seguir buscando la respuesta.
El segundo factor que Jehová toma en cuenta es la cuestión que hizo surgir Satanás sobre la integridad del hombre.
Leamos en Job 1:10, 11 el desafío que lanzó el Diablo: Jehová permitió que surgiera esta cuestión porque ama a las criaturas inteligentes que ha creado.
Permitió que Satanás pusiera a prueba a Job ante todo el universo.
Jehová nos da a los seres inteligentes el privilegio de demostrar que el Diablo es un mentiroso y que lo que dice sobre Dios y sobre nosotros es una calumnia.
Así que Jehová, como ve el cuadro completo, puede que permita que sus siervos pasen por pruebas.
Pero eso no significa que no conteste las oraciones de quienes sufren.
Quizás, al pasar por una prueba, le hayamos pedido a Jehová que nos ayude, pero también que su nombre “sea santificado”.
Debemos estar convencidos de que Jehová no se conformará con responder nuestra oración, sino que su respuesta será la mejor.
¿No es cierto que, cuando permanecemos íntegros a pesar de estar muy enfermos, les damos un magnífico testimonio a otras personas?
Ese fue el caso de Jerod Septer.
La Biblia dice: “Acuérdate de tu Gran Creador en tu juventud, antes de que vengan los días dolorosos”.
Y esos “días dolorosos”...
le llegaron a Jerod a los 11 años.
Le diagnosticaron un linfoma, un tipo de cáncer, a mediados de 1991.
Por supuesto, empezamos a averiguar cómo conseguirle el tratamiento que necesitaba, pero de ninguna manera aceptaríamos transfusiones de sangre, ni él tampoco.
Cuando Jerod estaba en el hospital, los servicios de protección de menores hicieron una investigación para saber si estábamos siendo negligentes.
Eso nos hacía sufrir aún más.
Pero al final nos dejaron tranquilos, porque vieron que no habíamos sido negligentes.
Cada vez que surgía un problema, orábamos a Jehová no para que hiciera un milagro, sino para que nos diera sabiduría para tomar buenas decisiones.
Y sentíamos que de verdad nos estaba guiando, para que pudiéramos cuidar nuestra espiritualidad en aquellos momentos y atender las necesidades médicas de Jerod.
Recuerdo que muchas veces me desmoronaba y oraba y decía: “No puedo más.
Esto es más de lo que puedo soportar”, y Jehová me daba fuerzas.
Alguien venía a vernos y nos decía algo que nos animaba...
Nos traían alimentos...
El hermano que lo organizó les dijo: “Vamos a llevarles comida”.
Y también les dijo: “No solo les lleven la comida, pasen un rato con ellos”.
Aquel amor... y cuidado que recibimos me hacía llorar.
Recuerdo que, un día, los pasillos del hospital —que estaba a unos 2.400 kilómetros (1.500 millas) de nuestra casa— se empezaron a llenar de hermanos.
Para mí, esa también fue una respuesta de Jehová.
No podíamos salir mucho del hospital, así que nos grababan los discursos.
Con cariño, pero con firmeza, nos decían: “Escuchen esto.
Los va a ayudar”.
Jerod estaba preocupado por nosotros, él sabía que iba a estar bien.
Pero no sabía si nosotros lo superaríamos.
Murió en junio de 1992, estaba en casa.
Y sus últimas palabras fueron: “No dejen a Jehová, para que volvamos a vernos”.
Te aturdes, porque crees que estás viviendo una pesadilla.
Nunca piensas que estas cosas te van a pasar a ti...
pero nos pasó.
No quería que nadie me viera llorar, ni dar lástima, no podía evitar...
pensar en eso...
mi cabeza daba mil vueltas...
Lo que me ayudó fue que Gary me hizo pensar en que estamos en una lucha.
Toda la humanidad lo está.
“Si les va mal en la vida, van a dejar de amarte”, eso es lo que Satanás le dijo a Jehová que harían sus siervos.
Y yo le estaría dando la razón.
