Les damos la bienvenida a JW Broadcasting®.
¿Qué vamos a ver en el programa de este mes?
En la serie “El hierro afila el hierro”, escucharemos sugerencias de un superintendente de circuito de experiencia.
Nos dará ideas muy eficaces para iniciar y mantener conversaciones en la predicación utilizando preguntas.
Para muchos jóvenes, mantenerse fieles a Jehová no es nada fácil.
Se enfrentan a mucha presión.
Cory y Kamryn nos hablarán con franqueza sobre la presión a la que se han enfrentado en la escuela para tener sexo.
¿Qué los ayudó a mantenerse fieles a Jehová?
¿Le asusta la idea de dirigir un curso bíblico?
Pues hoy veremos un video en el que Coral dirige su primer curso de la Biblia y aprende lo que debe hacer para ser una buena maestra.
Este es el programa de octubre de 2022 de JW Broadcasting.
Por más de 100 años, la organización de Jehová ha publicado distintos libros para ayudarnos a enseñarle la verdad a la gente.
Estos son algunos de ellos.
¿Recuerdan cuándo se publicaron?
El libro “Esto significa vida eterna” se publicó en 1950; La verdad que lleva a vida eterna, en 1968; Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, en 1982, y El conocimiento que lleva a vida eterna, en 1995.
¿Notaron qué tienen en común esos títulos?
Estos títulos destacan que es posible obtener vida eterna si la gente aprende a hacer la voluntad de Dios.
Por eso seguimos buscando a personas con la actitud correcta para obtener vida eterna y que quieran estudiar la Biblia con nosotros.
Gracias a estos y a otros libros de estudio que hemos publicado, muchas personas ahora tienen una fe fuerte en la Biblia y una esperanza sólida para el futuro.
En el 2021 se publicó un nuevo libro de estudio titulado ¡Disfrute de la vida para siempre! Curso interactivo de la Biblia. Este título aporta una idea nueva: que no solo es posible llegar a tener vida eterna, sino que también es posible disfrutar de la vida, incluso ahora.
Y este título se basa en el Salmo 22:26, que dice: Esta nueva herramienta de estudio es muy diferente de todas las demás.
En este discurso vamos a hablar sobre todo el trabajo que hubo detrás de la publicación de esta obra.
Cientos de betelitas de todo el mundo, bajo la dirección del Cuerpo Gobernante, se esforzaron mucho para que pudiéramos tener esta publicación tan innovadora.
Pero, si ustedes les preguntan, ellos les dirán que toda la gloria debe ser para Jehová.
Así que podemos decir lo mismo que en la antigüedad dijo el profeta Isaías sobre Jehová: Nos queda claro que todo lo que hemos logrado ha sido gracias a la bendición y la guía de Jehová.
Por eso, el tema de este discurso es: “¡Miren lo que Jehová ha hecho por nosotros!”.
El esclavo fiel y prudente siempre se ha tomado muy en serio el mandato de Jesús que aparece en Mateo 28:19: “Vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones.
Bautícenlos”.
Y ese es precisamente el objetivo de nuestros cursos bíblicos.
Por muchos años, cuando dirigíamos un curso bíblico, analizábamos la información del libro párrafo por párrafo.
Y, para responder las preguntas, algunos estudiantes se limitaban a leer lo que decía el libro.
Así que era difícil saber si la información les llegaba al corazón.
El método que usamos con esta nueva herramienta es muy diferente.
Ahora es más fácil que los estudiantes se expresen en sus propias palabras.
El Cuerpo Gobernante piensa que, para que las personas se dediquen a Jehová y se bauticen en estos últimos días, era necesario este cambio.
Si usted ya dirige cursos con esta nueva publicación, seguramente ya se habrá dado cuenta de lo diferente que es.
Esto es lo que algunos precursores de experiencia dijeron después de dirigir solo una lección con este libro: “Jamás había tenido una conversación espiritual tan bonita con un estudiante”.
“Mi estudiante me contó cosas que nunca me había dicho.
Sentí que era la primera vez que me hablaba con el corazón”.
“La información de verdad les llega al corazón y los motiva a actuar”.
Y hubo un precursor que quedó tan encantado con el libro que dijo: “Le ruego a Jehová que pueda ayudar a muchas personas a conocerlo y llegar a ser sus siervos”.
Fue a principios de 2019 cuando el Comité de Redacción emprendió el gran proyecto de crear esta herramienta de estudio.
Se formó un grupo que incluía a redactores, diseñadores y consultores para que vieran cómo se podían mejorar las publicaciones que se estaban usando.
Desde la primera reunión del equipo, se les animó a todos a orar con frecuencia durante el proyecto; a orar al pensar en ideas, al compartir esas ideas con otros y al llevarlas a la práctica.
Y también a dejarse guiar por el espíritu santo.
¿Por qué orar tanto?
En Proverbios 16:3 hallamos la respuesta: Al equipo también se le animó a pensar en ideas nuevas, a tratar de ir más allá de la forma en que siempre se habían hecho las cosas.
Los tiempos han cambiado, las personas también.
Y la forma en la que muchos aprenden también ha cambiado.
Hoy la gente responde mejor al contenido multimedia, que los entretiene y capta su atención.
Al equipo se le mostró un juego para ayudarlos a pensar de forma creativa y salirse del patrón: el acertijo de los nueve puntos.
El reto está en conectar los nueve puntos con tan solo cuatro líneas rectas.
Por lo general, la gente trata de resolverlo de estas maneras.
Fíjense en que en cada intento un punto queda fuera.
El problema es que nuestra mente construye una caja alrededor de los puntos y eso limita lo que podemos imaginar.
Para poder resolver el acertijo y conectar todos los puntos, tenemos que salirnos de esa caja, pensar de forma creativa y romper el patrón.
El propósito era demostrar que hay que pensar de forma novedosa para imaginarse cómo dirigir un curso bíblico de manera diferente a la de siempre.
Iba a ser interesante ver las ideas que surgirían para enseñar a las personas la verdad de la Biblia con el espíritu de Jehová guiando este proyecto.
Aun así, se pensó que nuestros hermanos necesitarían ver cosas conocidas en esta publicación nueva.
Por eso el formato de la primera parte de cada lección se parece al del folleto Buenas noticias. Ahí hay preguntas numeradas con pequeños párrafos que explican brevemente los puntos fundamentales de la lección.
En la sección “Profundicemos en el tema” se desarrollan los puntos de la lección, se le ayuda al estudiante a ver qué le enseñan sobre Jehová y cómo ponerlos en práctica en su vida.
Se parece un poco a la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos, pues incluye puntos para analizar, textos que hay que leer, videos y preguntas de punto de vista.
