Pues el comentario del texto para hoy está tomado de un artículo de La Atalaya titulado “¿Quién es ‘el rey del norte’ hoy en día?”, y de eso vamos a hablar.
El artículo explicaba que hay tres cosas que un gobierno tiene que hacer para asumir el papel del rey del norte.
Primero, debe influir de forma directa en el pueblo de Dios.
Segundo, debe mostrar con sus acciones que es enemigo de Jehová y de sus siervos.
Y, tercero, debe luchar contra el rey del sur.
En los próximos minutos, vamos a contestar tres preguntas.
¿Qué cosas hicieron los reyes del norte que ha habido a lo largo de la historia que demuestran que fueron enemigos de Jehová y su pueblo?
Además, ¿cómo ha seguido el rey del norte de la actualidad los pasos de todos los reyes que lo precedieron?
Y, por último, ¿qué ha hecho el pueblo de Jehová ante los ataques del rey del norte?
Así que primero vamos a ver qué han hecho los reyes del norte a lo largo de la historia que demuestra que estaban en contra de Jehová y de su pueblo.
El primer rey del norte mencionado en la profecía de Daniel es la dinastía seléucida, que gobernó la parte norte de lo que había sido el Imperio griego del conquistador Alejandro Magno.
Daniel profetizó que este rey del norte, siempre ocupado con asuntos militares, iba a estar en conflicto con el rey del sur, que en aquella época era la dinastía tolemaica de Egipto.
Para mantener la unión dentro de su reino, el rey del norte promovió la cultura griega, o helenismo, lo que incluía la adoración de los dioses griegos.
Antíoco IV, uno de sus reyes, se hizo llamar Epífanes, de epifanía o “manifestación”, porque él se creía que era la manifestación humana del dios Zeus.
Este rey se adueó del templo en Jerusalén y se lo dedicó a Zeus.
Construyó un altar sobre el altar de Jehová y sacrificó allí cerdos.
Después hizo un caldo con esa carne e hizo que se salpicara por todo el templo.
Sus acciones demostraron que sentía un desprecio muy profundo por Jehová y por su pueblo.
A causa de eso los judíos se rebelaron, lograron derrotar a Antíoco, pudieron limpiar el templo y adorar a Jehová de nuevo en él.
Si Antíoco hubiera conseguido que el templo ya no se usara para adorar a Jehová, Jesús, al venir a la Tierra, no hubiera podido cumplir con todos los requisitos de la Ley.
Entonces, no sorprende que Jehová no permitiera que el ataque del primer rey del norte tuviera éxito. De hecho, la nota de estudio de Juan 10:22 nos ayuda a ver que Jesús observó la Fiesta de la Dedicación, la cual conmemoraba la victoria sobre aquel primer rey del norte.
A continuación, el Imperio romano asumió el papel del rey del norte y, en particular durante el periodo de Nerón y Domiciano, el Imperio se puso fuertemente en contra del cristianismo.
Y la obra Perspicacia nos da una posible razón.
Dice lo siguiente: “Roma era tolerante con casi cualquier tipo de práctica religiosa, [pero noten que esto era así] siempre y cuando los fieles también adoraran al emperador”.
Y, claro, como los cristianos se negaban a adorar al emperador, este rey del norte persiguió e incluso ejecutó a muchos de ellos.
Ahora bien, más recientemente, el papel del rey del norte lo asumió el Imperio alemán y luego el régimen nazi, como bien explica el artículo de La Atalaya. Y los nazis sobre todo hicieron que la gente venerara al Estado.
A las religiones solo se las toleraba si apoyaban las ideas del Gobierno alemán.
En 1933, un ministro luterano de apellido Otto dijo en un discurso por radio, que había preparado para conmemorar el cumpleaños de Hitler, que la obra de los testigos de Jehová en Sajonia fue prohibida gracias a la estrecha colaboración entre el Gobierno nazi y la Iglesia luterana.
Los nazis odiaban a los Testigos porque ellos nunca quisieron decir Heil Hitler ni reconocer a Hitler como su líder o salvador.
Sabemos que Hitler juró exterminar a nuestros hermanos.
Y algunos sí fueron ejecutados por su fe, como el hermano Dickmann a la izquierda, pero otros sobrevivieron, como este grupo del campo de concentración de Gusen que incluía al hermano Poetzinger.
