Mark Noumair: Jesús honró a Jehová con su cuerpo (1 Cor. 11:24)

¿Alguna vez les explicó Jesús a sus discípulos los detalles de cómo llegó a tener un cuerpo humano perfecto?

No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que meditar en el uso que Jesús dio a ese cuerpo mientras estuvo en la Tierra tendrá un profundo efecto en nuestra amistad con Jehová.

De eso hablaremos hoy.

Pero veamos de qué manera llegó a existir ese cuerpo perfecto.

Abran su Biblia, por favor, en el capítulo 1 de Lucas.

Lucas capítulo 1.

Vayamos al versículo 31.

Allí, el ángel Gabriel le dice a María: “¡Mira!, concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús”.

Ella debió pensar: “¿Embarazada yo?

¡Pero si soy virgen!

¿Cómo es posible?”.

Bueno, mediante su espíritu santo, Jehová transfirió a la Tierra la vida perfecta de su Hijo unigénito e hizo que fuera concebido en la matriz de María.

Jehová eliminaría cualquier imperfección que pudiera transmitirse al bebé, de modo que su patrón genético fuera perfecto desde el inicio.

La imperfección no iba a impedir que el propósito de Jehová se cumpliera.

Él se encargó de eso, lo solucionó.

Es interesante lo que leemos en el versículo 35: “En respuesta, el ángel le dijo: ‘Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra’”.

Una vez más, el espíritu santo entró en acción.

De alguna manera, Jehová se aseguró de que el bebé fuera varón y de que el embrión en desarrollo estuviera protegido de cualquier influencia del pecado o de cualquier fuerza dañina.

Imaginemos a María con el bebé.

María era judía, y Jesús de seguro se parecería físicamente a ella, que era su madre.

Sin embargo, hay que tener presente que él no se convirtió en una persona diferente, con otra forma de ser.

Seguía siendo el Hijo unigénito de Jehová y, en su momento, él se identificó como tal.

Pero pensemos en María cuando acababa de dar a luz.

Allí estaba ella con el bebé entre sus brazos.

Muchas mamás, al ver a sus bebés recién nacidos, dicen: “Mira a mi bebé.

¡Es perfecto!”.

Pero cuando María lo dijo, literalmente tenía razón.

Ella ha sido la única mujer que ha dicho con toda razón: “Mi bebé es perfecto”.

No tuvo que contarle los deditos de las manos y los pies, pues ya sabía que era perfecto.

El punto es que, aunque no alcanzara a ver el cuadro completo, estaba sosteniendo ese cuerpo humano que por 33 años y medio llevaría en su interior la sangre que sería derramada como sacrificio de rescate a favor de toda la humanidad.

Pero, antes de que su sangre fuera derramada, Jesús utilizaría su cuerpo de una manera muy especial.

Lo usaría para dar honra a Jehová Dios.

Y repito: entender de qué manera honró Jesús a Jehová mediante el uso que dio a su cuerpo tendrá un profundo efecto en nuestra amistad con Dios.

Vamos a explicar eso.

Abran su Biblia en el capítulo 4 de 1 Pedro.

Primera de Pedro capítulo 4.

Leeremos el versículo 1: “Puesto que Cristo sufrió en la carne, ustedes también ármense de la misma disposición mental; porque la persona que ha sufrido en la carne ha desistido de los pecados”.

Detengámonos un momento.

Cristo sufrió en la carne, mientras tenía un cuerpo humano.

Y aquello se relaciona directamente con la cuestión de la soberanía universal.

Su sangre pagó el rescate.

Pero ¿por qué sufrió en la carne?

Porque él decidió que honraría a Jehová con su cuerpo humano.

Él tomó la decisión de defender la soberanía de Jehová mediante el uso que le dio a su cuerpo.

Decidió que lo usaría para probar que Satanás es un mentiroso.

Por eso sufrió en la carne.

El 14 de nisán del año 33 de nuestra era, Jesús permitió que una chusma lo arrestara, que lo sometieran a un juicio ilegal, que lo azotaran hasta desgarrarle la espalda y que lo clavaran de manos y pies a un madero.

Jesús permitió todo eso.

Y pudo decir lo que se registra en Juan 10:17: “Por eso el Padre me ama”.

“El Padre me ama. ¿Por qué?

Porque entregué mi vida.

Ningún hombre podría quitármela.

Yo la entregué porque así lo quise”.

Eso hizo Jesús, nuestro ejemplo.

Leamos nuevamente 1 Pedro 4:1 y fijémonos en la expresión: “La persona que ha sufrido en la carne”.

¿De quién habla allí?

De usted, de mí.

Todos somos dicha persona.

Hemos sufrido en la carne; hemos desistido de los pecados.