Finalmente, igual que en los artículos de estudio de La Atalaya, el repaso incluye tres preguntas.
Se vio que era mejor reducir el contenido escrito para que el estudiante aprendiera de la Biblia misma.
Vimos que podríamos sacar lo que hay en el corazón de los estudiantes con preguntas bien pensadas y que poner videos y muchas ilustraciones les sería de gran ayuda.
Queremos que nuestros estudiantes vean a Jehová como alguien real y que lleguen a tener una buena relación con él.
Y también queremos que desarrollen la costumbre de orar y leer la Biblia todos los días y de asistir a las reuniones.
¿Nos da el libro Disfrute de la vida lo necesario para lograr todo esto?
Por supuesto que sí.
Los textos bíblicos son los protagonistas de cada lección.
Esto motiva a los estudiantes a buscar respuestas en la Biblia.
Las preguntas nos ayudan a saber qué es lo que piensa el estudiante.
Desde las primeras lecciones, los estudiantes aprenden cómo es Jehová.
Se dan cuenta de lo mucho que los quiere y entienden lo que tienen que hacer para llegar a ser sus amigos.
Las bellas imágenes y los conmovedores videos de verdad les llegan al corazón.
Para poder completar el libro Disfrute de la vida, tuvieron que trabajar juntos seis departamentos de la central mundial.
El Cuerpo Gobernante asignó al Departamento de Redacción a que investigara la información de cada lección, la redactara y la revisara.
Después enviaron estas lecciones a cientos de hermanos por todo el mundo para que las probaran con sus estudiantes.
El Departamento de Redacción lo coordinó todo con otros departamentos para que el trabajo no se atrasara.
Servicios de Traducción se encargó de simplificar el vocabulario y de aclarar el sentido
de la información.
También se aseguraron de que los traductores pudieran entender todas las frases que tal vez fueran difíciles de traducir.
Y, por cierto, hasta el momento se ha aprobado la traducción de esta publicación a más de 700 idiomas.
El Departamento de Arte se encargó del diseño y las imágenes del libro.
Equipos de fotografía de distintas sucursales se encargaron de tomar las fotos que sirvieron de base para crear las más de 600 imágenes que hay en este libro.
El Departamento de Programación de MEPS desarrolló herramientas para que la versión digital de este libro en la aplicación fuera similar a la versión impresa.
Esta es la primera publicación en la que la versión digital se ha diseñado al mismo tiempo que la versión impresa.
Servicios de Procesamiento de Texto se encargó de la composición, tanto en formato impreso como digital.
También transcribió la publicación a braille en inglés y les dio instrucciones a las sucursales para producir el libro en sus idiomas.
Servicios de Audio y Video produjo videos nuevos y también fragmentos de videos que ya teníamos en nuestro sitio de internet.
Además, preparó la producción en audio, la cual incluye muchas voces, música y efectos de sonido.
¡Qué bien trabajaron en equipo!
Sin embargo, hubo un problema que pudo haber detenido el proyecto: el COVID-19.
Cuando la central mundial y las sucursales tuvieron que cerrarse al público, todavía faltaba hacer más de la mitad del proyecto.
Pero, para el Cuerpo Gobernante, terminarlo era de suma importancia.
En el siguiente video veremos algunas maneras en las que los hermanos trabajaron en equipo para poder completar este proyecto, a pesar de los desafíos que presentó la pandemia.
La verdad es que nunca antes habíamos hecho un libro como el ¡Disfrute de la vida para siempre! Desde el inicio hubo dos cosas importantes: tener buena comunicación y llevar buenos registros.
Pero algo que fue imprescindible fue buscar la guía de Jehová en todo momento.
El Comité de Redacción quería crear una publicación digital de la mejor calidad que los estudiantes pudieran disfrutar.
Tuvimos que rediseñar el sistema digital con el que trabajábamos para que la publicación en JW Library y en el sitio de internet tuviera un formato parecido al libro impreso.
Desde el principio de este proyecto se pidieron sugerencias para que la información estuviera disponible lo más rápido posible y fuera fácil de entender para todos.
Por eso, Servicios de Traducción colaboró con los redactores.
Un proyecto de esta magnitud por lo general toma de dos a tres años.
Pero el Comité de Redacción quería que el libro Disfrute de la vida estuviera disponible lo antes posible.
Para este proyecto hacía falta muchísima colaboración.
De hecho, seis departamentos trabajaron unidos durante todo el proceso bajo la supervisión del Comité de Redacción.
Este libro contiene muchas características de diseño.
Hay más de 250 páginas de texto, 597 imágenes, 121 videos, 840 hipervínculos y 62 códigos QR.
Además, hay recuadros en los que el estudiante puede escribir, incluso en la versión digital.
Y hubo que crear un diseño alternativo de estos para los idiomas que requieren más texto y para los que se escriben de derecha a izquierda.
Antes había ciertas cosas del diseño impreso que no podíamos replicar en el diseño digital.
Por ejemplo, al principio solo podíamos poner texto negro en fondo blanco y recuadros grises.
Eso era todo.
Este libro está diseñado para ser muy interactivo.
Por ejemplo, cuando produjimos el audio tratamos de que se reflejara eso mismo.
Así que usamos diferentes voces, añadimos música en algunas partes y se volvieron a editar los audios de algunos videos para destacar el punto que se quería enseñar.
La lección 32 fue un gran reto.
No sabíamos bien cómo podríamos hacerla en formato digital.
Pero lo logramos, gracias a que trabajamos en equipo con otros departamentos.
Tuvimos que usar todos los recursos que teníamos a nuestra disposición para que quedara bien.
Mientras trabajábamos en el prototipo, les pedimos a un grupo de hermanos que lo probaran para asegurarnos de que fuera fácil de usar en dispositivos grandes y pequeños y que se viera igual.
Queríamos que todos entendieran el recuadro de la lección 32, incluyendo los que tienen problemas con la vista, porque los recuadros transmiten puntos importantes.
Debido a esto, diseñamos los recuadros para que los lectores de pantalla los pudieran leer y nos aseguramos de que las ilustraciones tuvieran una descripción.
Antes de comenzar el proyecto ya sabíamos que en la publicación habría unos 200 videos, así que eso implicaría muchísimas horas de trabajo.
Había que hacer 8 videos nuevos y, del resto, reeditar unos 60.
Justo cuando las sucursales empezaban a hacer los 8 videos nuevos empezó la pandemia del COVID-19 y toda la producción de videos se detuvo.
Solo se pudo continuar cuando se determinó cómo cumplir la fecha límite de 9 meses de forma segura.
Debido a la pandemia, no se pudo hacer ninguna sesión fotográfica durante cuatro meses.
