Hermanus van Selm: La compasión y el rescate (1 Juan 4:9-11)

El comentario de La Atalaya de hoy se centra en la compasión, una cualidad que es una faceta o un aspecto del amor.

Estarán de acuerdo conmigo en que, en cosas pequeñas y en cosas grandes, hay muchas maneras de demostrar amor y también compasión.

Con esta idea en mente, ¿cómo responderían a esta pregunta?

¿Cuál creen ustedes que es la mayor muestra de amor y compasión que alguien ha hecho?

Seguro que responderían así: “Que Jehová nos haya dado a su Hijo como rescate”.

Y, por supuesto, ¡todos nos sentimos muy agradecidos por el rescate!

No hay duda de eso.

Ahora bien, en mis comentarios de esta mañana, me gustaría resaltar la relación que hay entre la compasión y el rescate.

Y, para hacerlo, analicemos las siguientes dos preguntas: ¿cómo ha mostrado Jehová amor y compasión por medio del rescate?

y ¿de qué manera nos ayuda el rescate a ver que nosotros tenemos que mostrar amor y compasión?

Para responderlas, volvamos al tiempo en el que Adán y Eva todavía eran perfectos.

Ellos tenían una relación muy estrecha con su Padre celestial.

Jehová hablaba a menudo con ellos, probablemente por medio de su Hijo.

Sin embargo, Adán y Eva desobedecieron a Jehová y se volvieron pecadores.

Y ¿qué efecto tuvo en su relación con Jehová el hecho de que se hubieran rebelado?

Fue como si un muro o una barrera se interpusiera entre ellos.

Eso destruyó su relación.

¿Cómo reaccionó Jehová ante la rebelión de los primeros humanos, Adán y Eva?

Lo podemos ver en Isaías 59:2.

Aunque Isaías escribió estas palabras muchos años después de lo que ocurrió en Edén, describen muy bien lo que siente Jehová ante la desobediencia de cualquier ser humano.

Isaías 59:2: “Lo que los ha separado de su Dios son los errores de ustedes.

Sus pecados han hecho que él oculte su rostro de ustedes y se niegue a oírlos”.

Bajo la entrada “rostro”, en la obra Perspicacia se explica que el que Jehová oculte su rostro significa que retira su favor.

Y eso fue precisamente lo que hizo Jehová en el caso de Adán y Eva: les quitó su favor.

Ahora había una barrera entre ellos y ya no tenían esa relación de Padre e hijos.

¿Qué efecto tuvo este muro en los hijos de Adán y Eva?

Todos los hijos de Adán y Eva nacieron en el lado equivocado del muro, por decirlo así.

Y, desde ese momento, para ellos ya no era posible pasar al otro lado.

Ya no tenían ninguna esperanza.

Habían quedado presos del pecado y la muerte.

Ahora bien, si Jehová no hubiera hecho nada y hubiera dejado las cosas así, habría actuado con justicia, porque “el salario que el pecado paga es la muerte”.

Sin embargo, como Jehová sentía tanto amor y compasión por los hijos de Adán y Eva, hizo algo especial por ellos.

Para entenderlo, pongamos un ejemplo que nos ayudará a ver lo que ha hecho Jehová para que los seres humanos podamos recuperar nuestra relación con él.

Pensemos en un reloj de pared.

Imaginémonos por un momento que Jehová está en la parte superior del reloj, ahí, en el 12.

Y como nosotros somos seres humanos pecadores, nos vamos a poner en el otro extremo del reloj, en el 6.

Pongan su nombre ahí.

¿Qué más podemos añadir a este reloj?

Por favor, leamos algunos versículos de Primera de Juan, capítulo 4.

Noten lo que el apóstol Juan dice aquí, en el capítulo 4, versículo 10, la primera parte del versículo: “El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros”.

Y ahora el 19: “Nosotros amamos porque él nos amó primero”.

Estos versículos nos dicen que, como Jehová siente tanto amor y compasión por nosotros, ha dado los pasos necesarios para acudir a nuestro rescate.

Para llegar a nosotros, Jehová dio un rodeo para esquivar el muro que nos separaba de él.

No obstante, como nos dice Habacuc 1:13, los ojos de Jehová “son demasiado puros para ver lo que es malo”.

Por eso, él tiene que cubrir nuestros pecados.

Y si recuerdan, en la Biblia, la palabra expiación se utiliza con referencia a cubrir los pecados.

Así, para expiar o cubrir esos pecados, en el año 33 de nuestra era, Jehová dio a su Hijo Jesucristo como sacrificio por nosotros.

¿Por qué hizo Jehová un sacrificio tan grande?

Bueno, leamos lo que dice 1 Juan 4:9: “Así es como el amor de Dios fue revelado en nuestro caso: Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que consiguiéramos la vida por medio de él”.

Fijémonos en esta idea tan importante.

Nuestro Padre celestial no solo siente amor por nosotros, sino que lo revela o manifiesta.

Es decir, Jehová nos demostró de forma visible cuánto nos ama al dar a su Hijo Jesús como sacrificio por nosotros.

Con ese sacrificio tan grande que hizo Jehová, pudo acercarse a nosotros y también a las personas que vivieron antes de Jesús.

Entonces, respondiendo a la primera pregunta, Jehová nos mostró su amor y compasión por medio del rescate porque nos salvó a pesar de que éramos pecadores.

Tal como nos dice una Atalaya, Ahora la segunda pregunta: ¿cómo nos hace ver el rescate que nosotros tenemos que mostrar amor y compasión por nuestros hermanos?

