Robert Ciranko: Cuidado con el coqueteo y el ego (1 Tim. 5:2)

El texto que estamos analizando hoy es 1 Timoteo 5:2, que manda a los cristianos tratar a “a las mujeres de más edad, como a madres, y, a las más jóvenes, como a hermanas, con toda castidad”.

Igualmente, las cristianas deben tratar a los hombres de más edad, como a padres, y, a los más jóvenes, como a hermanos, con toda castidad.

El comentario se tomó del artículo de “La Atalaya” titulado “Luche contra los malos deseos”, que en parte hablaba de los peligros de coquetear.

Ahora bien, yo me voy a centrar en cómo mantener el ego a raya.

Pero ¿qué relación hay entre la castidad, el coqueteo y el ego?

Pues bien, una persona casta se esfuerza por que sus pensamientos y acciones sean moralmente limpios.

Se abstiene de decir cosas insinuantes y de comportarse de forma provocativa a fin de despertar deseos sexuales indebidos en otras personas.

Y algo que no debemos hacer si queremos ser personas castas, es coquetear por diversión, es decir, tratar de conquistar a alguien sin la intención de formalizar una relación que conduzca finalmente al matrimonio.

Puede tratarse de un comentario inapropiado, una mirada, una caricia, una sonrisa seductora, un cambio en el tono de voz, cierta pose, cierta forma de arreglarse o de moverse...

Hay hombres y mujeres solteros que, por diversión, coquetean con otros solteros y hasta con personas casadas.

Y hay personas casadas que coquetean con solteros o con otras personas casadas.

Y hoy hasta se ha hecho común que hombres coqueteen con hombres y mujeres con mujeres.

Pero no está bien que una persona soltera demuestre interés romántico por otra solo por diversión.

Y el casado que da esa clase de atención a una persona que no sea su cónyuge va en contra de las normas de Dios.

Llama la atención lo que comentó un abogado con amplia experiencia en divorcios.

Él dijo: “Quienes acuden a mí para obtener el divorcio por lo general me cuentan que la causa de su ruptura ha sido una infidelidad.

Y en todos esos casos el problema comenzó con un simple coqueteo que parecía inofensivo”.

Pero, claro, ese juego amoroso nunca es inofensivo.

Jugar con los sentimientos de otra persona es cruel.

Puede hacer que la otra persona se haga ilusiones e incluso despertar en ella malos deseos.

Y, peor aún, puede conducir a relaciones sexuales inmorales.

Por eso, algunos piensan que quien se divierte coqueteando no es de fiar, ni en la amistad ni en el matrimonio.

Ahora bien, en el mundo la gente coquetea por deporte.

Flirtean para sentirse mejor consigo mismos, es decir, para alimentar su ego.

El ego es el exceso de autoestima.

Según cierta obra, muchos coquetean por la inyección de autoestima que supone, porque así se sienten más poderosos y atractivos.

De esta forma satisfacen su deseo egoísta de conseguir más atención.

Claro, como somos imperfectos, nos cuesta tener un punto de vista equilibrado sobre la autoestima.

El apóstol Pablo nos da un consejo que nos ayuda a no irnos a los extremos.

Se encuentra en la carta a los Romanos, capítulo 12, versículo 3.

Vamos a buscarlo.

Romanos 12:3.

Él escribió: “Por la bondad inmerecida que se me ha mostrado, le digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense de un modo que demuestre buen juicio, según la medida de fe que Dios le haya dado”.

Tener autoestima es sentirse bien con uno mismo, valorarse.

Sin embargo, nuestro amor propio puede convertirse en orgullo o vanidad.

Hay quien tiene demasiada autoestima, pero también hay quien no tiene casi nada.

Por eso Pablo escribió “le digo a cada uno de ustedes”, o sea, a todos.

Como vemos, nos recomienda que no nos vayamos ni a un extremo ni al otro, sino que nos veamos como Dios nos ve.

Las palabras de Pablo indican claramente dónde está el problema.

Utiliza tres veces el verbo “pensar”. Notemos.

Él dice que nadie “piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense de un modo que demuestre buen juicio”.

Así que lo que pensamos de nosotros mismos es importante.

Hablemos primero sobre la persona que tiene poca autoestima.

Como dijo el apóstol Pablo, pensar hasta cierto grado en nosotros mismos tiene su lugar.

Un cristiano leal y humilde no tiene por qué tener complejo de inferioridad.

Al contrario, debe estar convencido de que para Jehová es muy valioso, pues le ha dedicado su vida a él.

Así que quien tiene poca autoestima en realidad no está pensando en lo importante que es para Jehová.