Casi dejo la verdad por culpa de la tristeza y otros sentimientos negativos.
Le pedí a Jehová que me diera las fuerzas para volver al Salón.
La congregación lloraba, ellos también habían perdido a un niño.
No solo nosotros.
Ellos también sufrían por Jerod.
Lloraban conmigo, y ya no me sentía sola.
Nos abrazábamos y llorábamos juntos.
Nos ayudó mucho volver a nuestra actividad espiritual de inmediato y dejar de pensar en nosotros mismos.
Podría haberme centrado en mi dolor y pensado: “Yo estoy destrozada”.
Me sentía mejor al hablarles a otros de la esperanza que tenemos.
Los hermanos que Jehová usó para consolarnos, su Palabra y su espíritu fueron fundamentales.
Así contestó nuestras oraciones.
Queríamos seguir sirviendo a tiempo completo, y quizá hacer más por el Reino.
Lo que jamás hubiéramos imaginado era que serviríamos en el circuito.
Y muchísimo menos que nuestra hija también fuera a servir en la obra de circuito junto a su esposo.
Tenemos muchas ganas de ver a Jerod, de tenerlo aquí con nosotros.
Espero volver a ver a mi hijo y sé que Jehová no me decepcionará.
Cuánto nos anima saber que Gary y Beth se toman vacaciones de vez en cuando para visitar a su hija y su yerno, quien también es superintendente viajante.
¿Y notaron como Gary, Beth y Jerod sintieron la ayuda amorosa de Jehová mientras pasaban por esta desgarradora prueba?
Cuando buscaban un tratamiento médico para Jerod, le pidieron sabiduría a Jehová.
Él los rodeaba con sus brazos y los escuchaba cuando se sentían agobiados por el dolor y los sentimientos negativos.
También fortaleció la esperanza de Jerod en la resurrección y ayudó a sus padres a mantenerse fuertes en sentido espiritual.
¿Puede haber alguna duda de que Jehová estaba respondiendo a sus oraciones?
Esto nos convence de que también contestará la oración de Jerod en la que pidió volver a estar todos juntos otra vez.
No, Jehová no curó milagrosamente a Jerod.
Pero, gracias a su aguante y a su fe sólida, Jerod ha demostrado ante todos los seres inteligentes del universo que hasta un niño puede ser leal hasta la muerte si confía en Jehová.
Quizás otras situaciones sean diferentes y la persona que está sufriendo no muera.
Si alguien piensa que la ayuda vino gracias a la intervención de Dios, debería darle las gracias.
Pero, sin importar lo que ocurra, debemos reconocer que Jehová sabe cuál es la mejor manera de hacer las cosas para que se honre su nombre y sus siervos se beneficien para siempre.
Por último, queremos mencionar que la Biblia a menudo relaciona el estar despierto en sentido espiritual con la necesidad de orar.
En Mateo 26:41, Jesús dijo: “Manténganse despiertos y oren constantemente”.
En 1 Pedro 4:7, el apóstol escribió: Sí, nuestras oraciones personales son muy importantes.
Nos ayudan a mantenernos despiertos en sentido espiritual y activos en el servicio a Dios mientras esperamos la gran tribulación que tan cerca está.
En resumen, nuestras oraciones revelan lo estrecha que es nuestra amistad con Jehová y cuánto dependemos de él.
Muestran lo sincera que es nuestra fe, lo profunda que es nuestra devoción y lo genuina que es nuestra gratitud.
La oración también nos ayuda a estar despiertos en sentido espiritual mientras aguantamos en estos últimos días antes de la gran tribulación.
Si aprendemos a reconocer las respuestas a nuestras oraciones, nos acercaremos aún más a Jehová.
Sí, podemos estar seguros de que Jehová nos concederá los deseos de nuestro corazón si le continuamos dando servicio sagrado.
Por lo tanto, sigamos valorando el maravilloso y milagroso privilegio de orarle a Dios.
Veamos un ejemplo práctico de cuándo es de vital importancia la oración: cuando hacemos frente a la poderosa influencia de los espíritus malignos.
