El texto de hoy habla de las bendiciones de Dios que disfrutarán los que vivan en la Tierra hecha un paraíso.
Ahora contestaremos dos preguntas: ¿cuáles son las bendiciones que Dios promete?
y ¿por qué podemos estar seguros de que las cumplirá?
Primero, ¿qué es lo que prometió Jehová?
Encontramos la respuesta en el texto que se cita al final del comentario de La Atalaya de hoy.
Este es un texto muy especial para nosotros.
Es Apocalipsis 21:4.
Allí dice: “Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor.
Las cosas anteriores han desaparecido”.
Cuando les leemos esta preciosa promesa a las personas que nos encontramos en la predicación, a menudo nos contestan: “Eso es demasiado bueno para ser cierto”.
Claro, cuando Jehová inspiró a Juan para que escribiera acerca de la vida en el Paraíso, nuestro Dios sabía que hoy en día usaríamos esas palabras en la obra de predicar.
Pero Jehová también sabía que muchos pensarían que esta promesa es difícil de creer.
Y eso nos lleva a la siguiente pregunta, ¿por qué podemos estar totalmente seguros de que todo esto se cumplirá?
Bueno, Jehová no solo nos dio una promesa; también nos dio las razones para que podamos confiar en ella.
Nosotros podemos utilizarlas para ayudar a las personas a creer en esta promesa.
¿Cuáles son estas razones?
Las encontramos en el mismo capítulo, en los versículos 5 y 6. Allí dice: “El que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas’.
También dijo: ‘Escribe estas palabras, porque son fieles y verdaderas’.
Y me dijo: ‘¡Ya se han hecho realidad!
Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin’”.
¿Por qué fortalecen estos versículos nuestra fe en las promesas de Dios?
Al comentar los versículos 5 y 6, el libro Apocalipsis dijo lo siguiente: “Es como si Jehová mismo estuviera firmando para la humanidad fiel una garantía, o un título de propiedad”.
Así que la promesa de Dios está en el versículo 4.
Y en el versículo 5 tenemos la firma de Jehová, por así decirlo, una garantía de que se cumplirá.
Ahora veamos con más detalle lo que dice el versículo 5.
Empieza con esta introducción: ¿Y por qué es especial esta frase?
Porque es una de las tres veces donde Jehová habla directamente en las visiones que registró el apóstol Juan en todo el libro de Apocalipsis.
El hecho de que quien da la garantía no sea un ángel poderoso ni Jesús una vez resucitado, sino el propio Jehová destaca que lo que dice a continuación es confiable.
¿Y por qué?
Pensemos en el siguiente ejemplo.
Cuando se tiene que dar un anuncio importante, ya sea en Betel o en la congregación, puede que se elija a un anciano muy respetado por la familia Betel o por la congregación para dar ese anuncio.
¿Por qué?
Porque la buena reputación del hermano que ha sido seleccionado le da todavía más credibilidad al anuncio que está presentando.
De manera parecida, la reputación de Jehová, que es el Dios “que no puede mentir”, garantiza que lo que leemos en el versículo 5 es totalmente confiable.
¿Cuál es la primera parte de esta garantía?
Jehová afirmó: Fíjense en que dice “Estoy haciendo”.
Como Jehová está hablando acerca del futuro, ¿por qué no dijo “Haré”?
Bueno, porque Jehová está tan seguro de que esa promesa se hará realidad que habla sobre las cosas que ocurrirán en el futuro como si de hecho ya estuvieran pasando.
Por eso dijo “Estoy haciendo”, y no dijo “Haré”.
Ahora fijémonos en la siguiente parte de la afirmación, “haciendo nuevas todas las cosas”.
En el capítulo 21 de Apocalipsis, la frase “haciendo nuevas todas las cosas” nos hace pensar en dos acciones de Jehová.
Podríamos decir que son: la primera, reemplazar, y la segunda, restaurar.
