Seth Hyatt: A los insensatos les va mal (Prov. 5:8)

Las palabras del texto de hoy tal vez nos recuerdan el consejo que encontramos en 1 Corintios 6:18, donde el apóstol Pablo escribió: “¡Huyan de la inmoralidad sexual!”.

O quizás las palabras de 2 Timoteo 2:22, donde Pablo le dijo a Timoteo: “Huye de los deseos de la juventud”.

En el texto de hoy encontramos a un padre que está aconsejando a su hijo para que se mantenga alejado de la inmoralidad sexual.

En el capítulo 7 de Proverbios se le da peso a este consejo con un caso real.

El rey describe una escena que él vio con sus propios ojos.

La encontramos en Proverbios 7, a partir del versículo 6.

¿Qué les parece si lo leemos juntos?

Proverbios 7:6.

Podemos imaginarnos a un padre aconsejando a su hijo y contándole esta historia: “Desde la ventana de mi casa, a través de la celosía, miré para abajo y, mientras observaba a los ingenuos [o, como dice la nota, los ‘inexpertos’ —como tú, hijo mío—, los ‘inexpertos’], distinguí entre los jóvenes a uno al que le faltaba sensatez”, o le faltaba “corazón”.

Ahí está el primer factor en contra del muchacho, ¿se dieron cuenta?

Es joven; y, como es natural, es inexperto; esas dos cosas van de la mano.

Ahora el padre le sigue contando al hijo lo que vio, cómo se desarrollaron los acontecimientos que hicieron que el joven, al final, acabara muy muy mal.

Dice el versículo 8 que el chico “pasaba por la calle cerca de la esquina de aquella mujer”.

Pues “aquella mujer” es una prostituta.

¿Pero qué hacía él por ahí?

El texto dice que el joven “caminaba en dirección a la casa de ella”.

Esas palabras nos dicen que el joven tenía confianza en sí mismo.

¿Y no es cierto que eso les pasa a muchos jóvenes, que suelen sentirse confiados hasta en situaciones peligrosas?

Y ¿por qué?

Porque a los jóvenes les falta experiencia y no siempre tienen la capacidad de ver todo lo que implica cierta situación ni las consecuencias.

En el versículo 9 se destaca otro factor: “Con las últimas luces del día, al anochecer, al acercarse la noche y la oscuridad”.

Así que tenemos la inexperiencia; tenemos una zona mala; un joven que se siente confiado, seguro —que obviamente no quiere tener relaciones sexuales, y hasta puede que crea que tiene todo bajo control—, y encima es de noche.

Recuerdo que, cuando yo era joven, donde me crie, todo el mundo sabía que había sitios o partes de la ciudad por donde era mejor no ir de noche.

Porque, si alguien iba por esa zona, problemas garantizados.

Según el versículo 10, pasó lo que tenía que pasar.

Al muchacho se le acerca una prostituta.

Y, en lugar de dar media vuelta y alejarse rápido de allí, el muchacho se queda hablando con ella.

En el versículo 22 encontramos el resultado, las consecuencias, la suma de todos esos factores: “De repente él va tras ella, como toro al matadero, como un tonto que va a ser castigado en el cepo”.

Fijémonos en la expresión “de repente”, ¿qué nos enseña?

Bueno, en pocas palabras, que en cualquier situación uno puede ir demasiado lejos sin darse cuenta y perder por completo el control, y entonces la situación acaba controlándonos a nosotros.

Y ¿no es eso lo que le pasó al joven?

El joven se fue metiendo en un problema, en una situación en la que terminó o acabó teniendo relaciones sexuales inmorales.

Y para ver la gravedad de todo este asunto fijémonos en la segunda parte del versículo 23, donde dice: “Esto le costará la vida”.

Se produjo un efecto dominó.

Sin duda, su relación con Jehová se dañó, y su relación con sus familiares también.

Y hasta tal vez hubo consecuencias físicas, enfermedades de transmisión sexual.

Veamos ahora en el versículo 26 lo que dice el padre: “Ella ha hecho caer a muchos; son numerosos los que ella ha matado”.

Y, como se dijo hace poco en la revista La Atalaya, cada año miles de cristianos son expulsados de la familia de Jehová por pecados sexuales.

Uno de los comentaristas planteó esta pregunta: “¿Son solo los inexpertos los que caen en esta trampa, solo les pasa a ellos?”.

Bueno, vamos a ver una foto de aquel artículo de La Atalaya. Tal vez recuerden esta imagen.

Aquí vemos a dos matrimonios cenando juntos.

Una situación normal, ¿verdad?

