En el discurso anterior vimos que es posible que las familias disfruten de paz.
Pero eso requiere esfuerzo.
Ahora veremos otra instrucción que nos ayudará a seguir en el camino a la paz: la buena comunicación.
Podemos tener paz cuando todos en la familia nos comunicamos de manera honesta, abierta y tranquila.
Pero ¿cómo es que la buena comunicación promueve la paz?
Cuando todos mantienen buena comunicación en la familia, pues se mantienen unidos.
Además, eso les permite darse cuenta de ciertos problemas y solucionarlos antes de que crezcan y les roben la paz.
Eso quizá le parezca obvio.
Pero ¿no es cierto que con el trabajo, la escuela, las reuniones, la predicación, el entretenimiento y, en fin, tantas cosas en la vida, se nos puede hacer difícil sacar tiempo para hablar y comunicarnos bien con la familia?
¿Le pasa eso a usted y a su familia?
En la siguiente escenificación fíjese en qué costumbres pueden impedir que haya una buena comunicación.
Hola, Steve.
Sí, siento haber llegado tarde a la reunión.
Tenía que haber estado a tiempo para ayudarte.
Nos entretuvimos.
¡Es muy tarde!
¡Vamos, chicos!
¡Ya estamos aquí!
¡Lo siento!
Sí, la familia bien.
Todos nos estamos adaptando.
¿Alguien ha visto mis llaves?
¿Hola?
Bueno, puede que estemos un poco desubicados, pero, ya sabes, todas las familias tienen sus cosas, ¿no?
¿Vas a salir con eso?
Ajá.
Y gracias por entenderlo.
Okey.
Cuídate.
Chao.
¿Se dieron cuenta de qué cosas impidieron que hubiera una buena comunicación?
Como pudieron ver en este caso, estaban tan ocupados con sus dispositivos que no sacaban tiempo para hablar.
Y sí que tenían cosas de que hablar, ¿verdad?
Por ejemplo, la puntualidad y la manera de vestir.
Pero no lo hicieron.
¿Y esas escenas en las que estaban pegados a sus dispositivos sin saber qué pasaba a su alrededor?
¡Qué graciosas!, ¿no?
Pero ¿se sintió identificado con ellas?
Esto nos recuerda que no debemos dejar que la tecnología nos quite el tiempo que deberíamos dedicarle a la familia.
Entonces ¿qué cosas podríamos hacer para mantener una buena comunicación?
Lo vamos a ver en el segundo principio bíblico de esta serie de discursos.
Acompáñenme a leer Efesios 5:15, 16.
Efesios 5:15, 16: “Así que tengan muchísimo cuidado de no comportarse como tontos, sino como sabios, aprovechando el tiempo de la mejor manera, porque los días son malos”.
Ahora veamos dos maneras en las que este principio nos puede ayudar.
Primero, nos enseña que debemos apartar tiempo para tener comunicación de calidad.
Y es que ¿sí vieron el versículo 16?
Dice que “hay que aprovechar el tiempo de la mejor manera”.
La nota de estudio dice que es literalmente comprar el tiempo, es decir, sacarlo de otras actividades.
¿Qué pueden hacer las familias para poner esto en práctica?
Bueno ¿y qué tal si sacan todos los días tiempo para conversar en familia, hacer de esto su rutina?
En esos espacios pueden dejar a un lado los dispositivos y la tecnología para así poder conversar más tranquilamente.
Puede ser en las tardes o tal vez a la hora de la comida.
Miren lo que dijo un hermano llamado Aaron: “Todos los días cenamos juntos.
Así podemos conversar y enterarnos de lo que pasa en nuestras vidas.
Mi esposa y yo hemos hecho todo lo posible por acompañar a nuestros hijos a la escuela y pasar por ellos.
Así podemos estar más tiempo con ellos.
Mi esposa y yo a menudo salimos a caminar y conversamos sobre lo que nos preocupa”.
¿Qué aprendemos de esto?
Pues que hay que aprovechar bien el tiempo.
Pero sin duda ellos tuvieron que sacar tiempo de otras actividades.
Habían hecho ya su rutina.
Y usted y su familia ¿están haciendo lo mismo?
¿Sacan tiempo para estar juntos y conversar todos los días?
Si no lo han hecho, empiecen ahora.
Ahora veamos la segunda manera en la que el principio de Efesios nos puede ayudar.
Y tiene que ver con la forma en como nosotros reaccionamos cuando surgen problemas, porque van a surgir.
Noten que en el versículo 15 del capítulo 5 dice que debemos comportarnos como sabios.
Sí, como sabios.
Necesitamos ser personas sabias para saber qué conviene que hagamos o qué no cuando surgen situaciones difíciles.
Entonces ¿qué hay que hacer cuando surgen problemas?
Bueno, la persona sabia sabe cuándo es un buen momento y cuándo no para hablar de un problema; sabe elegir el momento adecuado.
Por ejemplo, todos sabemos muy bien que, cuando alguien está enojado, no es el mejor momento para hablar del problema, ni mucho menos solucionarlo.
Un padre de familia dice: “A veces hay que esperar a que se calmen los ánimos, orarle a Jehová sobre el asunto, tal vez irse a dormir y, al día siguiente, hablar las cosas con más calma”.
Eso es de sabios.
Y también es de sabios saber escuchar.
En Santiago 1:19 leemos que debemos “ser rápidos para escuchar, pero lentos para hablar y lentos para la ira”.