Y, en conjunto, se puede decir que los testigos de Jehová vencieron al régimen nazi.
Hemos leído muchos relatos acerca de la integridad y la fe de estos hermanos, como los que se publicaron en el Anuario de 1974.
Luego, cuando el régimen nazi llegó a su fin, el papel del rey del norte lo asumió la Unión Soviética.
La profecía de Daniel 11:37 decía que este rey no mostraría “respeto por el Dios de sus padres”.
Y sí, el Gobierno soviético era oficialmente ateo.
En Daniel 11:41 también se profetizó que este rey invadiría “la Tierra Hermosa”, es decir, el lugar simbólico donde el pueblo de Dios realiza sus actividades.
Se envió al exilio a muchos de nuestros hermanos, y otros fueron ejecutados por la simple razón de no dejar de adorar a su Dios, Jehová, a pesar de vivir en un mundo ateo.
Teniendo en cuenta las ideas que promovían estos reyes del norte, no nos sorprende en lo más mínimo que hayan pensado que nuestros hermanos eran “extremistas”, ¿verdad que no?
Ninguno de ellos iba a permitir que la gente adorara a Jehová y no al Estado.
Pero, hace tan solo unas décadas, a muchos nos sorprendió la caída de la Unión Soviética en 1991.
De repente desapareció el rey del norte, y nos quedamos solo con el rey del sur, la potencia formada por el Reino Unido y Estados Unidos.
Por lo tanto, en 1993, la revista La Atalaya hizo la pregunta que todos teníamos en la mente: La respuesta la tuvimos por fin en la reunión anual del 2018.
Allí se reveló la identidad del rey del norte: Rusia junto con sus aliados.
¿Cómo ha seguido el rey del norte de la actualidad los pasos de todos los reyes que lo precedieron?
Aunque por un tiempo hubo relativa paz entre el rey del norte y el rey del sur, ya desde hace años se han visto envueltos “en un conflicto”, o han chocado “los cuernos”, como dice la nota del versículo 40.
La expresión hebrea que puede traducirse “chocar los cuernos” también se utiliza en el capítulo 21 de Éxodo para referirse a un toro que cornea a alguien y le causa la muerte.
Y, en 1 Reyes 22:11, un falso profeta también utiliza ese término para hablar de embestir con violencia “a los sirios hasta exterminarlos”.
Así que este choque de cuernos es un ataque, una embestida violenta, una pelea hasta la muerte entre dos bestias.
Y un vivo ejemplo de esto es lo que estamos viendo con nuestros propios ojos en la guerra de Ucrania.
Además, igual que los reyes que lo precedieron, este rey del norte también ha invadido “la Tierra Hermosa”, o el lugar simbólico donde el pueblo de Dios realiza sus actividades.
Él odia a Jehová y a sus siervos, y los llama “extremistas”.
Algo que distingue a Rusia de la Unión Soviética es que Rusia no es un país oficialmente ateo.
Ahora mismo existe entre Rusia y la Iglesia ortodoxa una amistad de conveniencia.
Pero, como hemos visto, otros reyes del norte toleraban o incluso promovían la religión siempre y cuando esa religión se sometiera al Estado.
Así que Rusia y sus aliados han seguido fielmente los pasos de los reyes del norte anteriores, y esto nos da la seguridad de que todos los detalles de la profecía de Daniel se están cumpliendo al pie de la letra.
¿Cómo ha reaccionado el pueblo de Dios ante los ataques de los reyes del norte?
Vimos que Jehová permitió que salieran victoriosos ante el ataque de Antíoco Epífanes, quien invadió el templo de Jehová en Jerusalén.
Y, aunque en Pérgamo se adoraba al emperador romano en el siglo primero, Jesús les dijo a los cristianos de allí en Apocalipsis 2:13: “Sigues aferrándote a mi nombre.
Además, no renegaste de tu fe en mí”.
El cruel régimen nazi no acabó con la fe de nuestros hermanos de Alemania.
Un observador dijo: “Cada miembro parece ser una fortaleza que puede ser destruida pero jamás tomada”, es decir, jamás conquistada.
Y día a día estamos viendo cómo Jehová fortalece a nuestros hermanos de Rusia.
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