JW Broadcasting: Enero de 2022 (reunión anual del 2021, parte 1)

¡Bienvenidos al programa de enero de 2022 de JW Broadcasting®!

El 2 de octubre de 2021 tuvo lugar la reunión anual 137 de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania.

¡Cuánto nos alegró poder estar allí juntos, en persona, en el auditorio de Warwick para este evento!

Los miembros de la familia Betel que asistieron disfrutaron de un maravilloso programa, con discursos, emocionantes novedades y videos.

Y ahora estamos encantados de que puedan ver el programa completo aquí, en JW Broadcasting.

El Cuerpo Gobernante me pidió que presentara la reunión anual y también los programas de enero y febrero de JW Broadcasting.

Este mes veremos la primera parte de la reunión.

Y el mes que viene veremos la segunda parte del programa.

¡Seguro que disfrutarán muchísimo de la primera parte de la reunión anual del 2021!

¿Alguien sabe qué hora es?

La mayoría de nosotros pasamos gran parte del día pendientes del tiempo.

Tenemos una hora para ir a trabajar, para ir a la escuela, para comer...

Tenemos un horario para nuestras reuniones e incluso solemos apartar tiempo para estar con nuestros amigos.

Jehová, el Señor del Tiempo, nos recuerda en Eclesiastés 3:1 que “para cada actividad bajo los cielos” hay “un tiempo determinado”.

De hecho, la Biblia dice que para ciertas actividades en concreto hay un tiempo debido.

Por ejemplo, en el libro de Levítico 26:4, Jehová les prometió a los israelitas que si eran obedientes les daría “lluvias abundantes a su debido tiempo”.

Y a la mayoría de nosotros probablemente eso nos parezca un detalle sin importancia.

Pero, si usted alguna vez ha vivido cerca de una finca, o si sabe de agricultura, seguramente sepa que, cuando llueve en su debido momento, la cosecha puede ser estupenda; pero, si llueve cuando no debe, esa misma cosecha podría echarse a perder por completo.

También existe un momento debido para hablar.

Proverbios 15:23 dice que “la palabra dicha en el momento oportuno” es algo muy bueno.

Sin duda es así.

Está claro que, para que una cosa tenga éxito, el tiempo es fundamental.

Tan solo hay que pensar en todas las profecías de la Biblia que se cumplieron justo a tiempo.

Un ejemplo: Jesús se bautizó exactamente en el momento en el que se había predicho que vendría el Mesías.

Otro ejemplo: el Reino empezó a gobernar en el cielo justo a tiempo, en 1914.

Y, hablando de lo que sucedería en el futuro, Jesús dijo que Jehová tiene decidido el día exacto, y la hora, para que llegue el fin de este sistema controlado por Satanás.

¿Sabe ya el Cuerpo Gobernante en qué momento vendrá el Armagedón?

Sí, señor.

Vendrá justo cuando tenga que venir.

Estamos totalmente convencidos: Jehová va a hacer que todos esos sucesos trascendentales ocurran a su debido tiempo, justo a tiempo.

Pero hay otra cosa más que Jehová ha prometido darnos en el momento exacto.

¿Tienen por ahí sus Biblias?

Vamos a leer el libro de Mateo 24:45.

Allí, Jesús hizo esta pregunta: “¿Quién es en realidad el esclavo fiel y prudente a quien su amo puso a cargo de los sirvientes de la casa para darles su alimento al tiempo debido?

¡Feliz [es] ese esclavo si su amo, cuando venga, lo encuentra haciendo eso!

Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes”.

Bueno, ¿qué dijo Jesús aquí?

Él dijo que nombraría a un “esclavo fiel y prudente” que les daría el alimento espiritual.

Pero hay otro detalle también importante.

¿Lo notaron?

Añadió que eso sería “al tiempo debido”.

Como dijimos antes, Jehová es el Señor del Tiempo, y por eso él sabe exactamente lo que su pueblo necesita y también sabe exactamente cuándo debe dárselo.

Vamos a ver solo un par de ejemplos que lo demuestran.

Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba empezando, en la revista La Atalaya del 1 de noviembre de 1939 se publicó un profundo análisis sobre el tema de la neutralidad.

Esa información llegó en el momento perfecto.

Gracias a esos artículos, los hermanos de todo el mundo supieron exactamente qué hacer cuando la guerra se extendió a todo el planeta.

Cuando la guerra terminó, nuestra organización estaba creciendo muchísimo, y se tomó la decisión de organizar grandes asambleas internacionales en la ciudad de Nueva York.

En el año 58, un cuarto de millón de personas —¿se imaginan?— llenó el Estadio de los Yankees y el Polo Grounds.

Levante la mano si estuvo allí.

Qué bueno que ustedes pudieron ir, yo no.

No es que para ese tiempo todavía no estuviera en la verdad; es que para ese tiempo todavía no había nacido.

Bien, esa asamblea memorable llegó justo en el momento debido.

Les dio fuerzas a los siervos de Dios y, por decirlo así, puso a los testigos de Jehová en el mapa.

Es difícil ignorar una asamblea de un cuarto de millón de personas.

Y ahora viajamos al año 2020, cuando el mundo entero se vio envuelto en una pandemia mundial.

La mayoría de países prohibió las reuniones grandes.

¿Podíamos ir al Estadio de los Yankees y juntarnos allí 250.000 personas?

No.

Pero fue justo a tiempo que Jehová guio al “esclavo fiel y prudente” para que los hermanos de todo el mundo pudieran disfrutar del programa de la asamblea desde su hogar.

Sin duda, alimento espiritual “al tiempo debido”.

Y, durante la pandemia, hemos tenido que cambiar los métodos, ¿verdad?

Hemos recibido instrucciones sobre cómo llevar a cabo la predicación y sobre cómo celebrar nuestras reuniones.

Pero durante este tiempo hemos recibido muchas, pero muchas pruebas de que Jehová está dándonos la guía que necesitamos al tiempo debido.

Déjenme darles solo un par de ejemplos.

Durante el año de servicio 2021, al menos 22 sucursales han informado un máximo histórico en el número de publicadores.

¿Se imaginan?

¡En plena pandemia!

Por ejemplo, la sucursal de Corea ha informado un nuevo máximo de publicadores cada mes durante el año de servicio 2021.

¿Verdad que es magnífico?

¡Durante una pandemia!

Y, con tantas cosas buenas que están pasando en el campo, estoy seguro de que en estos momentos todos se están preguntando cuál fue la asistencia mundial a la Conmemoración del 2021.

Bien, por la bondad inmerecida de nuestro maravilloso Dios, Jehová, hemos alcanzado un máximo histórico que supera la cifra de 21 millones.

¿Quieren saber la cantidad exacta?

Bueno, estén atentos, se anunciará hoy al momento debido.

Bueno, en la reunión de hoy vamos a disfrutar de un delicioso banquete de alimento espiritual variado y nutritivo.

Y, para el fin de la reunión, seguro que todos diremos que recibimos lo que necesitábamos al tiempo debido.

El año pasado, en la reunión anual del 2020, al Cuerpo Gobernante le alegró mucho presentar una nueva publicación para dar cursos de la Biblia, titulada ¡Disfrute de la vida para siempre! Curso interactivo de la Biblia. Esto fue un gran cambio en nuestra manera de dar cursos de la Biblia a las personas.

¿Qué piensan los hermanos de esta nueva publicación?

Y una pregunta más importante aún: ¿está llegando al corazón de las personas que estudian la Biblia con nosotros?

Vean el siguiente video.

¡Qué bonita sorpresa fue enterarnos en la reunión anual del año pasado de que ya teníamos un nuevo libro: ¡Disfrute de la vida para siempre! Curso interactivo de la Biblia!

Muchos publicadores ya están utilizando esta nueva herramienta, y los resultados que están teniendo son maravillosos.

En este video, usted verá cómo Jehová bendice los esfuerzos que están haciendo nuestros hermanos por utilizar esta publicación.

Cuando escuché el anuncio de que tendríamos esta nueva publicación, me emocioné muchísimo.

Tenía tantas ganas de tenerlo ya que, cuando anunciaron que ya estaría disponible, abrí el sitio web en mi navegador y estuve recargando la página una y otra vez para ver si ya lo habían publicado.

Tener todos los métodos de enseñanza juntos a la mano… ¿qué más podemos pedir?

Me puse tan contenta… En plena pandemia, Jehová nos estaba dando algo para darle un empujón a nuestro servicio.

Ahora bien, cuando usted se enteró de que tendríamos un nuevo método para dirigir cursos bíblicos, ¿tuvo sus dudas?

Pues preste atención a lo que estos maestros experimentados tienen que decir sobre este método de enseñanza.

Antes no era extraño escuchar a los estudiantes empezar su comentario diciendo: “El párrafo dice…” o “Tal como dice el libro…”.

Ahora no.

Con el método anterior, se me hacía muy difícil darme cuenta de si mis estudiantes estaban entendiendo la información o de si esa información les estaba llegando al corazón.

Creo que antes caía en la trampa de utilizar demasiada información, así que les daba demasiados detalles a los estudiantes y terminaba confundiéndolos más.

Para las personas que tenían un poco más de educación seglar, el método anterior parecía demasiado sencillo.

La respuesta la tenían ahí mismo en el libro.

Era cuestión de buscarla en el párrafo.

Pero, claro, no había manera de saber lo que de verdad pensaban sobre el asunto.

Ahora, con este nuevo método, pienso que las personas de verdad expresan lo que están sintiendo, lo que hay en su corazón.

Con el método anterior, uno veía que el estudiante no despegaba la vista del libro.

Pero eso no sucede ahora.

Cuando miras al estudiante, ves que está pensando o está buscando la respuesta en su mente o en su corazón.

Estudiar la Biblia, para los que les daba clase, les hacía felices.

Pero ahora lo disfrutan mucho más.

Ahora se concentran de principio a fin, se sienten muy motivados y sienten que lo que están aprendiendo los acerca mucho más a Jehová.

Para poder llegar al corazón de un estudiante, necesitamos entender su forma de pensar y lo que siente.

¿Cómo nos ayuda el libro Disfrute de la vida a lograr eso?

Una de las cosas que me encantan de esta publicación es que, después de que te manda a leer el texto bíblico, tienes ahí ya las preguntas perfectas.

Están hechas para llegar al corazón del estudiante, para ayudarle a entender las enseñanzas bíblicas y para revelarnos lo que siente.

Permite que el estudiante pueda expresar lo que hay en su corazón y, por lo tanto, permite que podamos ayudarle.

La primera vez que ojeé esta publicación, me di cuenta de lo atractivo que es su formato.

Los párrafos son muy breves y el estilo es muy interactivo.

Definitivamente, con este método yo hablo menos; mis estudiantes hablan más.

Ya desde el mismo principio, el video que te da la bienvenida al curso te pone el modelo.

Algo muy bueno que tiene ese video es que menciona que el curso empieza con una oración.

Antes no sabías muy bien en qué momento o de qué manera poner ese tema, pero ahora el video lo hace por ti.

El recuadro “Lo que algunos dicen” es muy útil.

Cuando el estudiante me da una buena respuesta e incluso cita un texto de la Biblia, le digo: “Eso lo pudieras decir en la predicación”.

