A ninguno de nosotros nos gusta que nos mientan, pero constantemente se nos bombardea con historias falsas.
Si no tenemos cuidado, pueden hacernos daño.
Por eso, hoy vamos a hablar de lo siguiente: cómo protegernos de las mentiras.
Contestaremos tres preguntas: ¿de qué mentiras tenemos que protegernos?, ¿por qué son peligrosas esas mentiras?
y ¿cómo podemos protegernos de ellas?
Empecemos con la primera pregunta, ¿de qué mentiras tenemos que protegernos?
Las mentiras de las que vamos a hablar hoy son las que se conocen como noticias falsas o fake news, desinformación o información falsa.
Actualmente, recibimos una avalancha de información falsa.
Por ejemplo, hay mucha desinformación sobre la pandemia de COVID-19.
Se dicen mentiras sobre el origen del virus, tratamientos y medidas de prevención...
Y lo que dicen algunos gobiernos, empresas y personas famosas a veces también es falso.
Algo típico de la desinformación es que suele ser sensacionalista.
Está pensada para que se esparza rápidamente a fin de generar beneficios económicos o para promocionar o desacreditar a una figura pública, un movimiento político o una empresa.
A menudo encontramos estas noticias falsas en las redes sociales.
Pero también las hay en los canales oficiales de noticias.
En muchos países, la gente sabe qué periódicos o canales de televisión manipulan la información para favorecer a un lado o al otro.
Sin embargo, lo cierto es que a lo largo de la historia siempre ha habido información falsa.
Tenemos un ejemplo en 2 Reyes, capítulo 18.
En una ocasión, unos mensajeros asirios le dieron información falsa al rey Ezequías.
Vamos a ver tres aspectos de esa información.
El primero lo encontramos en 2 Reyes, capítulo 18, versículo 21, y aquí tenemos una mentira descarada: “¡Mira! Confías en el apoyo de Egipto, esa caña quebrada que, si alguien se apoya en ella, se le clava y le atraviesa la mano”.
Eso era mentira, Ezequías no había hecho ninguna alianza con Egipto.
Podemos ver el segundo aspecto en los versículos 22 y 25.
Después de decir que Ezequías había quitado los lugares altos y los altares de Jehová, en el versículo 22, el rey de Asiria dice lo que leemos en el versículo 25: “Además, ¿acaso vine a destruir este lugar sin la autorización de Jehová?
Jehová mismo me dijo: ‘Sube a atacar este país y destrúyelo’ ”.
El segundo aspecto es un razonamiento engañoso.
Mezcla algunos detalles que son ciertos con información falsa y mentiras.
El mensaje era que Jehová no iba a proteger a su pueblo porque estaba molesto con ellos.
Pero eso no era cierto, Jehová estaba muy contento con su pueblo, porque habían vuelto a la adoración verdadera.
El tercer aspecto lo encontramos en el versículo 31.
Aquí vemos mentiras que se presentan como una solución fácil con recompensas tentadoras.
Versículo 31.
Aquí, en la mitad del versículo: “Hagan la paz conmigo y ríndanse.
Así todos ustedes podrán comer de su propia vid y de su propia higuera, y beber de su propia cisterna”.
Rendirse podía parecer una solución fácil, con recompensas tentadoras.
La idea de comer pan recién hecho, beber vino nuevo...
debió ser tentadora para los que estaban confinados.
Pero ¿habían tratado alguna vez los asirios con bondad a sus enemigos?
¡No! ¡Nunca!
Esto nos lleva a la segunda pregunta: ¿por qué son peligrosas estas mentiras?
El mensaje que recibió Ezequías tenía el objetivo de hacer que los judíos tomaran una mala decisión, una decisión que podía costarles la vida.
Hoy día, si hacemos caso a las noticias falsas y la desinformación, podríamos tomar malas decisiones, y eso es muy peligroso.
En medio de esta pandemia, eso podría tener consecuencias negativas en nuestra salud y en nuestra vida.
