Saludos, queridos hermanos.
Bienvenidos a este programa especial de JW Broadcasting®, desde la central mundial de los testigos de Jehová.
En los programas de este mes y del siguiente, veremos el contenido de la asamblea regional del 2021.
El Cuerpo Gobernante y todos los hermanos que trabajamos aquí, en la central mundial, les damos una cordial bienvenida a esta asamblea.
El título de la asamblea de este año es “Poderosos gracias a la fe”.
El texto temático de hoy es Lucas 17:5: “Danos más fe”.
Comenzaremos esta primera sesión con un video musical.
Mientras ven el video, fíjense en cómo demuestra fe el pueblo de Jehová sirviéndole de todo corazón y en cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a tener fe.
Espero que les guste mucho.
Estamos encantados de que pueda acompañarnos a esta sesión de la asamblea “Poderosos gracias a la fe”, de los testigos de Jehová.
Cantemos juntos la canción 5, titulada Las maravillosas obras de Dios.
¿Qué es la fe y por qué es tan importante que tengamos fe?
El hermano Mark Sanderson, miembro del Cuerpo Gobernante, responderá estas preguntas en el discurso “¿Cuánto poder tiene la fe?”.
Queridos hermanos, ¡bienvenidos a la asamblea regional del 2021 de los testigos de Jehová, “Poderosos gracias a la fe”!
Me gustaría comenzar transmitiéndoles a todos el cariño y los saludos del Cuerpo Gobernante y de la familia Betel de Estados Unidos.
Y no lo olviden: seguimos orando por todos ustedes.
Poderosos gracias a la fe.
¡Qué título tan positivo y tan animador para esta asamblea!
¿Qué vamos a aprender?
En esta asamblea, responderemos tres preguntas importantes.
La primera, ¿qué es la fe?
La segunda, ¿qué podemos hacer gracias a la fe?
Y, la tercera, ¿cómo podemos tener una fe fuerte?
Y, ahora, ya que esta es la introducción a nuestra asamblea, vamos a hablar un rato sobre cada una de estas tres preguntas.
Así que empecemos con la primera: ¿qué es la fe?
Hermanos, todos nosotros sabemos que la fe es algo que tenemos gracias al espíritu santo de Dios.
De hecho, el capítulo 5 de Gálatas dice que la fe forma parte del fruto del espíritu santo.
Si tenemos el espíritu de Dios, tendremos fe.
Pero ¿qué es exactamente la fe?
Vayamos a la Biblia.
Veamos la definición que da la Biblia en Hebreos 11:1.
¿Lo leen conmigo?
Hebreos 11:1 dice: “La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera, la prueba convincente de que existen realidades que no se ven”.
¿Se fijaron en que la definición de la fe tiene dos partes?
¿Cuál es la primera?
Bueno, primero dice: “La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera”.
¿Y qué quiere decir eso?
Bueno, la fe es la seguridad de que vamos a tener la cosas que esperamos.
Vamos a poner un ejemplo.
Todos estamos convencidos cuando nos vamos a dormir de que el sol saldrá al día siguiente.
Es la misma convicción que tiene un agricultor cuando siembra unas semillas, sabe que germinarán y que crecerán.
La fe hace que veamos las cosas que Jehová ha prometido darnos tan reales que es como si ya las tuviéramos.
En otras palabras, la persona que tiene fe está totalmente segura de que todo lo que Jehová dice es verdad y que todas las promesas que Jehová ha hecho se van a cumplir sin falta.
Veamos la segunda parte de la definición.
La fe es “la prueba convincente de que existen realidades que no se ven”.
¿Qué quiere decir eso?
Para explicar esto, pensemos en algo sencillo, como este teléfono.
Si usted tiene un teléfono como este y tiene servicio de telefonía, yo podría llamarle ahora mismo sin importar donde viva.
Pero este teléfono no está conectado a ningún cable.
¿Cómo es posible que funcione?
Bueno, sabemos que esta tecnología usa ondas de radio.
Claro, no podemos ver las ondas de radio, pero, cada vez que hacemos una llamada con nuestro teléfono, vemos la prueba, “la prueba convincente”, de que las ondas de radio existen, aunque nosotros no podamos verlas.
¿Cuál es el punto?
Que tener fe de verdad significa creer en algo que está demostrado con pruebas sólidas, aunque se trate de algo invisible.
Eso significa que la fe de la que habla la Biblia no es una fe ciega, no es irracional, no es credulidad o ingenuidad.
No es creerse algo porque sí, sin tener pruebas que lo demuestren.
La verdadera fe se consigue al estudiar profundamente la valiosa Palabra de Dios, la Biblia.
El conocimiento exacto que obtenemos de la Biblia nos ayuda a desarrollar fe.
Es ahí, en la Biblia, donde aprendemos de Dios, donde aprendemos sobre su nombre, donde aprendemos sobre sus promesas, las que ya se han cumplido y las maravillosas y emocionantes promesas que se cumplirán en el futuro.
Pero hay algo más que nos puede ayudar a desarrollar fe.
¿Qué es?
Pues la creación.
Cuando contemplamos un cielo estrellado y vemos lo bien organizado que está el universo, ¿cómo nos sentimos?
O cuando vemos la complejidad del cerebro humano o la complejidad de nuestros ojos...
nos hace llegar a la conclusión de que debe haber un Diseñador.
Hay pruebas convincentes de que hay un Creador inteligente.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante que usted y yo desarrollemos fe y la fortalezcamos?
La Biblia también contesta esa pregunta.
¿Me acompañan a Hebreos 11:6?
Hebreos 11:6 dice: “Además, sin fe es imposible —interesante, ¿verdad?, es imposible— agradarle a Dios, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan con empeño”.
¿Vieron el punto?
“Sin fe es imposible agradarle a Dios”.
Así que la fe es esencial si queremos agradarle a Dios y que nos bendiga.
Bueno, ya hemos hablado un poco de lo que es la fe, ahora veamos dos cosas que la fe no es.
La fe no es simplemente creer que Dios existe, porque la Biblia dice que hasta los demonios creen en Dios, pero se estremecen.
Implica conocer a Jehová, confiar en él, tener una amistad inquebrantable con él, que sea tan real para nosotros que sintamos su amor y tengamos la seguridad de que está contento con nosotros.
Hay otra cosa que la fe no es.
No es simplemente esperar que pase algo.
En la Biblia encontramos el ejemplo de Abrahán.
Él tenía pruebas convincentes de que sucedería lo que esperaba, tenía pruebas de que Dios era real.
Pero ¿qué efecto tuvo eso en Abrahán?
¿Cuál fue el resultado?
Vamos a leer juntos un texto muy importante.
Romanos 4:20.
Romanos 4:20 dice: “Pero, a causa de la promesa de Dios —y estamos hablando de Abrahán—, no dudó por falta de fe.
Más bien —¿qué fue lo que hizo?—, se hizo poderoso por su fe, de modo que le dio gloria a Dios”.
¿Vieron? Abrahán recibió ánimo, recibió fuerzas, recibió poder.
Se hizo poderoso gracias a la fe.
¡Qué bueno que se haya elegido Romanos 4:20 como texto temático para la asamblea regional de este año!
En unos minutos hablaremos del poder de la fe.
Pero, antes, tenemos algo especial.
Por favor, presten atención a este mensaje de nuestro querido hermano Geoffrey Jackson, del Cuerpo Gobernante.
Él nos explicará lo importante que es la fe para los cristianos de hoy.
Bienvenidos a la asamblea “Poderosos gracias a la fe” de los testigos de Jehová.
No se arrepentirán de los esfuerzos que hayan hecho por asistir a esta asamblea los tres días.
El título “Poderosos gracias a la fe” está basado en las palabras del apóstol Pablo en Romanos 4:20.
¿Por qué escogió el Cuerpo Gobernante la fe como tema para la asamblea de este año?
Porque necesitamos una fe fuerte para hacer frente a las pruebas que se nos presentan ahora y las que vendrán en el futuro.
En Mateo 17:20, Jesús les aseguró a sus discípulos: Gracias a la fe, podemos hacer cosas que jamás hubiéramos imaginado que podíamos hacer.