El espiritismo es un peligro muy real.
Pero, con la ayuda de Jehová, las personas pueden librarse de su dominio.
En el siguiente video, fíjense en cómo una hermana ayudó a su estudiante a lograrlo.
Emma y yo estábamos muy preocupados por Palesa, una mujer con la que Emma estudia la Biblia.
Había pasado otra noche sin dormir porque oía la voz de su abuela muerta y ruidos de portazos y de objetos que se rompían.
La mujer había puesto un amuleto en la muñeca de su bebé para que la protegiera, pero aquellas cosas aterradoras habían continuado toda la noche.
Por supuesto, ni había sido su abuela ni había objetos rotos; pero el ataque fue real.
Toda mi vida he oído historias sobre el mundo de los espíritus.
Nuestros vecinos, mis compañeros de trabajo, las personas del territorio..., casi todos creen en los espíritus, lo reconozcan o no.
Bueno, más que creer en ellos, les tienen miedo.
Yo había empezado a estudiar la Biblia solo seis meses antes que Palesa, pero ya me había convencido de que los espíritus malos están en la Tierra, que tratan de relacionarse con la gente y que son poderosos enemigos.
Emma pidió ayuda a los ancianos.
No quería que tratáramos el asunto por nuestra cuenta.
Mientras Emma les contaba lo ocurrido, tuve que interrumpirla para explicar algunos detalles que se estaba dejando.
Pero me sorprendió que los ancianos dijeran que no necesitaban todos los detalles.
Nos explicaron que, aunque es importante saber que los demonios son peligrosos, no pasamos tiempo hablando sobre lo que hacen.
Cuando Jesús estuvo en la Tierra, podía haber contado muchas historias sobre los espíritus malos a sus discípulos, pero se centró en Jehová y en sus obras.
Así que, igual que Jesús, no debemos contar historias sobre lo que los demonios hacen o dejan de hacer.
Los ancianos usaron la Biblia hábilmente para ayudarnos a todos.
Leímos Efesios 6:11, que dice: Aquello era muy importante.
Un soldado estaría desprotegido si solo se pusiera parte de la armadura o si no la mantuviera en buen estado.
Entonces leímos Efesios 4:27: Los ancianos le explicaron a Palesa que el amuleto que tenía su hija en la muñeca no era parte de la armadura que Dios nos da.
Más bien, eso le estaba dando una oportunidad al Diablo para seguir acosando a su familia.
Los hermanos nos recordaron que quien quiera recibir protección de Jehová no debe tener nada que esté relacionado con la superstición, el ocultismo ni la adoración a los demonios.
¿Quién elegiría ponerse del lado de los demonios y no del lado de Jehová?
Emma le recordó a Palesa que debía tomar una decisión cuanto antes.
Pero era una decisión que solo ella podía tomar.
Quiero servir lealmente a Jehová.
Por eso me voy a bautizar.
Y he decidido que no voy a escuchar ni contar más historias sobre demonios.
Pero no solo eso, también tengo que examinar otros aspectos de mi vida.
¿Estaré haciendo algo que pudiera darle alguna oportunidad al Diablo?
Está claro que aún tengo que hacer más cambios.
¿Notaron cómo buscaron la guía de Jehová en oración?
Siguieron el principio que se encuentra en el Salmo 37:5: “Pon tu camino en manos de Jehová; confía en él, y él actuará a tu favor”.
Y, como hemos visto, a medida que Thomas ponía su vida en manos de Jehová, su conciencia cristiana empezaba a guiarlo.
Y seguramente se daba cuenta de que tenía que proteger su corazón de cosas que pudieran ser una tentación.
En la siguiente adoración matutina, el hermano Morris, del Cuerpo Gobernante, nos ayuda a entender por qué necesitamos esforzarnos por proteger nuestra amistad con Jehová.
Me gustaría que habláramos sobre la importancia de aceptar cómo es en realidad nuestro corazón figurativo y sobre cómo eso nos ayuda a proteger nuestra relación con Jehová.