Bueno, volvamos al ejemplo del reloj de pared.

Hemos visto que la compasión motivó a Jehová a moverse del 12 al 6, donde estamos todos nosotros.

Ahora vamos a ver cómo nosotros podemos movernos del 6 al 12.

¿Qué pasó al llegar al 6?

Que, para beneficiarnos de ese sacrificio, tuvimos que mostrar fe en él.

Decidimos dedicar nuestra vida a Jehová y nos bautizamos.

Después, seguimos progresando en sentido espiritual y acercándonos más a Jehová.

¿Y qué más hicimos?

Bueno, ¿qué más nos pide Dios que hagamos?

Recordemos: Jehová nos demostró de forma visible cuánto nos ama al dar a su Hijo Jesús como sacrificio por nosotros.

Y Jehová también espera que nosotros demostremos de forma visible cuánto amor sentimos por él.

Y, mediante el apóstol Juan, Jehová nos dice de forma muy clara la clase de prueba visible que él quiere ver en nosotros.

Vamos a verlo.

Busquemos 1 Juan 4:11.

Dice lo siguiente: “Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros también tenemos la obligación de [amar a Dios] ”.

¿Es eso lo que Juan escribió?

No, aunque eso es tal vez lo que esperaríamos leer.

En vez de eso, Juan escribió: “Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros también tenemos la obligación de amarnos unos a otros”.

Entonces, ¿qué paralelo establece Juan?

Este: Jehová dio una prueba visible de su amor al ofrecer la vida de su Hijo.

“Si Dios nos amó así a nosotros”, como dice Juan, ¿qué tenemos que hacer?

Demostrar de forma visible que agradecemos ese rescate amándonos unos a otros.

Pensemos por un momento en esta idea tan maravillosa.

Es verdad que Jehová podría habernos pedido que mostráramos gratitud por el rescate de muchas formas, pero, de todos los actos de fe que él pudo haber elegido, él nos pide uno muy especial.

¿Cuál es?

Hemos leído en Juan que tenemos que amarnos unos a otros.

Está claro: a los ojos de Jehová, es muy importante que nos mostremos amor unos a otros.

Bueno, volvamos otra vez al ejemplo que teníamos del reloj de pared.

¿A dónde queremos llegar?

Mostrando amor a nuestros hermanos, le estamos mostrando a Jehová gratitud y mientras tanto seguimos progresando en sentido espiritual.

Esto nos acercará cada vez más a Jehová y nos abrirá las puertas a un sinfín de bendiciones.

Además, con el tiempo, recuperaremos la relación tan especial que Adán y Eva tenían al principio con Jehová.

Mientras tanto, estamos muy agradecidos y felices de formar parte de esta familia mundial de hermanos y hermanas que dan prueba visible del amor que sienten unos por otros, en especial, en estos tiempos tan difíciles.

¿Y por qué debemos seguir mostrándonos amor unos a otros?

Porque de esa manera le estamos demostrando a Jehová gratitud por el regalo del rescate, que es la mayor muestra de amor y compasión que jamás se ha hecho.






 

Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Michael Banks: ¿Dejarán huella? (graduación de la clase 158 de la Escuela de Galaad)

Era alrededor del año 45 de nuestra era. El lugar, Antioquía de Siria, la tercera ciudad más grand…

Entradas Populares

Joel Dellinger: No se puede ser esclavo de dos amos (Mat. 6:24)

Joel Dellinger: No se puede ser esclavo de dos amos (Mat. 6:24)

Hoy les quiero hablar acerca del peligro que presenta el ma…

Kenneth Cook: Aprovechemos bien el tiempo como José (Col. 4:5)

Kenneth Cook: Aprovechemos bien el tiempo como José (Col. 4:5)

A medida que se acerca el fin de este sistema, queremos ase…

JW Broadcasting: Noviembre de 2024 (graduación de la clase 156 de la Escuela de Galaad)

JW Broadcasting: Noviembre de 2024 (graduación de la clase 156 de la Escuela de Galaad)

Bienvenidos al programa JW Broadcasting® de noviembre de 20…

Mark Noumair: Febe, una ministra que defendió a los cristianos (Rom. 16:1-3)

Mark Noumair: Febe, una ministra que defendió a los cristianos (Rom. 16:1-3)

Imaginémonos que estamos en el año 56 de nuestra era. Pabl…

La adoración en familia: los obstáculos y los beneficios

La adoración en familia: los obstáculos y los beneficios

Conseguir que los cinco miembros de la familia estemos junt…

 Una visita agridulce

Una visita agridulce

¿Te imaginas cómo sería volver a una prisión en la que estu…

William Malenfant: No dudes en mostrar tus emociones (Rom. 12:15)

William Malenfant: No dudes en mostrar tus emociones (Rom. 12:15)

“Alégrense con los que se alegran; lloren con los que llora…

James Mantz: “Toda cosa a gente de toda clase” (1 Cor. 9:22)

James Mantz: “Toda cosa a gente de toda clase” (1 Cor. 9:22)

“Se sentía cómodo tanto al lado de refinados intelectuales …

John Ekrann: Demostremos amor y respeto en el matrimonio

John Ekrann: Demostremos amor y respeto en el matrimonio

Jehová desea que, en el matrimonio, tanto el esposo como la…

JW Broadcasting: Junio de 2024 (graduación de la clase 155 de la Escuela de Galaad)

JW Broadcasting: Junio de 2024 (graduación de la clase 155 de la Escuela de Galaad)

¡Bienvenidos al programa de JW Broadcasting® de junio de 20…