Para los cristianos, la fe es esencial.
De hecho, Dios dice que debemos tener fe.
En 1 Juan 3:23 leemos: Y en Hebreos 11:6 dice: Está claro, para recibir la bendición de Jehová y obtener la vida eterna, tenemos que adquirir fe y, además, mantenerla.
En Romanos 1:17, citando del profeta Habacuc, Pablo escribió: Con estas palabras, Pablo enfatizó que Jehová recompensará a los que muestren verdadera fe.
Si tenemos fe en el rescate de Jesús, Jehová perdona nuestros pecados y nos ve como personas justas incluso ahora.
Y, durante el Armagedón, Jehová protegerá a su pueblo y le dará la oportunidad de vivir para siempre en el Paraíso.
Eso es lo que les deseamos a todos ustedes.
La mayoría de nosotros ya tenemos una fe fuerte, y, como escribió el apóstol Pablo en 2 Corintios 1:24, Hay informes de todo el mundo que demuestran que ustedes tienen una fe auténtica y que por su fe Jehová los está utilizando para lograr muchas cosas.
Nos sentimos como el apóstol Pablo cuando dijo en Colosenses 1:3, 4: Pero la presión constante de Satanás y sus demonios, este sistema y nuestras imperfecciones pueden debilitar y socavar nuestra fe.
El propósito de esta asamblea es fortalecer la fe.
Aprenderemos cómo cultivar verdadera fe, cómo demostrarla en nuestra vida diaria y cómo mantenerla en los momentos difíciles.
Por favor, preste cuidadosa atención durante todo el programa.
Cuando se cite un texto, léalo en su Biblia.
¡Y que la Palabra de Dios les dé fuerzas para ser hombres, mujeres y niños de fe!
Muchas gracias, hermano Jackson.
Ahora volvamos al tema del que estábamos hablando, ¿cuál es el poder de la fe?
Vamos a empezar buscando en la Biblia Mateo 17:19, 20.
Mateo 17:19, 20: “Los discípulos [...] se acercaron en privado a Jesús y le preguntaron: ‘¿Por qué no pudimos expulsarlo nosotros?’.
Él les respondió: ‘Por la poca fe que tienen.
Les aseguro que, si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña “Muévete para allá”, y se moverá; nada les será imposible’ ”.
Jesús dijo que la fe es poderosa.
Les dijo a sus discípulos que nada les sería imposible.
Tal como Pedro pudo salir de la barca y caminar sobre el agua gracias a la fe, la fe hace posible que hagamos cosas que desde un punto de vista humano podrían parecer completamente imposibles.
Analicemos seis de esas cosas.
Ahí va la primera: gracias a la fe podemos tener el enorme privilegio de andar con nuestro maravilloso Dios, Jehová.
¿Y eso qué significa?
Bueno, la Biblia dice que hombres de fe, como Noé, “andaban con el Dios verdadero”.
Pero ¿a qué se refiere cuando dice eso?
Bueno, Noé seguía los mandamientos y las instrucciones de Jehová con tanto cuidado...
Noé amaba a Jehová tanto que era como si Noé y Jehová caminaran juntos por la calle como lo hacen dos amigos íntimos.
Eso es algo que Noé pudo hacer por su fe.
Queridos hermanos, aquí viene un pensamiento maravilloso: ese fue el caso de Noé, pero también es su caso, y es el mío también.
Nosotros también podemos hacer lo que parece imposible, ser capaces de andar con nuestro Padre celestial todos los días.
Ese es el poder de la fe.
Veamos la segunda: la fe nos motiva a obedecer los mandatos de Dios sin dudarlo.
Abrahán fue un buen ejemplo de esto.
La Biblia lo llama “el padre de todos los que tienen fe”.
Pero ¿qué ejemplo nos puso Abrahán?
Bueno, él no dudó en obedecer a Jehová incluso cuando Jehová le pedía cosas muy difíciles, como dejar Ur y ofrecer a su único hijo en sacrificio.
Abrahán estuvo dispuesto a obedecer porque tenía fe.
Piénsenlo hermanos.
Piensen en lo que esto hace posible hoy día.
Personas que eran adictas a las drogas, al tabaco, al alcohol, al juego, a la pornografía; personas que llevaban estilos de vida inmorales de todo tipo; gente que decía que nunca dejaría esos hábitos, que nunca serían capaces de cambiar su vida...
Pero ¿qué pasó?
Desarrollaron fe, y gracias a esa fe y a su deseo de agradar a Jehová lograron liberarse de todas esas cosas.
Hemos visto a personas como esas.
Usted las ha visto.
Yo las he visto.
Lo sabemos, personas como esas han podido vencer todas esas cosas gracias a la fe.
Puede que usted sea una de ellas.
Queridos hermanos, ese es el auténtico poder de la fe.
No es simple teoría, no es algo imaginario, es algo real.
La gente experimenta ese poder en su propia vida.
Veamos la tercera: la fe en el cumplimiento de las promesas de Jehová nos motiva a predicar las buenas noticias del Reino.
Vamos a leer lo que dice la Biblia sobre esto en 2 Corintios 4:13.
Aquí dice: “Ahora bien, tenemos el mismo espíritu de fe del cual se escribió: ‘Tuve fe y por eso hablé’. [...] Nosotros también tenemos fe y por eso hablamos”.
¿Qué significa esto?
Sin fe, si no demostráramos fe en las promesas de Dios, no seríamos capaces de predicar las buenas noticias.
De hecho, es posible que cuando usted empezara a estudiar la Biblia con los Testigos dijera algo como esto: “Yo no voy a salir a predicar.
No me verán a mí yendo por la calle tocando puertas”.
Pero ¿qué pasó?
Que empezó a tener fe.
Y ahora sí quería hablar con otros de lo que aprendía, ahora sí quería hablar de las cosas maravillosas que estaba aprendiendo sobre Jehová.
La fe nos ayuda a vencer nuestros miedos.
Nos ayuda a vencer la timidez.
Nos ayuda a afrontar la indiferencia de la gente.
Nos ayuda a afrontar la oposición y la persecución de los gobiernos.
Hitler, Stalin, la Unión Soviética, e incluso Rusia hoy día, todos ellos han dicho que aplastarían a los testigos de Jehová y que pondrían fin a la predicación.
Pero ¿qué ha pasado?
Nuestros queridos hermanos siguieron predicando a pesar de toda la oposición que tuvieron.
Y, hoy en día, los hermanos que viven en circunstancias parecidas también siguen predicando.
Y no se van a rendir.
¿Por qué?
¿Qué les ayuda a seguir adelante?
Es el poder de la fe.
La fe los motiva a actuar y a seguir predicando, independientemente de las circunstancias.
Hablemos del cuarto punto: la fe nos motiva a hacer cosas por las que Jehová puede bendecirnos.
Piense en lo siguiente: algunas personas que vieron y escucharon lo que Jesús enseñó e hizo pusieron su fe en él.
Creyeron que Jesús era capaz de curarlos y, como resultado, recibieron bendiciones. ¿En qué sentido?
En algunos casos, ¿qué les dijo Jesús a las personas a las que curó?
Les dijo: “Tu fe te ha curado”.
En otras palabras, si esas personas no hubieran tenido fe en Jesús, no habrían acudido a él, y él tampoco habría podido hacer por ellas lo que hizo.
¿Cuál es el punto?
Hoy día, no podemos esperar que, por tener fe, Jesús nos cure físicamente.
Pero muchos de nosotros tomamos decisiones importantes e hicimos grandes cambios en nuestra vida para poder ser discípulos de Cristo.
Puede que dejáramos una carrera prometedora o renunciáramos a la fama o a tener estudios universitarios o a cualquier otra cosa.
Pero ¿qué es lo que Jesús prometió darnos a los que tomamos esas decisiones por nuestra fe?
Veamos lo que dijo Jesús en Marcos 10:29: “No hay nadie que haya dejado hogar, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mí y por las buenas noticias que no reciba ahora, en este tiempo, 100 veces más —casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, aunque con persecuciones— y, en el sistema que viene, vida eterna”.
¿Cuál es el punto?
