“Yo no soy parte del mundo”.
Pero ¿es el mundo parte de mí?
Cada día me siento presionada a tomar parte en asuntos políticos que afectan a la sociedad, al medio ambiente y a la economía.
Esa presión podría quitarme la paz e influir en mi forma de pensar.
Podría dejar de ser neutral incluso sin darme cuenta.
Pero yo sé que Jehová solucionará todos los problemas de la humanidad.
Y lo hará por medio de su Reino, gobernado por su Hijo, Jesucristo.
Demuestro que le apoyo con mis oraciones, con mis pensamientos y mis sentimientos, y enseñándoles a otros lo que el Reino hará por la humanidad.
Sé que hay millones de hermanos por todo el mundo que apoyan al “Príncipe de Paz”, igual que yo, porque yo… yo… yo no soy parte del mundo.