Si a ustedes les pasa lo mismo que a mí, probablemente necesiten repasar algunos puntos de vez en cuando.
Por ejemplo, “La Atalaya” explicó la parábola de las 10 vírgenes hace algún tiempo.
Pero hagamos un repaso y veamos lo que podemos recordar.
Sabemos que hay 10 vírgenes y que todas ellas están esperando a que llegue el novio.
Cinco de ellas son discretas o prudentes y cinco son necias o insensatas.
La diferencia entre ellas es que las prudentes están preparadas para cualquier situación.
Tienen aceite en sus lámparas y además llevan aceite de reserva.
Y seguro que es aceite de oliva virgen.
Y ¿por qué llevan tanto aceite estas vírgenes prudentes?
Porque tienen la intención de esperar hasta que llegue el novio.
Lo aman mucho y tienen claro que lo más importante es él, no ellas.
Quieren que haya alguien esperando al novio cuando llegue.
En cambio, las vírgenes insensatas están dispuestas a esperar solo un rato, y más vale que el novio venga pronto, porque no tienen mucho aceite en sus lámparas y no han traído aceite de reserva.
Están centradas sobre todo en ellas mismas.
Pero el novio tarda en llegar, y todas las vírgenes se quedan dormidas.
En mitad de la noche, se oye un grito que parece venir de lejos: “¡Aquí está el novio!”.
Sin embargo, el novio todavía no ha llegado.
Las vírgenes se despiertan, preparan sus lámparas, las ponen a punto y siguen esperando.
Pero el novio no aparece.
Entonces, las insensatas se dan cuenta de que se les va a acabar el aceite porque sus lámparas comienzan a apagarse.
Así que les piden a las prudentes que les den un poco de su aceite, pero estas se niegan.
¿Por qué?
¿Porque son egoístas?
No, porque son prudentes.
Si lo compartieran con las vírgenes insensatas, podrían quedarse todas sin aceite y, cuando llegara el novio, no habría nadie esperándolo.
Y, en realidad, el novio es lo más importante.
Ellas quieren que haya alguien esperándolo para darle la bienvenida cuando llegue.
Entonces, ¿qué hacen las vírgenes insensatas?
Se van corriendo a comprar más aceite a un supermercado que esté abierto las 24 horas...
¡Como si eso fuera posible en esa época!
Y, mientras ellas se van, llega el novio, y las prudentes entran al banquete de bodas.
Bueno, esta parábola se cumple en los últimos días.
¿Cómo lo sabemos?
Porque todo lo que se predijo en Mateo 24 y 25 se relaciona con los últimos días.
Así que se refiere a algo que ocurre durante la presencia de Jesús.
¿Y a quiénes representan las vírgenes?
A todos los ungidos.
No solo al “esclavo fiel y discreto”, sino a todos los ungidos.
Este es un punto interesante.
Pero ¿cómo lo sabemos?
¿Qué texto usaríamos para demostrar que las vírgenes representan a todos los ungidos y no solo a un pequeño grupo, como “el esclavo fiel y discreto”?
Podríamos usar Lucas capítulo 12.
Veámoslo juntos.
Este no es un relato paralelo al de Mateo, pues aquí Jesús estaba hablando en una ocasión diferente, pero, como habla del mismo tema, nos ayudará a responder la pregunta que hemos hecho.
Lucas, capítulo 12...
y primero leamos el versículo 32 para ver el contexto.
Jesús dijo: “No teman, rebaño pequeño”.
¿Quiénes forman el “rebaño pequeño”?
Todos los ungidos, ¿verdad?
“No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino”.
Así que estaba hablando a todos los ungidos.
Y ¿qué les dijo en los versículos 35 y 36?
Fíjense en las similitudes con lo que vimos antes.
“Estén ceñidos sus lomos y encendidas sus lámparas, y sean ustedes mismos como hombres que esperan a su amo cuando vuelve de las bodas, para que, al llegar él y tocar, le abran al instante”.
¿Ven las semejanzas entre Mateo y Lucas?
Por lo tanto, Jesús dirigió estas palabras a todos los ungidos.
Ahora bien, en la parábola hay un espacio de tiempo desde que se escucha el grito “¡Aquí está el novio!” hasta que llega el novio.
¿Cuándo se cumplió esto?
¿Cuándo creen que se escuchó el grito “¡Aquí está el novio!”?
Tienen razón, en 1914.
Pero el Novio no llegó en esa fecha.
Entonces, ¿cuándo llega?
Durante la gran tribulación.
¿Cómo lo sabemos?