Pues que con esas decisiones puede que hayamos renunciado a muchas cosas en este mundo, pero, por tener fe en Jesucristo, hemos recibido muchísimas bendiciones.
Como dijo Jesús, “100 veces más” de lo que dejamos atrás.
Ese es el poder de la fe.
Veamos la número cinco: la fe nos ayuda a vencer en nuestra lucha contra el Diablo y sus demonios.
¿Y cómo lo hace?
Leamos juntos Efesios 6:16.
Efesios 6:16.
Dice: “Además de todo esto, agarren el escudo grande de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno”.
Muy bien, ¿cuál es el punto?
¿Se dieron cuenta de que aquí en Efesios 6 la fe se compara a un gran escudo?
Tal como un escudo grande cubre la mayor parte del cuerpo, la fe en Jehová y en sus promesas para el futuro puede protegernos...
¿de qué, según lo que dice el texto?
De “todas las flechas encendidas del Maligno”.
Estaremos completamente protegidos.
¿Qué significa eso?
Que la fe nos da poder.
Nos da las fuerzas para levantarnos y apagar la televisión, nos da las fuerzas para salirnos de la sala de cine, nos da las fuerzas para desconectar la computadora si es necesario..., para rechazar las tentaciones y los malos pensamientos que podrían llevarnos a hacer cosas que desagradan a Jehová.
No nos sorprende que en 1 Tesalonicenses 5:8 se compare la fe a una coraza que puede proteger nuestro corazón figurado de las tentaciones y del poder del pecado.
Ese es el poder de la fe.
Vayamos ahora al sexto punto: si tenemos fe, podemos estar seguros de que Jehová escuchará y contestará nuestras oraciones si están de acuerdo con su voluntad.
Eso es lo que dijo Jesús.
¿Lo leen conmigo?
Está en Marcos 11:24.
Jesús dijo: “Por eso les digo: todas las cosas que pidan en sus oraciones, pídanlas con fe y denlas por recibidas, y las tendrán”.
Y así es.
Hermanos, qué bueno es saber que, cuando le pedimos algo a Jehová, él nos oye, nos escucha, especialmente en estos tiempos, en medio de esta pandemia, ahora que tenemos tantas preocupaciones.
¡Qué alivio es saber que Jehová nos está escuchando, que responderá nuestras oraciones y nos dará exactamente lo que necesitemos!
Así que, después de haber analizado estas seis cosas, ¿verdad que están de acuerdo conmigo en que la fe es poderosa?
La fe tiene el poder de hacer que cosas que parecen imposibles para los hombres lleguen a ser realidad para los que tienen fe en Jehová.
Cuánto agradecemos que Jehová nos esté ayudando a desarrollar esta maravillosa cualidad, que se basa en pruebas sólidas, en conocimiento exacto, y que tenemos gracias al espíritu santo.
Y esto nos lleva a la tercera pregunta: ¿cómo podemos tener una fe fuerte?
Y siendo más específicos: ¿cómo nos ayudará esta asamblea a fortalecer nuestra fe?
El programa de esta asamblea incluye discursos, series de discursos, entrevistas y las dos partes de la representación dramática.
¡Van a disfrutar muchísimo!
En los próximos minutos, ¿qué tal si abre su programa, quizás en un dispositivo como el que tengo yo aquí, y echamos un vistazo a los aspectos más destacados de esta asamblea?
Si se fijan en el primer día, verán que el texto temático es Lucas 17:5: “Danos más fe”.
¿Le gustaría fortalecer su amistad con Jehová?
Preste atención a la lectura bíblica dramatizada.
En esta lectura veremos cómo la fe motivó a Noé a obedecer a Jehová, aunque las cosas que Jehová le pidió eran muy muy difíciles.
Escuchen con atención esta lectura.
La sesión de la tarde.
¿Es usted amante de la naturaleza?
Pues la segunda serie de discursos del programa, “Observar la creación fortalece la fe”, nos mostrará cómo el amor de Dios, su sabiduría y su poder se reflejan en todas las cosas preciosas que creó.
Y también nos mostrará que Jehová no solo tiene el poder, sino también el deseo de cumplir sus promesas para el futuro.
Y una pregunta: ¿cree que tiene una fe fuerte?
Pues no se pierda el último discurso de la tarde del viernes.
Ese discurso se titula “Sigan examinándose para saber si están firmes en la fe”.
Nos ayudará a examinar nuestra propia fe y ver lo fuerte que es.
Vamos al segundo día.
Ahí vemos que el texto temático es Judas 3: “Luchen con todas sus fuerzas por la fe”.
¿Ya está usando el nuevo manual de estudio Disfrute de la vida?
Prestemos mucha atención al discurso “Edifique la fe de otros con el libro Disfrute de la vida”.
Vamos a aprender a utilizar esta nueva publicación para llegar al corazón del estudiante y también para ayudarlo a desarrollar fe.
En la organización de Jehová hay muchos hermanos y hermanas casados con no creyentes, hay otros que solo cuentan con uno de sus padres y también hay muchos que están solteros.
La serie de discursos titulada “Luchan con éxito por la fe” nos enseñará lo que podemos aprender de esos cristianos fieles.
Les gustará.
Vayamos a la sesión de la tarde.
Aunque ahora la mayoría no podemos viajar, tendremos la oportunidad de hacer un recorrido por todo el mundo.
El video Cómo demuestran fe nuestros hermanos nos llevará por todo el mundo y nos enseñará la fe tan grande que tienen los hermanos de distintas partes del planeta.
Y, después, estoy seguro de que les encantará ver la primera parte de la historia bíblica Daniel, un hombre de fe. Creo que no me equivoco si les digo que esta es con mucho la mejor producción audiovisual que hemos hecho.
Les fascinará.
El último discurso del día trata de un asunto serio, hace un contraste entre las cosas que destruyen la fe y las que la edifican.
Y veremos cómo podemos fortalecer nuestra confianza en la Palabra de Dios y también en su organización.
Y llegamos al tercer día.
El texto temático es Mateo 21:21: “Si tienen fe [...] pasará”.
Analizaremos lo que podemos aprender de mujeres que han sido fieles a Dios.
Se trata de una serie de ocho discursos.
Veremos cómo cada una de estas mujeres demostró fe y qué podemos hacer nosotros para imitarlas.
Luego, por la tarde, veremos el impresionante final de la historia bíblica Daniel, un hombre de fe. Y, aunque no nos gustaría que acabara, la asamblea terminará, y lo hará con el emocionante discurso “Podemos ser poderosos gracias a la fe”.
Hermanos, ¿les gustaría ver un pequeño aperitivo del gran banquete que nos espera?
Aquí lo tienen.
Por el tono de voz de la doctora, sabía que no iba a darme buenas noticias.
La verdad es que no esperaba que mi salud hubiera empeorado tan rápido.
Si necesito un arma para proteger a mi familia, ¿no lo entenderá Jehová?
Sabía que a mi madre le encantaban las navidades.
Pero había aprendido lo que piensa Jehová.
Fue como si me quitaran una venda de los ojos.
En ese momento, empecé a conocer a Jehová.
En los peores momentos, las palabras de Jehová me consolaban.
Sabía que eso fortalecería mi fe.
“Confía en Jehová y haz el bien”.
¿No se les abrió el apetito al ver este avance de la asamblea?
Solo un detalle: algunos videos de esta asamblea presentan hechos reales, pero otros son solo escenificaciones, ¿qué significa eso?
Bueno, estas escenificaciones no son de personas ni sucesos reales, sino que representan situaciones que nos ayudan a entender la verdad.
Jehová ama y valora a los hombres y a las mujeres de fe, hombres y mujeres como ustedes.
Él está deseando premiar a los que son así con una maravillosa recompensa.
¿Quieren ver cuál es?
Está en Juan 6:40.
Juan 6:40. Dice: “Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que reconozca al Hijo y demuestre fe en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”.
Todos los que demuestren fe pueden estar seguros de que recibirán esa recompensa.
En Juan 3:36 Jesús dijo: “El que demuestra fe en el Hijo tiene [tiene] vida eterna”.
Así que, queridos hermanos, vamos a tener una asamblea espectacular.
Por favor, tomen buenas notas a lo largo del programa.
