Geoffrey Jackson: ¿Qué harás si te llega un cambio de asignación? (Heb. 11:15)

¿Alguna vez has recibido un cambio de asignación?

Seguro que a muchos nos ha pasado.

Pero ¿cómo reaccionaste cada vez que tuviste que enfrentarte a esa situación?

Bueno, si somos honestos, quizás tengamos que reconocer que no reaccionamos siempre igual o quizás no lo hicimos de la mejor manera.

Por ejemplo, en 1978 recibí una carta en la que el Cuerpo Gobernante me enviaba como misionero al Pacífico sur.

Me puse triste por dejar a mis amigos y mi familia, pero estaba muy entusiasmado.

Tenía muchas ganas de aprovechar esta oportunidad de servir como misionero en el Pacífico.

Y, a lo largo de los años, he recibido muchos cambios, pero uno que recuerdo muy bien fue en el año 2003.

En esa ocasión, recibí otra breve carta del Cuerpo Gobernante con un destino permanente esta vez: Nueva York.

Mi reacción fue un poco diferente.

Estaba en shock, decepcionado, abrumado, de hecho, hasta enojado.

¿Por qué? Porque pensaba que ya estaba donde Jehová quería que estuviera.

Y de ninguna manera me esperaba ese cambio de asignación.

Además, nunca me había atraído la idea de servir en Estados Unidos.

Con todo eso dando vueltas en mi cabeza, estuve como unos tres días en los que casi no pude hablar con nadie.

Ahí sentado, mirando a la nada…, estaba como ausente.

Bueno, ¿qué podemos hacer cuando reaccionamos así a un cambio de asignación?

Vamos a hablar hoy de algunas cosas que nos ayudarán.

La primera es “recuerda lo que le prometiste a Jehová que ibas a hacer”.

Y es muy importante recordar eso.

En el caso de nuestro Señor Jesucristo, cuando iba a bautizarse, él oró y dijo lo que está escrito en Hebreos, capítulo 10: “Mira, he venido […] para hacer tu voluntad”.

Estaba resuelto, decidido, quería hacer la voluntad de Dios.

Pero ahora pensemos en lo que ocurrió poco antes de su muerte.

Él oró intensamente y le pidió a Dios que le quitara aquella “copa”, es decir, una muerte humillante como si fuera un delincuente, algo que podía manchar el nombre de Jehová.

Y ¿qué dijo Jesús al final de aquella oración?

“Pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres”.

Así que Jesús recordó lo que había prometido, para él la voluntad de Jehová era lo primero.

En mi caso, después de estar en shock durante unos días, alguien muy cercano me dijo algo que me llegó muy dentro: “Sabemos que no es fácil para ti, Geoff, porque amas este lugar, pero sabemos que amas más a Jehová”.

Y eso fue justo lo que necesitaba escuchar en aquel momento.

La segunda cosa que nos puede ayudar es dejar pasar tiempo.

No hay que precipitarse.

¿Por qué no te tomas unos días libres?

Si es un cambio grande, date tiempo para orarle a Jehová con tranquilidad y para meditar en las Escrituras.

Fijémonos otra vez en el ejemplo de nuestro Señor Jesús.

¿Qué hizo él después de bautizarse?

Se fue al desierto y estuvo allí 40 días.

Seguro que entonces meditó en todas las cosas que recordó de repente al bautizarse, cosas sobre su vida antes de venir a la Tierra, y también pensaría en lo que le esperaba en el futuro.

Se dio tiempo para orar y meditar en aquel cambio de asignación, aunque quizás ya había estado miles de años preparándose para ese cambio.

El apóstol Pablo hizo algo parecido.

En Gálatas, capítulo 1, leemos que después de hacerse cristiano se fue a Arabia por un periodo de tiempo.

La nota de estudio de Gálatas 1:17 dice que tal vez necesitara un tiempo para meditar en las Escrituras y para corregir su manera de entender esas Escrituras.

Y ¿qué podemos hacer en el caso de que tengamos poco tiempo para estar a solas cuando recibimos la noticia del cambio de asignación?

Una cosa que nos puede ayudar es imitar el ejemplo del rey David.

Veamos lo que le pidió a Dios en Salmo 51:10.

Vamos a leerlo.

Aquí el salmista, David, dijo: “Crea en mí un corazón puro, oh, Dios, y pon dentro de mí un espíritu nuevo, un espíritu firme”.

Así que, si tenemos sentimientos negativos hacia el cambio, ¿por qué no le pedimos específicamente a Dios que nos ayude a tener una buena actitud?

O, como dice Filipenses 2:13, que nos dé “tanto el deseo como las fuerzas” para aceptar esa nueva asignación.

Y recordemos que Filipenses 4:6, 7 dice que Jehová puede darnos “la paz de Dios” que protegerá nuestro corazón y nuestra mente.

¿Cuál es la tercera cosa que hay que recordar?

No veas el cambio de asignación como un paso atrás.

Pensemos otra vez en el ejemplo de Jesús.

Filipenses, capítulo 2, dice que él tenía una posición muy elevada, la segunda más importante en el universo.