Por eso podemos pedirle a Jehová en oración que nos ayude a escuchar con atención, a mantener la calma y a ser humildes.
Una hermana llamada Dawn dice: “Cuando surge un problema, lo primero que hago es pedirle a Jehová que nos ayude a todos a solucionarlo de manera tranquila.
Luego, los que tuvimos el problema hablamos en privado y nos esforzamos por entender el punto de vista del otro”.
Eso es ser sabio.
Además, una persona que es sabia y prudente piensa con cuidado lo que va a decir y cómo lo va a hacer.
Por ejemplo, en vez de señalar que un familiar tiene un problema, démosle la vuelta al asunto y veamos cómo podemos solucionarlo como equipo.
¿Podríamos asegurarles a nuestros familiares que los queremos de verdad y que queremos comprenderlos y entender su punto de vista?
De esta manera, no estaremos echándole la culpa a nadie, sino demostrando que queremos solucionar el problema.
Como vimos, estos principios bíblicos son muy útiles, pues nos ayudan a mejorar la comunicación.
¿Se acuerdan de los dos puntos?
El primero fue aprovechar el tiempo de la mejor manera y el segundo, comportarse como personas sabias.
Es verdad que siempre habrá campo para mejorar en la comunicación en la familia.
Pero el esfuerzo vale la pena, porque la buena comunicación es esencial para que haya paz en la familia.
Ahora sigamos viendo la escenificación y notemos lo útil que es desarrollar buenas costumbres que fomenten la comunicación.
No lo sé, ¿tú qué crees?
Todos tenemos que mejorar, incluida yo.
¿Por qué no lo comentamos con los chicos y lo hablamos abiertamente?
Me parece buena idea.
Okey, Irene y yo estuvimos hablando sobre… la comunicación en nuestra familia.
Queríamos hablar de teléfonos y esas cosas.
Esto no es por mí, ¿verdad?
—¡No puede ser! ¡Lo necesito!
—No, no, quizá deberíamos tener más cuidado… —¿Bromean? Lo dicen por ellas.
—Pero no nos los pueden quitar.
Yo no he hecho nada malo.
Yo tengo que usarlo.
—Un momento...
—Ustedes hacen lo mismo.
Es cierto.
Está bien, solo queremos hablar, ¿okey?
Sue, ¿puedes leer Efesios 5:15, 16, por favor?
“Tengan muchísimo cuidado de no comportarse como tontos, sino como sabios, aprovechando el tiempo de la mejor manera, porque los días son malos”.
Así que ¿creen que estamos siendo equilibrados con los teléfonos?
No decimos que estén haciendo algo incorrecto con ellos.
Eso es, pero ¿nos estarán quitando tiempo de otras cosas?
Cosas importantes, como hablar entre nosotros.
Incluso puede que estén afectando la manera en la que nos hablamos.
Sí, es buena idea ponernos límites.
Sí, okey.
Okey.
Muy bien, veamos cómo podemos hacerlo.
¡Hey!
Hola, Olivia.
Hola.
Está claro que todavía no sé cómo hablar con ella de la ropa.
—Ya.
—Ayúdame.
Yo me encargo.
Sé que te gustan, pero ¿crees que es una buena decisión?
¿Crees que este estilo es lo que Jehová llamaría “ropa apropiada”?
Seguro que decidirás lo correcto.
Okey, bien.
Javi, ¿tú puedes llevarnos?
Sí, claro.
Bueno, familia… creo que no todos vemos igual lo de ser puntuales, pero necesito su ayuda para llegar a tiempo y cumplir con mis responsabilidades.
¿Creen que podemos negociarlo?
—Okey. Sí, sí.
—Claro.
Gracias, ¡genial!
Esta serie de discursos está basada en cuatro pasajes bíblicos con principios que ayudan a la familia a vivir en paz.
El hermano Dellinger ya nos habló del primero: Romanos 12:10.
Y en este rato hemos hablado de Efesios 5:15, 16.
¿Y vieron cómo se pusieron en práctica estas palabras en la escenificación?
Ellos se dieron cuenta de que no estaban utilizando el tiempo de la mejor manera.
Y se comprometieron a cambiar.
Vieron la importancia de poner ciertos límites a fin de mejorar la comunicación en la familia.
También vimos cómo Irene y Max se comportaron de manera sabia.
¿Lo recuerda?
Buscaron el mejor momento para hablar con sus hijos sobre los problemas que tenía la familia, por ejemplo, el uso de los dispositivos electrónicos, la ropa y la puntualidad.
¿Y puede este texto bíblico ayudarlo a usted o ayudarme a mí a mejorar la comunicación?
¿Conviene que incluyamos este texto bíblico en la siguiente adoración en familia?
Por supuesto, toma tiempo aprender a comunicarse bien en la familia, pero hacerlo es lo mejor.
¿Por qué?
Porque, si se esfuerzan por comunicarse bien a diario, les será mucho más fácil arreglar las cosas cuando surjan problemas.
Entonces, a partir de ahora, hagan todo lo que puedan por mejorar la comunicación en su familia.
Si se comprometen y se esfuerzan, estarán siguiendo las indicaciones para ir por el camino que conduce a la paz.
Ahora el hermano David Splane, del Cuerpo Gobernante, presentará el siguiente discurso de esta serie: “Sigan la ruta que lleva a la paz en la familia: Trabajen en equipo”.