Con el tiempo, cuando las cosas mejoraron un poco, se pudo volver a trabajar tomando las precauciones necesarias.
Por ejemplo, una familia tomó sus propias fotografías siguiendo las instrucciones del Departamento de Arte.
Todo lo que debería hacer un buen maestro, como hacer buenas preguntas, mostrar videos, ayudar a sus estudiantes a amar a Jehová… está integrado en este libro.
Pero ¿funcionaría esta nueva forma de dirigir cursos bíblicos?
Para averiguarlo, tuvimos que hacer pruebas.
Lo probamos con hermanos de Betel y con hermanos de afuera.
Les enviamos las lecciones a publicadores, precursores, misioneros y superintendentes de circuito de todo el mundo para que las usaran con sus estudiantes.
Se hizo esto con todas las lecciones, y con las respuestas que recibimos se hicieron unos cuantos ajustes.
Teníamos cientos de reuniones y, como las empezábamos con oración, veíamos la ayuda del espíritu santo de Jehová.
Cuando hay colaboración todo sale mejor; vas al grano, es más fácil y todo se entiende mucho mejor.
Pensar de antemano en los problemas de traducción y buscar soluciones permitió que la publicación se tradujera en cientos de idiomas rápidamente.
Vi de primera mano cómo Jehová utiliza su organización para darnos lo que necesitamos cuando lo necesitamos, incluso en la pandemia.
Al ver cómo salió todo, está claro que Jehová tenía este proyecto bajo control.
Incluso en tiempos normales, hacer un proyecto en tan poco tiempo y de tan alta calidad sin la ayuda de Jehová sería muy difícil.
¡Qué bueno que nos ayudó!
Está claro que los hermanos trabajaron durísimo en este proyecto, que contaron con todo el apoyo del Cuerpo Gobernante y que Jehová bendijo plenamente sus esfuerzos.
Ya hemos visto que Jehová hace cosas maravillosas por nosotros, pero ¿qué podemos hacer nosotros por él?
Recuerden que el mandato de Jesús en Mateo 28:19, 20 es para todos los cristianos.
Y, hablando de ese mandato, miren lo que dice el artículo “Mantengámonos ocupados en la parte final de los últimos días”, de La Atalaya de octubre de 2019: En la mayor parte del mundo no hay listas de espera de personas que quieran estudiar la Biblia.
Así que la mayoría debemos esforzarnos mucho y tomar la iniciativa para dirigir un curso de la Biblia progresivo valiéndonos de esta herramienta interactiva.
Queremos que todas las personas con la actitud correcta tengan la oportunidad de ser siervos leales de Jehová.
Por eso le daré siete sugerencias que puede anotar y probar después.
Le prometo que funcionan.
La primera es la más importante: pídale ayuda a Jehová.
No subestime el poder de la oración.
Sea específico y pídale a Jehová que lo ayude a conseguir un estudiante de la Biblia.
Y, en armonía con lo que le pida, ofrézcale a todo el que pueda un curso de la Biblia, incluyendo a sus familiares y conocidos.
Dos: muéstreles a las personas el folleto.
Use la interesante pregunta que viene en la parte de atrás para despertar su interés.
Dice: “¿Es posible disfrutar de la vida para siempre?”.
Invite a la persona a estudiar las tres lecciones del folleto.
Después de eso, ella podrá decidir si desea continuar con el curso o dejarlo hasta ahí.
Tres: intente usar el método directo.
Dígale a la gente que es maestro de la Biblia y pregúnteles directamente si les gustaría aprender más sobre la Biblia.
Explíqueles que nuestro curso interactivo es muy entretenido y sencillo y que está aceptando nuevos estudiantes.
Cuatro: busque más gente que quiera estudiar.
Si ya tiene un estudiante, hágale la pregunta del final del primer párrafo de la lección 01: “¿Cree que la Biblia podría ayudar a alguien que usted conozca?”.
Si su estudiante menciona a un amigo, un vecino, un compañero de trabajo o a un familiar, ofrézcase a enseñarle cómo son nuestros cursos de la Biblia.
Cinco: hable con quienes van a las reuniones.
No suponga que las personas que van a las reuniones ya están recibiendo un curso bíblico.
Pregúnteles.
Y, si todavía no están estudiando, ofrézcales un curso.
Seis: hable con los esposos o esposas no Testigos.
¿Cuándo habrá sido la última vez que les ofrecieron un curso bíblico?
Aunque hayan rechazado esta invitación en el pasado, tal vez ahora la acepten.
Y quizá prefieran estudiar con alguien que no sea de su familia.
Y número siete: hable con quienes llegaron a estudiar la Biblia.
¿Llegó a usar alguna de nuestras otras publicaciones para dirigirle un curso de la Biblia a alguien que al final no progresó?
Póngase en contacto con ellos, dígales que tenemos una nueva herramienta interactiva para estudiar la Biblia e invítelos a tomar un curso.
Tal vez esto sea justo lo que necesitan para tomar acción.
Al buscar estudiantes de la Biblia, recordemos este principio tan importante.
Se encuentra en Gálatas 6:9.
Dice: Así que no deje de buscar estudiantes de la Biblia; no se rinda, ni pierda el entusiasmo.
Seguro que Jehová bendecirá nuestros esfuerzos por dirigir cursos bíblicos con esta nueva publicación.
Y entonces podremos decir: “Oh, Jehová, […] todo lo que hemos hecho tú lo has realizado por nosotros”.
La organización ha usado videos para ayudarnos a ser mejores maestros.
¿Recuerdan los videos de Coral y Rita que vimos en la asamblea regional del 2020 “Alégrense siempre”?
En esa serie, aprendimos muchas cosas gracias al ejemplo de Coral y Rita.
Pues este mes vamos a ver un episodio nuevo.
Pero en esta ocasión veremos cómo se completa el ciclo, porque Coral ahora será la maestra y usará el libro ¡Disfrute de la vida para siempre! ¡Pásenlo!
Entonces, ¿qué preguntas tienes tú sobre la vida?
¿Por qué está la gente tan obsesionada con patear una pelota?
Bueno, sí, claro.
Pero, en serio, ¿no hay nada?
Bueno, sí tengo una.
Si todos somos hermanos, ¿por qué hay tanto odio?
¡Qué buena pregunta!
¡Y la Biblia tiene la respuesta!
Pero ya te tienes que ir, así que dejémoslo aquí.
Bueno, ¿nos vemos el próximo lunes?
Si para el lunes el universo todavía no ha colapsado, tal vez.
Okey… bien.
Bueno, el lunes, entonces, seguimos en esta lección, digo, en esta sección, ¿okey?
—Hola.
—Ey.
Y… ¿Qué tal te fue?
¡Súper!
