Kenneth Godburn: Apoyamos lealmente a los hermanos de Cristo (Mat. 25:40)

El texto de hoy es parte de la parábola que contó Jesús de las ovejas y las cabras.

Busquemos el capítulo 25 de Mateo y veamos algunas cosas que esta parábola nos enseña sobre Jesús, nuestro Rey.

Esta parábola iba dirigida a quienes tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra.

Lo que cuenta pasará en el futuro, y el versículo 31 nos dice cuándo.

Dice: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, […] entonces se sentará en su glorioso trono”.

Y lo hará para juzgar a la gente de toda la Tierra.

En ese juicio se decidirá quién recibe la vida eterna y quién la destrucción eterna, y se hará basándose en cómo cada uno trate a los hermanos de Cristo.

Sabemos que la manera más importante de apoyarlos tiene que ver con la predicación; con esa labor todos necesitan ayuda.

Pero la parábola de Jesús también aplica a la ayuda que les podamos dar individualmente a los hermanos ungidos.

Y la forma en que Jesús presenta esta parábola nos anima a apoyar lealmente a los hermanos de Cristo.

Así que veamos dos cosas.

Primero, ¿cómo demuestra Jesús aquí que se preocupa por los ungidos y los ama?

Y, segundo, ¿cómo sabemos que él quiere que tanto los ungidos como las otras ovejas seamos leales?

Veamos primero qué nos enseña esta parábola sobre cuánto se preocupa Jesús por los ungidos.

Él deja claro que se preocupa por cada uno individualmente.

Leamos los versículos 35 al 40 de la parábola.

Jesús dijo: “‘[…] Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer.

Tuve sed y me dieron de beber.

Era un extraño y me recibieron con hospitalidad.

Estuve desnudo y me vistieron.

Me enfermé y me cuidaron.

Estuve en la cárcel y vinieron a verme’.

Entonces los justos le contestarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer, o con sed y te dimos de beber?

¿Cuándo fuiste un extraño y te recibimos con hospitalidad?

¿Cuándo vimos que estabas desnudo y te vestimos?

¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?’.

Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que todo lo que le hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños me lo hicieron a mí’”.

En la parábola, Jesús nos cuenta una conversación que tiene, primero con las ovejas y luego con las cabras, en la que se ve lo mucho que se preocupa por todos los ungidos.

En esa conversación aparecen seis situaciones por las que los ungidos podrían pasar, y esas situaciones se repiten cuatro veces: dos veces en boca de Jesús y dos en boca de las ovejas y las cabras.

Está claro que a Jesús le preocupa lo que les pasa a los ungidos.

Sabe que, desde que comenzaron los últimos días, son el blanco de Satanás.

Apocalipsis 12:17 dice que Satanás está en guerra contra ellos porque “tienen la misión de dar testimonio acerca de Jesús”.

Jesús sabe a lo que se enfrentan como grupo, pero también sabe y le preocupa lo que le pase a cada uno individualmente.

De hecho, en los versículos 40 y 45 de la parábola, Jesús utiliza la expresión “uno de estos hermanos míos más pequeños”.

Y la nota de estudio del versículo 40 para la palabra “hermanos” dice que “puede referirse tanto a hombres como a mujeres”.

Al decir “estos hermanos míos más pequeños”, Jesús mostró que no pensaba solo en los ungidos que tienen muchas responsabilidades en la organización.

Él estaba al tanto de lo que les pasaba a todos sus hermanos, incluso a los que parecen ser menos importantes.

Para Jesús, lo que les pasara a estos últimos es como si le pasara a él.

Así Jesús dignifica a todos sus hermanos.

No se centra en sus responsabilidades; se centra en la relación que tienen con él.

Y esta idea la destaca aún más con las palabras que utiliza en la parábola.

Si vamos otra vez a los versículos 40 y 45, vemos que dice “les aseguro”.

Jesús usaba esta expresión para dejar claro que lo que estaba a punto de decir era totalmente cierto.

Así que Jesús quería que todos los ungidos supieran que él se preocupa por ellos y sabe a qué cosas se enfrentan.

¡Y qué bien que sepamos esto!

Porque así no nos queda duda de que cuando hacemos algo por los ungidos Jesús lo ve, y es como si lo hiciéramos por él.

Esto nos lleva al segundo punto: Jesús quiere que seamos leales, que los ungidos sean leales.

Él demostró que sabía a lo que se enfrentaban, pero no solo eso: dejó claro que recibirían la ayuda necesaria.

Siempre habría personas justas en la Tierra para ayudarlos.