Él estaba al lado de su Padre.

Pero estuvo dispuesto a ponerse en una posición inferior a la de los ángeles, incluso a estar bajo la autoridad de sus padres humanos.

¡Tenía que obedecerlos!

Pero una pregunta: cuando Jesús vino a la Tierra, ¿era más o menos valioso para Jehová?

Por supuesto más valioso aunque estuviera en una posición inferior.

Pues en nuestro caso tenemos que recordar que las asignaciones no determinan cuánto valemos como personas.

Eso nos ayudará a no ver un cambio de asignación como un paso atrás.

La cuarta idea que hay que recordar cuando estés pensando en la nueva asignación es “fíjate en las ventajas y no tanto en las desventajas”.

Pensemos de nuevo en el ejemplo del apóstol Pablo.

Sabemos que él había tenido un estatus social muy alto entre los judíos.

Había sido fariseo y había recibido una muy buena educación.

Pero, después de hacerse cristiano, la gente llegó a odiarlo, perdió la posición que tenía y tuvo que aguantar muchas dificultades.

¿Y cuál fue su actitud?

Por favor, busquen conmigo Filipenses 4:11.

Al final del versículo 11, Pablo dice: “Pues he aprendido a estar contento sean cuales sean mis circunstancias”.

O como dice otra traducción: “En cualquier situación en que me encuentre”.

En otras palabras, “Mi felicidad y mi amistad con Jehová no dependen de la situación en la que me encuentre”.

¡Qué idea tan bonita!

Veamos cómo él lo explica en los versículos 12 y 13.

Pablo dijo: “Sé vivir con poco y sé vivir con mucho.

En todo y en cualquier circunstancia he aprendido el secreto de estar satisfecho y de pasar hambre, de tener mucho y de no tener nada”.

Y ahora la idea clave: “Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder”.

Así que Pablo aprendió a depender totalmente de Jehová, se dio cuenta de que, sin importar las circunstancias o la asignación que tuviera, habría ventajas y desventajas.

Ninguno de nosotros tiene la asignación perfecta, ¿verdad?

Todas tienen cosas positivas y no tan positivas.

Tener eso presente nos ayuda a concentrarnos en las cosas positivas, en las ventajas de la nueva asignación.

Y la última idea: piensa en el ejemplo de otros.

Pueden ser ejemplos de nuestros días, hermanos que se adaptaron bien a un cambio de asignación; o quizás ejemplos del pasado, como el de Abrahán y Sara.

Ellos tuvieron que dejar su casa y vivir en tiendas por bastante tiempo.

Pero Hebreos 6:15 dice que “después de que Abrahán mostró paciencia, recibió esta promesa”.

¡Qué importante!

Tenemos que ser pacientes.

Y es que Hebreos 11:15 nos recuerda cómo actúa una persona de fe: “Con todo, si hubieran seguido pensando en el lugar del que habían salido, habrían encontrado la oportunidad de regresar”.

Así que, si afrontamos un cambio, ¿cómo reaccionaremos?

Vamos a repasar: recordemos lo que le prometimos a Jehová sobre nuestra amistad con él —que haríamos lo que él nos pidiera—, démonos tiempo para pensar en la nueva asignación y oremos al respecto, no la veamos como un paso atrás, concentrémonos en las ventajas y pensemos en el ejemplo de otros.

Así podremos decirle a Jehová: “¡Aquí estoy yo!

¡Envíame a mí!”.




Tal vez te interesen estas entradas

Entrada destacada

Avance: Las buenas noticias según Jesús | Episodios 2 y 3

Hay alguien entre ustedes al que no conocen. Es el que viene detrás de mí. Y yo ni siquiera merezco…

Popular Posts

JW Broadcasting: Abril de 2025

JW Broadcasting: Abril de 2025

¡Bienvenidos a JW Broadcasting®! Los testigos de Jehová vem…

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

George Aljian: Cómo sobrellevar la plaga de tu propio corazón

Imagina que vas a salir de viaje. Te han regalado los bolet…

JW Broadcasting: Marzo de 2025

JW Broadcasting: Marzo de 2025

Bienvenidos a JW Broadcasting®. ¡Qué alegría que estén con …

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2025 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

Bienvenidos, queridos hermanos. Para empezar, tenemos una n…

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

2024 | Informe 2 del Cuerpo Gobernante

¡Bienvenidos, hermanos! ¿Han pensado en lo que vimos en la …

Michael Banks: Jehová está con nosotros (Juan 17:15)

Michael Banks: Jehová está con nosotros (Juan 17:15)

El texto de hoy nos prueba muy claramente que tanto Jehová …

El deseo de su corazón

El deseo de su corazón

El rey David quería de todo corazón participar en la constr…

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Antony Griffin: Dios nos llena de energías (Filip. 2:13)

Pues bien, ¿te parece que en ocasiones te faltan las dos co…

“La palabra profética” nos fortalece

“La palabra profética” nos fortalece

Este análisis se basa en las palabras de 2 Pedro 1:19. Ahí …