Como es fácil, avanzamos rápido.
Lo que me encanta de esta profecía es que se escribió unos 200 años antes de que se cumpliera, y se cumplió hasta el último detalle.
¿Te imaginas?
¡Los guardias dejaron las puertas abiertas!
La verdad, yo los hubiera despedido.
¡¿Cómo se van a emborrachar y dejar las puertas abiertas?!
En fin, volvamos a la profecía.
Okey, Dios es amor, pero va a matar a medio mundo.
¿Cómo es eso?
Eso lo entenderás después.
Ahora mejor vamos a seguir adelante.
Lo bonito de esta lección es que habla de la oración o, mejor dicho, de cómo Jehová nos ayuda mediante ella.
Y piénsalo: podemos orarle a nuestro Creador, que él es el ser… Todo esto demuestra que ya vivimos cerca del fin.
Entonces, ¿qué cosas veríamos en “los últimos días”?
Guerras.
Desastres.
Gente mala.
Eso.
¿Algo más?
No.
Okey.
Bueno, no pasa nada.
Lo repasaremos la próxima vez.
Está bien.
¿Quieres que lo dejemos aquí?
Sí.
¿Está todo bien?
De maravilla.
Me tengo que ir.
Okey.
Nos vemos, Janice.
Es que casi no decía nada.
Ya no sé qué hacer con ella.
¡Ay, qué bueno que yo nunca he tenido una estudiante así!
¡Uuu, ya eres toda una experta en cómo ser irónica!
No, en serio, le pongo muchas ganas.
Yo quiero que el curso le guste.
Quiero que la motive.
Y solo dice “Sí”, “No”, “Tal vez”, o me hace otra de esas preguntas que no tienen nada que ver.
¿Por qué no buscamos información?
Sabía que ibas a decir eso.
Yo preparo el té.
Sí, gracias.
Mira esto: Atalaya de octubre de 2020, en el recuadro.
Dice que hay que “controlarse para no hablar más de la cuenta”.
Creo que sí hablo mucho.
Pero mira: que el estudiante vea que te emocionan las verdades de la Biblia.
¡Eso lo haces bien!
Ayudarla a “hacer amigos en la congregación”.
Bueno, quizás ustedes me podrían ayudar con esto.
¿Qué más?
“Tratar de ver si desea servir a Jehová o no”.
¿Quién viene conmigo el viernes?
Yo no puedo el viernes.
Oh.
Claro, sí, me encantaría.
Okey.
Coral, oye, ¿me das mi tablet?
¿No?
La perdí.
Pues… Déjala.
¡Janice!
Ey.
¡Hoy tengo una sorpresa!
El sermón de hoy se ha cancelado y vamos a tener una conversación.
Y… No me gustan las sorpresas.
Oh. ¿Qué hay?
Hola, soy Rita, una amiga de Coral.
¿Cómo te llamas?
Janice.
Bueno, el otro día dejamos una pregunta pendiente.
Con tantas injusticias en el mundo, ¿por qué seguimos siendo neutrales?
Me imagino que has sufrido algunas, ¿verdad?
Ajá.
Yo también, aunque no tantas como las que han sufrido mi papá y mi mamá.
Y, entonces, ¿cómo van a cambiar las cosas si nadie hace nada?
Veamos lo que la Biblia dice sobre eso en Jeremías 10:23.
Mira, es aquí.
¿Puedes leerlo, por favor?
“Oh, Jehová, yo sé muy bien que el hombre no es dueño de su camino.
Al hombre que está andando ni siquiera le corresponde dirigir sus pasos”.
Pero, si eso es cierto, quiere decir que las cosas van a ir cada vez peor.
Entonces, ya no queda esperanza para la humanidad, no hay nada que hacer, ¿o sí?
Buena pregunta.
Muy buena pregunta.
¡Qué emocionada estaba Coral con su curso!
Pero aprendió que, para hacer discípulos, hace falta mucho más que entusiasmo; hace falta ser paciente y saber controlarse para hablar menos y escuchar más.
Rita la ayudó a mejorar su enseñanza buscando información en La Atalaya de octubre de 2020.
En esta Atalaya había dos artículos sobre cómo dirigir cursos bíblicos.
Además, en La Atalaya de enero de ese mismo año había otro artículo de estudio titulado “Vayan y hagan discípulos”.
En ese artículo había muchísimas sugerencias sobre cómo ayudar al estudiante a ser amigo de Jehová.
En el siguiente video de la serie “Lecciones de La Atalaya” veremos el buen efecto que las sugerencias de este artículo han tenido en tres precursoras regulares.
Como maestros, nuestra meta es ayudar al estudiante a hacerse discípulo de Cristo.
Quiero que mi estudiante ame a Jehová tanto como yo.
Lo que más me gusta es dar clases de la Biblia.
Es difícil explicar con palabras la alegría que se siente al ver que la persona se va haciendo amiga de Jehová. La Atalaya de enero de 2020 menciona varias cosas que es bueno que recordemos cuando dirigimos cursos de la Biblia.
Al estudiar el artículo, vi que había muchas cosas en las que podía mejorar.
Entendí que, aunque es importante ayudar al estudiante a tener conocimiento de la Biblia, es todavía más importante ayudarlo a progresar para que le dedique su vida a Jehová y se bautice.
Yo sabía que había que dejar de darles clases a las personas que no progresan, pero me costaba mucho tomar la decisión de ponerle fin al curso porque me daba miedo equivocarme.
Aunque mi estudiante nunca me lo había dicho, yo estaba casi segura de que no estaba casada legalmente.
La verdad es que me daba cosa hablar de este tema con ella, y no me atrevía a preguntarle directamente.
Tenía una estudiante que se preparaba y daba buenas respuestas durante el estudio, pero, aunque siempre la estaba invitando a las reuniones, ella no venía nunca al Salón del Reino, ni siquiera para la Conmemoración.
Me di cuenta de que no había cortado completamente su relación con la religión a la que pertenecía.
El artículo decía que, una vez que hayamos establecido el curso bíblico, es importante empezar cada clase con oración, ya desde las primeras semanas.
Y yo dejaba pasar mucho tiempo antes de empezar a orar.
El artículo me ayudó a ver que era bueno invitar a otros hermanos al curso y que no tenía que estar nerviosa si me acompañaba alguien que tuviera más experiencia que yo.
Esta Atalaya me ayudó a ver que no solo era importante que yo orara con mis estudiantes, sino que también tenía que enseñarles a ellas a hacer sus propias oraciones.
Así que, ahora, cuando una persona ya está estudiando de forma regular, siempre empiezo y termino cada clase con oración, y también la animo a que comience a hacer sus propias oraciones.