Es obvio que los maestros están muy emocionados con esta nueva publicación, pero ¿qué efecto ha tenido en los estudiantes de la Biblia?

A los estudiantes les impacta.

A uno de ellos le pregunté cómo se sentía al estar estudiando esta nueva publicación y me dijo: “¿Por qué no lo habíamos hecho antes?

¡Es maravilloso!

¡Estoy más tranquilo!”.

Otra estudiante me dijo que era un alivio no tener que buscar las respuestas, sino poder expresar lo que ella pensaba y sentía.

Cuando estudiamos la sección “Profundicemos en el tema” de la lección 02, mi estudiante dijo que le gustaron mucho los textos y las ilustraciones que los acompañaban.

Me dijo que ya se veía en el Paraíso, disfrutando de las maravillosas promesas que Jehová nos hace, y que nuestro estudio le ayudó a sentir el amor de Jehová.

Cuando les pedía a los estudiantes que estudiaran la lección de antemano, se les notaba el estrés en la cara.

Veían ese capítulo, con todos esos párrafos, y para muchos era peor que ir al dentista.

Era aterrador.

Pero ahora lo ven y te dicen: “Sí, sin problema”.

Uno de los estudiantes escribió en el recuadro “Propóngase esto” que quería compartir los puntos que había aprendido de esta lección con sus amigos y compañeros de trabajo.

¡Y lo hizo!

Uno de los videos que más les ha ayudado es el de la lección 04, “Jehová quiere ser amigo suyo”.

Cuenta la historia de Soten Yoeun.

Ellos se conmueven.

¡Se les transforma el rostro!

Sienten que Jehová los ama.

Y quieren hablar con Jehová.

Los motiva a orar.

Estábamos estudiando la primera lección con una señora de 83 años y llegamos a la cita de Mateo 7:7.

Ella leyó el texto en su propia Biblia y en un principio no entendió lo que Jesús quería decir.

Pero, después de que habláramos un poco sobre el texto y de que hiciéramos la pregunta que aparece en la publicación, de repente la señora dijo: “¿Eso quiere decir que yo misma puedo encontrar las respuestas a mis preguntas en mi propia Biblia, que no tengo que preguntarle a un sacerdote?”.

Eso fue algo muy especial.

El video “Aprenda a disfrutar de la lectura de la Biblia” fue muy útil para un joven que, después de verlo, se puso la meta de leer la Biblia todos los días.

Tenemos un estudiante con el que estábamos estudiando el libro anterior, y lo habíamos animado a hacerse publicador.

Pero comenzamos a estudiar la nueva publicación y, en la lección número 2, él nos expresó su deseo de convertirse en publicador no bautizado.

Dijo que se dio cuenta de que podía compartir uno o dos puntos de cada lección fácilmente con sus amigos o con personas que conocía.

Y ahora es publicador y le está yendo muy bien en la predicación.

Gracias a este nuevo libro, ahora dirijo 15 estudios bíblicos, los cuales mantienen la motivación y el deseo de seguir aprendiendo sobre Jehová y sus hermosas cualidades, y sobre el futuro que nos espera.

No cabe duda de que nuestra entera hermandad cristiana está encantada de poder usar esta nueva herramienta de predicación.

¡Qué hermoso regalo de Jehová!

Creo que, de todas las facetas del ministerio, dar cursos bíblicos y ver a los estudiantes progresar es la que más alegría nos da.

Y ahora tenemos esta herramienta que nos hace la vida más fácil.

Esta publicación nos ayuda a ver que el Cuerpo Gobernante sabe que queda muy poco tiempo y quiere que los estudiantes progresen.

Pero no es que los estén apresurando, sino que están tratando de motivarlos con cariño, y eso es lo que los ayuda a progresar. Úsenlo lo más que puedan en la predicación.

Inicien cursos bíblicos con él y, cuando lo hagan, invítenme a que los acompañe a esos cursos bíblicos.

Con este libro es todo un placer ser un maestro de la Biblia.

Es muy fácil.

Estoy convencida de que a todos nos va a encantar.

Este libro, Disfrute de la vida para siempre, es una prueba muy clara de que el esclavo fiel y prudente siempre nos ha dado, y nos seguirá dando, el alimento al tiempo adecuado.

Esta publicación puede hacer que todos aquellos que quieren conocer a Jehová lleguen a amarlo y a convertirse en sus amigos.

¡Que Jehová los siga bendiciendo a ustedes y a todos sus estudiantes!

Gracias, fue muy muy animador.

Y queremos pedirles disculpas a todos los que trabajan como dentistas.

Apreciamos mucho su trabajo.

Seguro que muchos de ustedes también están teniendo buenos resultados al dar clases bíblicas con este nuevo manual.

Pero, si hay alguien que aún no está dirigiendo un curso, ¿por qué no se lo pide sinceramente a Jehová en oración?

Hermanos, no hay nada mejor que dirigir un curso bíblico con esta nueva y excelente publicación.

En los pasados años, un aspecto destacado de nuestras reuniones anuales han sido los episodios especiales de la serie de animación “Hazte amigo de Jehová”.

Y decimos especiales porque son más largos que el resto de los episodios.

Les presentamos el video Hazte amigo de Jehová: ¿Contesta Jehová tus oraciones? Ay, Sofía, sabemos que estás ahí.

¡Por favor, Jehová, que me dejen en paz, que me dejen en paz!

Je, je, je, qué boba.

—Boba.

—Boba.

Vámonos.

Sí, vámonos.

Muy bien, niños, en la clase de hoy vamos a hablar...

¿Sofía?

¡Llegas tarde!

Perdón, es que... estaba...

Da igual.

Hablamos luego.

Uuuuuuuuuuh.

Ya, ya, tranquilos.

Sofía, ve a tu asiento.

Hoy vamos a hablar de un tema muy interesante: las fracciones.

Bueno, niños, les voy a entregar los resultados del examen de ayer.

¡Bien hecho, Sofía!

¿Y tú qué sacaste, Ángela?

Meh, yo qué sé.

¡Guau!

Qué mal...

Bueno, je, je, ¡al menos aprobaste!

A mí qué.

Y tú, ¿qué estás viendo?

Eh, je, je, je.

Sofía.

¡Ayyy! ¡Hum!

Uy, perdón, no te vi.

¡Es que eres invisible!

¿Y esto?

¿Qué es?

Je, je, je.

¡No!

Nos vemos mañana.

Boba.

¿Estás bien?

Déjame ayudarte.

A mí también me molestan.

¡Había un conejito!

Y luego la maestra me dijo que podía agarrarlo, pero tenía que tener mucho cuidado.

¿De verdad?

Le puse Fredi.

Pero solo me dejaron tenerlo un ratito.

¡Ya soy todo un experto en conejitos!

Sofi, ¿qué tienes?

¿Está todo bien?

Ehm...

Nos vemos mañana.

Sí, estoy bien.

OK, ¿qué les parece si hablamos de un tema muy importante?

La oración.

Caleb, ¿qué cosas puedes pedirle a Jehová?

Pues... puedo pedirle las cosas que me gustan, ¡como un helicóptero!, mmm, ¡o una montaña de helado!, pero que no me duela la panza...

¡Y poder jugar con Fredi!

Muy bien.

Pero, cuando le oramos a Jehová antes de ir a dormir, ¿de qué otras cosas le hablamos?

Le damos gracias por las cosas bonitas que ha hecho, como los animales, las estrellas y los océanos.

Y le pedimos que venga el Reino.

¡Y que ayude a todos los hermanos!

Muy bien.

Es bueno orar por nuestros hermanos y hermanas.

Y recuerda: ellos también oran por ti.

Cuando le pedimos cosas buenas a Jehová, siempre nos escucha.

Entonces, ¿por qué Jehová no me responde a mí?

Ohhh, ¿qué te pasa, Sofía?

Cuéntanos.

Hay una niña en la escuela que es muy mala conmigo.

¡Ay, no!

Está bien, hija, no llores.

Y ya le oré a Jehová, pero no ha hecho nada.

¿Creen que está enojado conmigo?

No, cariño.

Jehová no está enojado contigo.

Tal vez Jehová no puede verme.

¡No!

Hay una historia en la Biblia de alguien que se sintió igual que tú.

¿Te acuerdas de Ana?

Ana amaba a Jehová con todo su corazón.

¡Oye, espérame!

Pero había una mujer que se llamaba Peniná y era muy mala con ella.

Mira cómo juegan mis hijos, y tú no tienes.

¿A ella también le hacían bullying?

Ajá.

Ya está la comida.

Esta es tu porción, Ana.

Y, Peniná, esta es la tuya.

Peniná le tenía mucha envidia a Ana.

Ehhh...

Voy a traer agua.

No sé por qué te crees tan especial.

Si lo fueras, Jehová te habría dado hijos, ¿no?

Ana, ¿qué tienes?

¿Por qué estás tan triste?

Los demás no podían entender el dolor tan grande que Ana sentía en su corazón.

Así que le pidió ayuda al único que podía entenderla.

Jehová, por favor, mira lo mucho que estoy sufriendo.

No te olvides de esta sierva tuya.

Y, por favor, dame un hijo.

Si me lo das, yo te lo entregaré para que te sirva toda la vida.

¿Qué haces aquí?

¡Estás borracha!

No estoy borracha, estoy sufriendo mucho.

Ah...

Solo le estaba pidiendo a Jehová que me ayude.

Vete en paz, y que Jehová te conceda lo que le has pedido.

Jehová todavía no había respondido su oración, pero Ana ya no estaba triste.

¿Sabes por qué?

¿Por qué?

Porque sabía que Jehová escuchó su oración.

Recuerda que, cuando le oras a Jehová, él de veras te escucha.

Él sabe lo que necesitamos, y sabe cómo ayudarnos.

Pero ¿cómo responde las oraciones?

De muchísimas formas.

Pero a veces hay que esperar un poquito.

¿Porque está ocupado?

No.

Jehová a veces nos responde y tardamos en darnos cuenta.

¿Quieres que veamos lo que puedes pedirle tú a Jehová?

¿Y las cosas que puedes hacer mañana con las que Jehová te puede ayudar?

Jehová, yo sé que Ángela y las otras niñas me van a molestar mañana.

Pero, por favor, ayúdame a ser como Ana.

Quiero ser fuerte, como ella.

Entonces, Ana fue al tabernáculo, y allí estaba Elí, el sumo sacerdote.

¡Ay, no, ahí vienen, corran!

Miren a quién tenemos aquí.

¿Ya viste?

¡Son ellas!

¿Qué le habrá hecho?

¿Qué le dijo?

¿Se van a pelear?

Ángela va a ganar.

¿Qué quieres, Ángela?

¿Yo?

Yo solo quería saber si tienes un lápiz que me prestes.

¡Agh!

¿Qué puedo hacer?

Jehová escuchó su oración.

Jehová, soy yo, Caleb.

Por favor, ayuda a Sofía.

... y, también, ayuda a Sofía a ser fuerte hoy en la escuela.

Por favor, cuida a los niños de la congregación, como Caleb y Sofía.

... y protege a los niños y a los jovencitos.

... y que los niños puedan ser fieles a ti.

