¡Bienvenidos!
¡Bienvenidos!
¡Bienvenidos al programa de este mes!
Esta es una pequeña muestra de lo que veremos a continuación.
Conoceremos a hermanos que aprendieron a ver a todos por igual y a tratarlos con imparcialidad.
¿Cómo lo lograron?
¿Y cómo podemos permanecer todos unidos en un mundo dividido?
Lo averiguaremos.
¿Alguna vez ha tenido que armarse de valor para hacer lo correcto?
¿Se siente decepcionado?
Veremos lo que podemos aprender del ejemplo de Samuel.
Y Jesús nos enseñó a fijarnos en las buenas cualidades de los demás, a ser cariñosos y amables como lo son los niños.
Ese es el tema del video musical de este mes.
Sin duda, nos esperan muchas cosas interesantes en este programa de mayo de 2020 de JW Broadcasting®.
Las asambleas regionales de este año tienen un título muy interesante: “¡Alégrense siempre!”.
Al Cuerpo Gobernante le gustaría mostrarles un adelanto del programa.
Echemos un vistazo.
Todo el mundo quiere ser feliz.
Pero todos tenemos problemas, problemas difíciles de afrontar.
¿Es posible ser feliz?
En la asamblea regional del 2020 de los testigos de Jehová descubrirá que se puede ser feliz aunque la vida sea difícil.
También verá lo que Dios ha hecho para que podamos ser felices ahora y para siempre.
Encontrar la felicidad puede parecer difícil, pero no lo es.
Venga y descubra cómo ser feliz.
Este adelanto nos ha recordado la magnífica asamblea regional que tuvimos el año pasado, en la que pudimos ver una representación dramática sobre el fiel rey Josías.
¿Cuánto trabajo hubo envuelto en esta producción?
En el siguiente video, podremos ver el trabajo que hubo detrás de las cámaras.
¿Por dónde se empieza un proyecto tan grande e importante como “La historia de Josías, un rey que amó a Jehová y odió lo malo”?
Lo primero es orar e investigar.
Es una gran responsabilidad, porque hay que ser fieles a Jehová y a su Palabra.
Por eso, se necesitan muchas horas de profunda investigación para completar la primera etapa: escribir un guion.
Para hacerse una idea de cómo se verá en pantalla la historia, el equipo prepara un guion gráfico.
La historia y el guion gráfico no son las únicas cosas que se tienen que hacer con exactitud.
Para confeccionar la ropa, también hay que investigar mucho.
Así, las prendas, los estilos, los colores y hasta los tipos de tela se parecerán lo máximo posible a los que se usaban en aquel tiempo.
Además, el equipo de producción debe hacer un buen uso de las donaciones a la hora de reflejar con exactitud la época histórica.
¿Cómo se consigue esto?
En el caso de “La historia de Josías”, se utilizaron instalaciones de Betel, como los estudios de Mount Ebo.
La construcción de los sets de grabación o escenarios comenzó a principios del 2018.
El equipo de producción creó tres sets adaptables para que con pocos ajustes se pudieran representar diferentes ambientes.
Hasta las escenas de Jerusalén que parecen ser al aire libre se grabaron dentro del estudio.
Muchos hermanos y hermanas de congregaciones de la zona participaron como extras para las escenas en las que salía mucha gente.
El equipo de maquillaje estudió el relato bíblico y los detalles históricos para convertir a los actores en personajes del tiempo del rey Josías.
Había muchos detalles en los que fijarse.
Gran parte de la grabación se hizo delante de un fondo verde.
Esto permitió que el equipo de efectos visuales diseñara escenarios digitales muy detallados.
Muchas imágenes de personajes en movimiento se combinaron con los escenarios digitales para producir escenas muy elaboradas.
Para la escena final de la fiesta de la Pascua, se necesitaban 14.000 israelitas y muchas ovejas, así que se crearon modelos 3D y se duplicaron para que pareciera que había mucha gente.
En julio de 2018, el equipo de producción hizo las maletas y se fue a trabajar a una zona al aire libre en la Hacienda Watchtower en Wallkill, Nueva York.
Y... ¡acción!
En agosto, el equipo volvió al estudio de Mount Ebo para grabar la última escena.
Después de 45 días de rodaje y más de 4.000 gigabytes de grabación, el equipo había terminado la fase de producción.
El proyecto pasó a la fase de edición en las instalaciones de Patterson, Nueva York.
¿Qué más se podía hacer para que el relato llegara al corazón?