Así se acostumbra a orarle a Jehová todos los días.
La esposa del superintendente de circuito me acompañó al curso bíblico y le preguntó a la estudiante si estaba casada.
Ella respondió que sí.
“¿Pero estás casada legalmente?”.
Y entonces ella dijo que no.
La verdad es que gracias a la conversación que tuvimos con mi estudiante pude ayudarla con este asunto.
El artículo explicaba cómo podemos evaluar si el estudiante está progresando espiritualmente.
Deberíamos fijarnos en si está haciendo cambios.
Llevaba mucho tiempo dándole clases a mi estudiante, un poco más de un año.
En ese momento me di cuenta de que tenía que decidir si debía ponerle fin al curso bíblico.
Entonces seguí la sugerencia que se daba en ese artículo de La Atalaya. Le dije: “Yo sé que eres una persona que valora mucho la Biblia y que te esfuerzas por no perderte ninguna clase, pero, como vimos, hay algunos cambios que deberías hacer y no los estás haciendo”.
Y ella me respondió: “Yo creo que eso va a pasar cuando Jehová quiera”.
Entonces le dije: “Jehová ya te ha mostrado lo que tienes que hacer para ser su amiga.
Ahora depende de ti”.
Pero ella seguía diciendo que Jehová le mostraría cuándo tenía que hacer esos cambios.
Lamentablemente, vi que tenía que dejar de darle clases porque se notaba que ella no veía la necesidad de seguir progresando.
Este artículo fue un regalo de Jehová.
Sentí que ese artículo tenía todo lo que necesitaba.
El fin está muy cerca y hay que usar muy bien el tiempo.
Quizás antes esperábamos hasta cinco años para que alguien progresara, pero ahora sabemos que puede progresar mucho más rápido.
De las sugerencias presentadas en el video, ¿cuáles podría poner en práctica con sus estudiantes?
¿Inicia cada curso con una oración?
¿Les enseña a sus estudiantes a orar?
¿Acostumbra a invitar a otros hermanos a que lo acompañen?
¿Utiliza preguntas bien pensadas para sacar lo que hay en el corazón de su estudiante?
Del arte de hacer buenas preguntas habla el siguiente video de la serie “El hierro afila el hierro”.
Hola, soy Armando.
Bienvenidos a “El hierro afila el hierro”.
A todos nos ha pasado.
Estamos predicando, tratando de empezar conversaciones con las personas.
Pero, para muchos de nosotros, esto no es fácil.
La sola idea de hablar con un desconocido puede ser intimidante.
La verdad, yo soy una de esas personas a las que les cuesta hablar con extraños y empezar una conversación.
Pero, con el tiempo, esfuerzo, he descubierto unas medidas que me han ayudado mucho a vencer mis temores.
Hoy nos vamos a concentrar en solo una de ellas: hacer preguntas para comenzar y mantener una conversación.
Y quizás cuando terminemos se darán cuenta, al igual que yo, de que no es tan difícil como parece.
Hola, ¿qué tal?
Bueno, estamos haciéndoles una pregunta a nuestros vecinos y nos gustaría saber su opinión.
¿Se ha preguntado alguna vez qué debemos hacer para tener una familia feliz?
No, no estoy casado.
Bueno, tenemos este folleto que trata sobre...
OK, tres cosas.
Primero, el hermano estaba nervioso.
Cuando estamos nerviosos, ponemos nerviosa a la persona que nos oye.
Claro, es difícil no estar nervioso, pero si nos concentramos demasiado en cómo nos sentimos olvidamos que lo que queremos hacer es empezar una conversación.
No hay presión.
Mantengámoslo informal.
Segundo, el hermano sí hizo una pregunta, pero la pregunta fue irrelevante para el amo de casa.
Es mejor preguntar algo que anime a la persona a envolverse en la conversación, pero que también nos ayude a discernir qué le interesa.
Tercero, uno de los mayores temores que tenemos es: “¿Y qué pasa si no le interesa lo que le pregunto?”.
Eso nos confunde, nos quedamos sin habla, no sabemos qué decir.
Hubiera sido mejor tener un plan flexible que nos permita reaccionar de acuerdo a lo que la persona dice.
Vamos a intentarlo otra vez, pero esta vez abordemos la situación un poco diferente.
En nuestra Biblia, en las primeras páginas, hay 20 preguntas para la predicación.
¿Por qué no comenzamos a familiarizarnos con ellas?
Podemos escoger uno o dos temas que nos gusten y cuando surja la oportunidad las podemos utilizar.
Veamos cómo lo hace el hermano en la siguiente demostración.
Hola, ¿qué tal?
Estamos haciéndoles una pregunta a nuestros vecinos y nos encantaría saber su opinión.
¿Qué diría que es una de las cosas que más le causa estrés?
Personalmente, me preocupa mucho el dinero y lograr hacer todos los pagos.
Sí, creo que eso nos pasa a muchos.
De hecho, ¿sabía que la Biblia habla de algo que nos puede ayudar específicamente con esa preocupación?
¿De verdad?
Al principio de mi Biblia, hay 20 preguntas que muchos nos hemos planteado y que la Biblia contesta.
Fíjese en la pregunta 16: “¿Cómo manejar los problemas y preocupaciones?”.
Note lo que dice aquí este texto de Proverbios 21:5: “Con toda seguridad, los planes…”.
Mucho mejor, ¿verdad?
¿Se fijó en que cuando la persona le contestó el hermano simplemente abrió su Biblia en las preguntas y buscó un texto apropiado que le permitió continuar conversando?
Y no le ocultó lo que estaba haciendo.
Le mostró a la persona la herramienta que estaba utilizando.
Él se sentía confiado en que, sin importar lo que la persona contestara, él podría continuar la conversación con un texto práctico.
Así que salió muy bien.
Pero probablemente estén pensando: “Pero a mí casi nunca me sale así”.
Bueno, quizás en nuestro caso sea más así… Hola, ¿qué tal?
Estamos haciéndoles una pregunta a nuestros vecinos y nos encantaría saber su opinión.
¿Qué diría que es una de las cosas que más le causa estrés?
La gente que viene a mi puerta a hacerme preguntas.
Lo entiendo.
A mí eso tampoco me encanta.
¿Pero se ha preguntado alguna vez por qué lo hacemos?
Puede ser que en este momento la persona termine por completo la conversación.
Y está bien, no queremos presionar a nadie a hablar.
Pero esa segunda pregunta que hizo el publicador, el hecho de que estemos tranquilos, relajados, y que no nos demos demasiada importancia a nosotros mismos, todo eso, puede abrir la puerta para que la conversación continúe.
Para resumir, recuerde: primero, estemos tranquilos, relajados.