Dales las fuerzas a los niños para hacerles frente a las situaciones difíciles.

¡Jehová, ayúdame, por favor!

Te lo pedimos en el nombre de Jesús.

Amén. ¿Qué?

¿Vas a llorar?

Ya basta, Ángela.

Te estás portando mal.

Y, si sigues así, te voy a acusar.

No te creo.

Pues créeme.

Tú a mí no me mandas.

Vámonos, Cati.

¡Esa es mi hermana!

¡Eso estuvo genial!

¡No te dio miedo!

Es que le pedí ayuda a Jehová, y él me dio el valor.

Ana por fin tuvo un hijo, y le puso Samuel porque, como ella dijo: Fue a Jehová a quien se lo pedí.

No hay nadie santo como tú, Jehová.

No hay nadie aparte de ti.

Gracias, Jehová.

Hermanos, esto es verdadero alimento espiritual al tiempo debido.

Aunque el video está pensado para los más pequeños, contiene un mensaje que todos necesitamos recordar en estos tiempos difíciles.

Ahora tendremos el honor de escuchar a tres miembros del Cuerpo Gobernante.

Ellos darán los siguientes discursos.

Primero escucharemos a nuestro querido hermano, David Splane, con el discurso “El Camino de la Santidad”.

Increíble.

Solo se puede describir así.

Se escuchaba por todas partes: los judíos que habían estado cautivos en Babilonia podían salir y volver a su tierra, Israel.

Ustedes ya saben por qué aquello era increíble: porque Babilonia nunca liberaba a sus cautivos.

Pero Babilonia fue derrotada, y el nuevo gobierno anunció que los judíos tenían permiso para volver.

Es evidente que detrás de aquello estaba Jehová.

Así que cada cabeza de familia tenía que tomar una decisión: salir de Babilonia o quedarse allí.

Puede que digan: “Pero si no había nada que pensar, la decisión era fácil”.

Bueno, un momento.

La mayoría de los judíos había nacido en Babilonia, incluso la mayoría de sus padres había nacido en Babilonia.

Era el único hogar que conocían.

Allí estaban sus raíces.

Y, según los registros históricos, algunos de ellos habían prosperado, se habían hecho ricos.

Existen pruebas de que los judíos compraban y vendían piedras preciosas y otros artículos de lujo.

Quizá alguno diría: “No me puedo ir de Babilonia.

Mi socio es de aquí, es babilonio.

Y nuestro negocio va muy bien.

Además, nadie compraría nuestros productos en Israel”.

Otro podría decir: “Mi hijo se casó con una mujer babilonia, y acaban de tener un bebé, nuestro primer nieto.

Y es tan bonito.

No me puedo ir ahora”.

Así que, por un lado, quedarse en Babilonia era una ventaja en sentido económico.

Pero, por otro lado, la libertad de los judíos para adorar a Jehová allí estaba muy limitada.

Se cree que había 50 templos paganos tan solo en la capital, pero no había ningún templo para Jehová.

Y los levitas no podían seguir la Ley de Moisés adecuadamente, solo hasta cierto grado.

Así que, si se quedaban, tendrían ventajas en sentido material.

Pero las recompensas en sentido espiritual para los que decidieran irse serían enormes.

Para los judíos que deseaban agradar a Jehová la decisión era sencilla.

Ellos querían irse de Babilonia y restaurar la adoración pura en la Tierra Prometida, en Israel.

Así que, si tenían fuerzas para ello, iban a dejar Babilonia y viajar a Jerusalén, una ciudad que la mayoría no conocía, una ciudad en ruinas.

Pero Jehová les prometió que les haría el viaje de Babilonia a Jerusalén lo más sencillo posible.

Para ver esto, para poder imaginárnoslo, vamos a leer juntos una serie de cuatro textos de la Biblia.

Cada uno de ellos nos va a dar un detalle de lo que Jehová tenía en mente.

El primero se encuentra en Isaías 40:3, 4.

Esperaré a que lo encuentren, porque me gustaría que lo leyéramos juntos.

Es Isaías 40:3, 4, que son muy conocidos: “La voz de alguien grita en el desierto: ‘¡Despejen el camino de Jehová!

Hagan para nuestro Dios un camino recto [un camino recto] por el desierto.

Que todo valle sea levantado y que toda montaña y colina sea rebajada.

Se tiene que allanar el terreno accidentado y convertir en llanura el terreno irregular’ ”.

¿Saben? Cuando leo estas palabras, recuerdo al hermano Carey Barber.

Seguro que le gustaba mucho este pasaje, porque a menudo, cuando oraba, lo repetía de memoria.

¡Qué buenos recuerdos del hermano Barber!

Ahora bien, el texto habla de hacer “un camino recto por el desierto”.

Si alguno de ustedes ha ido a la obra de Rámapo, sabe lo que implica este tipo de trabajo.

Imaginemos que se le pide al Comité de Construcción de Rámapo hacer algo así, hacer un camino recto por el desierto.

“Si se encuentran una montaña, aplánenla, si se encuentran un valle, levántenlo”.

Sería muchísimo trabajo.

Pero ellos ya tienen bastante.

No les demos más de lo que ya tienen.

Así que la obra sería difícil, pero al final sería mucho más fácil viajar por un camino recto que tener que subir y bajar montañas y valles.

Y también llegarían más rápido.

Bueno, hasta ahora sabemos que iba a haber un camino recto entre Babilonia y Jerusalén.

¿Qué más nos dice la Biblia?

Isaías 57:14: “Se dirá: ‘¡Construyan, construyan un camino!

¡Preparen el camino!’ ”.

Y noten ahora: “Quiten del camino de mi pueblo todos los obstáculos”.

Ahora tenemos dos detalles, habría un camino recto por el desierto y se quitarían de ese camino todos los obstáculos.

Muchos caminos tienen nombre, algunos tienen nombres de personas famosas, otros solo un número.

¿Tiene este camino especial un nombre?

Sí.

Leamos Isaías 35:8, 9 para ver cuál es.

Les estoy haciendo buscar muchos textos, pero hay que hacerlo para entender esto bien.

Isaías 35:8, 9: “Y habrá una senda allí, sí, un camino llamado —y aquí lo tenemos— Camino de la Santidad.

El impuro no viajará por ella.

Está reservada para el que anda por el camino; ningún tonto accederá a ella.

No habrá ningún león ni se acercarán fieras salvajes.

No se les verá por allí; allí solo andarán los recomprados”.

Así que ¿cómo se llama?

¿Cuál es el nombre especial de este camino?

El “Camino de la Santidad”.

¿Verdad que es un buen nombre para un camino?

Por él no habrá ni serpientes, ni osos, ni zorros, ni pumas.

No importa lo preciosos que crean que son, no pueden estar en este camino especial.

Bueno, ¿qué más detalles podemos comentar sobre este camino?

Hoy día, cuando uno va por la carretera, no sabe quién conduce el auto de al lado.

Podría ser alguien que no debería conducir por estar borracho o por estar bajo los efectos de las drogas.

Pero por este camino no puede ir nadie que sea impuro, o sea, no puede ir nadie que desobedezca las leyes de Dios.

Recordemos que este camino salía de Babilonia e iba a Jerusalén.

Seguramente, los judíos que fueran impuros ni siquiera querrían volver a Israel.

Probablemente con la idolatría de Babilonia se sentían como en casa.

Sus antepasados también fueron idólatras.

Así que solo los que fueran puros a los ojos de Jehová tenían permiso para viajar de Babilonia a Jerusalén.

Aclaremos algo.

No sabemos si se hicieron literalmente trabajos en la ruta que iba de Babilonia a Jerusalén.

Puede que esto sea simbólico.

Pero quizá se hiciera algo.

Veamos lo que Jehová les mandó hacer a los judíos en Jeremías 31:21.

Quizá se pregunten: “¿Por qué les dijo Jehová todas estas cosas si no tenían que hacerlas literalmente?”.

Jeremías 31:21 dice: “Ponte marcas en el camino y coloca señales.

Presta atención al camino, la ruta por la que tienes que ir.

Vuelve, oh, virgen de Israel.

Vuelve a estas ciudades tuyas”.

Seguramente los primeros en usar este camino quitaron de en medio los obstáculos y allanaron el terreno lo mejor que pudieron para que les fuera más sencillo a los que iban detrás caminar por él.

Entonces, ¿qué hemos aprendido?

¿Qué nos enseñan estos textos que leímos?

Primero, que había un camino, un camino por el desierto.

También aprendimos que se tendrían que quitar los obstáculos, que tenía un nombre especial, el “Camino de la Santidad”, y que tendría marcas y señales, para que los que viajaran por él no se perdieran o se confundieran y tomaran otro camino.

¿Cuál era el objetivo?

¿Por qué quería Jehová que se preparara tan bien este camino?

Para que fuera lo más fácil posible para los judíos dejar Babilonia y volver a Israel para restablecer la adoración pura.

¿Funcionó?

Decenas de miles de hombres, mujeres y niños aceptaron aquella invitación de volver a su tierra, y con la ayuda de Jehová llegaron sanos y salvos a su destino.

Puede que piensen: “Esto está muy bien, pero ¿qué tiene que ver conmigo?, ¿qué tiene que ver con nosotros hoy día?”.

Mucho, porque hoy no decenas de miles, sino millones de hombres, mujeres y niños están obedeciendo el mandato, el urgente mandato, “Sálganse de ella”, sálganse de “Babilonia la Grande”.

Pero en la actualidad la situación es diferente a la de los judíos de la antigüedad.

Ellos tenían elección.

Podían quedarse en Babilonia y seguir sirviendo a Jehová.

Pero la gente hoy día no tiene elección.

Tienen que dejar Babilonia la Grande.

Su vida está en juego.

Ahora bien, no estamos tratando de decir que cada detalle de este relato tiene un cumplimiento en nuestros días, pero sí hay algunas similitudes entre lo que les pasó a los judíos en la antigüedad y lo que está pasando hoy.

Porque, en cierto sentido, cuando comenzamos a darle clases de la Biblia a alguien, lo estamos ayudando a encontrar el “Camino de la Santidad”.

Algunos comienzan a estudiar, comienzan a viajar por el camino y luego se salen de él.

Pero otros continúan, y se dedican, se bautizan y se hacen discípulos de Cristo.

Algunos van por el carril rápido, progresan enseguida.

Otros digamos que van por el carril más lento, van más despacito, pero siguen adelante.

Y, mientras sigan progresando, les seguiremos dando clases.

Y, si sufren una avería, quizá haya que ayudarlos y llamar a la grúa.

Pero es mucho más fácil viajar por el “Camino de la Santidad” hoy que nunca antes.

Y en parte esto es gracias al trabajo espiritual que comenzó hace siglos.

Hermanos, lo repito.

Es más fácil viajar por el “Camino de la Santidad” hoy gracias al trabajo espiritual que comenzó hace cientos de años, mucho antes de que cayera Babilonia la Grande, mucho antes de que se pudiera viajar por él.

Imagínese la escena: vive en el siglo dieciséis, tiene una pala en la mano y está a punto de comenzar a trabajar en el “Camino de la Santidad”.

Enfrente tiene una montaña, una montaña de ignorancia.