Lo sabemos porque en Mateo 24 y 25 se hacen ocho referencias a la venida del Amo, y todas se refieren a la gran tribulación.
Así que estamos hablando del regreso del Amo, de la llegada del Novio durante la gran tribulación.
Y, cuando llegue, ¿tendrán los ungidos sus lámparas encendidas o habrán dejado que se les apaguen?
Bueno... esta es la cuestión.
Entonces, ¿estaba diciendo Jesús que muchos ungidos serían infieles para cuando comenzara la gran tribulación?
No.
¿Recuerdan la explicación sobre el esclavo malo del que se habla en Mateo 24?
Jesús habla primero de un “esclavo fiel y discreto” y luego menciona a un esclavo malo.
Pero sabemos que Jesús no estaba diciendo que hubiera dos esclavos diferentes, uno “fiel y discreto” y otro malo.
Más bien, estaba diciendo que, si el esclavo fiel se hace malo, no puede esperar que el Amo le dé su aprobación.
Y pasa lo mismo con la parábola de las vírgenes.
Jesús estaba diciendo que, si algún ungido dejaba que su lámpara se apagara, no podía esperar que el Novio le diera su aprobación y lo dejara entrar al banquete de bodas.
Este punto es importante...
y bastante serio, ¿no creen?
Algunos se han preguntado si la Biblia estaba diciendo que el esclavo fiel se haría malo o si estaba diciendo que habría dos grupos diferentes.
Y se lo han preguntado por la forma en que Jesús habló de esto en Mateo 24.
Veámoslo juntos...
Mateo 24.
Sabemos que en el versículo 45 Jesús dijo: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto [...]?”.
Versículo 46: “¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así!”.
Pero después en el versículo 48 dijo: “Mas si alguna vez aquel esclavo malo dijera en su corazón: ‘Mi amo se tarda’”, y luego desde el 50: “Vendrá el amo [...] y lo castigará con la mayor severidad”.
Así que algunos se han fijado en la expresión “si alguna vez aquel esclavo malo” y han preguntado: “¿Podría indicar esto que hay un esclavo malo?”.
Podemos decir que no.
¿Por qué respondemos así?
En la revisión del 2013 de la “Traducción del Nuevo Mundo” en inglés, encontramos una referencia marginal al final del versículo 48.
Esta referencia nos lleva de nuevo a Lucas, capítulo 12, esta vez, a los versículos 45 y 46.
Veamos si esto nos aclara el tema.
Busquemos Lucas, capítulo 12, y leamos desde el versículo 42.
Y recuerden lo que estamos tratando de averiguar: ¿está hablando Jesús de dos grupos diferentes, es decir, de un esclavo fiel y de un esclavo malo?
¿O, más bien, se refiere a que el esclavo fiel podría hacerse malo?
Veamos si lo que Jesús dijo aquí nos lo aclara.
Leamos desde el 42: “¿Quién es verdaderamente el mayordomo fiel, el discreto, a quien su amo nombrará sobre su servidumbre para que siga dándoles su medida de víveres a su debido tiempo?
¡Feliz es aquel esclavo, si al llegar su amo lo halla haciéndolo así!
Les digo en verdad: Lo nombrará sobre todos sus bienes”.
Esto nos suena, ¿verdad?
De esto mismo estaba hablando Jesús en Mateo 24.
Pero ahora fíjense en lo que dice el versículo 45: “Mas si aquel esclavo” —el mismo esclavo que se menciona en el versículo 43: “Feliz es aquel esclavo”— “Mas si aquel esclavo dijera alguna vez en su corazón: ‘Mi amo tarda en venir’, y comenzara a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y emborracharse, vendrá el amo de aquel esclavo en un día en que este no lo espera y a una hora que no sabe, y lo castigará con la mayor severidad”.
Jesús está hablando del mismo esclavo, ¿verdad?
Si ese esclavo es fiel, será recompensado, pero, si es infiel, recibirá un castigo.
Y en la parábola de las vírgenes ocurre lo mismo.
Si las vírgenes son fieles, serán recompensadas, pero, si no lo son, recibirán un castigo.
Esta parábola también es importante para la “gran muchedumbre”.
¿Por qué decimos esto?
Porque en Marcos 13:37 Jesús dijo: “Lo que les digo a ustedes, a todos lo digo: Manténganse alerta”.
Por lo tanto, al igual que los ungidos, los miembros de la gran muchedumbre también deben seguir siendo fieles para cuando llegue la gran tribulación.
Así que, ¿cómo resumiríamos en pocas palabras lo que nos enseña la parábola de las vírgenes?
¡Manténganse alerta!