Simplemente queremos comenzar una conversación.
Sonría, sea amigable.
Segundo, hagamos una pregunta que incluya a la persona en la conversación, pero que nos permita descubrir qué le interesa.
Y, tercero, no nos pongamos nerviosos acerca del rumbo que puede tomar la conversación.
Con nuestra herramienta de 20 preguntas para la predicación, es muy seguro que encontremos un texto apropiado que permita que la conversación siga orientada en asuntos espirituales.
Este es uno de los métodos que me ha ayudado a mí, y espero que les ayude a ustedes también, y así compruebe por sí mismo que “el hierro afila el hierro”.
¿Nos pasa en ocasiones lo mismo que al hermano Pérez, que nos cuesta hablar con gente que uno no conoce y empezar conversaciones?
Pues tal vez puede usar las preguntas que hallamos al principio de la Biblia.
Seguramente le irá muy bien.
Claro, no basta con solo aplicar bien las técnicas de enseñanza.
Para hacer discípulos, hay que amar a las personas, sin importar su raza, antecedentes o estilo de vida.
Jehová es imparcial y nosotros tenemos que imitarlo cuando predicamos.
De eso mismo habló hace poco el hermano William Turner en una adoración matutina.
Veamos cómo destacó las distintas maneras en las que podemos imitar la imparcialidad de Jehová, no solo en el ministerio, sino en todo momento.
El comentario del texto de hoy habla del efecto que tuvo el prejuicio en los discípulos de Jesús.
Hoy en día, en nuestra organización, hay hermanos de muchas culturas y antecedentes diferentes.
Hay mucha más variedad que en el siglo primero.
Así que surge la pregunta: ¿sigue afectando el prejuicio al pueblo de Dios en la actualidad?
Nos sentimos muy felices de servir a un Dios que no tolera el prejuicio.
La Biblia lo dice muy claro.
Vayamos, por favor, al libro de Hechos y recordemos lo que dijo Pedro en Hechos 10:34, 35.
Versículo 34: “Al oír eso, Pedro tomó la palabra y dijo: ‘Ahora de veras entiendo que Dios no es parcial, sino que acepta a los que le temen y hacen lo que está bien, sea cual sea su nación’ ”.
La nota de estudio para este versículo explica que, en griego, “no ser parcial” literalmente da la idea de no aceptar una cara o no mirar la cara.
¿Y verdad que esto encaja muy bien con la personalidad de Jehová?
Él no prefiere unas caras antes que otras; es decir, él no prefiere a una persona por su nacionalidad, por su raza, por su posición social o por otros factores externos.
Y nosotros nos esforzamos por imitar a Jehová.
De todas formas, tenemos que reconocer que no es nada fácil ser imparcial.
Sobre todo, porque en el mundo en el que vivimos vemos que hay prejuicios en todas partes.
Así que volvamos a la pregunta de antes: ¿afecta el prejuicio al pueblo de Dios hoy?
Claro que sí.
Quizás somos víctimas del prejuicio o quizás somos nosotros los que tenemos ciertos prejuicios.
En el año 2013, La Atalaya hizo un comentario muy interesante sobre este tema.
Dijo: “Si somos honrados con nosotros mismos, tenemos que admitir que, muy en el fondo, todos tenemos algún tipo de prejuicio más o menos arraigado”.
Entonces, surge otra pregunta: si es tan fácil para el ser humano tener prejuicios y todos tenemos alguno, ¿cómo luchamos contra eso?
Para empezar, es bueno que entendamos lo que es el prejuicio.
Como comentó la hermana Leithiser, el diccionario explica que tener prejuicio es tener una idea o una opinión sobre alguien sin conocerlo o sin tener razones válidas.
Son opiniones preconcebidas, son cosas que pensamos y que sentimos porque quizás han influido en nosotros las personas de nuestro alrededor, nuestras vivencias o nuestra crianza.
Tal vez, cuando pensamos en el prejuicio, lo que nos viene a la mente es el prejuicio racial, es decir, el odio que se siente hacia alguien de otra raza.
Y de eso hablamos la semana pasada.
Pero esa Atalaya del 2013 también decía que una persona puede tener prejuicio hacia otra por su peso, su género, su idioma, su posición social, su religión o cualquier otra cosa que la gente considere diferente.
Así que, si los prejuicios surgen por nuestra personalidad o por nuestras opiniones preconcebidas, para poder superarlos tenemos que esforzarnos por ver a los demás como los ve Jehová.
Vayamos de nuevo a la Biblia, a 1 Samuel 16, y veamos lo que aprendemos de Jehová en los versículos 6 y 7.
Este es el relato en el que Samuel va a la casa de Jesé a ungir a uno de sus hijos para que sea rey.
Ahí leemos: “Cuando ellos llegaron, Samuel vio a Eliab y dijo: ‘Seguro que Jehová ha elegido a este’.
Pero Jehová le dijo a Samuel: ‘No te fijes en su apariencia ni en lo alto que es, porque lo he descartado’ ”.
Paremos un momento.
¿Vieron lo que hizo Samuel?
En esta ocasión en particular, Samuel hizo justo eso que decíamos antes.
Estaba aceptando o mirando la cara.
Miró a Eliab, vio lo alto y guapo que era, y pensó: “Seguro que Jehová lo ha elegido a él”.
Pero sigamos leyendo y veamos el punto clave: “Dios no ve las cosas como las ve el hombre.
El hombre ve lo que tiene ante los ojos, pero Jehová ve el corazón”.
Eso es lo que le importa a Jehová, nuestro corazón, la persona que somos en el interior.
Y, cuando se fija en nuestro interior, quiere ver que somos imparciales como él.
Pero, si nosotros no podemos leer el corazón, ¿cómo imitamos a Jehová?
Veamos otro detalle de la nota de estudio.
La nota de Hechos 10:34 nos ayuda a responder esa pregunta.
Ahí explica que, para ser imparciales como lo es Jehová, debemos evitar juzgar por las apariencias.
En vez de eso, debemos fijarnos en la personalidad y en las cualidades de los demás.
Bueno, para entender mejor este punto pensemos en una geoda.
Miren esta foto.
Por fuera, una geoda no tiene nada de especial.
La verdad es que parece una piedra normal, parece un trozo de roca que podríamos encontrar en cualquier parte.
¿Pero qué pasa si la partimos por la mitad?
La cosa cambia, ¿no es cierto?
Cuando miramos cómo es por dentro, ¡guau!
Qué bonito.
Nos encontramos con un montón de cristales brillantes y de colores preciosos.
¿Qué aprendemos?
Cuando juzgamos de forma superficial a los hermanos o tenemos opiniones preconcebidas sobre ellos, en realidad es como si solo nos fijáramos en esa geoda por fuera.