Y se da cuenta de que, para poder allanar esa montaña, lo primero que tendrá que hacer es poner la Biblia en las manos de la gente.

Por años, la Biblia solo estuvo en latín.

Únicamente las personas con más estudios podían leerla.

Y hasta algunos miembros del clero sabían muy poquito latín, el suficiente para dar misa, pero en realidad no lo entendían.

Bueno, si han visitado nuestro precioso museo —algunos de ustedes lo hicieron hace poco—, sabrán que traductores de muchos países arriesgaron su libertad, incluso su vida, para traducir la Biblia al idioma de la gente común.

Y luego hubo personas que imprimieron esas traducciones.

Algunos usaban nombres falsos porque, si te descubrían imprimiendo la Biblia, podían arrestarte o hacerte algo peor.

Así que la montaña tenía que allanarse palada a palada —biblia a biblia— para poder preparar el terreno del “Camino de la Santidad”.

Para que la gente tuviera la Biblia, William Tyndale se las ingenió para introducir en Inglaterra miles de ejemplares de su traducción escondidos en cargamentos de algodón y otros artículos.

Esto era peligroso.

La traducción de Tyndale estaba prohibida en Inglaterra, y solo por el hecho de tener un ejemplar te podían meter en la prisión de la Torre de Londres o matarte.

Pero, a pesar de los intentos por parar las obras del “Camino de la Santidad”, se imprimieron más ejemplares de la traducción de Tyndale de los que el clero podía eliminar.

Seguro que les parecerá interesante un comentario que hizo William Tyndale en su traducción del libro de Génesis de 1530.

Él escribió lo siguiente: “Iehovah es el nombre de Dios [...] Además, cada vez que se vea SEÑOR en letras grandes es, en hebreo, Iehovah”.

Ya entonces había personas que sabían que el nombre de Dios es Jehová.

Al estar la Biblia al alcance de más personas, era de esperar que algunos comenzaran a estudiarla y compartieran lo que aprendieran con otros.

Y así ocurrió.

Poco antes de 1919, el año en que cayó Babilonia la Grande, se hicieron más trabajos en este camino.

Hubo algunos hombres que publicaron el resultado de su investigación en tratados, libros y otras publicaciones.

Querían que la gente supiera la verdad.

Querían allanar aquella montaña de ignorancia.

Por ejemplo, en el año 1835, un estudiante de la Biblia llamado Henry Grew escribió un folleto sobre la inmortalidad del alma.

En aquel folleto, Grew explicó con la Biblia que la inmortalidad es un premio por ser fiel a Dios, que no nacemos con ella.

Pero publicó el folleto de manera anónima, porque sabía que tendría problemas.

Y, más tarde, Henry Grew los tuvo.

En fin, publica el folleto.

Dos años más tarde, otro estudiante de la Biblia, George Storrs, está viajando en tren, mira hacia el suelo y ve un folleto.

Y resulta que es el folleto de Henry Grew sobre la inmortalidad del alma.

Lo lee, y llega a la conclusión de que el hombre no tiene un alma inmortal.

Así que ¿qué hace?

Agarra una pala y se pone a trabajar en el camino, el “Camino de la Santidad”.

En 1842, pronunció una serie de discursos con el intrigante título “¿Son inmortales los inicuos?”.

Y después los publicó por escrito.

¿Saben cuántos ejemplares se imprimieron?

Doscientos mil ejemplares de aquella serie de discursos.

Así que hizo muy buen trabajo en el “Camino de la Santidad”.

Storrs estaba al tanto de que aún no tenía toda la verdad.

Y en 1847 hizo un comentario que es muy interesante para nosotros.

Dijo: “Debemos recordar que acabamos de salir del oscurantismo de la Iglesia, y —noten esto— no debe sorprendernos si encontramos que aún llevamos puestas algunas ‘prendas babilónicas’ ”.

Y tenía razón, Babilonia todavía tenía influencia en aquel tiempo.

Bueno, sabemos que las ideas de George Storrs influyeron en Charles Taze Russell.

¿Qué sabemos del hermano Russell y sus compañeros?

Ellos no fueron los primeros en descubrir que la trinidad y la inmortalidad del alma eran enseñanzas falsas y que la presencia de Cristo sería invisible.

Más bien, se beneficiaron del trabajo minucioso que ya habían hecho otros en el “Camino de la Santidad”.

Así que traductores, impresores y algunos estudiantes de la Biblia trabajaron en este camino espiritual.

Y se podría decir que Russell y sus compañeros terminaron las obras del “Camino de la Santidad”.

En 1919, cayó Babilonia la Grande, y el “Camino de la Santidad” se abrió para los viajeros.

Pero el hermano Russell murió en 1916, ¿se lo perdió?

¿Se perdió la inauguración del camino?

Yo creo que no.

Él no vio la apertura de este camino a vista de pájaro, la vio desde mucho más arriba.

Porque el hermano Russell y sus compañeros, los que ya no vivían en la Tierra, pudieron observarla desde el cielo.

¿Se imaginan lo contentos que se pusieron al ver a los primeros viajeros andando por el “Camino de la Santidad”?

Tuvo que ser muy muy emocionante para ellos.

Y no debería sorprendernos que Russell y sus compañeros estén ahora participando en el programa de mantenimiento del “Camino de la Santidad”.

Y es que, para que un camino sea bueno, hay que mantenerlo.

El camino está abierto, pero el mantenimiento de este camino continúa.

¿Con qué objetivo?

Hacer que la gente pueda identificar con mucha facilidad a Babilonia la Grande y salirse de ella.

Ese es el objetivo.

Pensemos en la Biblia, por ejemplo.

Había traducciones de la Biblia en 1919, pero algunas tenían un lenguaje tan anticuado que eran difíciles de entender.

Y la mayoría de ellas omitía el nombre de Dios, no le daban la honra que se merece.

Pero ahora tenemos la Traducción del Nuevo Mundo. Sin duda es un regalo maravilloso.

Es tan clara.

Y no hay que hipotecar la casa para comprarla, como quizá pasara en el siglo dieciséis.

Además de esta traducción, se ha producido mucho alimento espiritual desde 1919 para enseñar la verdad.

Y piensen en esto: en 1919, cayó Babilonia la Grande.

¿Qué más ocurrió en ese año?, ¿qué más hizo Jehová para ayudar a las personas?

Nombró al esclavo fiel y prudente ese mismo año.

Y el esclavo no perdió el tiempo.

Comenzó a preparar publicaciones enseguida, para ayudar a la gente a conocer la verdad.

Solo dos años más tarde, en 1921, ya estaba preparada una nueva publicación, El Arpa de Dios. Estaba pensada para que los nuevos pudieran aprender la verdad, porque era fácil de leer y estudiar.

Y eso era necesario, porque en 1921 había muy pocos maestros o publicadores para darles clases de la Biblia a las personas.

Hacía falta algo que fuera sencillo, y para aquel tiempo el libro El Arpa de Dios era sencillo.

En aquellos días había muy poquitos publicadores, unos cuantos miles.

Pero eran tremendos trabajadores.

Se esforzaron muchísimo.

¿Saben? Para cuando se dejó de imprimir El Arpa de Dios, se habían distribuido casi seis millones de ejemplares en 22 idiomas.

Esto es prueba de que el trabajo de mantenimiento en el “Camino de la Santidad” comenzó justo después de que se abriera.

Dudo que haya muchos aquí en el auditorio que aprendieran la verdad con El Arpa de Dios. ¿Hay alguno?

No lo creo.

¿Con qué publicación aprendió la verdad?

¿Qué publicación le ayudó a encontrar el “Camino de la Santidad”?

¿Fue el libro “La verdad os hará libres”, “Sea Dios veraz”, La verdad que lleva a vida eterna, Vivir para siempre, el libro Conocimiento, el libro Enseña, o su versión actualizada, Nos enseña?

¿O la está aprendiendo con el nuevo manual, Disfrute de la vida?

Todas estas publicaciones han ayudado a la gente a salir de Babilonia la Grande.

Y esto es prueba clara de que el mantenimiento en el “Camino de la Santidad” se sigue realizando.

El trabajo no ha parado, y el camino es cada vez mejor.

¿Está dándole clases a alguien con el libro Disfrute de la vida?

Al hacerlo, está dirigiendo a esa persona al “Camino de la Santidad”.

El hermano Sanderson ya habló de esto.

No tengan miedo de ofrecer cursos de la Biblia a compañeros de trabajo, familiares, compañeros de clase, a quien se les ocurra. Ofrézcanlos.

¡Quién sabe!

Quizá se lleven una sorpresa.

Pero es bueno que recordemos que, aunque ir por este camino ahora es más sencillo, comenzar a andar por él requiere valor y esfuerzo.

Así que estemos listos para ayudar a los que quieran aprender.

Millones de personas ya van por este camino, y esperamos que más millones comiencen a hacerlo antes del fin de este sistema.

A todos les deseamos “¡Buen viaje!”.

Muchísimas gracias, hermano Splane, por este interesantísimo discurso sobre el “Camino de la Santidad”.

¿Saben? Una vez en una subasta tuve la oportunidad de tener en mis manos el Pentateuco de Tyndale, de 1530, y hay solo unos pocos ejemplares.

Pero desgraciadamente no llevaba $650.000 en la billetera ese día ni tenía una casa para hipotecar.

Así que me quedé sin él.

Pero en el museo de Warwick sí tenemos una réplica.

Y qué ganas tenemos de poder volver a abrir los museos para que los hermanos que nos visitan puedan ver todas estas cosas maravillosas.

Muchas gracias, hermano Splane.

Ahora tendremos el placer de escuchar a otro miembro del Cuerpo Gobernante, el hermano Geoffrey Jackson, con el intrigante discurso “¿Está usted allí?”.

¿Está usted allí?

¿Está su nombre allí?

¿Está su nombre escrito “en el libro de la vida”?

¿Qué “libro de la vida”?

Al leer Malaquías 3:16, nos damos cuenta de que se refiere a “un libro para recordar”.

Ese libro contiene un registro de todos los que temen a Jehová y valoran su nombre.

Así que este libro del recuerdo es un registro de todos los que tienen la esperanza de recibir vida eterna.

Y todos queremos que nuestros nombres estén escritos en ese libro, ¿verdad?

Pero ¿el hecho de que nuestro nombre esté escrito en ese libro significa que recibiremos de manera automática vida eterna?

No.

Recordemos lo que Jehová le dijo a Moisés sobre este tema en Éxodo, capítulo 32.

Allí él dijo que al que pecara contra él lo borraría de su libro.

Así que los nombres se pueden borrar de este libro de la vida.

Es como si nuestros nombres estuvieran escritos a lápiz.

Por eso, todos queremos asegurarnos de que nuestros nombres permanezcan escritos en el libro de la vida hasta que llegue el momento en el que se escriban permanentemente, como si fuera con tinta.

Pero ¿quiénes están en el libro de la vida?

Vamos a analizar juntos cinco grupos diferentes de personas.

Algunos tienen escritos sus nombres en el libro y otros no.

A continuación veremos un video que habla de estos cinco grupos.

Primer grupo: los que han sido seleccionados para reinar con Cristo en el cielo.

¿Están sus nombres escritos en el libro de la vida?