Veamos en la Biblia lo que dice el texto de hoy, Jeremías 17:9.
Qué importante es este recordatorio que nos hace nuestro Padre, Jehová.
Jeremías, capítulo 17, versículo 9: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado”.
Este es un hecho que Jehová quiere que tengamos muy claro: cada uno de nosotros tiene un corazón figurativo que es traicionero y engañoso.
Y qué importante es saber que es “más traicionero que cualquier otra cosa”.
Y lo que complica todavía más las cosas es que es desesperado, siempre quiere salirse con la suya.
No lo olvidemos.
Jehová quiso que este hecho quedara escrito para que lo tuviéramos muy presente.
Y, para proteger nuestra relación con él, tenemos que aceptar que esa es la realidad.
Puede que lleves muchos años en la verdad y que seas una persona madura, con buenas cualidades y una buena actitud.
Pero, si alguna vez olvidas lo que Jehová dice sobre el corazón figurativo, estarás en peligro, porque el Diablo siempre intentará aprovecharse de que el corazón es imperfecto, más traicionero y engañoso que cualquier otra cosa y desesperado.
Hay que aceptarlo.
Claro, esto no significa que debamos concentrarnos en nuestras imperfecciones y comencemos a pensar: “¡Qué desdichado soy!”.
Aunque incluso Pablo dijo esto, no debemos pensar que no valemos nada.
Pero sí debemos reconocer que nuestro corazón es traicionero.
Así tendremos cuidado para que no nos lleve a hacer lo que es malo.
Puede que últimamente no hayamos pensado en una verdad fundamental que Jesús dijo aquí, en Mateo, capítulo 6, en lo que llamamos comúnmente el padrenuestro.
Mateo, capítulo 6 (y esto es alimento espiritual que nos ayuda a acercarnos a Jehová, tal como todo lo que dijo Jesús).
Mateo, capítulo 6, versículo 13: “Y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno”.
Esto ha estado aquí escrito todos estos años.
Pero preguntémonos: “¿Cuándo fue la última vez que le pedí a Jehová que no me dejara caer en la tentación y que me librara o rescatara del Maligno?”.
¿Qué le estamos pidiendo al decir eso?
Le estamos pidiendo a nuestro Padre celestial que nos guíe y nos ayude para que Satanás no se aproveche de nosotros.
Puede parecer una petición muy simple, pero no nos engañemos.
Mientras más cerca estamos del fin, más necesario es que recordemos la necesidad de rogarle a Jehová que nos guíe y nos ayude a no caer en las trampas de Satanás, quien quiere aprovecharse de que tenemos un corazón traicionero, traidor, que puede arruinar nuestra relación con Jehová.
El apóstol Pablo reconoció este hecho, y es interesante lo que les escribió a sus queridos hermanos en la primera carta a los tesalonicenses.
Busquemos 1 Tesalonicenses, capítulo 3.
Creo que podemos aprender mucho de este versículo.
Se relaciona con lo que dijimos antes sobre aceptar la verdad acerca de nuestro corazón y sobre cómo esto protege la relación que tenemos con nuestro Dios y Padre, Jehová.
En 1 Tesalonicenses 3:5, Pablo dijo: “De modo que, cuando ya no pude aguantar más, envié a Timoteo para saber si ustedes se mantenían fieles, no fuera que el Tentador hubiera logrado tentarlos [notemos] de algún modo y nuestra labor hubiera sido en vano”.
Pablo no dio detalles sobre las tentaciones de Satanás.
Pero su consejo nos ayuda a estar conscientes del peligro de que, el Tentador, Satanás el Diablo, nos tiente “de algún modo”.
Y por eso es tan necesario que le roguemos a Jehová que nos libre, que nos rescate del Maligno, quien intenta que seamos desleales a Dios para dañar nuestra preciosa relación con él.
Satanás sabe que nuestro corazón es traicionero.