Nos estamos fijando solo en el exterior.
¿Y verdad que cuando alguien es un poco tímido, callado, reservado, tendemos a etiquetarlo muy rápido?
Lo juzgamos y enseguida pensamos: “Esa persona es muy aburrida.
Creo que no me va a aportar nada”.
Y, si a la persona le gusta hablar mucho, es extrovertida, hacemos lo mismo.
La juzgamos y la etiquetamos.
Cuando hacemos esto, ¿no estamos simplemente mirando la cara de los hermanos?
Estamos juzgándolos basándonos solamente en nuestras opiniones o en nuestros gustos.
Pero, si queremos imitar a Jehová, tenemos que ir más allá de las apariencias.
Tenemos que fijarnos en la personalidad y en las cualidades de nuestros hermanos.
Y en algunos casos, eso lleva tiempo.
Hablando de las geodas, un experto dijo: “Hay muchas maneras de abrir una geoda.
Pero, sin importar como lo hagas, la clave es: paciencia, paciencia, paciencia”.
¿Y verdad que eso es lo que ocurre con nuestros hermanos?
Hace falta tiempo y paciencia para conocerlos, para mostrar interés en ellos y hacerles preguntas, para comprender cómo piensan, predicar con ellos y para escucharlos con atención y tomar en cuenta sus sugerencias.
Pero el esfuerzo siempre vale la pena.
Comenzamos a ver lo que tienen dentro.
Logramos ver los cristales, su belleza interior.
Descubrimos cualidades hermosas en nuestros hermanos, y seguro que a ellos les pasa lo mismo con nosotros.
Como decíamos antes, los discípulos de Jesús a veces tenían prejuicios.
Y la Biblia nos cuenta con claridad sus defectos y los errores que a veces cometían.
Pero la Biblia también nos cuenta cómo superaron esos prejuicios.
Pensemos en lo mucho que se destaca el amor en las Escrituras Griegas Cristianas.
Vez tras vez, se destaca la importancia de amarnos unos a otros, de abrir el corazón, de llevarnos bien con los demás, incluso con los que son diferentes a nosotros.
Los discípulos no permitieron que ningún sentimiento arraigado ni nada relacionado con su crianza o con su cultura los controlara.
Y nosotros podemos hacer lo mismo.
Pero primero debemos hacernos un autoexamen sincero.
Preguntémonos: “¿Hay algún rastro de prejuicio en mí, aunque sea pequeño?”.
Si es así, recordemos lo que tenemos que hacer: esforzarnos por ver a los demás como los ve Jehová.
No juzguemos por las apariencias ni por las primeras impresiones.
Esforcémonos por conocer mejor a nuestros hermanos y valorar sus cualidades, su belleza interior.
Jesús les dijo a sus discípulos en Mateo 23:8: “Ustedes son todos hermanos”.
¿Y qué los convertía en hermanos?
En Mateo 12:50, Jesús dijo: “Todo el que hace la voluntad de mi Padre”, fíjense, “es mi hermano y mi hermana y mi madre”.
Nunca lo olvidemos: somos una gran familia espiritual que está unida por la fe y el amor a Dios.
Vernos como parte de una familia nos ayudará a seguir siendo humildes y a darnos cuenta de que no tenemos razones para sentirnos superiores a los demás.
Al contrario, estaremos muy felices y agradecidos por pertenecer a esta hermandad mundial, en la que nos esforzamos por imitar al Dios imparcial, Jehová.
Viendo que en el mundo el racismo y la discriminación están tan extendidos, ¡qué bien nos vienen estos consejos!
¿No es cierto, hermanos?
En este programa hemos hablado mucho sobre cómo ayudar a nuestros estudiantes a progresar.
Claro, para los que son padres, los estudiantes más importantes son sus hijos.
Algo que hay que enseñarles es a estar preparados para enfrentar las presiones que hay en la escuela.
Y esas presiones son hoy más intensas que nunca.
Muchos tienen que luchar contra la inmoralidad sexual.
En el siguiente video de la serie “Cuando eres adolescente”, dos jóvenes nos cuentan cómo lograron resistir esa presión.
¿Qué tal si lo vemos?
Mis compañeros de clase estaban todos los días hablando de sexo.
Se pasaban todo el día hablando de sus novios y de sus novias, de lo que habían hecho con ellos, de lo que iban a hacer con ellos el fin de semana...
Ellos sabían que era testigo de Jehová y que no iba a tener relaciones antes de casarme, pero les daba lo mismo.
Seguían presionándome.
Algunos compañeros se me ponían muy cerca.
A veces, incluso intentaban agarrarme o tocarme.
Un día, una chica de mi clase me pidió que la tocara de forma inapropiada.
Claro, yo le dije que no, pero ella empezó a burlarse de mí y a insultarme.
Me dijo que era un aburrido y que seguro que era gay.
Para ellos era como un juego.
Intentaban convencerme para que hiciera cosas con ellos.
Les parecía que era divertido, que era gracioso que siempre les dijera que no.
Mis compañeros hasta intentaron obligarme a tocarla.
Dos de ellos se pusieron por detrás a empujarme y otros dos empezaron a agarrarme de los brazos y trataron de hacer que la tocara.
Me di cuenta de que tenía que irme rápido de allí.
Ya por ser testigo de Jehová era muy diferente a mis compañeros de clase.
Pero además era muy tímida.
Por eso a veces quería ser como los demás.
Quería encajar para no llamar tanto la atención, pero sabía que a Jehová no le gustaría que tratara de parecerme a ellos, que hiciera todas las cosas que hacían ellos.
Entonces hice una oración rápida y en silencio, y dije: “¡Jehová, por favor, ayúdame!”.
Y justo me vino a la mente lo que hizo José.
Él pudo escaparse de la esposa de Potifar, pero lo hizo porque estaba decidido a hacer feliz a Jehová.
Y eso es exactamente lo que yo tenía que hacer.
Y lo hice. Salí corriendo de ahí.
El estudio personal me ayudó un montón.
Me ayudó a ver a Jehová como alguien más real.
Y, como lo veía tan real, no quería hacer nada que hiriera sus sentimientos.
Tener esa amistad con él y confiar en él me ayudó mucho en esos momentos, cuando me venían las ganas de encajar, de parecerme a los demás.
Decirle que no a esa chica no fue nada fácil, pero sabía que era lo que tenía que hacer.
Yo ya me sentía preparado para situaciones como esta gracias a mi abuela.
Un poco antes de que pasara todo esto, ella buscó artículos de La Atalaya que hablaban sobre resistir las tentaciones.