Dejarnos llevar por información falsa podría generarnos dificultades económicas o causarnos otros problemas.
Pero hay mucho más en juego.
Las mentiras acaban con la confianza.
Nos generan dudas y pueden debilitar nuestra determinación de seguir la dirección de Jehová.
Por ejemplo, estamos decididos a respetar a los gobiernos y sus leyes, de acuerdo con Romanos 13.
Pero las noticias a menudo hablan mal de los políticos y de las instituciones del Estado.
A veces escuchamos mentiras descaradas, razonamientos engañosos y soluciones fáciles con promesas vacías.
Hermanos, no bajemos la guardia.
No dejemos que estas mentiras nos impidan ser leales a Jehová.
Sigamos respetando a las autoridades superiores y sigamos manteniéndonos neutrales.
Veamos otro caso: las mentiras sobre la organización de Jehová y el Cuerpo Gobernante.
Algunos han acusado a los Testigos de promover el comunismo, mientras que otros los han acusado de promover las ideas del imperialismo estadounidense.
A algunos de nuestros hermanos los han acusado de anarquistas.
Y hoy día nos acusan de ser extremistas.
Y podríamos seguir.
¿Cuál será la siguiente mentira?
Recordemos, las mentiras generan dudas y acaban con la confianza.
Parte de la información falsa se basa en lo que dicen los apóstatas para desacreditarnos.
Podría parecer convincente, incluso para nosotros.
Y, aunque pensemos: “Yo no me lo voy a creer, solo quiero saber lo que dicen”, exponernos a ese tipo de información falsa puede generar dudas en nuestra mente y debilitar la confianza que tenemos en el Cuerpo Gobernante.
Eso es muy peligroso.
Jehová va a usar a su organización para dirigirnos a través de la gran tribulación.
Es la única manera de sobrevivir.
Y esto nos lleva a la tercera pregunta: ¿cómo podemos protegernos de estas mentiras?
Una manera de protegernos de ellas es haciendo todo lo posible por no exponernos a la desinformación.
Debemos vigilar la calidad y la cantidad de la información que recibimos.
La calidad: debemos elegir fuentes de información que sean confiables de verdad.
La cantidad: para estar al día con lo que pasa en el mundo, no hace falta ver las noticias cada hora.
Es mejor que nos pongamos un límite y no nos lo saltemos.
¿Qué más podemos hacer?
Proverbios 14:15 dice: “El ingenuo se cree todo lo que le dicen, pero el prudente mide bien todos sus pasos”.
La clave es no creernos todo lo que nos dicen pero a la vez tener una mente abierta.
Y Job 12:11 dice: “¿Acaso el oído no prueba las palabras como la lengua saborea la comida?”.
Así que, en vez de reaccionar rápido a lo que leemos o escuchamos, deberíamos probar las palabras.
Contrastemos la información, comparémosla con lo que hemos leído en la Biblia y con lo que hemos aprendido en ella.
¿Qué principios bíblicos son aplicables?
¿Ha publicado la organización alguna guía?
¿Y qué hay de las noticias sobre la organización de Jehová?
Podemos esperar que se digan más mentiras a medida que se acerca el día de Jehová.
Ahora es el momento de fortalecer nuestra confianza en su organización.
Las pautas tan acertadas que nos ha dado la organización durante la pandemia son solo una prueba más de que Jehová apoya al Cuerpo Gobernante.
Así que hemos analizado cómo protegernos de las mentiras.
Hemos hablado del peligro de los diferentes tipos de desinformación: mentiras descaradas, razonamientos engañosos y promesas vacías.
Las mentiras acaban con la confianza.
Por lo tanto, evitemos exponernos a ellas y fortalezcamos ahora nuestra confianza en Jehová y su organización.
Así estaremos preparados para enfrentarnos a una gran mentira dentro de muy poco tiempo: “¡Paz y seguridad!”.
Recordemos que esto será una noticia falsa, pero muchos, la mayoría, se la creerán.