El texto y el comentario de hoy hablan de cómo Jehová les deja claro a los cristianos ungidos que han sido escogidos para vivir en el cielo.
¿Significa esto que, al momento de ser ungidos, ya tienen asegurada su recompensa celestial?
Fíjense en la última frase del comentario de hoy.
Ahí encontramos la respuesta a la pregunta: “De modo que, aunque un cristiano sea llamado para ir al cielo, solo irá si se mantiene fiel”.
Solo si se mantiene fiel.
Y Jehová espera exactamente lo mismo de los que vivirán en la Tierra.
Él nos recompensará con vida en el nuevo mundo solo si nos mantenemos fieles.
Hoy vamos a hablar de cómo Jehová recompensa a sus siervos fieles.
¿Cómo sabemos que Jehová desea recompensar a sus siervos fieles?
¿Cómo lo hizo en el pasado?
Y ¿cuáles son algunas recompensas que nos da nuestro cariñoso Padre?
En primer lugar, como Jehová nos quiere mucho, toma la iniciativa y nos recompensa cuando demostramos que tenemos fe.
Leamos sobre esto en Hebreos 11.
Busquemos Hebreos 11 y, en el versículo 6, veamos la relación que hay entre tener fe y que Jehová nos recompense: “Además, sin fe es imposible agradarle a Dios, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan con empeño”.
Así que, mientras más amemos a Jehová, más se fortalecerá nuestra fe, no solo en que él existe, sino que también se fortalecerá nuestra fe en que él sin falta recompensa a los que lo aman, a los que le son fieles, “a los que lo buscan con empeño”.
A Jehová le encanta recompensar a sus siervos.
Es parte de su personalidad, de lo que él es.
Jesús destacó esto en una conversación que tuvo con sus discípulos.
Busquemos juntos Mateo 19.
Vamos a leerlo.
Mateo 19 y, en el versículo 27, fíjense en la pregunta que hizo Pedro: “Entonces Pedro le respondió: ‘Mira que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.
¿Qué vamos a recibir?’ ”.
Jesús sabía que Pedro, Andrés, Santiago y Juan habían dejado el negocio de la pesca para seguirlo.
Así que, en vez de decirle a Pedro que no debería haberle hecho esa pregunta y regañarlo, Jesús les dijo a sus discípulos que serían recompensados por su fidelidad y sus sacrificios.
Miren lo que dijo.
Versículo 28: “Les aseguro que, cuando llegue el tiempo de hacerlo todo nuevo y el Hijo del Hombre se siente en su trono glorioso, ustedes, los que me han seguido, se sentarán en 12 tronos y juzgarán a las 12 tribus de Israel.
Y todo el que haya dejado hogar, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras por causa de mi nombre recibirá 100 veces más y heredará la vida eterna”.
Jesús les dijo a sus discípulos que serían recompensados en el futuro, pero también en el presente.
Los padres, madres, hermanos, hermanas e hijos espirituales serían mucho más valiosos que cualquier cosa que los apóstoles hubieran dejado atrás.
¡Impresionante!
Así que, cuando leemos la Biblia, no nos queda ninguna duda de que Jehová quiere recompensar a sus siervos fieles.
¿Y cómo lo hizo en el pasado?
Bueno, un ejemplo muy claro es el de José.
Como sabemos, cuando solo tenía 17 años, su vida dio un vuelco inesperado.
Sus hermanos, que estaban celosos de él, lo vendieron como esclavo.
Y más tarde, debido a las mentiras de la esposa de su amo, terminó en la situación que vemos aquí en esta imagen: en una prisión egipcia.
Tuvo que pasar años encarcelado injustamente.
¿Sentiría José en ese tiempo que Jehová lo había abandonado?
¿Se mantendría fiel?
Veamos juntos las respuestas a estas preguntas.
Busquemos Génesis 39 y veamos lo que pasó con José en los versículos 21 a 23: “Pero Jehová continuó con José.
Siguió mostrándole amor leal e hizo que tuviera el favor del jefe de la prisión.
Por eso, el jefe de la prisión puso a José a cargo de todos los presos que estaban encerrados allí.
José era el encargado de que ellos realizaran todo lo que tenían que hacer.
Y el jefe de la prisión no se preocupaba de nada de lo que había puesto al cuidado de José, porque Jehová estaba con José y Jehová se encargaba de que le saliera bien todo lo que hacía”.
