John Ekrann: ¿Vemos la mano de Jehová? (Is. 66:14)

Creo que estarán de acuerdo conmigo en que, en ocasiones, es fácil ver la mano de Jehová cuando las cosas van bien: cuando obtenemos una victoria legal, cuando la salud de alguien mejora o quizás cuando alguien pide un curso bíblico y comienza a venir a las reuniones.

Pero no es tan fácil ver la mano de Jehová cuando nos suceden cosas malas a nosotros o a nuestros hermanos.

Así que puede que nos preguntemos: “¿Cómo podemos ver la mano de Jehová cuando ocurren cosas malas?”.

Bueno, ustedes pueden ver mi mano ahora, ¿verdad?

Pero, si la escondo, ya no la pueden ver.

¿Llegan por eso a la conclusión de que, como no pueden ver mi mano, es que ya no la tengo?

Claro que no.

Como ustedes me siguen viendo, razonan que mi mano seguramente sigue ahí, pegada a mi brazo.

De la misma forma, hay veces en que es fácil ver la mano de Jehová, pero hay otras veces en las que debemos razonar sobre lo que ya conocemos de Jehová para poder ver su mano en acción.

¿Y qué sabemos sobre Jehová que nos permite estar seguros de que su mano está actuando?

Bueno, sabemos que Jehová es un “Dios feliz”.

Pero pensemos en esto: ¿cómo logra seguir siendo feliz con todas las cosas malas que están ocurriendo?

Quizás se han hecho esa pregunta; yo también me la he hecho.

¿Cómo puede Jehová seguir siendo feliz si él ve todo el sufrimiento que hay?

Y la verdad es que Jehová ve todo el sufrimiento, ve todo lo que está pasando.

Yo me pongo triste, y seguro que ustedes también, al leer sobre lo que están viviendo nuestros hermanos en Venezuela y en Rusia o sobre todos los huracanes y terremotos que han ocurrido últimamente.

Y no solo vemos sufrir a nuestros hermanos, también vemos sufrir a otras personas.

Entonces nos preguntamos: “¿Cómo puede Jehová seguir siendo feliz cuando él sabe todo lo que está pasando?”.

Bueno, analicemos tres de las muchas razones por las que Jehová sigue siendo feliz aunque está al tanto de todo el sufrimiento.

Y veamos cómo eso puede ayudarnos a nosotros también.

En primer lugar, Jehová está trabajando mucho preparando el nuevo mundo para nosotros.

Creo que las palabras de Jeremías 29:11 expresan muy bien la clase de futuro que Jehová quiere que tengamos.

Jeremías 29:11 dice: “Porque sé muy bien lo que tengo en mente para ustedes —afirma Jehová—.

Quiero que tengan paz, no calamidad.

Quiero darles un futuro y una esperanza”.

Así que Jehová no está simplemente mirando las cosas malas que ocurren.

Está trabajando en la solución.

Junto con Jesús y los ángeles, Jehová está trabajando mucho para que el Reino gobierne la Tierra.

Claro, no vemos lo que ocurre en el cielo, pero imaginemos todos los preparativos que están haciendo los ángeles, nuestros hermanos ungidos resucitados y Jesús para el Armagedón y el nuevo mundo.

Si nosotros estamos haciendo tanto trabajo solo para preparar nuestra reunión anual y la dedicación de la sede mundial, ¿pueden imaginar todo el trabajo que se está haciendo en el cielo?

Por ejemplo, ¿cuánto se habrá escrito ya de los nuevos rollos?

¿Qué estarán preparando para que los que sobrevivan al Armagedón tengan alimento, agua limpia y lugares donde vivir?

Así que, aunque no podemos ver lo que pasa en el cielo, sabemos que Jehová está haciendo muchas cosas por nosotros, y por eso está feliz, porque está activo, trabajando para arreglar las cosas que nos hacen sufrir.

¿Qué lección aprendemos?

Que podemos seguir siendo felices a pesar del sufrimiento que hay a nuestro alrededor porque sabemos que Jehová y los ungidos resucitados están trabajando mucho preparando el nuevo mundo.

Una segunda razón por la que Jehová es feliz a pesar de todo lo que pasa es que puede consolarnos ahora mismo.

Eso lo hace feliz.

Después de haber dicho que está preparando nuestro futuro, Jehová añade algo en Jeremías 29:12.

Allí dice: “Ustedes me llamarán, acudirán a mí en oración, y yo los escucharé”.

Me encanta esta idea, porque Jehová ha dicho antes: “No te preocupes, yo me encargaré de preparar un futuro mejor para ti”.

Y agradecemos eso.

Cuando pasamos por dificultades, nos consuela que un buen amigo nos diga: “Recuerda que las cosas van a mejorar en el futuro; Jehová va a arreglarlo todo”.

Pero también nos consuela —como hace Jehová en el versículo 12— que nuestro amigo nos diga: “¿Qué puedo hacer por ti ahora mismo?”.

Igualmente, Jehová nos está diciendo ahora: “Acude a mí, hazme una oración”.

Jehová está ahí, listo para ayudarnos y consolarnos.

Para entender cómo se siente Jehová, pensemos en la manera en la que unos padres tratan a su hijo pequeño.

¿Han visto alguna vez cómo llora un niño de dos o tres años cuando se cae y se hace unos raspones muy feos en las rodillas?

El niño ve que le sale un líquido rojo y se asusta mucho.

De hecho, en su mente, puede que esté pensando: “Se acabó. Nunca saldré de esta.

Me voy a morir”.

Por supuesto, los padres ven las cosas de otra manera, ¿verdad?