Así que no importa quiénes seamos ni cuántos años llevemos sirviendo a Jehová: tenemos que recordar esas palabras de Pablo a los tesalonicenses, “de algún modo”, pues Satanás siempre está buscando algún modo de quebrantar nuestra lealtad a Jehová.
Bien, mientras preparaba esta asignación, me puse a pensar en cómo se relacionan con nosotros los sucesos que se describen en Apocalipsis, capítulo 12.
Conocemos muy bien lo que se relata aquí.
Satanás y sus demonios son expulsados del cielo, y fijémonos en este versículo tan conocido, el versículo 12: “Por esta razón, ¡alégrense, cielos y [sí que están contentos] los que viven en ellos!”.
Son palabras de alegría.
Pero notemos lo que dice ahora: “¡Ay de la tierra y del mar!
Porque el Diablo ha bajado adonde están ustedes lleno de furia, ya que sabe que le queda poco tiempo”.
Bueno, si estaba furioso cuando lo echaron del cielo, ¿cómo creen que se siente ahora?
Da que pensar.
Es muy importante que protejamos nuestra relación con Jehová porque, notemos lo que dice el versículo 17 de este mismo capítulo: “De modo que el dragón se enfureció”.
Está furioso, lleno de furia, y está guerreando contra el resto ungido, como dice el versículo.
Y está en contra de cualquiera que obedece los mandamientos de Dios y apoya a los ungidos.
Y su objetivo en esta guerra es conseguir que de algún modo seamos desleales a nuestro amado Padre.
Esto nos ayuda a valorar algo que se escribió mucho antes que Apocalipsis y mucho antes de que se registraran las palabras de Jesús.
En Proverbios, capítulo 4, se nos aconseja: “Más que cualquier otra cosa, protege tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida”.
Así que ya en ese tiempo se reconocía la necesidad de proteger nuestro corazón figurativo y de aceptar que es traicionero.
Eso nos ayudará a proteger nuestra valiosa amistad con Jehová.
Algo que también nos ayudará es lo que escribió Pablo en 2 Timoteo, capítulo 3.
Estas son palabras que conocemos muy bien y que hemos usado muchas veces en la predicación.
Pero ahora pensemos en cómo nos ayudan a proteger nuestro corazón traicionero para mantenernos leales a Jehová, sin importar qué trampa nos ponga Satanás.
2 Timoteo, capítulo 3, y destacaremos algo que se dice en el versículo 16.
Leemos: “Toda la Escritura está inspirada por Dios”.
Pero notemos para qué es útil: “Para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas y [fijémonos] para educar [o disciplinar] de acuerdo con lo que está bien”.
Y quizás al estudiar pienses en estas palabras y digas: “Yo uso la Biblia para ayudar a mi estudiante a ver las cosas como las ve Jehová”.
Y los ancianos también usan las Escrituras al dar disciplina.
Sin embargo, queremos enfatizar la necesidad de que, mientras hagas tu lectura personal de la Biblia, permitas que las Escrituras disciplinen tu corazón traicionero.
La Biblia es un espejo.
Cuando al leerla te des cuenta de que tienes una forma de pensar equivocada, algún pensamiento que pueda alejarte de Jehová y llevarte a hacer lo que es malo, sé honesto contigo mismo y reconócelo.
Es algo entre tú y Jehová.
Deja que eso que estás leyendo te discipline.
Eso es lo que nos ayudará a proteger nuestra relación con Jehová.
Así que, como dijimos, todos tenemos que aceptar que nuestro corazón figurativo es traicionero, es un traidor.
Pero qué bueno es saber que Jehová nos ama.
Ese amor lo motivó a hacer que Jeremías escribiera sobre el corazón para que pudiéramos proteger nuestra amistad con él.
Debemos aceptar la realidad, así son las cosas.
Sí, aceptamos que nuestro corazón es traicionero, pero estamos resueltos a proteger nuestra preciosa relación con Jehová.
Sí, pedir la ayuda de Jehová en oración es una de las claves para proteger nuestro corazón.