Según Filipenses 4:3, la respuesta es sí.

Pero, aunque hayan sido ungidos con espíritu santo, deben seguir siendo fieles para que sus nombres se escriban permanentemente en este libro.

Segundo grupo: la gran muchedumbre que sobrevive al Armagedón.

¿Están los nombres de estas personas fieles escritos ahora en el libro de la vida?

Sí.

Pero ¿qué pasará después del Armagedón?

¿Seguirán estando sus nombres en este libro?

Sí.

¿Cómo lo sabemos?

Porque, en Mateo 25:46, Jesús dijo que estas personas, que son como ovejas, “irán a la vida eterna”.

¿Pero significa eso que recibirán la vida eterna al comienzo del Reinado de Mil Años?

No.

Apocalipsis 7:17 dice que Jesús “los guiará a manantiales de aguas de vida”.

Así que no recibirán la vida eterna inmediatamente.

Ahora bien, sus nombres sí estarán escritos en el libro de la vida, a lápiz, por así decirlo.

Tercer grupo: las personas que morirán en el Armagedón por ser como cabras.

Sus nombres no están escritos en el libro de la vida.

En 2 Tesalonicenses 1:9 dice: “Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna”.

Y lo mismo puede decirse de quienes han pecado deliberadamente contra el espíritu santo.

Ellos también reciben destrucción eterna, no vida eterna.

Así que los primeros tres grupos son: los ungidos, la gran muchedumbre y las cabras.

De estos tres, solo dos están en el libro de la vida.

Hablemos ahora de los otros dos grupos.

Están formados por personas que resucitarán en el nuevo mundo.

Pero primero leamos juntos Hechos 24:15.

Allí el apóstol Pablo dice: Así que el cuarto grupo son los justos que han muerto, lo que incluye a algunos de nuestros seres queridos.

¿Están sus nombres escritos en el libro de la vida?

Sí.

Apocalipsis 17:8 da a entender que este libro ha existido “desde la fundación del mundo”.

Jesús dijo que Abel vivió en la época de “la fundación del mundo”.

Así que podemos concluir que su nombre fue el primer nombre que se escribió en el libro de la vida.

Desde aquel entonces, se han incluido en el libro los nombres de millones de personas justas.

Pero surge una pregunta importante: cuando estas personas justas murieron, ¿se borraron sus nombres del libro de la vida?

No.

Siguen vivos en la memoria de Jehová.

Recordemos que Jesús dijo que Jehová “no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos están vivos”.

Los justos volverán a vivir en la Tierra, y sus nombres seguirán escritos en el libro de la vida.

Como estas personas hicieron cosas buenas antes de morir, recibirán la resurrección de los justos.

Y seguramente algunos de ellos tendrán asignaciones especiales, como la de ser “príncipes” en la Tierra.

Hablemos por último de la resurrección de “los injustos”.

La mayoría de estas personas no tuvieron la oportunidad de hacerse amigos de Jehová.

No llevaban una vida justa, por eso se les llama injustos.

Cuando estas personas resuciten, ¿estarán sus nombres escritos en el libro de la vida?

No.

Pero tendrán la oportunidad de que, con el tiempo, su nombre se escriba en ese libro.

Los injustos necesitarán mucha ayuda.

Antes de morir, algunos hicieron cosas horribles.

Así que tendrán que aprender a vivir de acuerdo con las normas de Jehová.

Para ello, bajo el Reino de Dios, se llevará a cabo el mayor programa de educación de toda la historia.

¿Quién enseñará a estas personas injustas?

Los que tengan sus nombres escritos a lápiz en el libro de la vida, es decir, la gran muchedumbre y los resucitados justos.

¿Qué deben hacer estos injustos si quieren que su nombre se escriba en el libro de la vida?

Tendrán que hacerse amigos de Jehová y dedicarle su vida.

Pero ¿aprovecharán todos los injustos esta oportunidad?

No.

Recordemos, Jesús y los ungidos, en su papel de jueces, estarán observándolos con mucha atención.

Isaías 65:20 dice que los que se nieguen a aceptar esta ayuda serán eliminados.

En el nuevo mundo no se permitirá que nadie cause ningún daño, así que, durante los 1.000 años, cualquiera que tenga una actitud malvada será eliminado.

Teniendo en cuenta todo esto, leamos juntos Juan 5:28, 29.

Jesús dijo: Reflexionemos un momento en lo que dice Juan 5:28, 29.

Hasta ahora creíamos que lo que Jesús quiso decir aquí es que algunos resucitados harían cosas buenas y otros harían cosas malas después de resucitar.

Pero, fíjense, en el versículo 29, Jesús no dijo “las personas que hagan cosas buenas” ni “las personas que hagan cosas malas”.

Jesús habló en pasado, porque dijo: “Los que hayan hecho cosas buenas” y “los que hayan hecho cosas malas”.

Esto quiere decir que estas personas hicieron estas cosas antes de morir, o sea, antes de ser resucitadas.

Y eso tiene sentido, ¿verdad?, porque en el nuevo mundo no se permitirá que nadie haga cosas malas.

Entonces, ¿qué quiso decir Jesús cuando habló de estos dos grupos?

Para empezar, podríamos decir que los justos, cuando resuciten, todavía tendrán su nombre escrito en el libro de la vida.

Es cierto que Romanos 6:7 dice que, cuando alguien muere, sus pecados se borran.

Pero —y tomen nota de esto— su registro de lealtad a Dios no se borra.

Así que, cuando los justos resuciten en el nuevo mundo, sus nombres seguirán escritos en el libro de la vida.

Aunque, por supuesto, tendrán que seguir siendo fieles durante los 1.000 años para que sus nombres sigan en el libro.

¿Y qué hay de los injustos?

Bueno, estos son los que hicieron cosas malas antes de morir.

Así que, cuando resuciten, sus nombres no estarán escritos en el libro, no tendrán una resurrección de vida, tendrán una resurrección de juicio.

Y ¿qué significa eso?

Bueno, podríamos decir que la palabra juicio aquí no se refiere a una condena.

No se refiere a algo que es totalmente negativo.

Es cierto que a veces la palabra juicio puede significar eso, pero parece que en este contexto Jesús está usando la palabra juicio con un sentido más neutro.

Tiene que ver más con una evaluación o un periodo de prueba.

Así que los injustos tendrán la oportunidad de aceptar la maravillosa enseñanza que se les ofrecerá en el nuevo mundo.

Y, durante ese tiempo, serán evaluados.

Si le dedican su vida a Jehová, entonces sus nombres se escribirán en el libro de la vida.

Llegados a este punto, puede que se pregunten: “¿Esta es una manera nueva de entender este asunto?”.

Sí, lo es.

Y ahora estarán pensando: “¿Me lo puedes repetir, por favor?”.

Veamos un pequeño resumen que nos ayudará a entenderlo.

Cuando Jesús habló en Juan 5:29 de aquellos que recibirían una resurrección de vida, se refería a quienes hicieron cosas buenas antes de morir.

Sus nombres están escritos en el libro de la vida.

Por otro lado, la resurrección de juicio de la que habla Juan 5:29 es para los que hicieron cosas malas antes de morir.

Sus nombres todavía no están escritos en el libro de la vida.

Ahora bien, todos los resucitados, tanto los justos como los injustos, tendrán que obedecer las leyes de los nuevos rollos que se mencionan en Apocalipsis 20:12.

Ahí dice: Sí, cada uno de ellos será juzgado individualmente por sus acciones.

Pero ¿de qué acciones se trata?

¿Se refiere a las cosas que hicieron antes de morir?

No, si así fuera, la resurrección de los injustos no tendría ningún sentido.

Por lo tanto, estas acciones no pueden ser las cosas que hicieron antes de morir.

Más bien, el texto debe referirse a cómo respondan a la enseñanza que recibirán en el nuevo mundo.

Incluso hombres fieles, como Noé, Samuel, David o Daniel, tendrán que aprender sobre el sacrificio de Jesús y demostrar fe en él.

Todo esto también nos ayuda a entender una profecía impresionante.

Está en el libro de Daniel, vamos a leerla.

Es Daniel 12:1-3. Dice: Y fíjense en lo que dice ahora.

Así que, al leer Daniel 12:2, creemos que debemos cambiar también nuestra manera de entender este versículo.

Fíjense, aquí se habla de personas que se despiertan, que resucitan, y eso sucede después de lo que menciona el versículo 1, después de que la gran muchedumbre sobreviva a la gran tribulación.

Así que está claro que se trata de una resurrección literal, la de los justos y los injustos.

Pero ¿qué quiere decir aquí el versículo 2?

¿Qué significa que algunos se despertarán para vida eterna y otros para desprecio eterno?

¿Qué significa en realidad?

Bueno, nos damos cuenta de que hay una pequeña diferencia con lo que dijo Jesús en Juan 5, cuando habló de vida y de juicio.

Aquí de lo que se está hablando es de vida eterna y de desprecio eterno.

Es distinto.

La palabra eterno nos ayuda a ver que se trata del resultado final, después de que los resucitados hayan aceptado o no la enseñanza que se les dé.

Así que los resucitados que aprovechen bien la enseñanza que reciban seguirán viviendo, y al final recibirán vida eterna.

Por otro lado, cualquiera que se niegue a aceptar la enseñanza que se le dé en el nuevo mundo será condenado y eliminado para siempre.

Y leamos por último el versículo 3: Aquí se está hablando de la enorme campaña de educación que se llevará a cabo en el nuevo mundo.

Los ungidos, ya en el cielo, brillarán al colaborar con Jesús en dirigir esa campaña de educación que llevará a muchos a la justicia.

Para ellos será un placer poder ejercer su papel de sacerdotes al colaborar en esta obra.

Participarán en la labor de curar a las naciones.

Y qué alegría les dará ver que los humanos obedientes son liberados del pecado y de la muerte, y alcanzan por fin la perfección.

Claro, tenemos que tener en cuenta que, en ese tiempo, no solo estarán viviendo en la Tierra los resucitados.

También estarán los que hayan sobrevivido al Armagedón y los que hayan nacido en el nuevo mundo.

Estas personas terminarán alcanzando la perfección.

¿Será entonces cuando se escriban sus nombres con tinta en el libro de la vida?

No, todavía no.

¿Y por qué no?

Porque el hecho de que una persona sea perfecta no hace que automáticamente tenga vida eterna.

Recuerden el caso de Adán y Eva.

Ellos eran perfectos, pero antes de que se les diera la vida eterna debían demostrar que eran obedientes a Jehová.

Y nosotros sabemos lo que pasó con Adán y Eva.

Ellos fallaron.

Así que surgen algunas preguntas relacionadas con todos los que sean perfectos en la Tierra en ese tiempo: los resucitados, los que sobrevivan a la gran tribulación y los que nazcan en el nuevo mundo.

¿Seguirán siendo leales entonces?

¿Seguirán apoyando la soberanía de Jehová?

¿O habrá algunos como Adán y Eva, perfectos pero desleales?

Bueno, el libro de Apocalipsis nos ayuda a entender que para resolver esta cuestión Satanás será liberado de la prisión simbólica, y tendrá una oportunidad para poner a prueba a los siervos de Jehová.

