Maestro, maestro. Buen maestro, que tengo que hacer para heredar la vida eterna. Porque me llamas bueno, nadie es bueno, excepto uno solo, Dios. Tu conoces los mandamiento, no asesines, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no cometas fraude, honra a tu padre y tu madre.
Maestro llevo obedeciendo esto desde muy joven. Te falta una cosa, ve a vender lo que tienes y dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y se mi seguidor.
Pero al oír esta respuesta, el hombre se desanimo y se fue muy triste, ya que tenia muchas posesiones.