Un especialista en color retocó las imágenes para mejorar su calidad y darles una atmósfera específica.
—Ay, abuelo. Tienes que curarte.
Me da miedo estar solo.
También se grabaron efectos de sonido, como pisadas o el crujido de la hierba seca.
Así las escenas serían más realistas.
Por último, se compuso la música y se añadió a la grabación para hacerla aún más conmovedora.
Los esfuerzos que se invirtieron en “La historia de Josías, un rey que amó a Jehová y odió lo malo” se hicieron para fortalecer a nuestros hermanos por toda la Tierra.
No estás solo.
Jehová está contigo.
Esta hermosa historia también ayudará a los padres a enseñarles a sus hijos el poder de la Palabra de Dios y sus promesas.
“Para que siempre te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, porque estás haciendo lo que es bueno y correcto a los ojos de Jehová tu Dios”.
“La historia de Josías” es una prueba más de que Jehová sigue dando abundante alimento espiritual y apoyo a sus siervos por todo el mundo.
Aquel video hizo que el relato bíblico cobrara vida.
Quizás quieran volver a verlo completo en nuestro sitio de Internet, jw.org®.
Nos gustaría mencionar que algunos padres nos han escrito para expresarnos algo que les preocupa.
Nos comentan que algunos de nuestros videos muestras escenas que podrían afectar a sus hijos, a quienes ellos protegen de la más mínima exposición a la violencia.
Y entendemos su preocupación.
Ahora bien, cuando representamos un relato bíblico, no podemos omitir el mensaje que Jehová decidió que se dejara escrito en su Palabra.
No nos sentiríamos cómodos cambiando o suavizando el mensaje que Jehová inspiró y conservó en su Palabra para el beneficio de sus siervos.
Sin embargo, como habrán observado, siempre lo hacemos con el mayor tacto posible.
Nunca mostramos violencia explícita ni asesinatos.
En 2 Crónicas 20:13, encontramos un precedente bíblico para esto.
Jehosafat estaba describiendo un gran ejército de naciones enemigas que estaban a punto de lanzar un ataque contra el pueblo de Dios.
Su descripción de lo que podía ocurrir fue muy gráfica.
Habló de la posibilidad de morir por la espada, por una epidemia o por hambre.
¿Y quiénes estaban escuchando aquellas inquietantes palabras?
Segundo de las Crónicas 20:13 nos dice: Jehová quería todos, incluso los más jóvenes, entendieran lo que iba a pasar.
Hoy día, los padres también tienen que darles a sus hijos una visión realista de los que todos viviremos en el futuro.
Muchos padres ayudan a sus hijos a valorar los videos basados en la Biblia y a aprender de lo que ven en ellos.
Además, usan esos videos para enseñarles a confiar en Jehová, quien los ayudará en tiempos difíciles.
Es parecido a lo que harían cuando les leen a sus hijos un relato bíblico muy detallado, como, por ejemplo, uno de los que aparecen en el libro de Apocalipsis.
Padres, no duden que seguiremos teniendo en cuenta sus sentimientos cuando hagamos videos basados en relatos de la Biblia que incluyan descripciones de guerras o de cualquier otro acto violento.
Lo haremos con cuidado, aunque sin omitir los impactantes detalles que se narran en la Palabra inspirada de Dios, la Biblia.
El tema de este programa es: “Seamos como niños, pero no en todo”.
Este discurso se basa en 1 Corintios 14:20: En este versículo, se nos dice que no debemos ser como niños en cierto sentido, pero que sí seamos como ellos en otro sentido.
No deberíamos ser como niños en nuestro entendimiento, pero sí deberíamos ser como niños en cuanto a la maldad.
En este discurso, primero hablaremos de tres maneras en las que no queremos imitar a los niños y después hablaremos de tres maneras en las que sí queremos ser como ellos.
Por favor, vayamos a Hebreos 5:13, 14 y veamos la primera característica negativa de los niños que no queremos imitar: Así que una característica negativa de los niños es que les cuesta mucho tener buenos hábitos de alimentación.
Piénsenlo: los niños tienden a comer lo que les gusta y no se ponen a pensar en si es sano o nutritivo.
Si por ellos fuera, serían felices comiendo solamente helados, caramelos, galletas y otros dulces.
Por eso, preguntémonos: “¿Cómo son nuestros hábitos de alimentación espiritual?
¿De qué nos gusta alimentarnos?”.
Pensemos: “¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre?
¿Malgastamos muchas horas frente a la televisión o leyendo cosas que nos alimentan poco o nada en sentido espiritual?