Así que cada ser humano en ese momento tendrá que demostrar de qué lado está en la cuestión de la soberanía universal.

Lo que cada uno decida determinará si su nombre se escribirá permanentemente en el libro de la vida.

Algunos, no sabemos cuántos, le darán la espalda a Jehová y no apoyarán su soberanía.

¿Qué pasará con ellos?

Bueno, Apocalipsis 20:15 contesta esa pregunta.

Todos los que no estén “inscritos en el libro de la vida” serán eliminados para siempre.

Y ahora viene la buena noticia: la mayoría de los humanos perfectos pasarán la prueba final, y sus nombres estarán escritos permanentemente en el libro de la vida.

¿Verdad que es emocionante pensar en lo que pasará en el futuro?

Y en este tiempo Jehová está preparando a su pueblo para la enorme campaña de educación que se llevará a cabo en el nuevo mundo.

Así que ahora es el momento de pensar en aquella pregunta: “¿Está usted allí?

¿Está su nombre escrito en el libro de la vida?”.

¡Deseamos que Jehová escriba su nombre en el libro de la vida, y que permanezca allí para siempre!

Gracias de corazón, hermano Jackson, por este fortalecedor y animador discurso.

¿Saben una cosa?

Cuando el Cuerpo Gobernante analizó esta información, todos nosotros nos sentimos muy conmovidos al pensar en el momento en el que los ungidos podamos colaborar con los que vivan en la Tierra y ayudarlos a alcanzar la perfección.

¡Qué momento tan maravilloso será ese!

Pues ya estamos preparados para escuchar otro interesante discurso.

Lo presentará otro miembro del Cuerpo Gobernante, Kenneth Cook.

Se titula “Prestemos atención a las advertencias”.

Los días en que vivimos terminarán cuando el Reino de Dios juzgue a las personas de forma definitiva.

Jesús describió este periodo cuando les dijo a sus discípulos lo que sucedería durante su presencia invisible en la conclusión de este sistema.

Como esta profecía se está cumpliendo en nuestros días, queremos examinar con atención cada detalle.

Si hacemos caso de las advertencias que contiene, tendremos un futuro maravilloso.

Encontramos la profecía en los capítulos 24 y 25 de Mateo, el capítulo 13 de Marcos y el capítulo 21 de Lucas.

Después de decirles a sus discípulos lo que sucedería, Jesús les da una serie de advertencias por medio de tres parábolas.

La primera fue la parábola de las 10 vírgenes.

La segunda, la parábola de los talentos.

Y, finalmente, la de las ovejas y las cabras.

Lo que estas tres parábolas nos enseñan es que el juicio definitivo de una persona dependerá de su comportamiento.

Las primeras dos parábolas tienen que ver con los ungidos, que vivirán en el cielo.

Y la última tiene que ver con las personas que vivirán en la Tierra.

Sin embargo, sin importar cuál sea la esperanza que tengamos, todos debemos prestar atención a las advertencias que contienen estas parábolas.

Comencemos con la última.

En esta parábola, Jesús describe el juicio definitivo, que tendrá lugar durante la gran tribulación, de las personas que son como ovejas y de las personas que son como cabras.

El Juez que ha nombrado Jehová es nuestro Rey, Jesucristo.

Y él será completamente justo cuando emita su juicio.

Como es un Juez cuidadoso, ya se está fijando en las actitudes, los hechos y las palabras de cada ser humano, incluyendo cómo tratan a sus hermanos, los ungidos.

Para cuando comience la gran tribulación, Jesús ya habrá identificado a quienes piensan y actúan como ovejas, y a quienes piensan y actúan como cabras.

De ese momento en adelante, quienes sean como cabras no van a hacer nada por cambiar.

Ahora bien, los que sean como ovejas y que tengan la esperanza de vivir para siempre en la Tierra tienen que permanecer fieles para que Jehová no vaya a borrar sus nombres del “libro de la vida”.

Justo antes del Armagedón, Jesús juzgará de forma definitiva a todos los que vivan en la Tierra.

Y quienes sean declarados justos recibirán el premio de vivir para siempre en la Tierra.

¡Qué magnífica recompensa para quienes se mantengan fieles!

Aunque esta parábola tiene que ver con los que vivirán en la Tierra, los ungidos también deben prestar cuidadosa atención a la advertencia que contiene.

¿Por qué?

Porque Jesús también está observando sus actitudes, hechos y palabras.

Ellos también tienen que seguir siendo fieles y justos.

Ahora bien, surgen algunas preguntas.

Por ejemplo, ¿en qué sentido se está juzgando a los ungidos durante el periodo actual?

¿Y qué advertencias dejó Jesucristo para ellos?

Encontraremos la respuesta a ambas preguntas en las primeras dos parábolas de Mateo 25.

Pero, antes de hablar de las parábolas, repasemos brevemente cómo se elige a los cristianos ungidos.

Para empezar, veamos lo que nos enseña algo que se hizo en la antigüedad.

En el antiguo Israel, cuando se estableció el sacerdocio, fue Jehová el que decidió quiénes serían los sacerdotes y quién sería el sumo sacerdote en el tabernáculo.

En Éxodo 28:1 leemos que Jehová eligió a Aarón, así como a sus hijos.

Nadie podía poner en tela de juicio la elección de Jehová, y los elegidos tenían que seguir viviendo a la altura de ese honor.

Igual que eligió a aquellos sacerdotes, Jehová elige a los sacerdotes que servirán en los cielos.

En primer lugar, eligió a Jesús para que fuera el Sumo Sacerdote.

Aunque Jesucristo fue un hombre perfecto, él no se nombró a sí mismo Sumo Sacerdote.

La Biblia dice en Hebreos 5:5 que “el Cristo no se glorificó a sí mismo convirtiéndose en sumo sacerdote”.

De igual modo, quienes van a ser sacerdotes con Cristo tampoco se nombran a sí mismos para ese puesto.

Es Jehová quien los elige, cuando los unge con espíritu santo.

Él sabe bien a quién ha elegido para esta asignación.

¿Cómo ven los ungidos el privilegio de ir al cielo?

Cuando Jehová unge a una persona, dicha persona sabe sin lugar a duda que Jehová la eligió y acepta la decisión que él ha tomado con gratitud.

En vez de presumir con orgullo, los cristianos ungidos se esfuerzan por imitar el ejemplo de humildad de Jesús.

Algo que los ayuda es tener muy en cuenta las lecciones y las advertencias que contienen las parábolas de Jesús que se refieren a ellos.

Vale la pena señalar que justo antes de presentar estas dos parábolas, Jesús habló de un “esclavo fiel y prudente” que distribuiría alimento espiritual al tiempo debido durante los últimos días.

Ese esclavo representa hoy a un pequeño grupo de cristianos ungidos, el Cuerpo Gobernante.

Jesús dijo que este esclavo sería recompensado por su duro trabajo, pero también le hizo una advertencia.

Mencionó lo que sucedería si ese esclavo dejara de estar pendiente de cuándo regresaría su amo y se pusiera a golpear a sus hermanos.

¿Qué pasaría en ese caso?

Pues que el esclavo ya no sería fiel, sino malo.

Y, como dice Mateo 24:51, recibirá “el peor de los castigos” de parte de su amo.

Ahora bien, Jesús no estaba profetizando que en nuestros días habría un esclavo malo.

Esta es una advertencia, no una profecía.

¿Qué fue lo que advirtió?

Que el esclavo fiel y prudente tiene que permanecer alerta.

Pero no es solo el esclavo fiel y prudente el que tiene que permanecer alerta.

Mediante sus parábolas, Jesús dejó claro que todos los ungidos tienen que ser fieles y prudentes, y permanecer atentos.

Examinemos la primera parábola.

En esta parábola, Jesús habló de 10 vírgenes que salieron a encontrarse una noche con un novio que venía a celebrar su banquete de bodas.

Jesús explica que cinco de estas vírgenes eran prudentes, y las otras cinco, insensatas.

La palabra griega para “prudente” comunica la idea de entender algo gracias a la previsión, el discernimiento y la sabiduría en sentido práctico.

Así que las vírgenes prudentes fueron sabias.

Por eso fue que pudieron estar listas cuando llegó el novio en mitad de la noche.

Las vírgenes prudentes habían llevado sus lámparas, pero no solo eso.

Mateo 25:4 dice que también habían llevado “frascos con aceite” para rellenar sus lámparas.

Así pudieron mantener encendidas sus lámparas.

Como esas cinco vírgenes estaban listas cuando llegó el novio, se les permitió entrar al banquete de bodas.

Esa parte de la parábola representa el momento en que los ungidos fieles reciben su recompensa.

A esos cristianos se les declara dignos de estar con Jesús en el Reino celestial.

¿Y qué hay de las vírgenes insensatas?

A diferencia de las vírgenes prudentes, las insensatas no estaban listas cuando llegó el novio.

Sus lámparas se quedaron sin aceite.

Así que, cuando llegó el novio, no pudieron entrar junto con él al banquete de bodas.

Cuando llegaron y trataron de entrar, el novio les dijo: “Yo a ustedes no las conozco”.

¿Cuál es la lección?

¿Qué advertencia dio Jesús en esta parábola?

Que solo los cristianos ungidos que estuvieran siempre listos y vigilantes recibirían la recompensa celestial.

Noten que Jesús no dijo que habría un gran número de ungidos insensatos que no iban a estar listos cuando Jesús viniera durante la gran tribulación.

Otra vez, esta es una advertencia, no una profecía.

En realidad, no tiene importancia que haya cinco vírgenes prudentes y cinco insensatas.

Jesús sencillamente estaba advirtiéndoles a los ungidos de lo que sucedería si no permanecían atentos.

¿Verdad que eso da mucho en qué pensar?

Sea que esperemos vivir en el cielo o en la Tierra, todos debemos prestar atención a la advertencia de la parábola de las 10 vírgenes.

Debemos estar atentos y estar siempre listos para llevar a cabo nuestro servicio a Dios.

Después de presentar la parábola de las vírgenes para resaltar el valor de la prudencia, Jesús presenta una parábola que resalta la importancia de ser fieles.

La conocemos como la parábola de los talentos.

En esta parábola, Jesús habla de dos esclavos que fueron fieles a su amo y de uno que no lo fue.

¿En qué sentido fueron fieles a su amo los dos esclavos?

Antes de viajar al extranjero, su amo les encargó unos talentos —es decir, un dinero—, y ellos se esforzaron por ganar más.

Cuando su amo regresó, ellos pudieron entregarle el dinero que se les había confiado y una ganancia, y su amo los recompensó.

¿Y qué hizo el tercer esclavo?

No se esforzó demasiado; se limitó a enterrar el dinero.

No lo invirtió ni hizo ningún negocio con él.

No produjo ninguna ganancia para su amo.

Así que, cuando el amo regresó, solo pudo entregarle el dinero que se le había confiado originalmente, y hasta se excusó acusando a su amo de ser “exigente”.

Como era de esperar, ese esclavo no recibió ninguna recompensa.

Es más, el dinero que él tenía se le confió a otro, y lo echaron afuera de la casa de su amo.

¿A quiénes representan hoy los esclavos de la parábola, y qué representa la forma en que responde su amo?