Y no se olviden de meditar en la información que se presente, para que puedan desarrollar, conservar y fortalecer su fe.
Si lo hacen, ustedes también serán poderosos gracias a la fe y recibirán la maravillosa recompensa de la vida eterna.
Gracias, hermano Sanderson, por sentar las bases para las siguientes partes del programa.
Estamos seguros de que cada sesión nos ayudará a fortalecer la fe.
La fe auténtica se basa en pruebas.
En la primera serie de discursos, examinaremos las pruebas en las que se basa nuestra fe.
El hermano David Schafer, ayudante del Comité de Enseñanza del Cuerpo Gobernante, empezará con el discurso “Por qué tenemos fe en... la existencia de Dios”.
Cada orador presentará al siguiente.
El hecho de que creamos en algo, ¿significa que existe?
Y el hecho de que no creamos en algo, ¿significa que no existe?
No. La verdad se basa en pruebas.
Pero ¿qué tipo de pruebas nos convencen de que algo existe?
Creemos en muchas cosas que no vemos: el aire, el viento, los átomos, la gravedad, el tiempo...
También creemos en cosas que no podemos oír: galaxias, microorganismos, silbatos para perros...
Y creemos en cosas que no podemos sentir, como nuestro cerebro o la rotación de la Tierra.
Pero ¿por qué?
¿Por qué sabemos que existen?
Por los efectos, efectos que podemos ver, oír, sentir y medir.
Y por el testimonio de los que conocen los hechos.
Pruebas. La fe se basa en pruebas.
Hoy día, muchas personas no creen que Dios exista.
Su falta de fe puede afectarnos.
De hecho, nuestra fe está bajo ataque.
Esta serie de discursos nos recordará por qué tenemos fe y nos ayudará a fortalecerla.
Veremos por qué tenemos fe en la existencia de Dios, en su Palabra, en sus normas morales y en su amor.
Primero, ¿por qué es importante tener fe en que Dios existe?
Vamos a buscar Efesios 2.
Y fíjense en cómo describe el apóstol Pablo a los cristianos de Éfeso antes de que conocieran al Dios verdadero.
Efesios 2:1 dice: “Además, Dios les dio vida a ustedes, aunque estaban muertos debido a las ofensas y pecados”.
En el versículo 12 continúa: “En aquel tiempo estaban sin Cristo, separados del estado de Israel, ajenos a los pactos de la promesa.
No tenían esperanza y estaban sin Dios en el mundo”.
Lo mismo pasaba con nosotros.
Pero la fe en la existencia de un Creador le ha dado sentido a nuestra vida.
Y ahora sabemos las respuestas a preguntas como ¿por qué existe el universo?
¿Qué pasará en el futuro?
Es cierto que hay personas que evitan esas preguntas porque piensan que las respuestas son inalcanzables.
Incluso algunos aseguran que no hay propósito, que la vida no tiene un objetivo definido.
Pero ¿adónde los lleva eso?
A no tener una guía confiable.
En cambio, veamos lo que el Salmo 111:10 dice sobre los resultados de tener fe.
Salmo 111:10 dice: “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría.
Todos los que obedecen sus órdenes demuestran ser muy perspicaces.
Su alabanza dura para siempre”.
Para pensar con claridad y tomar buenas decisiones en la vida, primero tenemos que sentir por el Creador admiración y profundo respeto.
Y, como indica el siguiente versículo, eso nos hace personas más felices.
Por eso tenemos que proteger nuestra fe, porque es la base de nuestra amistad con Dios, la base de nuestra esperanza, la base de nuestro futuro.
Así que vamos a recordar por qué podemos tener fe en la existencia de Dios.
Volvamos al capítulo de la Biblia que define la fe, Hebreos 11.
Hebreos 11:1 nos dice que la fe es “la prueba convincente de que existen realidades que no se ven”.
Ahora bien, ¿cuál sería un ejemplo de eso?
Leamos juntos Hebreos 11:3.
Dice: “Por la fe, percibimos que los sistemas fueron puestos en orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve ha llegado a existir a partir de cosas invisibles”.
“Sistemas”.
¿Cuáles podrían ser algunos de estos sistemas?
¿Podría ser el sistema solar?
¿O el sistema galáctico del que es parte?
¿O los ciclos que tienen lugar dentro del sistema solar?
Pensemos en la atmósfera de la Tierra, que nos protege de los rayos dañinos del Sol pero al mismo tiempo permite que nos lleguen la luz y el calor que necesitamos.
¿Se imaginan lo que nos pasaría si no fuera por la protección que nos da la atmósfera?
Nos quemaríamos en segundos.
Además de protegernos de la radiación, la atmósfera, junto con el campo magnético de la Tierra, también absorbe muchos de los objetos que se mueven por el espacio.
La fe nos ayuda a percibir que estos “sistemas” fueron diseñados por un Creador.
O pensemos en los increíbles ciclos de la Tierra.
Imaginen lo que pasaría si el aire de una ciudad no se renovara, si el suministro de agua se cortara y además se bloqueara el sistema de alcantarillado, ¿cómo sería la calidad de vida en esa ciudad?
Pues nuestro planeta es un sistema cerrado.
El aire y el agua limpios no nos llegan desde el espacio exterior, y los desperdicios no se lanzan al espacio.
Así que ¿cómo se mantiene la Tierra limpia y habitable?
El ciclo del agua, los del oxígeno y del carbono, el ciclo del nitrógeno...
todos están diseñados con precisión para sostener la vida.
Claro, eso no quiere decir que no debamos cuidar de nuestro planeta.
¡Qué sistemas tan impresionantes!
También podríamos hablar de la posición perfecta de la Tierra en el sistema solar o de la inclinación del planeta, de su órbita, de su velocidad de rotación, de su peculiar luna o de nuestro sistema solar perfectamente colocado en la Vía Láctea.
¿Son todas estas ubicaciones tan precisas y estas elegantes medidas fruto del azar, o de un diseño intencionado?
Veamos en el siguiente video, otro ejemplo de cómo el orden que vemos en la creación demuestra que existe un Creador inteligente.
Nuestro cuerpo está compuesto por millones de millones de células.
Y cada una de ellas es una maravilla del diseño y tiene una organización impresionante.
En el interior de la célula ocurren procesos biológicos que provocan señales que se envían a proteínas específicas para que formen una especie de carriles llamados microtúbulos.
Después, unas diminutas máquinas moleculares llamadas quinesinas transportan componentes a las diferentes partes de la célula, y lo hacen “caminando” sobre los carriles.
Desde las microscópicas proteínas hasta las gigantescas galaxias, nuestro universo está lleno de ejemplos de organización y de un elegante diseño.
¿Cómo puede usted fortalecer su fe en la existencia de Dios?
Veamos tres cosas que podemos hacer.
Vamos a buscar en la Biblia Romanos 1.
Cuando analizamos ejemplos como estos, del poder y la sabiduría de Dios, puede que nos preguntemos: “¿Cómo puede alguien negar la existencia de un diseñador inteligente y amoroso?”.
Romanos 1:18 indica que los que hacen eso niegan la verdad, los hechos.
¿Por qué?
Veamos lo que dice Romanos 1:19: “Pues lo que puede conocerse de Dios lo tienen claramente a la vista [claramente a la vista], ya que Dios se lo ha mostrado con claridad”.
Y el versículo 20 dice: “Porque sus cualidades invisibles —su poder eterno y divinidad— se ven claramente desde la creación del mundo, pues se perciben por las cosas creadas, de modo que ellos [o sea, los que niegan la verdad] no tienen excusa”.
La existencia de Dios y sus cualidades ya eran evidentes en la creación cuando el ser humano llegó a existir.
Y las pruebas se han hecho cada vez más claras con el paso del tiempo y con los avances de la tecnología, que nos permiten descubrir lo que Dios ha hecho.
Esa es la primera manera de fortalecer nuestra fe en la existencia de Dios: estudiando y meditando, meditando en las pruebas.
Algo que puede ayudarnos a hacerlo es toda la información que se ha publicado sobre la creación en jw.org, donde podemos encontrar folletos, la serie “¿Lo diseñó alguien?” y entrevistas a científicos.
