Hablando de los sucesos que tendrían lugar en el tiempo del fin, Jesucristo hizo la advertencia registrada en el texto de hoy.
Leamos el contexto de este versículo, Mateo 24:42-45.
Comienza diciendo: “Así que estén siempre vigilantes”.
¿Por qué?
“Porque no saben en qué día viene su Señor. […] Si el dueño de una casa supiera en qué momento de la noche va a venir el ladrón, se quedaría despierto y no permitiría que se metiera en su casa.
Por eso ustedes también estén preparados, porque el Hijo del Hombre viene a la hora en que menos se lo esperan”.
A la hora en que menos se lo esperan sus discípulos, porque se refiere a ellos.
Y luego añade: “¿Quién es en realidad el esclavo fiel y prudente a quien su amo puso a cargo de los sirvientes de la casa para darles su alimento al tiempo debido?”.
¿Y cómo es que nosotros nos mantenemos vigilantes?
Tal como indicó Jesús, quiere decir que cuando él venga a ejecutar el juicio divino tenemos que estar preparados, listos.
O sea, tenemos que comportarnos como es debido y tenemos que permanecer muy ocupados en la labor que nos asignó.
Y ¿cómo logramos eso?
Noten que el versículo 45 menciona al “esclavo fiel y prudente”, un esclavo que les daría a los sirvientes el “alimento al tiempo debido” para que pudieran estar preparados.
Por ejemplo, pensemos en algunas de las cosas que hemos aprendido recientemente gracias a la guía de ese “esclavo fiel y prudente”. La Atalaya del 15 de mayo del 2000 decía en la página 14, párrafo 27, lo siguiente, y cito: “A excepción de unos cuantos detalles, todas las profecías de Daniel se han cumplido”.
¿Y qué detalles quedan por cumplir?
Bueno, el párrafo 28 dice que “un estudio del capítulo 11 de Daniel muestra que el conflicto entre ‘el rey del norte’ y ‘el rey del sur’ ha alcanzado sus etapas finales”.
Eso nos ha ayudado a mantenernos vigilantes.
Y en el artículo “Jehová revela ‘las cosas que tienen que suceder dentro de poco’”, publicado en La Atalaya del 15 de junio de 2012, se nos dio más información.
Al explicar el significado de los dedos de la imagen del sueño de Nabucodonosor, que eran en parte fuertes y en parte frágiles, se nos explicó lo siguiente con respecto al “rey del sur”.
Dice: “Los ciudadanos corrientes han minado la capacidad de esta potencia para actuar con la fuerza del hierro.
Además, debido a las ideologías opuestas y a los escasos márgenes con que ganan las elecciones, ni siquiera los líderes más populares cuentan con una clara mayoría que les permita llevar a la práctica sus programas”.
Fin de la cita.
Eso fue en el año 2012.
Y nos ayudó a mantenernos vigilantes.
Más recientemente, en La Atalaya de estudio de mayo de 2020, se publicaron tres artículos que tenían que ver con la profecía de Daniel, capítulo 11.
¿Recuerdan algunos de los puntos principales de esa revista?
Había varios, pero hablemos de dos.
Primero, antes entendíamos que “el rey del norte” —o la Unión Soviética— había entrado en lo que Daniel 11:41 llama “la Tierra Hermosa” durante la Guerra Fría al perseguir a los testigos de Jehová, aunque nunca pudo detener la obra.
Pero La Atalaya de mayo de 2020 nos ha aclarado el cumplimiento de esa profecía al explicarnos que ese rey ha entrado en repetidas ocasiones a “la Tierra Hermosa” durante los últimos días.
Y lo ha hecho al prohibir nuestras publicaciones, las reuniones, la predicación, al confiscar nuestras propiedades y al perseguir y matar a nuestros hermanos.
Esa aclaración nos ha permitido mantenernos vigilantes y seguir adelante a pesar de la persecución.