¿O aprovechamos bien nuestro tiempo libre para nutrirnos con alimento espiritual sólido?
Cuando sale una “Atalaya” nueva, ¿la ojeamos rápidamente para ver de qué trata y nos ponemos a hacer otra cosa?
¿O dedicamos tiempo para profundizar y para entender bien las verdades bíblicas que contiene?
¿Dedicamos tiempo a meditar?”.
Meditar no es soñar despiertos; es concentrar nuestros pensamientos en algo en concreto.
Cuando leamos, pausemos y preguntémonos: “¿Qué me enseña esto sobre Jehová?
¿Con quién podría compartir esta información?
¿Qué me está diciendo Jehová?
¿Cómo se relaciona esto con lo que ya sé sobre este tema?
¿Cómo puedo ponerlo en práctica en mi vida?”.
Santiago 1:25 nos anima a mirar “con cuidado” la Palabra de Dios y, según la “Biblia con referencias”, “mirar con cuidado” significa “inclinarse al lado de”.
Para ilustrarlo: hacer una lectura rápida de la Biblia puede compararse a ir al mejor museo del mundo y limitarse a echar un vistazo rápido a los objetos que se exhiben.
Bueno, algo aprenderíamos.
Pero mirar con cuidado o meditar en la Palabra de Dios sería como pararse delante de cada exposición, de cada vitrina, de cada objeto del museo e incluso inclinarse para verlos más de cerca y examinarlos desde todos los ángulos.
Al hacer eso, aprenderíamos mucho más y valoraríamos de verdad cada pieza del museo.
Sin duda, nuestros hábitos de alimentación espiritual y nuestros gustos revelan si hemos dejado atrás esta característica de los niños, es decir, los malos hábitos de alimentación.
Ahora, acompáñenme por favor a Efesios 4:14.
Veamos en este texto la característica negativa número dos que no queremos imitar: ¿Vieron la cualidad negativa?
A los niños pequeños se les puede engañar fácilmente.
Como dice el versículo, que nos engañen fácilmente sobre lo que está bien y lo que está mal es como ser sacudidos por las olas del mar o arrastrados por el viento.
Si pensamos en un pedazo de madera flotando en un mar agitado o en un papel en una tormenta, son inestables, van sin guía.
A los dos se les puede dirigir fácilmente a cualquier lado, adonde uno quiera.
Bueno, muchas veces puede pasar lo mismo con los niños.
Se les puede engañar muy fácilmente.
Por ejemplo, si les damos a escoger entre una moneda brillante de poco valor y un billete que vale mucho dinero, seguramente escogerán la moneda brillante.
El punto es: ¿qué revelan sobre nosotros las decisiones que tomamos?
¿Muestran nuestras decisiones en cuanto al entretenimiento, como la música, o en cuanto a cómo nos vestimos y arreglamos que Satanás y su mundo nos están engañando, aunque sea un poquito?
Satanás está empeñado en engañarnos, pero como Jehová nos dice en 1 Corintios 14:20 (el texto que ya leímos antes): “No se vuelvan niños en su entendimiento”.
Ahora, por favor, vayamos a Mateo 11:16, 17.
Aquí veremos la tercera característica negativa de los niños que no queremos imitar: Así que Jesús dijo que había adultos que se estaban comportando como niños.
A los niños les encanta jugar.
Por lo tanto, la tercera característica negativa es que prefieren jugar a tener responsabilidades.
Piénselo: los niños pasan la mayor parte del tiempo que están despiertos jugando —juegan, juegan y juegan—.
Casi toda su vida es jugar y divertirse.
Pero, cuando ya van a la escuela, ¿de dónde sacan el tiempo para estudiar?
Lo tienen que sacar del tiempo que antes pasaban jugando.
Esto es aplicable al plano espiritual.
Preguntémonos: “¿Cuánto tiempo estoy sacando para servir a Jehová de mi tiempo libre?”.
Efesios 5:16 nos anima a aprovechar “el tiempo de la mejor manera”.
La nota a pie de página de este versículo nos dice que este texto significa literalmente “comprar el tiempo fijado”, es decir, comprarlo de cosas menos importantes.
Así que debemos preguntarnos: “¿He comprado la mayor parte de mi tiempo libre para lo más importante, para lo espiritual?”.
Hasta ahora, hemos analizado tres características negativas de los niños que queremos evitar.
Si tuviéramos tiempo, analizaríamos más aspectos negativos de los niños.