Y, cuanto más apreciemos lo que Jehová ha hecho por nosotros, más cuidaremos nuestra amistad con él.
Este aprecio nos motivará a hacer lo posible por fortalecer nuestra fe en él.
Esta idea se resalta en el video musical de este mes, titulado “Gracias por ser nuestro Creador”.
♪♪ Voy por las montañas, al lado del mar, unos pajarillos se echan a volar, veo una flor del color de la miel y noto el calor del sol en mi piel.
Dentro de mí no hay palabras, y cómo decir lo que me haces sentir.
(ESTRIBILLO) Te quiero dar gracias por ser nuestro Creador.
Muchas gracias por llenarnos de amor.
No voy a dar por sentado lo que haces a diario por mí.
Todo lo que tengo es por ti.
Te quiero dar gracias, quiero dar gracias.
Hay que admitir que no hay nada como ver los hermosos colores de un bello atardecer.
El cielo pintado como con un pincel, estrellas que adornan una luna de papel.
Dentro de mí no hay palabras, pero quiero decir lo que me haces sentir.
(ESTRIBILLO) Te quiero dar gracias por ser nuestro Creador.
Muchas gracias por llenarnos de amor.
No voy a dar por sentado lo que haces a diario por mí.
Todo lo que tengo es por ti.
Te quiero dar gracias.
Es un regalo cada día, me llenas de alegría, ¡me das tanto amor!
Te doy mil gracias, ¡muchísimas gracias!
(ESTRIBILLO) Te quiero dar gracias por ser nuestro Creador.
Muchas gracias por llenarnos de amor.
No voy a dar por sentado lo que haces a diario por mí.
Todo lo que tengo es por ti.
Te quiero dar gracias.
Te quiero dar gracias.
¡Muchísimas gracias! ♪♪ ¿Notaron una de las maneras de expresar nuestra gratitud a Jehová?
Sí, mediante la oración.
Poder dirigirnos al Soberano del universo en oración es uno de los privilegios de formar parte de su pueblo.
Y, hablando del pueblo de Jehová..., en el programa anterior pudimos visitar uno de los museos de la central mundial, en Warwick (Nueva York).
Pero hay mucho más que ver.
Acompañemos al hermano John Ekrann, ayudante del Comité de Coordinadores, en otra visita.
Esta vez, veremos la exposición “Un pueblo para el nombre de Jehová”.
¿Le gustan las buenas historias?
Si es así, le encantará lo que vamos a ver.
“Un pueblo para el nombre de Jehová”, en la central mundial, en Warwick, es mucho más que una exposición histórica.
Es la historia de un pueblo que desea conocer al Dios verdadero y hacer su voluntad.
Y no se trata de cualquier historia, sino de nuestra historia.
Comencemos este emocionante viaje al pasado.
Los sucesos se narran en los muros y galerías que encontramos en el recorrido.
Todo comenzó en la década de 1870, cuando un grupito de personas de Allegheny (Pensilvania) decidió volver a examinar la Biblia.
Charles Russell explicó: Se dice que todos los credos de la Cristiandad tienen base bíblica, pero hay contradicciones entre ellos.
¿Es posible que se haya tergiversado la Biblia?
Cuanto más aprendían, más deseaban hablar con los demás.
En 1879 empezaron a publicar la revista que hoy es “La Atalaya”.
Los lectores pronto hicieron suyas las verdades bíblicas que aprendían.
Escuchen, por favor.
Quiero contarles algo: ¡soy libre!
La verdad me ha liberado.
Hoy me apartaron, acusado de herejía, de la Iglesia bautista [...].
Así que estoy solo en la ‘carne’, pero no en el ‘espíritu’.
Se les llegó a conocer como los Estudiantes de la Biblia, y enseguida se dieron cuenta de que la gente del mundo entero debía oír el mensaje del Reino.
Pero ¿cómo podría este pequeño grupo predicar en toda la Tierra?
Organizaron viajes por todo Estados Unidos y otros países, y vieron qué necesitaban hacer para expandir la obra.