Un segundo punto que se mencionó en aquella revista es que en Daniel 11:44, 45 dice que “el rey del norte” se inquietará debido a “informes desde el este y desde el norte”.
Y el tercer artículo de estudio relacionó esa profecía con el “granizo” que, según Apocalipsis 16:21, cae sobre los enemigos de Dios.
“El esclavo fiel y prudente” había dicho que ese granizo quizá represente un mensaje de condena que proclamarán los siervos de Jehová.
Pero este artículo de estudio va un poco más allá.
En la página 15 se explica que es posible que este mensaje, comparable a una tormenta de granizo, sea precisamente lo que impulse a Gog de Magog —o a la coalición de naciones— a atacar al pueblo de Dios.
Bueno, todo este alimento espiritual es lo que nos ha ayudado a estar preparados, a comportarnos como es debido y a mantenernos ocupados en la labor que nos ha asignado Jesucristo para estos últimos días.
Y en las reuniones, en las publicaciones, se nos enseña a comparar la situación mundial con lo que la Biblia dice que sucedería antes del fin.
¿Y qué vemos?
Que los sucesos, las actitudes, la situación política, nuestra propia situación y lo que estamos haciendo corresponde perfectamente con lo que la Biblia dijo que sucedería justo antes del fin.
Aun así, puede que alguien diga: “¿Podría ser que esa expresión de Jesús en Mateo 24:3, ‘la conclusión del sistema’, se refiera a un momento más adelante en el futuro en el que la situación de este mundo esté todavía peor?”.
Pues en el número del 15 de agosto de 2015 de la revista La Atalaya se planteó esa misma pregunta.
¿Y cómo se respondió esa pregunta?
Bueno, se respondió con otra pregunta: “¿Cuánto tiene que empeorar la situación para que llegue ‘la gran tribulación’? […] ¿Cree usted que todos los países tienen que estar en guerra, que todas las personas tienen que pasar hambre o que en todas las familias tiene que haber alguien enfermo?
Si eso fuera así, todo el mundo se vería obligado a reconocer que las profecías de la Biblia se están cumpliendo […].
Sin embargo, Jesús dijo que la mayoría de la gente no haría caso a la señal de su presencia y que seguiría con su vida como si nada hasta que fuera demasiado tarde” (Mateo 24:37-39).
Entonces, el cumplimiento de las profecías no puede ser tan obvio que nos veamos obligados a estar preparados, sino que tiene que dar la oportunidad a las personas de reconocer la señal o ignorarla.
Esa explicación también nos ayuda a permanecer vigilantes.
“Pero, hermano, llevo mucho tiempo esperando y ni tan siquiera he proclamado el mensaje de condena predicho.
Y, si muero antes del fin del sistema, ¿de qué me habrá servido todo?”.
De nuevo, ¿qué nos ha enseñado “el esclavo fiel y prudente”?
¿Notaron este punto publicado en la página 15 de la edición para el público número 2 del año 2020 de La Atalaya?
Allí decía: “Los primeros discípulos de Jesús […] no llegaron a ver el fin del sufrimiento.
Pero sí encontraron un verdadero refugio.
¿Cómo […]?
[Primero] obedecer las normas justas de Dios los protegió de los problemas que sufrían quienes no escuchaban a Jehová.
[Segundo] la gran fe que tenían en que el Reino vendría los ayudó a enfrentarse incluso a los peores problemas de la vida.
Y [tercero] Dios les dio ‘el poder que va más allá de lo normal’ para que pudieran aguantar” dificultades y lograr cosas maravillosas.
Y podemos añadir que, debido a que estos primeros discípulos aguantaron fielmente, hoy están recibiendo innumerables bendiciones.
Y todos los que imiten su fe también las recibirán.
Poderosas razones para seguir aguantando, aunque no sepamos exactamente cuándo vendrá el Señor.
Gracias a Jehová, estamos recibiendo valioso alimento espiritual, alimento que nos ayuda a siempre permanecer vigilantes.
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