Por ejemplo, les cuesta mucho trabajo mantener la concentración, se distraen con facilidad, son tan curiosos que a veces se meten en problemas y, por lo general, necesitan que los adultos les dediquen mucho tiempo y atención.
Pero ahora hablemos brevemente de tres cualidades buenas de los niños que queremos imitar.
La característica positiva que veremos primero la encontramos en 1 Corintios 14:20, que ya leímos al principio.
Ese texto nos decía: “Sean niños en lo relacionado con la maldad”.
Así que ¿cuál es la buena cualidad que queremos imitar?
Los niños pequeños son inocentes, sin experiencia en cuanto a la maldad.
O, dicho de otro modo, todavía no han hecho muchas cosas malas.
Como los niños, nosotros tampoco queremos tener experiencia ni aprender sobre lo malo.
Por ejemplo, si hablamos de la pornografía, no queremos tener nada de experiencia en esta cosa tan sucia del mundo de Satanás.
Y, si hablamos de ver algo en la televisión que es solo para los mayores de edad, no olvidemos decirnos a nosotros mismos: “Esto no es para mí, solo soy un niño”.
Para ver la segunda característica positiva, analicemos juntos Mateo 18:2-4: ¿A qué cualidad nos referimos?
Los niños son humildes y quieren aprender.
Ese deseo que tienen de aprender les lleva a hacer muchas preguntas, pero a los adultos muchas veces les da vergüenza preguntar.
¿Por qué?
No quieren parecer ignorantes.
Pero aparentar que sabemos algo cuando no lo sabemos en realidad es poco honrado y puede que lo hagamos por orgullo.
La clave es: no tengamos miedo de decir que no sabemos algo.
Seamos humildes y estemos dispuestos a aprender.
Por último, veamos la tercera característica positiva leyendo Mateo 21:15, 16: ¿Pudieron ver la cualidad positiva a la que nos referimos?
Los niños están llenos de energía y de entusiasmo.
De la misma forma, nosotros queremos tener esa misma actitud en lo que tiene que ver con Jehová, Jesús, el Reino y otras cosas espirituales.
El Salmo 145:7 dice que de nosotros deben brotar “alabanzas” y “gritos de alegría” por estas cosas maravillosas.
No perdamos nunca el entusiasmo que tienen los niños.
Bueno, hemos visto tres cualidades positivas de los niños que queremos esforzarnos al máximo por imitar.
Si tuviéramos tiempo, hablaríamos de otras buenas cualidades de los niños, como por ejemplo, que suelen confiar en los demás, no tienen prejuicios y no son hipócritas.
A modo de resumen, pidámosle a Jehová que bendiga nuestros esfuerzos de no ser como niños en cuanto a: 1) tener malos hábitos de alimentación; 2) dejarse engañar fácilmente y 3) preferir jugar a tener responsabilidades.
Por otro lado, pidámosle a Jehová que bendiga nuestros esfuerzos por ser como niños en cuanto a: 1) ser inocentes y sin experiencia en cuanto a la maldad; 2) ser humildes y querer aprender y 3) estar llenos de energía y entusiasmo en cuanto a las cosas espirituales.
En la Biblia, hay muchos relatos de hombres y mujeres fieles.
Podemos aprender mucho de ellos.
En el video que verán a continuación, fíjense en cómo una familia aprende del ejemplo de Samuel.
Samuel tenía mi edad cuando Jehová habló con él.
Él respetaba a Elí, pero tenía que defender las normas de Jehová.
Nunca pensé que tendría que hacer algo parecido.
Quería a mi hermano y siempre había deseado ser como él.
Pero, cuando vi esas fotos en las que estaba de fiesta con sus compañeros de clase, me di cuenta de que llevaba una doble vida.
No quería meterlo en problemas.
Pero sabía que tenía que hacer algo.
Le dije: “Tienes que contárselo a mamá y a papá”.
Él me dijo que mantuviera la boca cerrada.
Pero Samuel fue valiente y no ocultó nada.
Y “Jehová estaba con él”.
Yo tampoco podía ocultar esto.
No fue fácil hablar con mis padres.
Pero sabía que era lo que tenía que hacer.
Danny habló con nosotros, y estábamos orgullosos de él, pero...
... no se lo dijimos porque todo esto nos tomó por sorpresa.
Quizá todo había sido un malentendido.
Teníamos que descubrir lo que estaba pasando.
Solo queríamos ayudar a nuestro hijo.
No podíamos evitar echarnos la culpa por lo que estaba pasando.
Pero entonces nos acordamos de lo que le pasó a Samuel.