Los dos esclavos fieles representan a los cristianos ungidos que han sido productivos en la casa de su amo.

Su Amo, que es Jesús, invita a estos cristianos fieles a compartir su felicidad, es decir, les entrega su recompensa celestial.

En contraste, el ejemplo del esclavo malo y perezoso viene a ser una advertencia para los cristianos ungidos.

¿Por qué?

Porque, si los ungidos no se mantienen atentos y despiertos, podrían conformarse con lo que ya han recibido de parte de Dios.

Y puede que no se esfuercen lo suficiente en su ministerio.

Tal vez descuiden sus responsabilidades y se olviden de hacer lo que aconseja 2 Pedro 1:10, esforzarse todavía más por “asegurar su llamada y selección”.

Si alguno se hace perezoso, como el esclavo malo, no recibirá la aprobación de su amo ni podrá compartir su felicidad en el Reino celestial.

De nuevo, se trata de una advertencia, no una profecía.

Entonces, todos los cristianos ungidos deben esforzarse por ser prudentes y fieles.

Sea que esperemos ir al cielo o no, todos los cristianos verdaderos queremos permanecer fieles a Jehová.

Y estamos contentos con la relación que tenemos con él.

Por eso, no nos preocupa si Jehová decide ungir a más hermanos durante estos últimos años.

Recordemos lo que dijo Jesús en su comparación sobre la viña acerca de “los trabajadores de la hora undécima”.

La encontramos en el capítulo 20 de Mateo.

Los que fueron invitados a trabajar hacia el final del día recibieron la misma recompensa que los que fueron invitados a trabajar al inicio del día.

Y, claro, Jehová y Jesús saben cuántos ungidos tienen que nombrar para poder completar el número de 144.000 antes de que llegue el fin.

Sin importar cuándo sean nombrados, todos los ungidos que permanezcan fieles recibirán su recompensa celestial.

Ahora analicemos lo que dice Mateo 24:40, 41.

Mientras los leemos, tratemos de ver qué relación hay entre estos versículos y las parábolas de Jesús.

Mateo 24:40 dice: ¿Se dieron cuenta de la relación que hay?

Jesús habló de dos hombres que trabajaban en el campo y de dos mujeres que trabajaban con un molino de mano.

Aparentemente, no hay ninguna diferencia entre ellos.

Pero, en cada caso, Jesús dice que “uno será llevado y el otro será abandonado”.

En el versículo 42, Jesús anima a sus seguidores a estar “siempre vigilantes, porque no saben en qué día viene su Señor”.

Eso se parece mucho a las palabras que dijo después de presentar la parábola de las vírgenes.

Con estos dos ejemplos, Jesús dio una advertencia.

Puesto que la parábola de las vírgenes tiene que ver con los ungidos, ¿tienen que ver estos ejemplos sobre quién será llevado con los ungidos también?

Tal parece que sí.

Así que estos dos ejemplos contienen una advertencia para ellos.

En su importante profecía sobre “la conclusión del sistema”, impulsado por el amor, Jesús destaca tanto las buenas noticias del Reino como los mensajes de advertencia para la gente y para sus seguidores.

Aún en estos días, nuestro mensaje sigue el mismo modelo: buenas noticias de salvación y una clara advertencia.

Debemos seguir esforzándonos por llevarles a las personas este mensaje, para que ellas puedan actuar mientras todavía queda tiempo.

Sin duda, Jehová y su hijo Jesús quieren que seamos prudentes, fieles y nos mantengamos atentos.

Veamos lo que hemos aprendido.

Algunas de las vírgenes de la parábola se encontraron con la puerta cerrada al banquete.

Y, cuando salió el novio, les dijo: “No las conozco”.

Uno de los esclavos en la parábola de los talentos no fue invitado a compartir la felicidad de su amo, sino que fue echado fuera, a la oscuridad.

Jesús también mostró con sus ejemplos que no todos los ungidos serán llevados para recibir su recompensa celestial.

¡Una seria advertencia para quienes tienen dicha esperanza!

Aun así, podemos estar seguros de que el número de los ungidos quedará completo.

Está claro que todos los siervos de Dios, incluyendo las otras ovejas que esperan vivir en la Tierra, están siendo juzgados.

Ahora bien, ninguno de nosotros tiene por qué temer el juicio definitivo que nos espera en el futuro.

Nuestro cariñoso Padre celestial promete darnos “el poder que va más allá de lo normal” para que, tal y como dice Lucas 21:36, podamos “estar de pie delante del Hijo del Hombre”.

Entonces, sea que esperemos vivir en la Tierra o en el cielo, debemos prestar atención a las advertencias de las parábolas para que nuestro nombre no sea borrado del “libro de la vida”.

Muchas gracias, hermano Cook, por repasar con nosotros estas advertencias que nos conviene recordar.

¿Pudieron quedarse con todos los detalles de estos tres discursos?

Muy bien, porque ahora pasaremos las hojas de examen.

No, es broma.

Pero, si quisieran escuchar de nuevo estos discursos —y sé que quieren—, adivinen: toda la hermandad mundial tendrá la oportunidad de verlos en el programa mensual de enero de JW Broadcasting.

Así que todos van a poder repasar bien sus notas y asegurarse de entender todos los detalles de estos discursos.

El Cuerpo Gobernante desea que todos sepan las últimas novedades sobre cómo van las obras de construcción de Rámapo, así que se ha preparado un informe.

A pesar de la pandemia, hemos visto claramente la mano de Jehová en el proyecto de Rámapo este año.

Estamos seguros de que disfrutarán mucho de las siguientes imágenes.

Las obras principales todavía no han empezado, pero se contrató a algunos trabajadores externos para ayudar a reparar y reforzar el puente de piedra que está en el camino que lleva a las futuras instalaciones.

Cuando esté terminado, el puente quedará muy bonito y embellecerá la propiedad.

Pero algo más importante que eso es que muy pronto tendremos todos los permisos necesarios para comenzar con este gran proyecto de construcción.

Claramente, hemos visto que Jehová ha bendecido nuestros esfuerzos por colaborar con las autoridades de Rámapo en todo el proceso de planificación.

Si Jehová lo permite, durante los primeros meses del 2022, trabajadores externos despejarán la zona.

Después comenzarán con las excavaciones, instalarán las tuberías y el cableado subterráneo y dejarán todo listo para que podamos construir los primeros edificios.

Esta importante etapa previa a la construcción tomará muchos meses, y esperamos contar con la bendición de Jehová.

Cuando se termine esta parte del proceso, se abrirán las puertas para que se unan al proyecto muchos voluntarios.

Estos entusiastas hermanos y hermanas necesitarán comida, alojamiento y oficinas temporales donde trabajar, así que se han hecho planes con mucho cariño y esfuerzo para darles todo lo necesario.

El equipo de diseño está trabajando muy duro preparando los documentos de construcción.

Los planos de algunos edificios están muy avanzados, y el diseño de otros está recién comenzándose.

Estamos seguros de que ver estas imágenes de cómo serán las futuras instalaciones de Rámapo es muy animador y emocionante para todos ustedes.

Seguimos pidiendo, igual que todos ustedes, que la mano de Jehová esté sobre este proyecto de construcción tan emocionante.

Durante la pandemia del COVID-19, hemos visto que Jehová nos ha cuidado con mucho cariño y nos ha dado instrucciones justo en el momento oportuno.

Ahora escuchen con atención un informe de la Oficina del Comité de Coordinadores sobre cómo se han desarrollado los asuntos durante la pandemia y cómo nos ha ido guiando Jehová durante este tiempo.

En enero de 2020, empezamos a oír noticias sobre una enfermedad que había aparecido en Wuhan, China.

En ese momento, parecía que la enfermedad estaba limitada a esa zona, pero al poco tiempo el virus comenzó a extenderse a otros países y los casos empezaron a multiplicarse.

Así que se cerraron aeropuertos y fronteras.

El 22 de enero, el Comité de Coordinadores recibió la primera carta de una sucursal sobre el coronavirus.

La carta venía de la sucursal de Corea del Sur.

Rápidamente escribimos a todas las sucursales de Asia y alrededores para decirles cómo actuar si había brotes en sus territorios.

Ya nos habíamos enfrentado a epidemias antes, pero nunca a una enfermedad así, a escala mundial.

Era evidente que el virus acabaría afectando casi todas las actividades de nuestra organización.

Y durante los primeros meses del año 2020 tendríamos que tomar muchísimas decisiones.

Y no lo olvidemos: la pandemia llegó cuando teníamos un montón de actividades por delante.

Y, además, ya habíamos planificado todo lo que íbamos a hacer ese año.

Las visitas de ánimo a las sucursales, asambleas regionales y hasta asambleas especiales.

Y, por otro lado, quedaba muy poco tiempo para la graduación de Galaad y la Conmemoración.

¿Qué íbamos a hacer?

Una de las primeras cosas que el Cuerpo Gobernante decidió fue que el Comité de Coordinadores se encargaría de recibir y enviar toda la información relacionada con el COVID-19.

Pero, claro, teníamos la graduación de la clase 148 de Galaad en dos semanas.

¿Podrían venir los invitados?

¿Podría haber público en la graduación?

No había mucho tiempo para tomar esas decisiones.

Pero, al final, después de orar y de analizarlo, el Cuerpo Gobernante tomó una decisión unánime: la graduación de Galaad que se celebraba ese fin de semana no tendría público.

Nunca habíamos hecho eso.

Lo siguiente que teníamos que decidir era si debíamos cerrar la central mundial.

Lo recuerdo perfectamente.

Fue el 13 de marzo, un viernes por la noche.

Nos iban informando de que había casos de COVID en las congregaciones alrededor de Betel y sabíamos que los betelitas saldrían ese fin de semana para ir a sus congregaciones y a realizar otras actividades.

Había que tomar una decisión rápido.

Llamamos a cada miembro del Cuerpo Gobernante y les explicamos la situación.

Y todos estuvieron de acuerdo: teníamos que cerrar Betel inmediatamente.

En menos de una hora se mandó un mensaje a todos los hermanos de la familia Betel de Estados Unidos para que no salieran.

Y si estaban fuera tenían que volver inmediatamente.

Al poco tiempo, nos enteramos de que había algunos hermanos con COVID en Patterson.

Si no hubiéramos cerrado las instalaciones, podríamos haber esparcido el virus por toda la familia Betel.

Pudimos ver claramente que Jehová nos estaba protegiendo.

El fin de semana de la graduación de Galaad también tenía que empezar la campaña de invitación a la Conmemoración.

Así que las sucursales nos preguntaron: “¿Es seguro ir de casa en casa para entregar las invitaciones?

¿Y si después no podemos ir al Salón?”.

El virus ya se había extendido por muchos países, así que era evidente: íbamos a tener que dejar de predicar de forma pública.

Era una decisión importante, muy seria.

Pero, después de analizar el asunto y pedirle ayuda a Jehová, nos dimos cuenta de que no mostraríamos amor al prójimo ni respeto por la santidad de la vida si seguíamos predicando de casa en casa.

Debido a eso, nuestro ministerio se centró en la predicación por carta y por teléfono.

Y qué testimonio tan grande se ha dado por estos medios.

Me impresionó mucho lo rápido que se adaptaron los hermanos.