Ya sabemos que hay millones de personas apoyando la predicación, trabajando en las sucursales, en la construcción de Salones del Reino, haciendo donaciones...

Sin embargo, la ayuda no se limita solo a eso.

También se refiere a las necesidades individuales que cada ungido pueda tener.

Puede que se enfermen, los persigan, los traten mal, estén preocupados por alguien de su familia… Necesiten lo que necesiten, siempre habrá alguien que los ayude.

Y eso es lo que indican las palabras de Jesús.

Los ungidos siempre tendrán lo que necesitan para mantenerse leales.

Y Jesús quiere que las otras ovejas también lo consigan.

Como vimos, él ya dijo lo que tendrían que hacer.

Él habló de vestir a quien lo necesite, visitar enfermos, dar de comer y beber… Todas estas son cosas que cualquier persona de buen corazón haría, y sería feliz al hacerlas.

De hecho, los cristianos debemos hacer esas cosas.

Así que Jesús no dio a entender que tuviéramos que hacer cosas increíbles, como escalar una montaña o viajar muy lejos.

No, él usó cosas sencillas, de cada día, que todos podemos hacer.

Y eso se puede decir de la predicación: todos podemos predicar, sin importar dónde estemos.

Y hacer cosas buenas por los hermanos de Cristo no depende de dónde sirvamos, pues en el versículo 32 dice que Jesús está juzgando a gente de “todas las naciones”.

Los que estamos en Betel no queremos olvidar esto.

Claro, estamos muy agradecidos por la oportunidad de poder servir aquí.

Sabemos que lo que hacemos en Betel tiene un gran impacto en la predicación y, además, en ocasiones tenemos el privilegio de ayudar a los hermanos ungidos de manera personal, incluso haciendo algunas de las cosas que Jesús dijo en la parábola.

La verdad es que esto es algo que valoramos muchísimo.

Pero lo cierto es que no todos tenemos las mismas oportunidades de ayudarlos de manera directa.

Eso dependerá de cuál sea nuestro trabajo en Betel o de lo que ellos necesiten, incluso puede que nos cambien de trabajo.

Así que, según la parábola, hacer cosas buenas por los hermanos más pequeños de Cristo no depende de dónde sirvamos.

Jesús no quiere que nos desanimemos por lo que no podemos hacer.

Quiere que nos centremos en lo que sí podemos hacer.

Y da igual dónde estemos o quiénes seamos, todos podemos hacer algo por los ungidos.

Y, cuando lo hacemos, para nuestro Rey es como si se lo hiciéramos a él.

Así que esta parábola es sobre un tema muy serio: el futuro eterno de millones de personas.

Pero no solo eso.

La manera en que Jesús la presenta nos acerca más a él.

Ver lo mucho que él se preocupa por los ungidos los anima a ellos y a nosotros nos motiva a apoyarlos lealmente.

Además, Jesús demuestra que quiere que todos seamos leales, ungidos y otras ovejas.

Y, al acercarse la Conmemoración, tendremos todavía más oportunidades de poner en práctica lo que aprendemos de esta parábola.



Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

James Mantz: ¿Somos privilegiados por tener privilegios?

Antes de venir a Galaad, todos ustedes han disfrutado de muchos privilegios de servicio. Quizás han…

Popular Posts

JW Broadcasting: Abril de 2025

JW Broadcasting: Abril de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Los testigos de Jehová vem…

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

Imagina que vas a salir de viaje. Te han regalado los bolet…

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

Bienvenidos, queridos hermanos. Para empezar, tenemos una n…

Avance: Las buenas noticias según Jesús | Episodios 2 y 3

Avance: Las buenas noticias según Jesús | Episodios 2 y 3

Hay alguien entre ustedes al que no conocen. Es el que vien…

Ronald Curzan: Jehová nos ayuda a vencer gigantes (Mar. 1:11)

Ronald Curzan: Jehová nos ayuda a vencer gigantes (Mar. 1:11)

A veces nos dan una tarea o una responsabilidad, y sentimos…

Tú también puedes ser precursor

Tú también puedes ser precursor

Y un último anuncio. La hermana Lidia Díaz ha sido nombrada…

Evitemos las cosas que destruyen la paz (fragmento)

Evitemos las cosas que destruyen la paz (fragmento)

Hola a todos, soy Clara de Happy Jewels, con más ideas para…

JW Broadcasting: Marzo de 2025

JW Broadcasting: Marzo de 2025

Bienvenidos a JW Broadcasting®. ¡Qué alegría que estén con …

“La palabra profética” nos fortalece

“La palabra profética” nos fortalece

Este análisis se basa en las palabras de 2 Pedro 1:19. Ahí …