Samuel, tienes que escucharnos.
Te estás haciendo viejo, Samuel, y tus hijos no son como tú.
No son honrados y aceptan sobornos.
Y hacen lo que quieren con las normas de Jehová.
Incluso alguien tan fiel como Samuel tuvo hijos que dejaron de obedecer a Jehová.
Queríamos ayudar a nuestro hijo.
Samuel siguió sirviendo lealmente a Jehová, y él estuvo a su lado.
Sabíamos que, si nosotros también hacíamos las cosas a la manera de Jehová, él estaría con nosotros.
¿Se fijaron en la lealtad del hijo menor de la familia al decirles a sus padres lo que estaba haciendo su hermano?
¿Notaron también la lealtad que demostraron los padres al pedir ayuda a los ancianos?
Esperamos que, después de que los padres hablaran con los ancianos, el hijo mayor pudiera recibir la ayuda que necesitaba y que la disciplina que se le dio le hiciera cambiar su conducta.
¿Ha dejado su hijo a Jehová?
¿Se siente culpable por ello?
Si es así, recuerde que Jehová estuvo al lado del fiel Samuel y que también estará a su lado; lo ayudará a aguantar esa situación.
Otro reto al que hoy nos enfrentamos es permanecer unidos en un mundo tan dividido.
En la década de los cincuenta y de los sesenta, en Estados Unidos había muchas tensiones y muchos problemas raciales.
¿Cómo afectó al pueblo de Jehová lo que ocurrió en aquella época?
Y ¿cómo lograron mantenerse unidos?
Veamos la respuesta a esas preguntas en el siguiente informe.
Mi madre siempre decía que la intención de Jehová no era que todos nos pareciéramos.
En los años 60, predicábamos en todas las casas del condado: a las familias negras, a las familias blancas..., de todos los colores.
En las escuelas, había mucha presión para que participáramos en las protestas en contra del racismo.
Escuchábamos que había muchos problemas.
En los noticieros se hablaba de ello y así nos enterábamos de lo que estaba pasando en el sur de Estados Unidos.
Quizás algunos se pregunten: “¿Cómo es que nosotros, o sea, los testigos de Jehová, tanto blancos como negros, podíamos seguir unidos a pesar de que el mundo estaba tan dividido?”.
Crecí en el estado de Nueva York, en Utica.
Recuerdo que, en 1956, había artículos del “Ministerio del Reino” que nos animaban a servir donde hubiera más necesidad.
Necesitaban hermanos negros para predicar en el sur.
Me casé con Earl McGee el 2 de junio de 1956.
Después de casarnos, el hermano Sullivan pronunció un discurso en la asamblea de Hallandale en el que habló de mudarse a un lugar de mayor necesidad.
Él no solo animó a las familias, sino también a los recién casados.
Así que hicimos los planes y mi esposo escribió a la sucursal.
Nos enviaron a Florida y en el 62 empezamos la obra de circuito.
Nuestro primer circuito fue en Alabama, donde había segregación racial.
A mi esposa, Edna, y a mí nos mandaron como precursores a varios lugares.
Nuestra última asignación fue en Carolina del Norte y después nos mandaron a la obra de circuito.
Después del primer circuito, que fue en Carolina del Norte y del Sur y en Georgia, nos invitaron a la Escuela de Galaad.
Me casé el 23 de abril de 1949.
He servido a tiempo completo durante 70 años junto a mi esposa.
Nos asignaron al circuito 18 de Alabama.
Mi primer circuito fue en Misisipi.
Era conocido por ser el estado del país con los peores conflictos raciales.
Después de llegar allí, asesinaron a tres activistas por los derechos civiles.
Fue en Filadelfia, Misisipi.
Aquel era nuestro circuito.
Esas eran las cosas que teníamos que afrontar.
Estábamos muy ocupados predicando y no permitíamos que los problemas raciales nos distrajeran.
Los negros les predicábamos a los negros y los blancos a los blancos.
Simplemente, obedecíamos la ley local de mantenernos separados.
Había mucha gente tratando de cambiar las cosas, y por eso el ambiente era muy hostil.
Cuando servíamos en Alabama, si estábamos en algún pueblo donde había una marcha o un mitin político un sábado por la tarde, nosotros no íbamos a predicar en las calles de aquella zona.
Preferíamos quedarnos en un lugar más tranquilo.
Había gente que formaba parte de los viajeros por la libertad.
Eran personas que viajaban en autobuses al sur y que defendían el derecho a voto de los negros.