El versículo 2 dice: “Con el fin de vivir el resto de [nuestro] tiempo en la carne, ya no para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios”.

Pedro resalta el hecho de que cada uno de nosotros sufre en la carne, y así tiene que ser.

Solo así podremos imitar a Jesucristo.

Esta es una semana de intensa actividad teocrática en la que aprovechamos para meditar en el sacrificio de Jesús y en cómo utilizó su vida en la Tierra.

Algunos se preguntan por qué nos pasamos unos a otros el pan y el vino tinto en la Conmemoración.

Si en una congregación hay muchos asistentes, ¿no sería mejor que en la parte de atrás del salón estuvieran disponibles algunos hermanos para llevar los emblemas solo a los que vayan a tomar de ellos?

Así podría ahorrarse mucho tiempo.

Quizás, pero esa no es la idea que transmiten las Escrituras.

Tampoco es lo que hizo Jesús ni lo que les enseñó a sus discípulos.

Y nosotros queremos hacer las cosas tal y como enseña la Biblia.

Pero, además, ¿qué se logra al pasar el pan y el vino?

¿Qué efecto tiene eso en nosotros?

Nuestro aprecio crece cuando el pan y el vino pasan por nuestras manos.

Eso nos ayuda a comprender mejor todo lo sagrado que se explica en la Conmemoración.

Nos sentimos parte de la ocasión.

Se nos conmueve el corazón, y el acontecimiento queda grabado en nuestra memoria.

Así será este viernes, mientras pasamos el pan y el vino, y sobre todo al pasar el pan.

Pero tal vez alguien piense: “Ya he asistido muchas veces a la Conmemoración”.

Y sí, algunos quizás han ido a la Conmemoración por décadas.

Pero ¿qué tal si este viernes hacemos algo diferente?

Cuando pasemos el pan, pensemos, reflexionemos por un momento sobre lo que el pan representa.

Preguntémonos: “¿Se me ocurre alguna manera en la que pueda utilizar mi cuerpo, mi mente y mis energías para servir mejor a Jehová?

¿Hay algo en lo que pueda mejorar?

¿Hasta qué grado estoy sirviendo como esclavo a los demás?

¿Hago lo mismo que Jesús?

Él aporreó su cuerpo y lo condujo como a un esclavo.

¿Hasta qué grado lo imito?

¿Lo hago, aunque requiera tomar medidas drásticas y demostrar autodominio?

¿Soy capaz de dar una respuesta al que está desafiando a mi Padre celestial?”.

Con su forma de vivir, fue como si Jesucristo le hubiera dicho al Diablo: “¿Con que quieres atacar a mi Padre?

Pues tendrás que pasar sobre mí.

Primero te las verás conmigo.

Yo soy Miguel, y mi nombre significa: ‘¿Quién Es Como Dios?’.

Nadie se rebela contra mi Dios.

Si alguien ha de defender su soberanía, ese soy yo.

Yo peleo por él.

Yo vindico su soberanía.

¡Eso me toca a mí!”.

Nosotros deberíamos asumir la misma actitud y decir: “¿Alguien quiere atacar a mi Padre celestial?

¿Quieres pelear con él, Satanás?

Pues tendrás que pasar sobre mí.

Aquí estoy para defenderlo.

¿Y sabes qué voy a hacer con mi integridad, mi obediencia y mi fidelidad?

Voy a avergonzarte.

Tendrás que dar un paso atrás, humillado.

Vas a quedar en ridículo, porque yo estoy usando mi cuerpo igual que Jesús, para honrar a mi Padre celestial”.

Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Avance: Las buenas noticias según Jesús | Episodios 2 y 3

Hay alguien entre ustedes al que no conocen. Es el que viene detrás de mí. Y yo ni siquiera merezco…

Popular Posts

JW Broadcasting: Abril de 2025

JW Broadcasting: Abril de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Los testigos de Jehová vem…

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

Imagina que vas a salir de viaje. Te han regalado los bolet…

JW Broadcasting: Marzo de 2025

JW Broadcasting: Marzo de 2025

Bienvenidos a JW Broadcasting®. ¡Qué alegría que estén con …

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

¡Bienvenidos, hermanos! ¿Han pensado en lo que vimos en la …

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

Bienvenidos, queridos hermanos. Para empezar, tenemos una n…

Michael Banks: Jehová está con nosotros (Juan 17:15)

Michael Banks: Jehová está con nosotros (Juan 17:15)

El texto de hoy nos prueba muy claramente que tanto Jehová …

El deseo de su corazón

El deseo de su corazón

El rey David quería de todo corazón participar en la constr…

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Pues bien, ¿te parece que en ocasiones te faltan las dos co…

“La palabra profética” nos fortalece

“La palabra profética” nos fortalece

Este análisis se basa en las palabras de 2 Pedro 1:19. Ahí …