La segunda manera de fortalecer la fe es pidiéndole a Dios que nos dé más fe.
En Lucas 11:13, Jesús dijo que Dios les dará su espíritu santo a quienes se lo pidan.
Y una parte del fruto del espíritu es la fe.
Tercero, fortalecemos nuestra fe ayudando a otros a tener fe. ¿Cómo?
Enseñándoles las pruebas en las que se basa la verdad.
Padres, ayuden a sus hijos con paciencia a tener fe.
Si tienen dudas, hablen con ellos pronto, con cariño, y no eviten sus preguntas.
No se molesten con ellos.
Alégrense de que pregunten, eso demuestra que quieren entender las cosas.
Acepten el desafío.
Enséñenles las pruebas, búsquenlas juntos, cuando se sienten, cuando anden, cuando se acuesten y cuando se levanten.
En el siguiente video, fíjense en qué es lo que fortalece la fe de un hermano que es científico.
Como profesor de diseño mecánico, cuando veo la naturaleza me fijo en su diseño.
En diseño mecánico, se estudian no solo los componentes individuales de una máquina, sino cómo interactúan entre ellos.
Desde esta óptica, la visión humana es un magnífico ejemplo de diseño.
En un solo ojo, la córnea, el iris y el cristalino interactúan para enfocar la imagen que se produce en la retina, que tiene unas células que detectan la luz llamadas fotorreceptores.
Los fotorreceptores, es decir, los conos y los bastones, envían señales al cerebro a través del nervio óptico.
El cerebro las procesa, y así percibimos una imagen.
Ahora imagínese cómo aumenta la complejidad de este proceso cuando interactúan los dos ojos.
Es increíble la cantidad de información que procesan constantemente los más de 130 millones de receptores de la retina y que se transmite al cerebro a través de 1,2 millones de fibras nerviosas.
Para mí, la enorme complejidad de la perfecta interacción entre todos estos componentes demuestra que hay un Diseñador.
Algunos lo niegan.
Sugieren que el ojo evolucionó a partir de una mancha sensible a la luz de alguna criatura ancestral que fue cambiando al azar.
A mí me parece que esa explicación es poco realista.
Plantea que no hay ni planificación ni objetivo.
Quieren que aceptemos que un sistema complejo se puede desarrollar sin nadie que lo dirija, cuando en la naturaleza las cosas tienden al desorden.
Pero esto es aún más impresionante: el diseño del ojo, del nervio óptico y del cerebro, y de cómo funcionan e interactúan, está completamente registrado en el ADN.
De hecho, el ADN contiene todas las instrucciones necesarias para formar un cuerpo humano entero.
Aunque la ciencia solo acepta las pruebas físicas, muchos científicos han llegado a la conclusión de que la complejidad que se ve en la naturaleza prueba que fue diseñada.
Yo estoy convencido de que el increíble diseño de la naturaleza demuestra que Dios existe.
¿Cómo nos beneficia tener fe en la existencia de Dios?
Tener auténtica fe en el inteligente y amoroso Diseñador del universo le da propósito a nuestra vida.
Esa fe nos motiva a obedecer las justas normas de Jehová, normas que nos benefician.
Y el futuro no nos da miedo, porque la fe nos da esperanza.
Y no tememos a la muerte, porque nuestra esperanza viene de la Fuente de la vida.
¡Cuánto nos alegra que Jehová nos haya dado tantas pruebas de su existencia!
Ahora bien, ¿existen aspectos de la personalidad de Jehová que no se pueden comprender del todo estudiando solo la creación?
Sí, y por eso tenemos que estudiar su Palabra inspirada.
¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en la Palabra de Dios?
Por favor, presten atención al hermano Mark Noumair, ayudante del Comité de Enseñanza, que presentará el siguiente discurso de esta serie, “Por qué tenemos fe en... la Palabra de Dios”.
¿Está pasando por problemas económicos inesperados?
¿Está sufriendo su hijo presión de grupo o enfrentándose a los peligros de internet?
¿Le han diagnosticado una enfermedad grave?
La vida en este sistema puede ser un mar de problemas.
Podemos sentirnos solos, desanimados y sin saber a quién acudir.
Por eso, ahora más que nunca, tenemos que fortalecer nuestra fe en la Palabra de Dios.
Cuando estudiamos la Biblia y nos guiamos por ella, nuestra fe en Dios crece y algo impresionante sucede.
Veamos lo que es en 1 Tesalonicenses 2:13, 1 Tesalonicenses 2:13: “Por eso nosotros también le damos constantemente gracias a Dios, porque, cuando ustedes recibieron la palabra de Dios —que oyeron por medio de nosotros—, no la aceptaron como palabra de hombres, sino como lo que de verdad es, como palabra de Dios, la cual también está actuando en ustedes, los creyentes”.
¿Cómo influye en nosotros la Palabra de Dios?
Ya nos ha transformado en siervos fieles de nuestro Dios, Jehová.
Pero también nos da las fuerzas para aguantar cuando pasamos por problemas.
Es importante que hablemos de esto, porque vivimos en un mundo en el que muchos siembran dudas sobre la Biblia.
Dicen que está anticuada y que es inexacta.
Pero no dejaremos que los puntos de vista equivocados de este mundo debiliten nuestra fe en la Biblia.
En este discurso analizaremos tres cosas que nos ayudarán a confiar en la Biblia y a amarla todavía más: sus profecías, lo que dice sobre la Tierra y su supervivencia a pesar de los ataques.
Hablemos del primer punto: las profecías.
El ser humano es incapaz de predecir lo que pasará en el futuro.
Solo el Todopoderoso puede.
Por ejemplo, la historia seglar dice que, en el año 539 antes de nuestra era, un hombre llamado Ciro conquistó Babilonia y permitió que miles de judíos volvieran a Jerusalén para restaurar la adoración verdadera.
La Biblia también habla de estos sucesos, pero con una diferencia muy importante.
Los historiadores escribieron sobre esto después de que pasara.
Pero la Biblia lo predijo antes de que ocurriera, de hecho, unos 200 años antes.
Vamos a examinar esta profecía con más detalle.
Vamos a buscar Isaías 44. Isaías 44 y leeremos los versículos 27 y 28. Mientras lo leemos, vamos a fijarnos en cuántas veces se habla de acciones futuras: “Soy el que les dice a las aguas profundas ‘Evapórense. Secaré todos sus ríos’; soy el que dice de Ciro ‘Él es mi pastor y cumplirá por completo mi voluntad’, el que dice de Jerusalén ‘Será reconstruida’, y del templo ‘Tus cimientos serán colocados’”.
Aquí Jehová no está tratando de adivinar lo que pasaría en el futuro.
Él decidió lo que sucedería y se encargó de que ocurriera.
¿Cómo pudo predecir la Biblia estos detalles con 200 años de antelación?
Solo hay una explicación.
Vayamos al capítulo 46 de Isaías y leamos el versículo 10: “Desde el principio, yo predigo el final y, desde mucho tiempo atrás, cosas que todavía no se han hecho.
Yo digo: ‘Mi decisión se mantendrá, y haré cualquier cosa que yo desee’”.
El cumplimiento de profecías como esta fortalece nuestra confianza en la Palabra de Dios.
Otra razón por la que tenemos fe en la Biblia es por lo que dice sobre la Tierra.
Veamos un ejemplo en Job 26:7. Job 26:7: “Él extiende el cielo del norte sobre el vacío, suspende la tierra sobre la nada”.
Esto se afirmó hace unos 3.500 años.
Lo que Job dijo le habría parecido absurdo al filósofo griego Aristóteles.
Él enseñaba que, si los objetos no están apoyados sobre algo, se caen.
No fue hasta 1687 que Isaac Newton explicó que la Tierra se mantiene en órbita gracias a una fuerza invisible, como si estuviera suspendida sobre la nada.
¿Cómo pudo estar esta verdad en la Biblia hace más de 3.000 años?
La respuesta: porque es la Palabra de Dios, y Dios no puede mentir.
El tercer punto del que vamos a hablar es la supervivencia de la Biblia.