De hecho, había organizaciones por los derechos humanos muy activas en Misisipi.
Así que ellos pensaban que, como nosotros predicábamos de casa en casa, podíamos hablar de temas como los derechos civiles o cosas parecidas en la predicación.
Uno de nuestros compañeros en la clase 27 de la Escuela de Galaad era un hermano negro.
Y allí nos hicimos muy buenos amigos.
Al acabar la escuela y de camino a nuestros destinos, paramos en Alabama para asistir a una asamblea.
Debido a la ley, estábamos separados: los hermanos blancos a un lado y los hermanos negros al otro lado.
Para nosotros fue muy difícil y doloroso no poder pasar tiempo y estar sentados con nuestro amigo.
Nos invitaron a un programa de televisión.
Yo fui con el superintendente de circuito, y también invitaron a un sacerdote católico y a un ministro episcopal.
Este último era un hombre joven y nos preguntó qué hacíamos para apoyar las marchas.
Yo le dije que no íbamos a participar en eso.
Quedó claro lo diferentes que éramos.
Yo era negro y él era blanco.
Ellos no iban a dejar de protestar para ayudarnos a predicar las buenas noticias del Reino, y nosotros no íbamos a dejar de predicar para ayudarlos a protestar.
Los hermanos siempre nos interesábamos unos por otros.
Así que, si había una congregación de hermanos negros y otra de blancos, nos mostrábamos interés y cuidábamos unos de otros.
La ley no nos permitía reunirnos juntos, así que no lo hacíamos.
Pero sí que podíamos hablar unos con otros y visitarnos.
Yo creo que en aquellos días había mucho apoyo de parte de todos, tanto de parte de hermanos blancos como de hermanos negros.
Por ejemplo, si nosotros teníamos problemas para conseguir un local, a veces los hermanos blancos conocían a alguien que nos ayudara.
Colaborábamos mucho.
Las congregaciones comenzaron a ser mixtas cuando cambiaron algunas leyes sobre derechos civiles.
Todos los ancianos tuvimos una reunión en la que decidimos cómo íbamos a unificar las congregaciones.
Por ejemplo, vimos cómo organizaríamos el territorio y otras cosas.
Algunos hermanos pensaban, y quizás con razón, que si unificábamos las congregaciones podríamos sufrir ataques violentos.
Probablemente sí hubo Salones del Reino dañados, pero la realidad es que ya había integración racial en otros lugares, como en las escuelas, en institutos, en universidades y así por el estilo.
Y era obvio que si ellos podían hacerlo, nosotros aún más.
Es evidente que el proceso de integración racial tuvo éxito porque teníamos la guía de Jehová.
Tanto blancos como negros teníamos algo en común: amábamos a Jehová.
Tenemos claro que no fueron nuestras habilidades lo que nos unió, sino que fue Jehová.
Y hemos estado unidos desde entonces.
Todos podían ver nuestra unidad.
Un hermano que estaba predicando de casa en casa, tanto a blancos como a negros, se encontró a una señora blanca que le dijo que estaba muy contenta de que por fin los testigos de Jehová estuviéramos unidos.
Llevaba mucho tiempo esperando que eso ocurriera.
Con la ayuda de Jehová y gracias a su espíritu santo, hemos llegado a ser una hermandad mundial.
Claro, todos somos imperfectos, pero de verdad somos hermanos y hermanas, y eso es maravilloso.
Los hermanos comenzaron a ver con sus propios ojos lo que ya sabían: que somos una sola organización.
Comenzaron a sentirlo.
¡Ahora podían vivirlo!
Amábamos a Jehová y amábamos a nuestros hermanos.
Y eso era lo más importante.
¿Cómo no íbamos a estar unidos si fue Jehová quien nos unió?
Satanás es el número uno dividiendo a la gente.
Pero Jesús murió por toda la humanidad.
¿Excluye eso a alguien?
¡Claro que no!
¿Se fijaron en lo que ayudó a aquellos hermanos a permanecer unidos durante aquellos tiempos difíciles?
Primero: a pesar del prejuicio que los rodeaba, nuestros hermanos —tanto blancos como negros— se apoyaban, se ayudaban y colaboraban para que la obra del Reino siguiera adelante.
Segundo: se concentraron en la predicación y no se involucraron en ningún movimiento social.
Querían que todo el mundo supiera que el Reino de Dios es la única solución a los problemas de la humanidad, incluidos el prejuicio racial y toda la injusticia que este conlleva.
Tercero: todos demostraron amor por Jehová y amor por los hermanos.