Lo que escribió el apóstol Pablo al comienzo del capítulo 12 puede ser útil.

Vamos a leer Romanos, capítulo 12, versículo 1. Ahí dice: “Por lo tanto, hermanos, les suplico por la compasión de Dios que ofrezcan sus cuerpos como un sacrificio vivo, santo y que agrade a Dios; así darán un servicio sagrado con su capacidad de razonar”.

Hermanos, ¿no es este nuestro caso?

Nosotros ya nos dedicamos a Jehová, nos estamos esforzando por llevar una vida limpia o santa, le ofrecemos a Dios un servicio sagrado y estamos haciendo sacrificios por el Reino.

Y Jehová está muy contento con nosotros por eso.

Si uno tiene presente lo valioso que es para Jehová, no necesitará coquetear para aumentar su autoestima.

Bien, hablemos ahora sobre la persona que tiene demasiada autoestima.

Es posible que en su empeño por sentirse bien consigo mismo se haya pasado de la raya y se haya convertido en alguien arrogante.

Tal vez se crea el centro del universo y trate a los demás de forma desconsiderada, como hace quien tiene la costumbre de flirtear.

Pues Pablo da un consejo muy útil para estos casos en Romanos 12:16.

Vamos a leerlo.

“Tengan hacia los demás la misma actitud que tienen hacia ustedes mismos; no se concentren en cosas grandiosas, sino déjense llevar por cosas humildes.

No se vuelvan sabios a sus propios ojos”.

De nuevo vemos que es importante tener un punto de vista equilibrado sobre nosotros mismos.

Y recordemos que Pablo nos aconsejó vigilar lo que pensamos sobre nosotros mismos a fin de no irnos a los extremos.

A eso se refería cuando dijo que debemos pensar de un modo “que demuestre buen juicio”, es decir, que debemos reconocer el valor que realmente tenemos.

Siempre es bueno tener presente el ejemplo de Jesús.

Así que vayamos al capítulo 2 de Filipenses, donde se destaca la actitud que él tenía.

Filipenses, capítulo 2.

Leamos a partir del versículo 5.

Dice: “Mantengan esta misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no pensó en quitarle el lugar a Dios y hacerse igual a él.

No, más bien dejó todo lo que tenía y tomó la forma de un esclavo y se convirtió en un ser humano.

Es más, cuando vino como hombre, se humilló”.

Jesús demostró buen juicio en todo momento.

Por eso tenía un punto de vista equilibrado sobre sí mismo.

A él no le faltaba ni le sobraba autoestima.

No pensaba de sí mismo más de lo que debía pensar.

No podemos imaginarnos a Jesús coqueteando con María, Marta o cualquier otra mujer con el fin de alimentar su ego.

Pablo nos animó a tener la misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús, a pensar como Jesús.

Pero vamos a ver el contexto en el que se dio este consejo.

Leamos Filipenses 2, versículos 3 y 4: “No hagan nada motivados por un espíritu conflictivo o egocéntrico [o, como dice cierta traducción, “no hagan nada por egoísmo o vanidad”] sino que humildemente piensen que los demás son superiores a ustedes, mientras buscan no solo sus propios intereses, sino también los de los demás”.

En resumen, mantengamos el ego a raya.

Así, no hablaremos ni nos arreglaremos ni nos comportaremos de forma que pueda despertar malos deseos en los demás.

Sí, trataremos a quienes nos rodean “con toda castidad”.

Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Avance: Las buenas noticias según Jesús | Episodios 2 y 3

Hay alguien entre ustedes al que no conocen. Es el que viene detrás de mí. Y yo ni siquiera merezco…

Popular Posts

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

Imagina que vas a salir de viaje. Te han regalado los bolet…

JW Broadcasting: Abril de 2025

JW Broadcasting: Abril de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Los testigos de Jehová vem…

JW Broadcasting: Marzo de 2025

JW Broadcasting: Marzo de 2025

Bienvenidos a JW Broadcasting®. ¡Qué alegría que estén con …

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

¡Bienvenidos, hermanos! ¿Han pensado en lo que vimos en la …

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

Bienvenidos, queridos hermanos. Para empezar, tenemos una n…

Michael Banks: Jehová está con nosotros (Juan 17:15)

Michael Banks: Jehová está con nosotros (Juan 17:15)

El texto de hoy nos prueba muy claramente que tanto Jehová …

El deseo de su corazón

El deseo de su corazón

El rey David quería de todo corazón participar en la constr…

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Pues bien, ¿te parece que en ocasiones te faltan las dos co…

“La palabra profética” nos fortalece

“La palabra profética” nos fortalece

Este análisis se basa en las palabras de 2 Pedro 1:19. Ahí …