Aunque los escritos originales de la Biblia desaparecieron, tenemos copias exactas que han sobrevivido al paso del tiempo y a los intentos de muchas personas por destruirlas o por cambiar su mensaje.
Isaías 40:8 dice: “La palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.
La Biblia no ha permanecido como una simple pieza de museo, es su mensaje lo que permanece.
Ese mensaje inspirado se ha traducido a más de 3.000 idiomas.
Eso es una prueba irrefutable de su origen divino.
En el siguiente video, veremos más pruebas de que la Biblia es la Palabra de Dios.
Por favor, presten atención.
La Biblia es un libro de hechos.
Habla de personas reales y sucesos e historias reales en lugares reales.
La arqueología ha confirmado la existencia de al menos 53 personas mencionadas en las Escrituras Hebreas.
Un ejemplo es el faraón egipcio Sisac.
La Biblia dice que este faraón invadió Judá exactamente en el quinto año del rey Rehoboam de Judá.
Durante mucho tiempo, el único lugar donde se hablaba de esta invasión era en la Biblia, hasta que se descubrió un relieve en una pared del templo de Karnak, en Egipto, en el que se veía a Sisac y a unos cautivos.
El relieve también incluye nombres de ciudades israelitas conquistadas, muchas de las cuales corresponden a lugares de la Biblia.
También menciona el “campo de Abrán”.
Esta es la referencia más antigua que hay en los registros egipcios a este patriarca de la Biblia, Abrahán.
Esto fortalece nuestra confianza y nuestra fe en que la Biblia es la Palabra de Dios.
La Biblia se escribió en materiales perecederos, como el papiro y el pergamino.
Aunque no hay originales disponibles, la cantidad de copias antiguas que existen es impresionante, unos 11.000 manuscritos hebreos y griegos, muchos más de los que existen de cualquier otra obra de la literatura antigua.
Al comparar los manuscritos más antiguos y relevantes entre sí, los expertos pueden identificar las inexactitudes y errores que se hayan podido introducir.
Pero la gran mayoría de las diferencias no cambian el significado.
Un ejemplo es el de Lucas 4:17, que dice que Jesús “abrió” el rollo de Isaías.
Algunos manuscritos dicen que él “desenrolló” el rollo.
Pero ¿verdad que el significado es el mismo?
El mensaje de Dios se mantiene intacto aunque se haya traducido a diferentes idiomas.
Los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas citaron de las Escrituras Hebreas, pero a menudo usando el texto de la Septuaginta griega.
A veces, parafraseaban estas citas usando palabras diferentes, pero el mensaje seguía siendo el mismo.
Y gran parte de lo que dijo Jesús, probablemente en el hebreo de su tiempo, se escribió en griego.
Aun así, su mensaje es claro.
Hoy día, la Palabra de Dios se puede leer, al menos en parte, en más de 3.000 idiomas.
En la historia de la Biblia se da una interesante paradoja: muchas personas estuvieron dispuestas a morir para preservar la Biblia y para hacerla accesible a todo el mundo.
Mientras que otras estuvieron dispuestas a matar para acabar con ella e impedir que se leyera.
¿Por qué?
Por su contenido.
La Palabra de Dios está viva y actúa con poder.
La Biblia cambia la vida de la gente: algunos lo aceptan, pero otros se oponen, a veces con violencia.
Por ejemplo, en el año 303 de nuestra era, el emperador romano Diocleciano ordenó que se quemaran las Santas Escrituras.
Según parece, Félix, el obispo de Tibiuca, dijo: “Antes preferiría que me quemaran a mí vivo, que no las Escrituras divinas”.
Lo pagó con su vida.
Hoy día, algunos todavía intentan destruir el mensaje de Dios, “pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.
¿Verdad que fortalece la fe ver tantas pruebas de que la Biblia es la Palabra de Dios?
¿Cómo podemos fortalecer aún más esa fe?
Puede ayudarnos realizar proyectos de estudio concretos.
Un proyecto fascinante podría ser estudiar la profecía de Génesis 3:15.
Tal vez se la sepa de memoria, ¿pero alguna vez se ha sentado a hacer una línea de tiempo con los textos clave que muestran cómo Dios fue poco a poco dando más información sobre su significado y a quiénes implicaba?
Cuando apartamos tiempo para estudiar y meditar en cómo se conectan las ideas a lo largo de la Biblia, se fortalece nuestra fe en la Palabra de Dios.
¿Tiene dudas sobre algún tema?
Póngalas por escrito.
Y use las herramientas de investigación, la Biblia de estudio, JW Library® y la BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower®, para profundizar.
Vale la pena.
Y, si usted es padre, ayude a sus hijos a conocer y a amar al Autor de la Biblia.
Nos queda muy poco para estar en el nuevo mundo.
Ahora es el momento de fortalecer nuestra confianza en la Biblia.
Si tenemos una fe fuerte en la Palabra de Dios, nos sentiremos igual que nuestro hermano Ruslán, de Turkmenistán, que se enfrenta a una segunda condena de cárcel por su fe.
Él declaró: “Estoy totalmente convencido de que Jehová me va a recompensar. [...] Cuando tienes una esperanza firme, eres inmensamente feliz; cuando eres feliz, eres fuerte y aguantas.
Y una persona fuerte no se puede doblegar”.
Y usted tampoco se doblegará si tiene una fe fuerte en la Palabra de Dios.
El hermano Samuel Herd, del Cuerpo Gobernante, presentará el siguiente discurso de esta serie, “Por qué tenemos fe en...
las normas morales de Dios”.
Este mundo puede debilitar nuestro deseo de hacer lo que está bien.
Hasta un cristiano maduro puede sentirse tentado a hacer lo que está mal.
Por favor, busquen Romanos 7:21-23.
Está claro que Pablo era un cristiano maduro.
Pero fíjense en lo que dijo sobre sí mismo en Romanos 7:21-23: “Me doy cuenta de que existe esta ley en mi caso: cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está conmigo.
Al hombre que soy por dentro de veras le agrada la ley de Dios, pero en mi cuerpo veo otra ley que lucha contra la ley de mi mente y que me hace prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo”.
Igual que Pablo, puede que nos demos cuenta de que tenemos una lucha en nuestro interior, una lucha contra la ley del pecado.
Pero, igual que Pablo, sabemos que para agradar a Jehová tenemos que vivir de acuerdo con sus normas.
Veamos lo que dice 1 Corintios 6:9, 10.
¿Cuáles son algunas de las normas morales de Jehová?
Fíjense en esta lista de cosas inmorales en las que no queremos caer.
1 Corintios 6:9, 10 dice: “¿O es que no saben que los injustos no heredarán el Reino de Dios?
No se engañen.
Las personas que son sexualmente inmorales, los idólatras, los adúlteros, los hombres que se someten a actos homosexuales, los hombres que practican la homosexualidad, los ladrones, los codiciosos, los borrachos, los injuriadores y los extorsionadores no heredarán el Reino de Dios”.
Tenemos que estar convencidos de que las normas morales de Jehová son correctas y beneficiosas.
¿Por qué podemos tener fe en sus normas?
Para saberlo, busquen Isaías 48:17.
Ahí verán que podemos tener fe en las normas de Dios porque siempre siempre nos benefician.
Isaías 48:17 dice: “Esto es lo que dice Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: ‘Yo, Jehová, soy tu Dios, el que te enseña por tu propio bien, el que te guía por el camino en que debes andar’”.
¿Vieron el punto?
Jehová nos está enseñando por nuestro propio bien.
Podemos confiar en sus normas sobre lo bueno y lo malo.
No cambian y producen buenos resultados independientemente de las circunstancias y de la cultura.
Piense en las normas de Dios sobre el matrimonio.
Jehová creó el matrimonio como una unión permanente.
Una unión de amor entre un hombre y una mujer.
Dios le dio a Adán una esposa, Eva, no dos ni tres ni cuatro, solo una.
Les dijo: “Reprodúzcanse, sean muchos y llenen [...] la tierra”.
Leamos 1 Corintios 6:18.
Este texto deja claro que el sexo fuera del matrimonio está prohibido por Jehová.