En uno de esos viajes, que comenzó en diciembre de 1911, Charles Russell y sus compañeros le dieron la vuelta al mundo.
Imagínense lo emocionante que era vivir en aquella época.
En esta galería pueden ver cómo era la vida de un peregrino, a quien hoy llamamos superintendente de circuito.
Aquí tenemos el atuendo que uno de ellos usaba a la hora de dar discursos públicos.
Al predicar, los Estudiantes de la Biblia ofrecían la colección “Estudios de las Escrituras”.
Llevaban unas listas para visitar a los suscriptores de lo que hoy es “La Atalaya”.
En 1914 se presentó el emocionante “Foto-Drama de la Creación”, preparado para que la gente se convenciera de que la Biblia era la Palabra de Dios.
Se trató de una combinación muy innovadora de secuencias fílmicas, grabaciones de audio y diapositivas de vidrio pintadas a mano.
Cientos de personas representaron relatos bíblicos; a veces, hasta se usaron animales.
¿Valió la pena aquel enorme trabajo?
Estimado hermano Russell: Quiero agradecerle inmensamente el privilegio de haber podido ver el “Foto-Drama de la Creación”.
Nunca imaginé que viviría para ver el día en que el Evangelio eterno se predicara a todos los que moran en la Tierra [...].
Pero así es. [...] No hay palabras que describan el regocijo que siento en mi corazón. [...] Su hermana, F. E. Riley.
Para finales de 1914, más de nueve millones de personas ya habían visto el “Foto-drama”.
Pese a todos aquellos logros, a los Estudiantes de la Biblia les esperaban pruebas difíciles.
Los tiempos de los gentiles han terminado; el día de sus reyes ha pasado.
No sabemos lo que nos espera.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial.
Y la muerte del hermano Russell, en 1916, sacudió a todos.
Atravesaron un período de pruebas especial.
Surgieron desacuerdos sobre quién debía asumir el control de la organización.
Por otro lado, las autoridades presionaban a los hermanos para que tomaran partido en la guerra.
Más tarde, en 1918, el hermano Joseph Rutherford y siete de sus colaboradores más cercanos fueron encarcelados.
¿Era este el final de los Estudiantes de la Biblia, o resultarían ser un pueblo para el nombre de Jehová?
El gozo del pueblo de Jehová no tenía límites porque nuestros hermanos habían sido puestos en libertad [...] el martes 25 de marzo de 1919.
Que su devoción a Jehová había aumentado se manifestó por el hecho de que inmediatamente se pusieron a proclamar al pueblo de Dios [...] la liberación que Jehová había realizado (Thomas Sullivan).
Los Estudiantes de la Biblia siguieron adelante con fuerzas renovadas, pero los problemas no terminaron allí.
En esta galería verán cómo los hermanos permanecieron firmes en la fe.
En Rusia, un padre que estuvo encarcelado por diez años animó a sus hijas enviándoles estas postales con dibujos.
En Grecia, un hermano usó en prisión la misma manta que su padre había usado cuando estuvo preso.
Esta le recordaba la lealtad de su padre.
En Corea, algunos hermanos pasaban hasta treinta días en una diminuta celda.
Cuando nos ponemos en el recuadro iluminado, nos damos una idea de cómo era estar allí.
Todos aquellos hermanos pudieron ver más allá de las rejas de la prisión y concentrarse en su maravillosa esperanza.
Los Estudiantes de la Biblia fueron humildes y abandonaron tradiciones que tenían muy arraigadas al comprender que eran antibíblicas.
Y ajustaron las canciones que usaban para alabar a Jehová a fin de que armonizaran con la Biblia.
Cada vez era más evidente que se había formado un pueblo para llevar el nombre divino.
En 1931, les emocionó adoptar el nombre “testigos de Jehová”.
Más tarde, en 1935, el hermano Rutherford identificó a la gran muchedumbre de otras ovejas, que colabora con los ungidos.
