“El hierro afila el hierro”: Cómo llegar a más personas

Hola, soy Victor Anibaba, y esto es “El hierro afila el hierro”.

Hasta ahora, en esta serie de videos, hemos visto distintas cosas que nos ayudan a mejorar en nuestro ministerio.

Por ejemplo, ya hemos analizado cómo iniciar buenas conversaciones, cómo usar bien las preguntas y cómo hacer revisitas que sean eficaces.

Pero estas técnicas solo funcionarán si encontramos personas con las que hablar.

Y a veces eso puede ser lo más difícil.

¿Han tenido días de predicación como este, en los que no encuentran a nadie en casa?

De ser así, les alegrará saber que en nuestras publicaciones hay muchos consejos que nos ayudan a saber cómo hablar con más personas en el territorio.

En este episodio vamos a analizar tres consejos que han resultado muy útiles.

Primer consejo: seamos observadores.

Podríamos tener más oportunidades de encontrar a personas con quienes hablar si sabemos dónde buscarlas.

Pensemos por ejemplo en los hermanos que acabamos de ver.

Es cierto que no encontraron a nadie en casa, pero ¿realmente no había nadie más con quién hablar?

Vamos a ver.

¡Hola!

Hola.

¡Qué perro más bonito!

¿Cómo se llama?

Lulú.

Iniciar una conversación puede ser así de fácil.

¿Qué hay de los hermanos que estaban regresando a su auto?

Como fueron observadores… ¿Qué tal?

… pudieron predicarle a alguien.

Cuanto más observadores seamos, más oportunidades encontraremos.

La clave es que nunca olvidemos cuál es nuestro objetivo: predicar, dar testimonio.

Y esto lo podemos hacer tanto en la puerta como en el camino entre una puerta y otra.

Ahora pasemos al consejo número dos: estemos bien preparados.

¿Cuántas veces se ha encontrado a alguien en su territorio que no habla su idioma?

En Londres, donde me crie, eso me pasaba todo el tiempo.

Y, aunque esto antes solía ocurrir solo en ciudades grandes donde hay una variedad de idiomas y culturas, ahora en todo el mundo nos encontramos con situaciones como esta.

Así que ¿qué podemos hacer para estar bien preparados?

Bueno, no tenemos el don de hablar en lenguas que tenían los cristianos del primer siglo, pero sí tenemos un regalo muy especial: la aplicación JW Language®.

Con esta aplicación, podemos aprender una presentación sencilla en muchos idiomas diferentes.

Se lo enseño.

El diseño de esta aplicación hace que sea muy fácil de usar.

Primero, ponga como idioma principal el que habla usted y, como idioma de destino, el que quiera aprender.

Luego, en el apartado “Predicación”, seleccione “Maneras de saludar y presentarse” para aprender cosas tan sencillas como decir “Hola”… … y “mucho gusto en conocerlo”.

Dobryi den’. Pryyemno poznayomytys’a.

Creo que no me salió bien.

Lo volveré a intentar.

Dobryi den’. Pryyemno poznayomytys’a.

Bueno, tal vez necesite mejorar mi acento, pero creo que se entiende el punto.

Con algo de práctica, podemos hacer preguntas sencillas y hasta introducir un texto y explicarlo.

Y de verdad funciona.

Veamos un ejemplo.

Hola, estamos haciendo visitas breves a nuestros vecinos.

Ay, no, no, no, no español.

Ah, ¿árabe?

¡Qué buena manera de dar testimonio a más personas en el territorio!

Pero, si le parece que aprenderse una presentación entera es algo demasiado difícil, puede hacer algo un poco más fácil: apréndase un saludo.

Solo son unas palabras, pero no se imagina el impacto que tiene saludar a una persona en su propio idioma y con una sonrisa amigable.

Eso nos permite abrir el camino, y más adelante tal vez podamos volver a visitar a la persona con alguien que hable su idioma.

Esto nos lleva al tercer consejo: sigamos buscando a las personas y cultivemos el interés.

Por una parte, esto significa tratar de contactar con las personas que no hemos encontrado de casa en casa, sea en otra hora o en otro día.

Y, si no lo logramos, recordemos que también podemos escribirles una carta o llamarlas por teléfono.

Nos fue muy bien con estos métodos durante la pandemia y todavía hoy nos resultan útiles.

Sea como sea que hayan contactado con una persona, por favor, no se olviden de ella.

Regresen lo más pronto posible para cultivar el interés que demostró.

Hablar con todas las personas en nuestro territorio no es nada fácil.

Pero seguir los tres consejos que hemos repasado, 1) ser observadores, 2) estar bien preparados y 3) seguir buscando a la gente y cultivando el interés que demostraron, puede ayudarnos a todos a dar un testimonio completo.

Al hacer esto, estaremos imitando a Jesucristo, quien se esforzó por dar a todas las personas la oportunidad de conocer a Jehová.



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