Como mencionó en el video el hermano Benford: “¿Cómo no íbamos a estar unidos si fue Jehová quien nos unió?”.
Imparcialidad, humildad, amabilidad...
Estas son cualidades que tiene Jehová y que también tienen los niños de forma natural.
Las veremos en el video musical de este mes.
♪♪ Hace muchos siglos, nos dijo Jesucristo que en este mundo frío y parcial ser como niños es vital.
Sus ojos brillan y siempre miran a todos por igual.
Con humildad, podemos ser como niños y copiar su amor, amistad y cariño.
Con humildad, podemos ser como niños y mirar a todos igual que a un amigo.
La gente es arrogante y se cree tan importante.
No saben que el amor y la humildad nos hacen grandes de verdad.
Compartiremos lo que tenemos con generosidad.
Con humildad, podemos ser como niños y copiar su amor, amistad y cariño.
Con humildad, podemos ser como niños y mirar a todos igual que a un amigo.
Copia su humildad.
Son inocentes y bondadosos porque en sus mentes no son celosos.
Igual que un niño, debemos cultivar un corazón humilde de verdad.
Con humildad, podemos ser como niños y copiar su amor, amistad y cariño.
Con humildad, podemos ser como niños y mirar a todos igual que a un amigo.
Copia su humildad. ♪♪ ¡Qué hermosa canción!
Ahora más que nunca, veamos a los demás como los ven los niños.
En muchos lugares del mundo, se acostumbra juzgar a los demás por su raza, por su edad o por el dinero que tienen.
A continuación, escucharemos los comentarios de hermanos y hermanas que se esforzaron para no juzgar por las apariencias.
Crecí en un país en el que la gente te juzga por tu color de piel.
Había blancos, negros, mestizos...
pero todos estábamos separados.
Tenía que dejar de ver colores y empezar a ver a las personas.
Vivo en un lugar donde hay gente de muchas culturas, pero, aun así, hay muchos prejuicios.
He visto que a veces a los extranjeros se les margina o se les hace sentir que no son bienvenidos.
Si no tenemos cuidado, estas actitudes podrían entrar poco a poco en la congregación.
Podría pasar que hermanos de la misma cultura formaran grupos separados de los demás.
Donde yo crecí, los jóvenes respetan muchísimo a los mayores.
Pero la verdad es que los mayores no valoran mucho a los jóvenes.
Esto hace que a veces no se piense en los jóvenes cuando se recomienda a hermanos para ser ancianos en la congregación.
A lo mejor decimos: “En mi opinión, este hermano es demasiado joven para ser anciano”.
En esta zona, las personas te tratan mejor si piensan que tienes dinero.
Incluso en algunos lugares, si no tienes ropa cara, un auto lujoso o un trabajo importante, quizá se pregunten qué estás haciendo ahí.
Si pensáramos así de nuestros hermanos y hermanas, entonces estaríamos haciendo lo que dijo Salomón.
Solo querríamos ser amigos de los ricos y dejaríamos de lado a los pobres.
Me gusta lo que leemos en Gálatas sobre Pedro.
Creció en un lugar donde había muchos prejuicios.
Le tomó tiempo cambiar su actitud.
Creo que, si yo no tengo cuidado, podría volver a pensar como antes, cuando me fijaba más en la raza de las personas, y eso afectaría mi manera de ver a los hermanos y hermanas de la congregación.
El artículo dice que la Biblia puede ayudarnos a hacer cambios.
Es necesario que nos autoexaminemos constantemente para poder seguir mejorando.
El artículo nos animaba a abrir el corazón de par en par.
Esto se puede hacer si invitamos a nuestra casa o a predicar con nosotros a hermanos de distintos antecedentes y no solo a los hermanos con los que tenemos más cosas en común.
Timoteo todavía era joven cuando el apóstol Pablo le encargó responsabilidades importantes en la congregación.
El artículo mencionaba que la Biblia no dice cuántos años exactamente tiene que tener un hermano para ser anciano o siervo ministerial.
Tener a un hermano joven sirviendo como anciano ha sido una gran bendición para nuestra congregación.
En el artículo había una frase que me ha ayudado mucho a ver a los demás de la manera correcta.
Jehová no decide si una persona es su amiga o no por lo que tiene en sentido material.
Por eso, cuando conozco a un hermano y, por un momento, me siento tentado a juzgarlo basándome en cuánto dinero tiene, pienso en ese principio que se mencionaba en “La Atalaya”.
Y eso me ayuda a concentrarme en cómo es realmente la persona, en su amor por Jehová y en su fe.