En el punto culminante de su discurso, preguntó: ¿Quisieran [...] ponerse de pie todos los que tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra?
Con esta aclaración se dieron cuenta de lo que implicaría cumplir el mandato de Jesús de hacer discípulos.
Fue necesario implementar métodos innovadores.
La siguiente galería muestra los métodos de predicación que se utilizaron en las décadas de 1930 y 1940.
La radio ofrecía la posibilidad de llevar el mensaje del Reino a una infinidad de personas.
También se utilizaron gramófonos con grandes altavoces que se montaban sobre automóviles.
Los hermanos reproducían los discursos dondequiera que la gente acostumbrara reunirse.
La organización diseñó y produjo gramófonos más ligeros para que los publicadores presentaran discursos grabados en los hogares de las personas.
Este método permitió que todos llevaran un mismo mensaje.
Pero había llegado el momento de capacitar a cada Testigo para que transmitiera las verdades bíblicas lo mejor posible.
Así comenzaron las escuelas.
El “Curso en el Ministerio Teocrático” preparó a los publicadores en las congregaciones.
Y la Escuela de Galaad comenzó a formar misioneros para predicar en todo el mundo.
Habíamos comenzado una nueva era de educación divina.
Y estábamos por recibir una herramienta asombrosa.
En 1950, se publicó la “Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas” y, en 1961, se presentó la Biblia completa.
Desde entonces hemos visto cómo nuestras herramientas han ido mejorando con el buen uso de la tecnología.
Prensas de alta velocidad, videos, sitios de Internet...
todo esto nos ayuda a seguir unidos, a llevar las buenas noticias a millones de personas y a dar gloria a Jehová.
Esta exposición presenta la historia de un pueblo.
Pero no de cualquier pueblo: de nuestro pueblo, que porta el nombre de Jehová.
Solo queda una pregunta: ¿qué aportará usted a esta hermosa historia?
En este programa, después de escuchar el discurso “Valoremos el privilegio de orarle a Dios”, aprendimos qué debemos hacer ante una situación relacionada con el espiritismo.
Al enfrentarnos a espíritus malignos, es importante pedir en oración la guía de Jehová.
Después, el hermano Morris habló de la importancia de orar para proteger nuestro corazón.
El video musical nos recordó que debemos agradecerle a Jehová todo lo que nos ha dado.
Poder comunicarnos con él es un privilegio que tenemos por ser parte de su pueblo.
Y una visita al Betel de Warwick nos mostró cómo Jehová ha guiado a su pueblo en tiempos modernos.
Antes de concluir, viajemos a Arizona, en Estados Unidos, y visitemos la Oficina Remota de Traducción en Chinle.
Arizona está situada en el suroeste del país y es el hogar de muchas tribus y pueblos indígenas.
Los colonos europeos llegaron en el siglo dieciséis.
Desde entonces, muchas de las tribus han podido mantener su cultura e idioma.
Actualmente, la sucursal de Estados Unidos traduce a varios idiomas indígenas, entre ellos el cheroqui, el hopí, el lakota y el navajo.
Para ayudar en esta labor, en el 2015 se construyó una Oficina Remota de Traducción en Chinle, que está en el centro del territorio navajo.
Más de 100 voluntarios trabajan en esta Oficina de Traducción, de los cuales, 13 son siervos de tiempo completo.
De los más de 430 publicadores que predican en el idioma navajo, unos 130 son precursores regulares y unos 20 son precursores especiales.
Las publicaciones impresas, en video y en audio que se traducen aquí se distribuyen a las 8 congregaciones, los 11 grupos y los 5 pregrupos navajos.
Durante los últimos cinco años, se han celebrado asambleas regionales de tres días en navajo.
En el 2018, hubo una asistencia máxima de 471 y se bautizó una persona.
Los hermanos que colaboran en la Oficina de Traducción en Chinle nos envían a todos su amor cristiano.
Y nosotros los queremos mucho.
Esto es JW Broadcasting, desde la central mundial de los testigos de Jehová.