Mark Noumair: “Este es el camino” (Is. 30:21)

Isaías fue profeta durante unos 46 años.

Fueron tiempos difíciles, y tuvo que ver cosas terribles.

El estado espiritual de los israelitas era espantoso.

Aun así, nunca se cansó de ayudarlos.

Seguramente le rompió el corazón ver cómo los asirios destruyeron el reino de diez tribus en el año 740 antes de nuestra era.

Pero, poco después de ser nombrado profeta, dijo: “¡Aquí estoy yo!

Envíame a mí”.

Y siempre mantuvo esa actitud.

Isaías les decía: “¡Este es el camino!”.

¿Cayeron en saco roto sus palabras y su esfuerzo por ayudarlos a andar en el camino de Jehová?

¡Claro que no!

Algunos sí escucharon, aunque quizás él pensara que ya no estaba en sus mejores años.

Por ejemplo, Ezequías.

Él tomó en serio esas palabras y empezó a servir a Dios con toda su alma.

Eso tuvo una gran influencia en el pueblo.

Y seguramente a Isaías le alegró saber que también otros hicieron caso a sus palabras.

Abran sus biblias en 2 Crónicas, capítulo 34 —2 Crónicas 34—, y veamos el ejemplo de algunos que prestaron atención a las palabras de Isaías “Este es el camino.

Anden en él” y decidieron servir a Jehová con todo su corazón.

Por ejemplo, en el capítulo 34, Josías.

Tenía ocho años cuando fue nombrado rey y reinó en Jerusalén por 31 años.

Solo era un jovencito.

Era el año 659, y el versículo 2 dice que “procedió a hacer lo que era recto a los ojos de Jehová y a andar en los caminos de David [...]; y no se desvió a la derecha ni a la izquierda”.

¿De dónde sacó Josías tanto entusiasmo para servir a Dios, siendo tan joven?

No pudo ser de su padre, pues su padre, Amón, fue muy malo.

¿Sería de su abuelo Manasés?

Manasés murió cuando Josías tenía seis años.

Pero podemos imaginarnos a Manasés, ya arrepentido, con su nietecito sobre las rodillas, hablándole de Jehová y diciéndole: “No cometas los mismos errores que yo”.

Josías debía querer mucho a su abuelo.

Así que, cuando cumplió ocho años, comenzó a adorar a Jehová con el entusiasmo propio de esa edad.

Es interesante que, en ese año, el 659 antes de nuestra era, Josías tenía ocho años y Nabucodonosor tenía unos cinco.

Sin embargo, Josías se convirtió en un rey compasivo que amaba a la gente, pero Nabucodonosor llegó a ser un rey cruel que hizo mucho daño a la nación de Israel.

Incluso dejó ciego al hijo de Josías, Sedequías.

¡Qué diferente fue Josías de otros reyes!

Veamos el versículo 3.

Es el octavo año de su reinado y Josías tiene ahora 15 años.

Todavía es un muchacho, pero quiere saber cómo agradar a Dios.

Y en el año duodécimo de su reinado, con 19 años, empieza a limpiar Judá y lanza una campaña para eliminar la idolatría.

Con mucho entusiasmo, acaba con todo lo malo.

¡Con 19 años!

“Este es el camino.

Anden en él”.

Josías está haciendo caso a estas palabras de Isaías.

¡Qué feliz y agradecido debe sentirse Josías cuando alguien llamado Jeremías llega a Jerusalén hacia el año 648 o 647!

Ambos son de la misma edad: Josías tiene 19 y Jeremías unos 20.

¡Qué equipazo!

Se hacen amigos y se aprecian mucho.

Juntos siguen ayudando al pueblo de Dios a andar en el camino.

Los dos, como un equipo de música estéreo.

Leamos el versículo 31 e imaginemos lo que ocurre en Jerusalén con Josías y Jeremías.

Versículo 31.

Aquí vemos a Josías ayudándolos a obedecer los mandamientos de Dios, leyéndoles del libro de la Ley que encontró...

Leyéndoselo, ayudándolos a andar en el camino.

El versículo dice que Josías sigue a Jehová, guarda sus mandamientos, sus recordatorios y sus normas con todo su corazón y con toda su alma, y cumple con la Ley.

En estos versículos podemos apreciar los sentimientos de Josías, su amor por Jehová y su deseo de ayudar a otros a andar en el camino de Jehová.

Así que tenemos a Josías y a Jeremías, los dos con el mismo objetivo.

¡Qué maravilla!

Pasan los años, y hay un joven judío en la corte real llamado Daniel.

¿Se fijaría en él Josías?

Aunque Daniel sería muy joven, puede que Josías lo observara y pensara: “Este joven tiene un futuro brillante sirviendo a Jehová”.

Puede ser.

Pero Josías no vivió lo suficiente como para ver todo lo que Daniel logró.

Aun así, es interesante.

“Este es el camino.

Anden en él”.

¡Claro que hubo quienes respondieron a esas palabras de Isaías!

No cayeron en saco roto.

¿Por qué lo decimos?

Bueno, veamos qué pasó tiempo después.

Vayamos al año 617.

Tenemos a Daniel, Hananías, Misael, Azarías, Ezequiel..., todos escucharon a Jehová.

Y, cuando pensamos en cómo respondieron estos jovencitos a las palabras de Isaías y a las de Jeremías y las pusieron en práctica, incluso ante problemas, nos sentimos orgullosos de ellos.