1 Corintios 6:18 dice: “¡Huyan de la inmoralidad sexual!
Cualquier otro pecado que alguien cometa está fuera de su cuerpo, pero el que practica la inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo”.
Cuando los miembros de la familia siguen las normas de Jehová, la familia se siente segura y feliz.
En el siguiente video, vean cómo una pareja se benefició de seguir las normas morales de Dios.
Nos conocimos en una fiesta cuando estábamos en el ejército.
Estaba en la pista de baile y cuando vi a Frenchie pensé: “Tengo que hablar con esa chica ahora mismo”.
Estuvimos sonriéndonos toda la noche, y nos gustamos.
Fue un flechazo.
Al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos.
Los meses iban pasando, y todo iba muy bien.
Pero entonces me enteré de que estaba embarazada.
Y él me dejó.
Me quedé en shock. No debería haber sido así, pero eso es lo que pasó.
La verdad es que tenía miedo.
Pensé: “¿Y ahora qué voy a hacer?”.
Me sentí fracasada.
Y pensaba: “¿Cómo dejé que me pasara esto?”.
Sabía que debía apoyarla y quería hacerlo.
Pero no sabía cómo.
Oramos juntos por primera vez como pareja.
Eso fue un viernes por la noche.
Y el sábado por la mañana llamaron a la puerta.
Empezamos un curso de la Biblia.
Estudiamos un capítulo que hablaba de la vida de familia y del matrimonio.
Y en aquel momento me di cuenta de que quería que Jehová aprobara nuestra relación.
Aprendimos que Jehová quiere que el matrimonio sea una unión permanente.
El miedo que tenía antes, de que las discusiones o desacuerdos acabaran en un divorcio, desapareció.
Empezamos a ver cómo podrían ayudarnos en nuestra vida diaria los consejos de Jehová.
Por ejemplo, aprendí lo que debía hacer para respetar a mi esposa y cuidarla.
Nos convertimos en un equipo, nos complementamos.
Y eso fue gracias a que Jehová nos enseñó a hacerlo.
Aunque no fue fácil al principio, tomamos la decisión de dedicar nuestra vida a Jehová, y nos bautizamos juntos.
Llevamos 25 años casados, y todas las inseguridades que sentía han desaparecido.
Me concentro en todas las bendiciones que hemos recibido por tener a Jehová en nuestra vida.
Nada puede hacerte más feliz que eso.
Puedes hacer las cosas a tu manera, pero nunca tendrás la alegría ni la paz ni la seguridad que da hacer las cosas a la manera de Jehová.
Gracias a que conocieron a Jehová y tienen fe en sus normas, han podido mantener una relación estable y llevan nada menos que 25 años casados.
¿Y nosotros?
¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en las normas morales de Dios?
Pensando en los beneficios de obedecer las normas de Jehová y en las consecuencias de desobedecerlas.
Por ejemplo, Deuteronomio 32:29 nos anima a ser sabios, reflexionar, pensar en cómo acabaremos.
En otras palabras, a pensar en los beneficios de obedecer las normas de Dios.
Por otro lado, las consecuencias de desobedecer las normas de Dios pueden ser graves.
Gálatas 6:8 dice: “El que siembra pensando en su carne cosechará de su carne la corrupción”.
El mundo del entretenimiento a menudo pasa por alto este hecho.
Pero nuestra fe en las normas de Dios aumentará si experimentamos los beneficios de seguirlas en nuestra vida.
Obedecer sus normas morales nos protege físicamente, emocionalmente y espiritualmente.
Las normas de Jehová nos hacen sabios y nos evitan tener que aprender de experiencias dolorosas.
Un ejemplo.
Ve una señal en la carretera que dice: “Zona escolar, velocidad: 25 km/h”.
¿Qué pasaría si no obedece esa señal de tráfico?
Supongamos que va a 80 km/h, y atropella a un niño.
¿La consecuencia de no obedecer esa norma?
Una experiencia muy muy dolorosa.
Las normas morales de Jehová nos evitan sufrimiento.
Vamos a concluir leyendo algunos versículos del Salmo 19.
Por favor, búsquenlo.
Este salmo habla de las normas de Jehová, sus leyes y sus recordatorios.
Leamos primero el versículo 7: “La ley de Jehová es perfecta, renueva las fuerzas.
Los recordatorios de Jehová son confiables, hacen sabio al inexperto”.
No queremos ser ingenuos o inexpertos, queremos ser sabios.
Ahora lean conmigo los versículos 8 y 9: “Las órdenes de Jehová son justas, llenan de alegría el corazón.
Los mandamientos de Jehová son limpios, iluminan los ojos.
El temor de Jehová es puro, dura para siempre.
Las sentencias de Jehová son verdaderas, totalmente justas”.
Si obedecemos las normas de Dios, tendremos su aprobación, tendremos la conciencia limpia y una buena amistad con él.
Y, finalmente, el versículo 11: “Con ellas se le ha dado advertencia a tu siervo; para quien las obedece hay una gran recompensa”.
Dice que nos espera “una gran recompensa”.
Tengan fe en las normas morales de Dios, obedézcanlas y háganse sabios.
Los protegerán física, emocional y espiritualmente.
Tendrán una conciencia limpia y la aprobación de Jehová.
Y en el futuro vida eterna.
El hermano Gerrit Lösch, del Cuerpo Gobernante, presentará el último discurso de esta serie, “Por qué tenemos fe en...
el amor de Dios”.
Muchas personas creen en Dios.
¿En qué sentido?
Creen que tiene que existir un Dios, un Creador.
La lógica les hace llegar a esta conclusión.
¿Por qué?
Porque entienden que las cosas tuvieron que ser creadas.
Si el Creador no existiera, no existiría la creación.
¿Por qué?
Porque nada viene de la nada.
Esa es la razón por la que también sabemos que Dios siempre ha existido.
Si hubiera habido un tiempo en el que él no hubiera existido, ahora no existiría nada.
El hecho de que exista la creación demuestra que tiene que haber un Creador.
También demuestra que Dios siempre ha existido, aunque con nuestra mente humana imperfecta se nos haga muy difícil entender esto.
Nosotros somos parte de su creación.
Pero ¿es suficiente con creer en un Creador solo porque, sin él, no existiría la creación?
No.
¿Es suficiente para un niño creer que tiene un padre simplemente porque sin un padre no existiría?
No, un niño debería amar a su padre.
Y un padre normalmente ama y cuida a sus hijos.
El Creador, nuestro Padre, no solo se preocupa por la creación, sino que también nos ama y nos cuida individualmente.
Él lo ama a usted.
Jehová se preocupa por usted.
Y usted, ¿lo ama?
¿Ama a Dios de verdad?
No es algo automático.
El apóstol Pablo dijo en 2 Timoteo 3:4 que, en los últimos días, la mayoría de las personas amarían los placeres en vez de amar a Dios.
A veces podemos sentir que no valemos nada, y esos sentimientos pueden apagar nuestro entusiasmo al servir a Jehová, el amor que tenemos por él, e incluso hacer que dejemos de servirle.
Por eso, tenemos que desarrollar y profundizar nuestra fe y nuestro amor por Jehová.
Jehová ama a la humanidad.
¿Qué pruebas tenemos de eso?
Vemos el amor de Jehová en la naturaleza.
Él creó una gran variedad de árboles, plantas y flores para que disfrutáramos.
No solo creó las cosas que necesitamos para sobrevivir, sino que también creó cosas que nos llenan de admiración y de amor por él.
Él nos da todos los regalos buenos.
El hombre no es capaz de crear ni un solo animal, ni una fruta, ni una flor.
Las cosas que Dios creó nos permiten estar vivos y disfrutar de la vida mientras dure.
Pero Jehová, nuestro Padre celestial, nos ama tanto que entregó a su Hijo primogénito —a quien llegamos a conocer como Jesucristo— como rescate por los pecados de seres humanos imperfectos, por quienes lo amamos, para que podamos vivir y disfrutar del amor de Dios para siempre.
Aunque los primeros seres humanos se rebelaron contra Dios, él sabía que habría muchos otros que elegirían servirle por amor.
Por favor, busquen conmigo Juan 6.
El hecho de que esté escuchando este programa demuestra no solo que usted ama a Jehová y a Jesús, sino que también demuestra que ellos lo aman a usted personalmente.