¿Y qué están haciendo los dos que están más cerca de la cámara?

Están coqueteando, ¿no les parece?

La hermana está ahí jugueteando con su cabello.

Y él le está dando a entender “yo solo tengo ojos para ti”.

Es interesante que los cuatro llevan anillos de casados.

Así que se están metiendo en un terreno pantanoso.

Y, como vimos en otra imagen de aquel artículo, otro día, estos dos hermanos, sin querer queriendo, se encuentran en el estacionamiento del Salón del Reino después de la reunión.

Se ponen a conversar y más tarde se envían mensajes de texto.

Menos mal que esta historia acabó bien, como vimos en La Atalaya. Ellos se dieron cuenta de que se estaban yendo por un mal camino y se salieron de él a tiempo.

¿Pero no habría sido mejor que hubieran hecho las cosas bien desde el principio?

Aquí hay una lección para todos, sin importar nuestra edad o circunstancias.

Aquí en Betel pasamos tiempo con personas del sexo opuesto, y muchos estamos casados, y otros no.

Y ya se nos ha dicho, queremos asegurarnos de que nuestra conducta sea limpia y de que agrademos a Jehová.

Y lo mismo pasa en el Salón del Reino, o cuando usamos internet o a la hora de divertirnos.

Así que no queremos meternos por un camino que pudiera desviarnos, alejarnos de Jehová.

Nunca me olvidaré de una precursora que solía aconsejarnos a los jóvenes que había en nuestra congregación.

La queríamos mucho.

Ella siempre nos decía algo importante; su frase era: “El que juega con fuego acaba quemándose”.

¿Qué quería decirnos?

Pues ¿qué sentido tiene meternos por un camino que sabemos que acabará mal, en dolor, en una tragedia?

No queremos ni pasar por ahí.

Y, aunque seamos inexpertos, podemos hacer las cosas bien.

¿Qué dijo sobre esto el salmista?

Dijo: “¿Cómo puede un joven mantener limpio su camino?

Estando en guardia y actuando de acuerdo con” la Palabra de Jehová.

Así que Jehová nos ha dado lo que necesitamos para permanecer limpios.

Por lo tanto, habla del tema con Jehová y abre los ojos para identificar y evitar cualquier situación que pudiera ser peligrosa.

Y así te ahorrarás las tristes consecuencias que sufrió aquel joven de Proverbios capítulo 7.

Si todos hacemos esto, lograremos huir de la inmoralidad sexual.

Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Podemos ser felices a pesar de la angustia, el hambre y la desnudez

Cuando nos casamos sabíamos que queríamos tener hijos y formar una familia, así que cuando nos ente…

Popular Posts

Guzel Gainanshina: El mundo no puede darte lo que no tiene

Guzel Gainanshina: El mundo no puede darte lo que no tiene

Crecí en una zona de Rusia, entre preciosos árboles y bajo …

JW Broadcasting: Mayo de 2025

JW Broadcasting: Mayo de 2025

JW Broadcasting: Mayo de 2025  ¡Bienvenidos! En el programa…

Podemos ser felices a pesar de la angustia, el hambre y la desnudez

Podemos ser felices a pesar de la angustia, el hambre y la desnudez

Cuando nos casamos sabíamos que queríamos tener hijos y for…

JW Broadcasting: Abril de 2025

JW Broadcasting: Abril de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Los testigos de Jehová vem…

 ¿Está usted preparado para una emergencia?

¿Está usted preparado para una emergencia?

Jehová predijo que “en los últimos días” vendrían “tiempos …

JW Broadcasting: Marzo de 2025

JW Broadcasting: Marzo de 2025

Bienvenidos a JW Broadcasting®. ¡Qué alegría que estén con …

James Mantz: ¿Somos privilegiados por tener privilegios?

James Mantz: ¿Somos privilegiados por tener privilegios?

Antes de venir a Galaad, todos ustedes han disfrutado de mu…

David Schafer: La neutralidad cristiana: qué es, qué implica y por qué la adoptamos

David Schafer: La neutralidad cristiana: qué es, qué implica y por qué la adoptamos

Este mes hablaremos del tema: “La neutralidad cristiana: qu…

Logros de la organización: Ideas para aprovechar bien JW Library

Logros de la organización: Ideas para aprovechar bien JW Library

Jehová nos invita a todos a que estudiemos a fondo Su Palab…

¿Es necesario pertenecer a una religión para adorar a Dios?

¿Es necesario pertenecer a una religión para adorar a Dios?

Hoy día muchas personas creen en Dios, y están interesadas …