Aunque hablar de esas cosas con mi abuela fue superultraincómodo, la verdad es que me ayudó mucho a estar fuerte en sentido espiritual y a no caer en la tentación.
Mis papás siempre me decían que tenía que pensar bien antes de hacer algo, que pensara en cómo mis acciones afectarían mi futuro y en cómo afectarían mi relación con Jehová y también con mis amigos y con mi familia.
Pensar en eso de verdad que me ayudó mucho durante esa época.
Al final, lo mejor es confiar en Jehová.
Porque, si confías en él, todo saldrá bien.
Recuerdo que la publicación que más me ayudó fue el libro Los jóvenes preguntan (volumen 2), en especial el capítulo 5: “¿Por qué debería seguir siendo virgen?”.
Tener este libro fue como si me hubieran lanzado un salvavidas.
Leer sobre otros jóvenes que por toda la tierra estaban pasando por la misma situación que yo me animó mucho y me dio fuerzas, y también me ayudó a ver que no estaba solo.
Le doy muchas gracias a Jehová y a su organización por demostrarnos tanto amor a nosotros los jóvenes, porque nos ayudan a no sentirnos solos y a superar situaciones difíciles como estas.
En el libro Los jóvenes preguntan, en el volumen 2, hay un capítulo, el 14, que se titula: “¿Cómo puedo protegerme del acoso?”.
Este capítulo me dio fuerzas mientras estaba en la escuela para mantenerme firme, y así hacer feliz a Jehová.
Estoy superagradecido a Jehová por ayudarme a recordar textos como el de 1 Corintios 6:18, que dice: “¡Huyan de la inmoralidad sexual!”.
Y estoy feliz de que fui capaz de hacer justo eso.
Pero lo que me hace más feliz es saber que alegré el corazón de Jehová, y no hay mejor sentimiento que ese.
Sabemos que en el pueblo de Jehová hay muchos jóvenes como Kamryn y Cory, y estamos muy orgullosos de que sean valientes y se mantengan leales a Jehová.
No es nada fácil.
Pero si son valientes y se mantienen fieles, alegrarán el corazón de Jehová.
Hay que tener valor para ser diferentes.
Y hay hermanos que necesitan mucho valor para realizar una tarea en particular: predicar y hacer discípulos en lugares donde nuestra obra está restringida o prohibida.
¿Qué les da a ellos el valor para seguir predicando a pesar de la oposición?
Ese es el tema del video musical que vamos a ver este mes.
♪♪ Afronto otro día de persecución con mucha prudencia y con discreción.
Mi deber es hablar, contar la verdad, aunque me juegue la libertad.
Pero, al orar, siento cómo me lleno de paz y fe.
Dios es mi fuerza y mi luz, ¿a quién temeré?
Dios me dará salvación, ¿a quién temeré? El día acabó, es hora de volver, aquel compañero quería aprender.
Y le pido a Jehová que lo vea otra vez, sería genial cultivar su interés.
Y es que, al orar, siento cómo me lleno de paz y fe.
Dios es mi fuerza y mi luz, ¿a quién temeré?
Dios me dará salvación, ¿a quién temeré?
No le temo a la muerte ni a la prisión, ni a hablar sobre él ni a predicar.
Es como un fuego en mi corazón, me quema la piel, no me van a callar.
Tantos hermanos que luchan también me ayudan a ser fiel a Jehová.
Canto canciones que aumentan mi fe, pienso en el Reino que pronto vendrá.
Es la hora por fin de descansar, no sé mañana qué pueda pasar. Tras hablar con Jehová, puedo dormir, porque sé que él está cerca de mí.
Y es que, al orar, siento cómo me lleno de paz y fe.
Dios es mi fuerza y mi luz, ¿a quién temeré?
Dios me dará salvación, ¿a quién temeré? ♪♪ Como el hermanito que aparece en el video, podemos estar seguros de que, cuando estamos predicando, Jehová nos acompaña en todo momento.
En este programa hemos aprendido que Jehová nos ayuda de muchas maneras a hacer discípulos.
Nos capacita y nos da las mejores herramientas.
También nos ayuda a mantenernos fieles, defender nuestros principios morales y predicar cuando nos enfrentamos a oposición.
Sin duda, Jehová bendecirá todos nuestros esfuerzos por hacer discípulos.
Uno de los lugares donde la obra de hacer discípulos ha crecido mucho en los pasados 100 años es Australia.
Y este mes visitaremos a los hermanos de ese país.
Australia es un país tan grande que algunos lo consideran un continente.
De hecho, es cuatro veces más grande que la isla más grande del mundo.
Bañada por los océanos Índico y Pacífico, Australia es una tierra de contrastes.
Después de la Antártida, es el lugar más desértico del mundo.
Sin embargo, hay una cordillera en la que cae tanta nieve que se la conoce como los Alpes australianos.
En el noreste, cerca de la costa de Queensland, se encuentra la Gran Barrera de Coral, el mayor arrecife de coral del planeta.
En Australia, no importa por dónde vaya —sea en la costa o en el campo—, encontrará canguros por todas partes.
Y eso no nos sorprende, ya que en este país hay más canguros que personas.
Los canguros son originarios de Australia, igual que muchos otros animales, como el koala, el wómbat, el falangero, el emú y el famoso ornitorrinco, con su pico de pato.
El mensaje de la verdad llegó por primera vez a Australia en 1884.
Y en 1904 se estableció la sucursal, lo que la hace una de las más antiguas del mundo.
Ahora se la llama la sucursal de Australasia, puesto que supervisa la predicación no solo en Australia, sino también en Nueva Zelanda y muchas otras islas del Pacífico sur.
Al principio, para predicar por todo aquel territorio tan extenso se usaban bicicletas, camiones, carretones y hasta camellos.
En la actualidad, los más de 70.400 publicadores y 7.500 precursores predican en unos 40 idiomas.
Se ha hecho un gran esfuerzo por llevarles la verdad a los aborígenes australianos.
Y para ello se han traducido publicaciones en algunos de los idiomas nativos.
A nuestros hermanos y hermanas de Australia les ha ido muy bien predicando en los trenes y en las estaciones del tren.
Esta es la estación Broken Hill, una parada en la ruta del Indian Pacific, que recorre más de 4.300 kilómetros, unas 2.700 millas, desde Sídney hasta Perth.
Gracias a esta forma de predicación, muchos han aprendido la verdad.
La mayor parte de los 26 millones de habitantes de Australia viven en ciudades y pueblos cercanos a la costa.
Este es el pueblo de Nowra, donde está la congregación Nowra-Oeste.
Con la ayuda de Zoom, los 80 publicadores de esta congregación les envían sus saludos y todo su cariño.
Desde la central mundial de los testigos de Jehová, esto es JW Broadcasting.