En Juan 6:44, Jesús dice: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo traiga”.
La Biblia enseña que Jehová nos ha dado libertad de elección.
Cada uno tiene que decidir si le servirá o no.
Con cariño, Jehová trae a la verdad a todos los que tienen la actitud correcta.
Para ello, utiliza el mensaje de la Biblia y su espíritu santo.
¿De qué manera nos trae Jehová a la verdad?
El verbo griego que se traduce “traer” también puede referirse a la acción de arrastrar una red con peces.
¿Significa eso que Jehová nos arrastra y que nos obliga a servirle?
No, Jehová nos dio libertad de elección, así que no nos obliga a amarlo.
Un comentarista explicó que es como si la puerta de nuestro corazón no pudiera abrirse desde afuera, solamente por dentro.
Jehová se fija en los miles de millones de corazones que hay en el mundo y busca a aquellos que quieren acercarse a él.
Cuando encuentra a esas personas, las trae a la verdad con cariño.
¿Es usted una de ellas?
Seguro que sí.
Jehová les ofrece la oportunidad de ser sus amigos a quienes tienen un corazón dispuesto.
Lo hace de dos maneras: mediante el mensaje de buenas noticias de la Biblia y mediante su espíritu santo.
Cuando Jehová ve que el corazón de una persona es receptivo a la verdad de la Biblia, usa su espíritu para ayudarla a entender y a poner en práctica esa verdad en su vida.
Sin su ayuda, nunca habríamos podido convertirnos en auténticos seguidores de Jesús y en siervos leales de Jehová.
Jehová atrae a las personas porque ve algo bueno en su corazón y se preocupa por cada una de ellas.
¿Verdad que saber que Jehová se interesa por sus siervos individualmente nos motiva a abrirle la puerta de nuestro corazón de par en par?
Vamos a ver en el siguiente video lo que hizo que un hermano llamado Carlos se diera cuenta de que Jehová es el amoroso Padre que siempre quiso tener.
Cuando llegué a pasar momentos complicados en mi infancia, Jehová era como mi padre.
En él me refugiaba.
La primera imagen que tengo de mi papá fue cuando lo fui a visitar al reclusorio donde él estaba.
Muchas veces le pedí a Jehová que mi papá volviera a casa.
Un día, mi mamá me dijo: “Hoy llega tu papá”.
Fui a la escuela y, cuando regresé, él estaba ahí.
Yo pensaba que él ya se iba a quedar para siempre.
Poco después, escuché llorar a mi mamá y a mi abuelita.
Y me empezaron a explicar que otra vez había entrado mi papá al reclusorio.
A partir de ese momento, le agarré odio, rencor, a mi papá, coraje.
También a Jehová.
Empecé a drogarme, a llevar una vida inmoral, violenta.
Un día, unas hermanas me dieron una revista.
Al momento de estar hojeándola, leí la experiencia de Dustin.
Empecé a recordar momentos de mi infancia cuando yo me refugiaba en Jehová y sentía lo mismo que él.
Decía: “Ahí está Jehová.
No me deja”.
Dustin no dudó del amor de Jehová y murió fiel a su Padre.
Desde ahí, le hice esa noche una oración a Jehová.
Le dije que me perdonara, porque él no tenía la culpa.
Esa noche en realidad sentí que me desahogaba...
esa carga que sentía...
Me sentí tranquilo.
Yo sentí el amor de Jehová a cada minuto, porque me lo demostraba con los hermanos, que no me juzgaban por lo que había hecho.
Por más problemas que tenga uno, o por mucho que se haya alejado uno de Jehová, él nunca se aleja de nosotros.
Jehová ha ayudado con cariño a muchos de nuestros hermanos por el amor que les tiene.
Usted también puede contar con el apoyo de Jehová, pues él también le tiene mucho cariño a usted.
¿Se fijó en cómo Jehová le demostró su amor a Carlos?
Utilizó a sus siervos para cuidarlo con cariño.
Por favor, busquen conmigo el Salmo 119.
Jehová nunca se olvidó de Carlos, aunque este joven se alejó de él por un tiempo.
Esto nos recuerda las palabras del Salmo 119:176: “Me he descarriado como una oveja perdida.
Ven en busca de tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos”.
Parece ser que el Salmo 119 fue escrito por el joven príncipe Ezequías.
Ezequías le derramó su corazón a Jehová, y Jehová le respondió.
Hermanos, por favor, derrámenle su corazón a Jehová y fíjense en cómo él responde sus oraciones.
Vamos a buscar Efesios 3.
Jehová puede y quiere formar parte de su vida, para ayudarlo.
Fíjese en lo que dice Efesios 3:20: “A aquel que mediante su poder —que está actuando en nosotros— puede hacer infinitamente más que todo lo que pedimos o imaginamos”.
Esta expresión, “su poder —que está actuando en nosotros—”, ¿verdad que nos anima mucho y fortalece nuestra fe?
Su poder, que está actuando en nosotros, no solo puede hacer todo lo que le pedimos, sino que puede hacer infinitamente más que todo lo que podemos imaginar.
“Él se acercará a ustedes”, dice Santiago 4:8.
Sea que haya escrito el Salmo 119 o no, Ezequías fortaleció su fe en Jehová y confió en él.
Lo hizo aunque estaba rodeado de falsos adoradores de Jehová y de que quizás se burlaban de él miembros de la corte real.
Jehová bendijo a Ezequías.
Y, si usted confía en Jehová, él también lo bendecirá.
Con el apoyo de Dios usted también podrá aguantar durante las pruebas y mantenerse íntegro.
Ponga en práctica los principios bíblicos, y verá cómo seguir los consejos de Jehová siempre da buenos resultados.
Una fe fuerte en el amor de Dios nos ayuda a ver más allá de nuestras imperfecciones o de malas experiencias que hayamos tenido en el pasado.
Nos ayudará a vernos como nos ve Jehová, como miembros valiosos de su pueblo.
Todos formamos parte de la familia de Jehová.
Leamos juntos las palabras tan animadoras que encontramos en el Salmo 119:32.
La fe en el amor de Dios nos da la confianza que necesitamos para no rendirnos.
Salmo 119:32 dice: “Seguiré con empeño el camino de tus mandamientos, porque tú haces que en mi corazón haya espacio para eso”.
La nota dice: “O quizás ‘que mi corazón tenga confianza’ ”.
Podremos aguantar cualquier prueba.
¿Hay algo que pueda separarnos del amor que Jehová nos tiene?
¿Recuerdan lo que nos dice Romanos 8?
Nada puede separarnos del amor de Dios.
Vamos a leerlo.
Romanos 8:35-39: “¿Quién va a separarnos del amor del Cristo?
¿Las dificultades? ¿La angustia?
¿La persecución? ¿El hambre?
¿La desnudez? ¿El peligro?
¿La espada?
Así está escrito: ‘A causa de ti nos están matando todo el tiempo.
Nos consideran ovejas destinadas al matadero’.
Pero, gracias al que nos amó, salimos completamente victoriosos de todas estas cosas.
Porque estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni gobiernos, ni cosas presentes ni cosas futuras, ni poderes, ni altura ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Pero hay cosas que pueden disminuir o acabar con nuestro amor por Jehová, así que tenemos que tener cuidado.
En esta serie de discursos, hemos analizado por qué tenemos fe en la existencia de Dios, en su Palabra, en sus normas morales y en su amor.
Aunque el mundo que nos rodea va perdiendo la esperanza, nosotros estamos decididos a ser cada vez más poderosos gracias a la fe.
Romanos 4:20 dice sobre Abrahán: “Pero, a causa de la promesa de Dios, no dudó por falta de fe.
Más bien, se hizo poderoso por su fe, de modo que le dio gloria a Dios”.
De forma parecida, Jehová también nos ha hecho promesas a nosotros y, a medida que las va cumpliendo, nos hacemos más y más poderosos gracias a la fe, y le damos gloria a nuestro Dios, Jehová.
Gracias por explicarnos las razones por las que tenemos fe.
Ahora cantaremos la canción 37, titulada Serviré a Jehová con el corazón.