En seguida estaban usando Zoom, predicando por teléfono, por carta… En vez de frenarse, parecía que la predicación se estaba acelerando.

También teníamos que decidir qué hacer con nuestros Salones del Reino y con nuestras reuniones.

Al principio, algunos hermanos pensaron: “Quizás es suficiente con que veamos las reuniones que ya están grabadas en JW Stream®”.

Bueno, aunque esta es una excelente herramienta, si la situación se iba a alargar mucho en el tiempo, sería fantástico poder usar algo que permitiera que los hermanos se reunieran de forma virtual, que pudieran conversar, y así también animarse unos a otros.

Sabíamos que algunas sucursales habían empezado a usar Zoom para las reuniones de congregación.

Y pensamos: “¿Podríamos usar esta aplicación para nuestras reuniones por todo el mundo?”.

Así que les pedimos a esas sucursales que nos dieran sugerencias sobre cómo utilizar Zoom.

Ellos nos contestaron, hicimos algunas pruebas, y después el Cuerpo Gobernante aprobó que se usara Zoom para las reuniones.

El Comité de Coordinadores ayudó rápidamente a los hermanos a realizar las reuniones de forma digna.

Una semana después, todas las congregaciones recibieron las pautas técnicas y teocráticas necesarias.

Poco después, se compraron decenas de miles de licencias de Zoom y se entregaron a las congregaciones como parte del programa de labores de socorro.

Pero, claro, algunos publicadores no tenían buen internet y no podían utilizar Zoom.

Así que, unos días antes de la campaña, el Cuerpo Gobernante dio instrucciones a las sucursales sobre cómo ayudar a los hermanos que tuvieran problemas de internet.

Y también anunciaron que el discurso de Conmemoración se haría disponible en jw.org.

Una sucursal nos preguntó si podían transmitir el discurso por televisión y por radio.

Y pensamos: “¡Qué buena idea!

¡Vamos a probarlo!”.

Cuando vimos lo bien que funcionaba en ese país, se aprobó que todas las sucursales de África hicieran lo mismo.

Y esto fue solo dos días antes de la Conmemoración.

Qué emocionante fue para muchos hermanos enterarse, incluso momentos antes de que empezara la Conmemoración, de que podían celebrar esta reunión tan especial al mismo tiempo que sus hermanos y hermanas de todo el país.

Celebrar la Conmemoración sin estar junto a nuestros hermanos fue algo muy diferente a lo que estábamos acostumbrados.

Pero, fíjense, en la Conmemoración del 2021 tuvimos un máximo histórico de 21.367.603 asistentes.

Sin duda, esto demuestra que Jehová bendijo todos los planes que se hicieron.

Aunque estuvimos muy ocupados realizando estos ajustes en muy poco tiempo, el trabajo habitual del Comité de Coordinadores no se detuvo a pesar de la pandemia.

Por ejemplo, el rey del norte seguía persiguiendo a nuestros hermanos, había desastres naturales y muchas otras cosas que había que atender.

De hecho, nos enfrentamos al doble de desastres naturales en el año de servicio 2020, en medio de la pandemia, que en el 2018.

Diariamente veíamos pruebas muy claras de que estamos viviendo en los últimos días.

Enviamos pautas a las sucursales para que decidieran qué partes de las labores de socorro se podían posponer y para que realizaran las tareas más urgentes de forma segura.

Es cierto que la pandemia complicó bastante las labores de socorro, pero nos fortaleció muchísimo la fe ver que el Cuerpo Gobernante no permitió que ninguna dificultad les impidiera cuidar de nuestros hermanos.

Y, aparte de los daños que estos desastres naturales causaron, en algunos países nuestros hermanos no podían conseguir suficiente comida para sus necesidades diarias.

En algunos casos, el gobierno ponía restricciones, había falta de suministros o los hermanos no podían trabajar por alguna otra circunstancia.

Las sucursales se encargaron de que los hermanos tuvieran, literalmente, el pan para cada día.

Recomendamos a las sucursales que formaran Comités de Socorro para atender las necesidades de los hermanos a nivel local.

Y las sucursales les sugirieron a las familias que tuvieran una reserva de alimentos, si les era posible, por si la situación se ponía peor.

Claro, el virus no solo afectó nuestras reuniones en el Salón del Reino.

También nuestras asambleas de circuito, asambleas regionales y asambleas especiales.

El Cuerpo Gobernante decidió que no se realizarían en vivo ni asambleas regionales ni asambleas especiales en el año 2020.

Pero, a pesar de eso, los hermanos por todo el mundo pudieron disfrutar de un programa de asamblea histórico que se publicó en jw.org.

Esa misma semana de marzo, se aprobó que se presentaría en JW Broadcasting un informe del Cuerpo Gobernante sobre el coronavirus.

Así que el mismo fin de semana de la graduación de Galaad se prepararon los guiones y las entrevistas, y la semana siguiente se grabó y se publicó el informe.

Para el Cuerpo Gobernante, estos informes han sido un medio muy útil para cuidar de todos los hermanos durante la pandemia.

Cuando empezaron a distribuirse las vacunas, nos enfrentamos a otro desafío: conseguir las dosis para todos los hermanos de la familia Betel de Estados Unidos que quisieran vacunarse.

Así que a principios de abril de 2021 tuvimos una reunión.

Teníamos a varios hermanos de distintos departamentos y a cada uno le encargamos una tarea.

Y en menos de dos semanas teníamos suficientes dosis para todos los hermanos de la familia Betel de Estados Unidos que querían vacunarse.

Como una semana después, mandamos una carta a todas las sucursales para que vieran si podían conseguir vacunas para todos los siervos especiales de tiempo completo.

Estábamos especialmente preocupados por los que servían en zonas donde la vacunación todavía no había empezado.

Después de enviar esa carta, hubo muchas sucursales que nos respondieron y dijeron que sí, que podían conseguir vacunas para los siervos especiales de tiempo completo que quisieran vacunarse.

Varias sucursales nos dijeron que, aunque parecía imposible conseguir vacunas en su país en ese momento, oraron sobre el asunto, siguieron las instrucciones y, entonces, el mismo día o al día siguiente Jehová abrió las puertas y, de pronto, pudieron conseguir las vacunas.

Todo pasaba muy rápido y, aunque era difícil hacer tantos ajustes en tan poco tiempo, vimos que Jehová estaba dirigiendo al Cuerpo Gobernante cuando tomaba decisiones.

Los hermanos se han beneficiado muchísimo del uso que le hemos dado a la televisión, a la radio y a las videoconferencias, y todo eso demuestra que Jehová estaba dirigiendo al Cuerpo Gobernante cuando tomaron esas decisiones al empezar la pandemia.

Es verdad que siempre hemos valorado la guía que nos da el esclavo fiel y prudente, pero especialmente en esos momentos nos animó muchísimo ver cómo Jehová los usaba para tomar esas decisiones tan importantes, y tomaron tantas esa semana de marzo.

Aunque durante la pandemia hemos pasado por momentos tristes y hemos afrontado muchos desafíos, también ha sido una época en la que hemos visto suceder cosas maravillosas.

Muchísimos inactivos han vuelto a la congregación y muchísimas personas han empezado a estudiar la Biblia.

Hemos visto cómo Jehová nos ha guiado todo este tiempo, en cada decisión, en cada paso.

Y ver cómo Jehová nos ha llevado de la mano durante la pandemia me ha ayudado a ver que, pase lo que pase en el futuro, Jehová siempre estará ahí para ayudarnos.

Como dice la Biblia, todos pasamos por problemas, nos enfrentamos a dificultades.

Pero, si Jehová te lleva en sus brazos, ¿por qué preocuparse?

La fe de los miembros del Cuerpo Gobernante se ha fortalecido al pasar por esta prueba tan difícil.

Y se sigue fortaleciendo, es un proceso continuo, porque vemos cómo Jehová nos dirige y está preparando a su pueblo para el futuro, para el nuevo mundo, para la vida de verdad.

Ha sido un honor ver cómo Jehová usaba su espíritu para ayudarnos en la pandemia.

Nos ha fortalecido la fe ver cómo usaba al Cuerpo Gobernante para darnos guía basada en la Biblia y para que continuara la predicación, y siempre respetando la santidad de la vida.

Como resultado, nuestra confianza en la organización de Jehová es más fuerte que nunca.

Y es vital fortalecer esa confianza ahora porque Jehová nos está preparando para sucesos futuros, entre ellos la gran tribulación.

Aprovechamos la oportunidad para agradecerles a todos los hermanos que trabajan en la Oficina del Comité de Coordinadores el gran trabajo que están haciendo.

Es impresionante ver todo lo que está haciendo Jehová para darnos guía durante estos tiempos tan complicados.

¡Qué programa tan animador!

Y esta solo fue la primera parte.

Todavía nos queda mucho más.

Les espero a todos el mes que viene.

Pero, antes de irnos, en la videopostal de este mes, visitaremos a los hermanos de Filipinas.

Filipinas es un país tropical situado en la zona oeste del océano Pacífico y está compuesto por más de 7.100 islas.

En estas islas nos encontramos con una variedad de paisajes impresionante, desde playas con agua cristalina y exuberantes terrenos de cultivo a llamativas cadenas montañosas.

También hay ciudades bulliciosas, como la capital, Manila, una de las ciudades con mayor densidad de población del mundo.

Los más de 230.000 publicadores que viven en Filipinas predican a una población de más de 109 millones de personas.

En el 2021, 739.439 personas asistieron a la Conmemoración, más del triple del número de publicadores.

Vayamos ahora al sur del país, a una de las islas más grandes del archipiélago, Mindanao.

Aquí se cultivan alimentos básicos como el maíz y el arroz.

Y también cacao, pomelo y durián, una fruta asiática famosa por tener un olor fuerte y peculiar.

En el sur de Mindanao se encuentra la congregación Margus, formada por 97 publicadores.

En esta parte remota del país, los hermanos se han enfrentado a desafíos especiales debido a la pandemia.

Como el servicio de internet es muy inestable, la congregación puso el horario de las reuniones por Zoom a las 3:30 de la mañana.

¿Por qué tan temprano?

Porque la conexión a internet a esas horas es mucho más estable.

Puede que los publicadores hayan sacrificado algunas horas de sueño, pero no se han perdido nada del alimento espiritual que recibimos en las reuniones.

En otras zonas del territorio de la congregación no hay ni internet ni señal para teléfonos celulares.

Así que allí las reuniones se retransmiten por radio.

Pero los hermanos, a los que vemos aquí predicando a personas indígenas antes de la pandemia, no han perdido el entusiasmo.

Desde el 2019, la congregación Margus tiene un grupo que predica en blano.

El blano es un idioma indígena que hablan aproximadamente 125.000 personas.

Esta cultura es famosa por su artesanía y por sus coloridos trajes típicos.

Ahora ya tienen varias publicaciones y videos disponibles en blano, así que los hablantes nativos pueden escuchar la verdad en su propio idioma.

Los 28 hermanos del grupo blano de la congregación Margus los saludan con mucho cariño.

Y, queridos hermanos, no olviden nunca que los queremos mucho a todos.

Desde la central mundial de los testigos de Jehová, esto es JW Broadcasting.



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