Después de la muerte de Josías, comienzan a reinar sus hijos y después sus nietos, y todos son reyes malvados.

Así que Daniel, desde niño, ha visto su conducta; la mala conducta de los hombres más poderosos de la nación.

Jehoacaz: 23 años, malo; Jehoiaquim: 25 años, malo; Joaquín: 18 años, malo; Sedequías: 21 años, malo.

Reyes muy malos.

¿Y aquellos muchachos viendo esto?

Se llamaban Jehoacaz, Jehoiaquim, Joaquín y Sedequías, pero podrían ser el tonto, el retonto, el supertonto y el tontísimo.

Daniel no se dejó influenciar por su mala conducta.

Es increíble que tanto él como sus tres amigos permanecieran leales a Jehová.

Anduvieron en el camino de Jehová.

Todos, en especial Daniel, estaban decididos a ser fieles a Dios.

¿Hasta qué punto?

Ezequiel 14:14.

En Ezequiel 14:14 leemos las impresionantes palabras que escribió Ezequiel cinco años después de que Daniel llegara a Babilonia.

Entonces Daniel tenía unos 20 años, y Ezequiel unos 30.

Como si fuera su hermano mayor, seguramente Ezequiel se sentía muy orgulloso de Daniel.

No sentía celos de él.

Quizás pensaba: “Me encanta este joven.

Es como mi hermano pequeño”.

Y escribió que, si Noé, Daniel y Job estuvieran allí, por su justicia librarían su alma.

Es increíble que mencionara a Daniel, que todavía era muy joven, entre Noé y Job.

Sin duda, fue una persona de gran calibre.

Pero ¿por qué hablamos de él?

Porque aquí, en Betel, tenemos a muchos hermanos que son como Daniel.

Hermanos y hermanas jóvenes que están decididos de corazón a probar que el Diablo es un mentiroso, decididos a aprovechar su juventud, a demostrarle a Jehová que quieren serle leales y que lo aman profundamente.

Y queremos felicitar a todos estos jóvenes que son como Daniel.

Jóvenes, no los podemos obligar a amar a Dios.

No podemos decirles cómo usar sus dispositivos electrónicos o qué películas o programas de televisión pueden ver.

No podemos.

No podemos poner un filtro en sus computadoras; de hecho, les sería fácil quitarlo.

Son listos.

Su “filtro” es el profundo amor que sienten por Jehová.

Y por eso queremos decirles: “Gracias por usar su libertad, como Daniel, para honrar a Jehová.

Sigan así”.

¿Y qué hay de nuestros mayores?

Daniel sirvió a Jehová hasta los 100 años más o menos.

Nunca se rindió.

¿Qué lo ayudó?

Orar a Jehová.

La oración fue el fundamento de su fe.

Así que los hermanos mayores de nuestra familia que han servido a Jehová por décadas son como Daniel.

Hermanos, apreciamos mucho su lealtad.

Y son sus oraciones lo que los ayuda, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, a continuar sirviendo a Jehová.

Y, al igual que Daniel, Isaías, Jeremías y Josías tuvieron una gran influencia en sus contemporáneos, permítanme asegurarles, queridos mayores, que su lealtad durante décadas y su deseo de seguir andando en el camino de Jehová tiene una poderosa influencia en nuestra familia Betel.

Su determinación a permanecer siempre al lado de Dios nos conmueve profundamente, y por eso les decimos: “Gracias”.

Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Logros de la organización: Temas de actualidad para nuestra web

En Mateo, capítulo 24, Jesús les dijo a sus discípulos cuál sería la señal de su presencia. Y esa s…

Popular Posts

JW Broadcasting: Abril de 2025

JW Broadcasting: Abril de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Los testigos de Jehová vem…

Nicholas Ahladis: Jesús es un Sumo Sacerdote compasivo (Mat. 12:20)

Nicholas Ahladis: Jesús es un Sumo Sacerdote compasivo (Mat. 12:20)

El título de este discurso es “Jesús es un Sumo Sacerdote c…

Izak Marais: Sigamos animándonos unos a otros (Rom. 1:11, 12)

Izak Marais: Sigamos animándonos unos a otros (Rom. 1:11, 12)

El tema de hoy es: cómo podemos seguir animándonos unos a‏ …

Evitemos las cosas que destruyen la paz (fragmento)

Evitemos las cosas que destruyen la paz (fragmento)

Hola a todos, soy Clara de Happy Jewels, con más ideas para…

Tú también puedes ser precursor

Tú también puedes ser precursor

Y un último anuncio. La hermana Lidia Díaz ha sido nombrada…

¡Joven, elige un camino en la vida que te dé paz!

¡Joven, elige un camino en la vida que te dé paz!

Yo le dije a Jehová: “Si es tu voluntad, me encantaría ser …

James Mantz: ¿Somos privilegiados por tener privilegios?

James Mantz: ¿Somos privilegiados por tener privilegios?

Antes de venir a Galaad, todos ustedes han disfrutado de mu…

LDC: Construimos Salones del Reino y mucho más

LDC: Construimos Salones del Reino y mucho más

Hermanos de todo el mundo se ofrecen como voluntarios para …

Logros de la organización: Temas de actualidad para nuestra web

Logros de la organización: Temas de actualidad para nuestra web

En Mateo, capítulo 24, Jesús les dijo a sus discípulos cuál…