Pero, a pesar de eso, consuelan a su hijo y lo ayudan a curar ese raspón.

Le dicen con cariño: “Tranquilo, vas a estar bien, no te vas a morir”.

¿Y por qué piensan así los padres?

Porque saben que en unas horas, como mucho en una semana, el niño se va a olvidar de esa herida.

Va a ser un recuerdo muy lejano.

Bueno, Jehová también sabe que pronto, en el nuevo mundo, olvidaremos cualquier cosa que nos esté pasando ahora, cualquier sufrimiento que tengamos.

Y además sabe que para él cualquier problema que tengamos ahora es tan fácil de solucionar como un raspón en la rodilla.

Él sabe que vamos a vivir para siempre, así que nos consuela y escucha nuestras oraciones sinceras.

Y, como un padre cariñoso, nos dice por medio de nuestros hermanos, la Biblia y el espíritu santo: “Vivirás para siempre”.

Así que ¿por qué está feliz Jehová?

Porque él puede consolarnos y ayudarnos ahora mismo.

¿Qué lección nos enseña esto?

Que nosotros podemos consolar y ayudar a otros.

Se podría decir que todos estamos juntos en un bote salvavidas y que nos ayudamos unos a otros para tratar de llegar a la orilla del nuevo mundo.

En tercer lugar, Jehová está esperando con paciencia el momento justo para actuar.

Está esperando pacientemente para que su soberanía quede vindicada por completo.

Me gusta muchísimo lo que dice “La Atalaya” de junio del 2017 en el artículo: “No perdamos de vista la cuestión de la soberanía”.

Allí dice: “No debemos centrarnos tanto en lo que nos ocurre a nosotros que perdamos de vista esta cuestión tan importante: la vindicación de la soberanía de Jehová.

Y recordemos que mostramos nuestro apoyo a la gobernación de Dios permaneciendo fieles incluso en las circunstancias más difíciles”.

¿Verdad que son unas palabras preciosas en las que meditar?

Jehová sabe que, como está siendo paciente ahora, pronto no tendrá que ver sufrir a sus siervos fieles nunca más.

La cuestión de la soberanía quedará resuelta por completo.

¿Verdad que admiramos la paciencia de Jehová?

O sea, Jehová está viendo todo lo que está pasando y tiene el suficiente autocontrol como para no actuar hasta el momento exacto.

Eso sí que es paciencia.

Nuestros hermanos y otras personas están viviendo muchas situaciones difíciles...

Por ejemplo, pensemos en una madre que ve a su hijo discapacitado tratando de hablar o caminar, o en un esposo que ve cómo su esposa enferma casi no puede respirar...

En esos momentos, haríamos lo que fuera por pulsar un gran botón rojo que diga: “Que empiece ya el nuevo mundo”.

Pero, cuando nos sintamos así, recordemos el texto de hoy: “Jehová hará que sus siervos conozcan su mano”.

¿Qué lección aprendemos?

Que debemos ser pacientes y no perder de vista lo más importante: la cuestión de la soberanía.

Bueno, repasemos los tres puntos.

¿Cómo podemos ver la mano de Jehová y seguir siendo felices a pesar de todo el sufrimiento que hay a nuestro alrededor?

Hemos visto que podemos ser felices porque sabemos que Jehová, Jesús y los ungidos que han resucitado están trabajando mucho haciendo preparativos para el nuevo mundo.

También somos felices porque podemos consolar y ayudar a otros.

Y podemos ser felices al ser pacientes si sabemos por qué estamos siendo pacientes.

No perdemos de vista la importante cuestión de la soberanía de Jehová.

Quizás no siempre logremos ver la mano de Jehová, pero podemos estar seguros de que, como dice el texto de hoy, la mano de Jehová está ahí, y él hará que sus siervos la conozcan.

Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Adoración matutina para el día de la Conmemoración del año 2025. Gage Fleegle: El perdón y la vida eterna son regalos de Jehová (Rom. 6:23)

Qué alegría poder darles la bienvenida a todos ustedes, por todo el mundo, a la adoración matutina …

Popular Posts

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

Imagina que vas a salir de viaje. Te han regalado los bolet…

JW Broadcasting: Marzo de 2025

JW Broadcasting: Marzo de 2025

Bienvenidos a JW Broadcasting®. ¡Qué alegría que estén con …

El deseo de su corazón

El deseo de su corazón

El rey David quería de todo corazón participar en la constr…

JW Broadcasting: Febrero de 2025

JW Broadcasting: Febrero de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Este mes hablaremos de una…

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

¡Bienvenidos, hermanos! ¿Han pensado en lo que vimos en la …

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Pues bien, ¿te parece que en ocasiones te faltan las dos co…

Mark Sanderson: Siempre tenemos presente su aguante

Mark Sanderson: Siempre tenemos presente su aguante

Quisiera hablarles brevemente sobre el tema: “Siempre tenem…

Ronald Curzan: Jehová nos ayuda a vencer gigantes (Mar. 1:11)

Ronald Curzan: Jehová nos ayuda a vencer gigantes (Mar. 1:11)

A veces nos dan una tarea o una responsabilidad, y sentimos…

Mark Noumair: Estemos preparados para la persecución (1 Ped. 4:4)

Mark Noumair: Estemos preparados para la persecución (1 Ped. 4:4)

En Mateo 5:11, Jesús dijo que se dirían todo tipo de cosas …

Robert Luccioni: Pensemos como piensa Dios, no como piensa el hombre (Mat. 16:23)

Robert Luccioni: Pensemos como piensa Dios, no como piensa el hombre (Mat. 16:23)

“No estás pensando como piensa Dios, sino como piensa el ho…