El versículo 1 habla de reemplazar: “El cielo anterior y la tierra anterior habían desaparecido”.
Aquí Jehová hará un barrido completo.
Dios reemplazará el cielo y la tierra actuales con “un nuevo cielo y una nueva tierra”, es decir, un nuevo gobierno y una nueva sociedad humana.
Sin embargo, en el versículo 5, al referirse al Paraíso, Jehová aquí no está hablando de reemplazar, sino de restaurar.
Un comentario bíblico menciona la idea de que Dios no dice que hará cosas nuevas, todo nuevo, sino que hará nuevas todas las cosas.
Así que Jehová hará que todas las cosas que existen queden nuevas al hacer que vuelvan a ser perfectas.
¿Cuál es la siguiente parte de la garantía?
Fijémonos en el final del versículo 5: Lo que Dios le manda hacer a Juan se resume en una palabra: “escribe”.
Jehová también le dijo la razón por la que tenía que escribirlas: “Porque son fieles y verdaderas”.
Así es, podemos estar seguros de que las palabras de Dios son exactas y confiables.
Y hoy en día estamos agradecidos de que Juan hiciera caso porque, gracias a eso, podemos leer y estudiar el libro de Apocalipsis.
Veamos la siguiente parte de la garantía.
Fijémonos en esta frase del versículo 6: Es una frase interesante.
Jehová le hablaba a Juan como si todas las cosas que le había mencionado en el versículo 4 ya hubieran ocurrido.
Y con razón, porque nada puede impedir que Jehová cumpla su propósito.
Esa misma idea también se menciona en la siguiente parte de esta garantía: Como ya dijimos antes, Jehová habló tres veces en las visiones que recibió Juan.
Encontramos esas ocasiones en Apocalipsis 1:8, 21:5 y 22:13.
Y es interesante que, en cada una de estas tres ocasiones, Jehová hace la siguiente afirmación: “Yo soy el Alfa y el Omega”.
Alfa es la primera letra del alfabeto —del alfabeto griego— y omega es la última.
¿Por qué se llama Jehová a sí mismo de esa manera?
Bueno, alfa comienza el alfabeto; y omega es la letra que lo termina.
De manera parecida, cuando Jehová empieza algo, lo lleva a cabo hasta que lo termina con éxito.
Por ejemplo, al principio, en el jardín de Edén, Jehová no dijo simplemente que llenaría la Tierra con seres humanos perfectos, sino que quería que los descendientes perfectos de Adán y Eva la llenaran y la convirtieran en un paraíso.
En aquel momento, fue como si Jehová dijera “Alfa”.
Además, como dice Génesis 2:3, al final del día de descanso de Dios, el propósito de Jehová para la Tierra y para la humanidad se hará realidad.
Para el final del Milenio, los descendientes perfectos de Adán y Eva vivirán en la Tierra hecha un paraíso tal como Jehová había dicho.
En ese momento, será como si Jehová dijera “Omega”.
Entonces, como conclusión, ¿qué les podemos decir a las personas que tengan dudas sobre si la promesa de un paraíso se cumplirá?
Podemos explicarles los tres aspectos de esta garantía.
El primero: que el propio Jehová hizo la promesa.
Él quiere cumplirla y tiene la sabiduría para lograrlo.
El segundo: que Jehová está tan seguro de que su promesa se cumplirá que habla de ella como si ya hubiera ocurrido.
Y el tercero: que, cuando Jehová comienza algo, lo lleva a cabo hasta terminarlo.
Y recordemos: cada vez que hablemos con alguien en la predicación sobre la garantía que Dios da, fortaleceremos nuestra propia confianza en las promesas de Jehová.
Por eso, si después de leerle a alguien la animadora promesa de Apocalipsis 21:4, la persona nos dice: “Eso es demasiado bueno para ser cierto”, ¿qué podríamos hacer?
Leer los versículos 5 y 6 y mostrar que Jehová garantiza que cumplirá su promesa poniendo su propia firma.