Así que queda claro que José no dejó que el desánimo le hiciera perder la esperanza.
Hizo su trabajo lo mejor que pudo y se centró en su amistad con Jehová.
Como vemos en esta imagen, Jehová lo recompensó incluso en esta situación tan difícil.
Años más tarde, el faraón liberó a José de la prisión, y este humilde esclavo pasó a ser la segunda persona más importante de Egipto.
Una vez más, Jehová lo recompensó.
¿Se dio cuenta José de que todo esto venía de Jehová?
Veamos lo que dice Génesis 41:51, 52: “José llamó Manasés a su primer hijo, porque decía: ‘Dios me ha hecho olvidar todas mis desgracias y a toda la casa de mi padre’.
Al segundo lo llamó Efraín, porque decía: ‘Dios me ha hecho fructífero en la tierra de mis sufrimientos’ ”.
Así que José sabía que era Jehová el que lo había recompensado.
El ejemplo de José puede ayudarnos mucho.
Si tuvimos una infancia difícil o estamos pasando por problemas ahora, nosotros también podemos seguir adelante con alegría y seguir sirviendo a Jehová.
Si lo hacemos, Jehová nos recompensará ahora y en el futuro.
La clave es mantenernos fieles.
Esto nos lleva a la pregunta: ¿qué recompensas nos da nuestro amoroso Padre?
Son muchísimas.
Pero mencionemos solo algunas.
Empecemos por las que nos da en el presente.
El libro Organizados describe una de estas recompensas de una manera muy bonita.
Miren lo que dice: “Todos los que formamos parte de la congregación de Dios tenemos el placer de vivir en el próspero paraíso espiritual que Jehová nos ha dado.
En él disfrutamos de mucho alimento espiritual y de las aguas refrescantes de la verdad”.
¿No es cierto que nos encanta este paraíso espiritual?
Otra recompensa que disfrutamos ahora es poder ser parte de una hermosa hermandad: padres, madres, hermanos, hermanas e hijos espirituales.
Esa es la recompensa que Jesús les prometió a sus discípulos.
Y otra cosa que disfrutamos ahora es que, cuando somos fieles, Jehová nos recompensa con paz mental, satisfacción y felicidad.
Una hermana dijo: “No tengo palabras para darle las gracias a Jehová por todo lo que me ha ayudado con mis problemas y por estar a mi lado todos los días.
El mundo es caótico y sombrío.
Sin embargo, me siento segura en los brazos de Jehová cuando colaboro con él.
Por cada sacrificio que hago para servirle, él me da cien bendiciones”.
Ella ve las recompensas de Jehová.
¿Y qué nos dará Jehová en el futuro?
Bueno, 2 Timoteo 4:7, 8 dice que los cristianos ungidos que se mantengan fieles recibirán “la corona de la justicia” que el Señor les dará “como recompensa”.
¿Y qué hay de los que esperamos vivir en la Tierra?
Tenemos muchas ganas de recibir la recompensa de vivir aquí en la Tierra en un paraíso y de, como dice Isaías 32:17, disfrutar de “paz, […] tranquilidad y seguridad permanentes”.
Una ¡Despertad! dijo que, como tendremos salud y condiciones de vida perfectas, “será posible producir todo lo necesario para el goce de la vida”.
A Jehová le encanta recompensar a sus siervos fieles ahora, y también lo hará en el futuro.
¿Qué hemos aprendido hoy?
¿Por qué estamos seguros de que Jehová quiere recompensar a sus siervos fieles?
Vimos que textos como Hebreos 11:6 y Mateo 19:27-29 confirman que Jehová toma la iniciativa en recompensar a sus siervos fieles.
¿Cómo lo hizo en el pasado?
Si lo recuerdan, analizamos el ejemplo de José.
Jehová lo recompensó durante sus pruebas y también después.
¡Qué animador!
¿Y cuáles son algunas de las recompensas que nos da Jehová?
Disfrutamos de un paraíso espiritual.
Somos parte de una gran hermandad internacional, y tenemos paz mental y nos sentimos satisfechos y felices.
¿Y qué recompensas nos esperan en el futuro?
Vida eterna en el cielo para los ungidos y vida eterna aquí en la Tierra para las otras ovejas.
¡Qué agradecidos nos sentimos de que Jehová recompense a sus siervos fieles!
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