Estas cosas harán que seamos amigos de verdad.
Tengo amigos de diferentes culturas y razas.
Y no veo colores; veo a mis hermanos y hermanas.
Tengo amigos increíbles de culturas y antecedentes distintos a los míos, y eso es algo que siempre valoraré.
Nuestra congregación es un lugar maravilloso para todos.
Nadie se fija en si tienes mucho dinero o no.
Nuestra amistad se basa en el amor que sentimos por Jehová.
El programa de este mes nos ha animado a ser como niños.
Además, aprendimos del animador ejemplo de siervos de Jehová del pasado.
Vimos que el amor por Jehová y el amor por nuestros hermanos nos une, incluso cuando hay disturbios a nuestro alrededor.
Se nos ha recordado que tenemos que ser imparciales, cariñosos y amables como los niños.
Y hemos escuchado a hermanos que han aprendido a tratar con imparcialidad a los demás, sin importar su raza, su edad, su posición económica o cualquier otra cosa que pudiera dividirlos.
Llegó el momento de recibir los saludos de los hermanos de otro país.
Esta vez nos vamos a la República Checa.
La República está llena de frondosos bosques, tierras de cultivo, viñas, castillos medievales, pueblos y ciudades.
Praga, la capital, se fundó hace más de mil años.
Tiene una rica historia religiosa.
El nombre de Dios se puede encontrar en muchos edificios, iglesias y monumentos.
En la República Checa hay más de quince mil testigos de Jehová.
En Praga hay 32 congregaciones.
Esta es la congregación Praga-Dejvice.
Tiene 84 publicadores, y 13 de ellos son precursores regulares.
El territorio de la congregación es muy grande y variado.
Incluye el centro histórico de Praga, en el que hay viviendas, parques y universidades.
La congregación tiene un grupo de habla española.
De los 12 publicadores que forman el grupo, 8 son precursores regulares.
Su territorio abarca toda la ciudad.
Zbynek y Jarmila Bucifal ayudaron a producir publicaciones bíblicas en secreto durante el régimen comunista, cuando la obra de los testigos de Jehová estaba prohibida.
El hermano Zbynek fue obligado a trabajar en una mina de carbón por permanecer neutral y negarse a hacer el servicio militar.
Cuando acabó el régimen, sirvió como superintendente de circuito.
Todos los hermanos de la congregación Praga-Dejvice les mandan su amor y cariño a todos ustedes.
Al comienzo, les mostramos un avance de las asambleas de este año “¡Alégrense siempre!”.
La representación dramática de este año nos contará la historia del valiente Nehemías.
¿Les gustaría ver un anticipo?
Aquí lo tienen.
Lejos de Israel vivía un judío que contaba con la total confianza del rey de Persia.
Él creía que su pueblo estaba sirviendo a Jehová en Jerusalén.
Hasta que un día...
Las murallas de Jerusalén están destrozadas, y sus puertas fueron quemadas.
La mayoría de la gente desobedece la ley de Dios.
La reconstrucción de las murallas fue solo el principio.
Tenemos enemigos poderosos.
¿Qué les parece si acusamos de sedición a Nehemías?
Nehemías está muy lejos.
¿Y quién se lo va a decir?
Esta es mi provincia.
Aquí el que manda soy yo.
¡Tenemos derecho a vivir donde queramos, los dos!
Necesitarían ayuda para enfrentarse a lo que estaba a punto de pasar.
Todos tenemos derecho a buscar nuestra propia felicidad.
Aquí a todo el mundo le parece bien, ¿por qué te quejas?
Si dejamos que estos hombres nos asusten, van a conseguir pararnos.
¡¿Vas a esperar hasta que sea demasiado tarde?!
No podemos hacer nada.
Dios mío, acuérdate de mí.
Estamos seguros de que les encantará la asamblea regional.
Y es un placer anunciarles que el domingo terminaremos la asamblea con una canción nueva.
La letra y la música ya están disponibles en jw.org®.
El Cuerpo Gobernante desea que todos los hermanos practiquen esta nueva canción antes de la asamblea.
Por favor, ayuden a los hermanos de su congregación que tengan problemas para descargar la canción y practiquen con ellos.
Así, todos juntos la cantaremos con todo el corazón para alabar a Jehová.
Con esto, terminamos el programa de este mes.
Queridos hermanos, recuerden que el Cuerpo Gobernante los quiere muchísimo a todos.
Desde la central mundial de los testigos de Jehová, esto es JW Broadcasting.