“¡Cuántos cambios ha habido!
Es difícil mantenerse al día”.
Oímos eso a menudo.
Y es cierto.
Por eso, surgen estas preguntas: ¿qué hay detrás de los cambios?
¿Se reúne el Cuerpo Gobernante los miércoles por la mañana y dice: “Veamos qué podemos cambiar esta semana para volver a tomar por sorpresa a los hermanos”?
Bueno, eso no sería ser ni fiel ni discreto.
La verdad es que aunque nos parezca que se anuncia un cambio tras otro, suelen pasar años hasta que se decide realizar algún ajuste.
Por ejemplo, una de las primeras cuestiones importantes que debió resolver el actual Cuerpo Gobernante fue esta: ¿sería conveniente contar con un Comité de Sucursal que supervisara la obra en Estados Unidos?
Por muchos años se pensó que no era necesario tener un Comité de Sucursal en Estados Unidos puesto que el Cuerpo Gobernante y la sede mundial se encuentran en este país.
Lógicamente, una decisión de tal magnitud no se podía tomar de la noche a la mañana.
De hecho, se pidió la opinión de muchos hermanos maduros y experimentados.
Al final se tomó una decisión, y creemos que Jehová claramente la ha bendecido.
Estamos muy orgullosos del gran trabajo que realiza nuestro Comité de Sucursal y nos alegra contar con su apoyo, que tanto necesitamos.
Veamos otros ejemplos.
A partir de enero de 2009 empezamos a celebrar el mismo día la Escuela del Ministerio Teocrático, la Reunión de Servicio y el Estudio de Libro de Congregación.
Pero se necesitaron casi 10 años para llegar a esa decisión.
Este asunto comenzó a analizarse en 1999.
¿Por qué no se tomó la decisión en aquel momento?
Porque el Cuerpo Gobernante quería estar seguro de que, si se fusionaban las reuniones, los hermanos contaran con todo lo necesario.
Sí, que tuvieran suficiente alimento espiritual.
De modo que un miércoles —como a las 3 y media de la tarde— tuvimos una extensa reunión.
Habíamos recibido dos cartas de sucursales grandes.
Una de ellas decía que muchas congregaciones —en las que solo había un anciano y un siervo ministerial— tenían 7 u 8 estudios de libro.
El anciano podía conducir cinco estudios de libro, y el siervo ministerial, tres.
Además, tenían que preparar sus intervenciones para las otras reuniones.
Así que dedicaban todo su tiempo a dirigir estudios de libro y a prepararse para las reuniones: ¡qué difícil!
Esa misma semana recibimos una carta de otra sucursal que explicaba por qué era tan baja la asistencia al estudio de libro.
Los hermanos amaban todas las reuniones —decía la carta—, incluso el estudio de libro.
Pero como eran muy pobres, no les alcanzaba para pagar el viaje en autobús a fin de asistir a las dos reuniones de entre semana; tenían que elegir una.
Si asistían a la Escuela del Ministerio Teocrático y a la Reunión de Servicio, recibían dos horas de instrucción espiritual, mientras que si asistían al estudio de libro, solo una.
Casi siempre optaban por ir a la escuela y a la Reunión de Servicio.
Bueno, aquellas cartas nos ayudaron a comprender la situación de los hermanos y a tomar la decisión.
Ahora bien, en 2008 se empezaron a publicar dos ediciones de La Atalaya: una para el público y otra de estudio.
¡Esa decisión tomó mucho tiempo!
Habíamos analizado el asunto varias veces, pero decíamos: “No nos apresuremos; esperemos un poco.
Veamos qué desea Jehová”.
Lo importante era determinar lo que Jehová quería.
Pero ¿cómo saberlo?
Decidimos hacer algo semejante a la prueba del vellón de Gedeón, y en 2006 ¡Despertad!
comenzó a publicarse mensualmente y La Atalaya continuó con su edición quincenal.
Es decir, habría 3 revistas al mes en lugar de 4.
Nuestra idea fue: “Hagamos la prueba durante un año y, si al final, la distribución de revistas ha disminuido considerablemente, sabremos que Jehová no está contento con el ajuste y volveremos a publicar dos números de ¡Despertad!
cada mes”.
¿Cuál fue el resultado?
Al final de ese año estábamos distribuyendo la misma cantidad de revistas con tres números al mes que con cuatro.
Así supimos que Jehová aprobaba el cambio.
¡Y cuánto apreciamos que haya una edición de estudio de La Atalaya, con un mensaje directo para las congregaciones!
¡Y otra para el público, que se adapta un poco más a las necesidades de la gente!
De modo que, antes de tomar una decisión que pueda influir en la obra del Reino, el Cuerpo Gobernante analiza con cuidado el efecto que tendrá en nuestra espiritualidad.
Por ejemplo, en 2008 se decidió reducir la duración de los discursos públicos de 45 a 30 minutos.
Y alguien quizás diga: “¿Cómo podía influir esta decisión en la espiritualidad de los hermanos?”.
Si usted vive en una zona urbana y asiste a una congregación con muchos ancianos, y, además, hay cerca otras congregaciones con varios ancianos, quizás le parezca difícil entender las razones.
Pero el Cuerpo Gobernante debe mirar el cuadro completo.
Miles de hermanos sirven donde hay más necesidad y han tenido que aprender otro idioma.
En muchas de estas congregaciones, los ancianos mismos están aprendiendo el idioma.
Algunos nos han dicho que necesitan una hora de preparación por cada minuto de discurso.
¡Se imaginan?
Para algunos, ¡un discurso de 45 minutos exigía 45 horas de preparación!
Así que reducir la duración de los discursos públicos permitió a esas congregaciones tener más discursos disponibles.
Y eso no es todo: miles de ancianos sirven en congregaciones aisladas cuya congregación vecina está a unos 160 kilómetros (100 millas).
Entonces, si en una congregación había un solo anciano y a gran distancia había otra con un solo anciano también, ¿cuántos discursos de 45 minutos podían dar estos hermanos?
Sin duda, la reducción de 15 minutos ayudó mucho.
Si no tomamos en cuenta todo el cuadro y solo pensamos en nuestra situación y la de nuestra congregación, difícilmente entenderemos por qué se toman algunas decisiones.
Y se sigue el mismo proceso cuando se actualizan nuestras creencias.
El Cuerpo Gobernante disfruta de reunirse para analizar la Biblia.
Cuando toman sus Biblias y comienzan a examinar todo lo que han investigado sobre cierto pasaje, se dibuja una gran sonrisa en su rostro.
¡Les fascina analizar asuntos espirituales!
Pero puede que pase mucho tiempo para que finalmente se publiquen estas actualizaciones.
¿Por qué?
Porque aclarar un texto bíblico puede producir un efecto dominó en otros pasajes.
La nueva explicación puede tener estrecha relación con otras profecías, así que debemos estar completamente seguros de que todo encaja.
No lo olviden: aunque a veces los cambios parecen venir uno tras otro, todas las decisiones se analizan con mucho cuidado.
Y, por cierto, les llamará la atención saber que los miembros de más edad del Cuerpo Gobernante —los hermanos Jaracz y Barr— estaban tan interesados en hacer cambios como los miembros más jóvenes.
Sí, siempre miraban hacia adelante.